Museo gallego ubicado en la Casa da Cultura de Fene, en la comarca coruñesa de Ferrolterra, que celebró sus treinta años de actividad en 2014, atesorando más de tres mil obras originales de humor gráfico, caricatura e historieta, de dibujantes gallegos, del ámbito español, y también internacionales.
Fundado a finales del año 1984, el Museo do Humor dio continuidad a la preocupación de los propios autores gallegos de humor gráfico ante la situación de declive y sustitución de formas y manifestaciones populares y tradicionales de Galicia por otras costumbres y modas difundidas a través de los medios de comunicación masivos, especialmente la televisión. Comenzando por la escasez de espacio dedicado al humor en la prensa diaria, uno de los motivos tratados en el "Primeiro Seminario do Humor Galego" (1982), al que siguió el nacimiento de la publicación satírica en lengua gallega Can sen dono (1983), en la que participarían dibujantes de distintas generaciones bajo el paraguas común del humor y la sociedad y la política gallegas. Aunque en sus páginas se trataría también de valorizar la historia del humorismo gallego y a sus autores, y, con el tiempo, recogería puntual información sobre las actividades llevadas a cabo por el Museo. Siendo sin duda la denuncia de la falta de interés de instituciones políticas y culturales por el humorismo y la cultura gráfica gallegos que Siro López y Xaquín Marín realizaron mediante el manifiesto y su exposición itinerante "En defensa do humor" (1983) la que acabó impulsando la creación del Museo do Humor en la localidad de Fene con Xaquín Marín al frente como su director, labor que desempeñaría hasta 2008.
Tras el contacto inicial con una serie de humoristas gráficos gallegos que permitió la creación de una primera exposición permanente dedicada a los autores del país, llegaron al Museo obras de humoristas del resto del estado español —algunas de las cuales fueron donadas por la empresa AGROMÁN, constructora que otogaba los premios de humor gráfico Paleta Agromán—. La posterior colaboración con instituciones extranjeras como la Casa del humor y la sátira de Gabrovo, en Bulgaria, que traería a Galicia la muestra de casi 400 dibujos "106 Caricaturistas contemporáneos" (1986), conseguiría abrir el Museo definitivamente a los autores internacionales, así como la creación de una línea de catálogos, cuadernos y libros sobre las distintas exposiciones que se irían sucediendo con los años. "Os humoristas e a reconversión", "Humor gráfico actual en Galicia", "Humor cubano", "Homenaxe dos humoristas a Castelao", "Humoristas de hoxe", serían algunas de esas primeras exposiciones y catálogos, como el dedicado a los autores gallegos que se publicó en 1985. Consistente en una serie de fichas biográficas de los dibujantes a las que acompañaban artículos de Ramón Piñeiro, Clodio González, Francisco Pillado y Felipe Senén, mediante el que se daba constancia que no sólo el humor gráfico sería el campo de actuación del Museo sino todas las manifestaciones del humorismo, desde la literaria a la desarrollada en otros medios, así como las aportaciones realizadas en la defensa o en pro del humor llevadas a cabo por personalidades y asociaciones no necesariamente ligadas al dibujo, la prensa, o los espectáculos artísticos. Nacían así los premios Curuxa do humor y las "Xornadas do humor", desarrolladas por lo común durante un único día:
"Pensando nesa gravidade o Museo do Humor tiña que face-lo posible para atalla-la situación, e xa no primeiro día de existencia falamos da necesidade de facer un concurso prestixioso, que viñera reforza-los contadísimos que existen, e non tardamos nin un ano en cumpri-la promesa.
O nome xurdeu nuha "tormenta de cerebros", logo de que se plantexaron moitos outros, coido que foi DANIEL ROMERO o que o dixo: CURUXA!, e todos vimos que era o axeitado e CURUXA! ficou..." (Del prólogo de Xaquín Marín al catálogo de los premios Curuxa´85.)
Este premio consistía en una figura de cerámica diseñada según las formas de una lechuza (llamada curuxa en lengua gallega) por el artista Francisco Xosé Pérez Porto, natural de Fene, que la emblemática empresa gallega Cerámicas do Castro se encargaba de fabricar cada año para su posterior entrega durante unas jornadas festivas que se recuperaron en 2014 tras mantenerse activas entre 1984 y 2007. Con sus pertinentes conferencias, actuaciones musicales y representaciones humorísticas, entregándose durante las mismas los premios Humor na escola, orientados a la creación humorística entre los jóvenes escolares; al mismo tiempo que los Premios Curuxa se incrementaban al ampliarse incluso con la denominada Curuxa de barro, que era entregada a aquellas personas o instituciones que se habían caracterizado por un mal uso del humor a lo largo del año.
