Texto promocional de la editorial:
Astérix es, sin exagerar, uno de los mayores símbolos de la cultura francesa y europea. El personaje nació un 29 de octubre de 1959, de la mente del guionista René Goscinny y la mano del dibujante Albert Uderzo, en las páginas del número 1 de la revista Pilote, que ambos habían fundado junto a otros autores. 60 años después, el resultado de meses de lectura, recopilación y redacción es finalmente el que el lector tiene en sus manos: casi un millar de entradas, unas 950 definiciones que lo que han intentado es dar cuenta de la enorme riqueza y la gran erudición, sobre todo en lo referente a las cuestiones del lenguaje, que contienen las aventuras de Astérix. Ahora es el turno de que el aficionado a las aventuras del pequeño galo inicie la lectura de El diccionario de Astérix, si se anima por orden alfabético -desde Abraracourcix hasta Zurix- o si lo prefiere de forma desordenada, como obra de consulta. Lo importante es que lo disfrute, y también que aproveche la ocasión para, tal y como ha hecho el autor durante su elaboración, aprender muchos datos curiosos, no siempre muy conocidos, sobre cómo era el mundo en los alrededores del año 50 a.C., cuando toda la Galia estaba ocupada por los romanos. ¿Toda? ¡No!