Comentario sobre el libro, por Fco. Javier Alcázar:
Dice el refrán que «quien mucho abarca poco aprieta». Se podría aplicar la máxima a este librito, que en sus escuetas 144 páginas pretende no sólo repasar el humor gráfico español, sino también dar una visión general del concepto y utilización del humorismo en el cine, la literatura, el teatro y la prensa gráfica mundial. Si a esto le añadimos el abundante –y agradecido- acompañamiento gráfico, la porción de texto dedicada a estudiar el tema es, por decir algo, ridícula.
Enmarcado dentro de una colección orientada al público general, que engloba títulos tan dispares como La contaminación, Los movimientos pop o Colonialismo y neocolonialismo, El humorismo es un libro que peca de superficialidad y parcialidad desde su mismo planteamiento. Si ya es difícil condensar en un volumen la historia del humor gráfico de un país, tanto más difícil es abarcar varios países (mayormente europeos, en este caso) y extender el análisis al amplio concepto de humor y del humorismo. Esto da como resultado que el autor del texto dedique cuatro páginas al humorismo en Alemania (centrándose en el humor gráfico) o quince al realizado en España (mezclando teatro costumbrista, sátira política y un repaso corto a ciertas publicaciones). El lector ya iniciado no encontrará nada nuevo que aporte más materia a su conocimiento, y el lector ocasional al que supuestamente está dirigido el libro sólo hallará una lista de nombres de autores y publicaciones que no invitan a profundizar en el tema, perjudicado en cierta forma por el alambicado lenguaje del que hace gala el autor.
En el aspecto formal, el volumen presenta una encuadernación sólida y una edición a todo color lujosa, pero dentro encontramos una desconcertante ordenación de los capítulos, con una división en dos partes aleatoria o utilizando criterios muy discutibles: cada una de las secciones comienza con un fragmento de una entrevista a William Davis, director en aquella época de la revista satírica inglesa Punch (pionera de la prensa satírica británica y una de las cabeceras más longevas y pilar del medio en Europa).
Dos únicas notas significativas aporta este libro. La primera, el haber sido publicado en la misma colección que Literatura de la imagen, monografía teórica de Román Gubern fundamental para el estudio del cómic, y ambos dentro de una colección dirigida al público general. La segunda, el poseer unas ilustraciones muy difíciles de encontrar en alguno de los otras –escasas– monografías dedicadas al estudio del humor gráfico que se han publicado en España, como es el caso de algunas reproducciones en color de portadas de La Vie Parissienne, Le Grelot, Vida Galante, Buen Humor o de obras de Atiza, Cilla, Gascón, Xaudaró, J.B. Enalgo...
Cabe mencionar que en las ediciones más modernas, en el apartado de "Lecturas recomendadas" se mencionan varios títulos que no aparecen en ediciones previas, como por ejemplo: Humor político en la España contemporánea, de J. Roca (1977), Humor y contestación, de Ignacio Fontes (1975), sintomático del momento político y social que se atravesaba.
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