Otro hito importante para el Museo fue la publicación de su boletín trimestral Sapoconcho (1994-2000) desde el que se daría cumplida información de las actividades del propio centro así como de la convocatoria de concursos y jornadas desarrollados en otros puntos de España y del mundo. Los entonces todavía jóvenes aspirantes a ilustradores profesoniales Dani Prieto, Leandro Lamas, o Carlos Sardiña, verían algunas de sus primeras muestras publicadas en este boletín junto a firmas nacionales e internacionales de prestigio.
Varias fueron las ampliaciones que se llevaron a cabo en el Museo incrementándose con ellas su espacio expositivo en 1998, y, más adelante, con motivo de su veinticinco aniversario en 2009 mediante una nueva remodelación dirigida por el arquitecto Francisco Peña. En la que se incluyeron nuevos paneles, señalizaciones y motivos creados por Xaquín Marín y David Pintor que servirían de indicación a los visitantes, pero que se llevarían a cabo en todas las depencias de la Casa da Cultura extendiéndose inclusive al espacio ocupado por su biblioteca municipal.
Resulta singular la sala dedicada al humor negro por su especial ambientación, lograda mediante lámparas de radiación ultravioleta que realzan el color negro de la sala junto al vinilo de Xaquín Marín que preside su entrada, realizado a partir de un dibujo de la exposición colectiva "Humor cru" (2003) sobre el hundimiento en aguas gallegas del petrolero Prestige. Otra de sus salas es la dedicada a la historieta, en la que se incluyen elementos audivisuales, con especial destaque a la historieta gallega y a sus revistas, aunque también con obra original de autores extranjeros como Mort Walker. La sala principal se divide entre varias muestras o temáticas: comenzando por un panel orientativo diseñado con elementos que han sido tomados de algunos de los originales pertenecientes a los pioneros del humor gráfico en Galicia, como Cebreiro, Castelao o Maside, que se conservan en el Museo. Obras de Quesada, Siro, Torres y Atomé se encuentran también en esta primera zona a la que sigue una muestra de viñetas realizadas en la década de los años noventa del siglo XX y la figura en cartón piedra del dibujante y colaborador de Can sen dono "Chichi" Campos; por último, la caricatura, con chistes políticos y caricaturas tanto de celebridades así como de los propios humoristas se encuentra representada con profusión dentro de la misma sala.
Otros elementos del Museo do humor lo constituyen sus espejos deformantes y las figuras de gran tamaño como la llamada "o galego das escaleiras", situada, precisamente, en las escaleras que dan entrada al segundo piso de la Casa da Cultura. La figura de Xaquín Marín, considerado el padre de la historieta gallega moderna, ubicada en la sala dedicada al cómic; y la enigmática "cabeza galega", realizada según una muy difundida muestra de humor gráfico dibujada por Xaquín Marín que fue escogida en 2016 como motivo para un proyecto de modelado en 3D por los alumnos de Tecnoloxía de 4º de la ESO del CPI de A Xunqueira de San Valentín (Fene) para participar en el concurso D3Mobile.
Durante su treinta aniversario en 2014 además de retomar el concurso Curuxas do humor con su decimonovena convocatoria, el Museo aprovecharía la oportunidad de relanzar su actividad expositiva por todo el año 2015 de la mano de su coordinadora Almudena Marcos, el ayuntamiento de Fene y su área de cultura, con un ciclo de monólogos humorísticos titulado "As risas son boas". Actividades que encontrarían continuidad ese mismo año con la exposición de caricaturas y su correspondiente conferencia "Pola cara". Talleres de creación de historietas a cargo de Xosé Tomás y José Domingo, o las exposiciones "Mulleres no cómic. Unha visión femenina da novena arte" (Tucutucu Produccións Culturais), "Francisco Ibáñez, el mago del humor", "Xeración Retranca", dedicada a la revista satírica gallega dirigida por Kiko da Silva, "José Cao Luaces. Galego Universal na caricatura" (Club de prensa de Ferrol), o "Magola. 20 años sin pelos en la lengua", haciendo que revisiese el interés entre los medios gallegos por su Museo.
Entrada gratuita.
Horario de visitas de 10:00 a 13:00 horas y de 16:00 a 20:50 horas, sábados de 10:00 a 13:00 horas.