Libro téorico de 444 páginas encuadernado en rústica con solapas.
En el mundo contemporáneo, la parodia ha acompañado con frecuencia a la recepción del arte, históricamente asociado con la seriedad. Este libro analiza el fenómeno como recurso humorístico, durante un periodo en el que estuvo omnipresente en la vida cultural y política española a través de la prensa. El objetivo es reconocer cómo, por qué, para qué, cuándo y con qué consecuencias el imaginario artístico llamó la atención de los humoristas gráficos y suscitó tanta atención entre los lectores de periódicos. El humor aparece siempre ligado a la dualidad y al relativismo de nuestra posición ante un mundo inestable. Si todo aquello sobre lo que se bromea encierra un tabú, la utilización del mundo del arte como objeto de risa pone de manifiesto los temores de su incomprensión y, al propio tiempo, la fascinación que suscita. Esa dualidad es uno más de los desdoblamientos y de los constantes cambios de posición del ser humano, ligados a una inseguridad por la pérdida de un canon: el que ríe es objeto de risa, el observador es observado, el poder se convierte en contrapoder, lo serio se transforma en cómico. En definitiva, la risa es ambigua. Quién sabe si lo que nos hace reír hoy nos hará llorar mañana.