BREVE APROXIMACIÓN A UNA HISTORIA DE LA HISTORIETA BOLIVIANA
JOAQUÍN CUEVAS

Resumen / Abstract:
En Bolivia nunca ha existido una industria editorial y no se tiene suficiente documentación histórica sobre su historieta, pero se puede afirmar que hasta mediados de la década del noventa la temática más recurrente fue el humor político. A partir de entonces aparecen publicaciones de historieta de temas diversos. Cuando comienza el siglo XXI -gracias a muchos factores, entre ellos la existencia de un Encuentro Internacional de Historietas en la ciudad de La Paz- comienzan a publicarse más de una treintena de títulos autogestionados y con una diversidad de estilo. / In Bolivia an editorial industry has never existed and there is not enough historical documentation on its comic, but we can affirm that until half of the nineties the political humor was the thematic more recurrent. Starting from that period publications of comic of diverse topics appear. When the XXI century begins, because of many factors, among them the existence of an International Encounter of Comics in the city of La Paz, more than a thirty of self-managed titles and with a diversity of style begin to be published.
Notas:
Texto publicado en el número 28 de la Revista Latinoamericana de Estudios sobre la Historieta en diciembre de 2007.
BREVE APROXIMACIÓN A UNA HISTORIA DE LA HISTORIETA BOLIVIANA

 

 

 

La caricatura política: una constante desde el siglo XIX

La historieta boliviana tiene muy pocos referentes anteriores a 1970 debido a que nunca existió en este país una verdadera industria editorial de historieta. Sin embargo, se puede afirmar que en Bolivia, como en Latinoamérica, el humor crítico e irreverente hacia situaciones y personalidades políticas ha gozado siempre de buena salud, aunque con pocas y esporádicas publicaciones bolivianas en lenguaje gráfico secuencial. Desde 1880 hasta 1920 aparecieron revistas como El Tunante, El Diablo Cojuelo, El Tío Camorra, La Hoja Volante, Don Quijote, El Eco de la Risa, La Tijera, El Maestro Ciruela, que incluían en sus páginas caricaturas políticas y eventualmente pequeñas historietas o tiras cómicas.

Después de la revolución obrera de 1952 comienzan a aparecer revistas especializadas en humor gráfico político de corta vida como Alambre de Púas, Bombo, Flechazos, Alacrán, Chililín Campanillita, Taca Taca, Olla de Grillos, Thampulli, El Mosquito, Pendx, pero por sobre todas, Cascabel[1].

 

La legendaria Cascabel y sus 123 números

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Figura 1: Portada del número 37 (1960) de la revista Cascabel.  
Pepe Luque (José Luque Medina) funda junto a Rulo Vali (Raúl Gil Valdez) la revista Cascabel en 1960. Según Coco Manto, uno de sus colaboradores, Cascabel era «una ventana de aire refrescante en el túnel sin salida en que el imperialismo tenía a Bolivia»[2]. Cascabel permaneció contra viento y marea, en el difícil clima político que azotaba durante esa década. Su constante visión crítica hacia los actores políticos de turno provocó más de una vez arremetidas que casi la hicieron zozobrar, hasta que el golpe militar de 1971 la hunde definitivamente. Muchos de sus integrantes fueron exiliados y otros se vieron forzados a usar sus lápices al servicio de los subsecuentes poderes dominantes.

Cascabel gozó de una gran popularidad, llegando a ser la única en la historia con 123 números publicados a la vez que sirvió como plataforma para dibujantes que seguirían vigentes por décadas en diarios y revistas informativas: Juan Alfaro (Juancho), Clovis Díaz, Jorge Villanueva (Villas), Juan Rodríguez (Rodbal), Adrián Maceda, Julio Arce, Luis Bellido (Luzbel), René Rosquellas (Roque) y Abraham Quiroz (Quirito) entre otros. La traumática seguidilla de dictaduras terminaría a mediados de la década del ochenta, y no sería hasta la del noventa cuando la historieta boliviana alzaría vuelo otra vez.

 

La década del noventa

Mientras en la ciudad de La Paz aparecían esporádicamente y sin éxito, revistas de humor político producidas por los mismos autores de las últimas décadas, en Cochabamba se da a conocer una camada nueva de caricaturistas dirigidos por Moisés Anturiano (Yawar), cuya revista Aplausos lograría un éxito considerable. Esta publicación trató temas coyunturales como la intromisión de la DEA norteamericana en el Chapare. En Santa Cruz de la Sierra, Noel Castillo publicaría la revista de número único Salamantra, de influencia superheroica norteamericana. A fines de la década del noventa nace en La Paz El Club del Cómic, un masivo grupo de adolescentes dedicado a la importación, lectura e intercambio de historietas, una suerte de caldo de cultivo para lo que vendría el siglo siguiente[3].

 

Bang! Crash! y los Encuentros Internacionales

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  Figura 2: La revista Bang! en 2000 dedicó un número a la historia de la historieta boliviana.
Bang! irrumpe el año 2000 entre las páginas del diario católico de circulación nacional Presencia. Esta sería la primera publicación de gran alcance después de una serie de pequeños experimentos realizados por jóvenes fanáticos del cómic norteamericano y el manga japonés. El tema central de Bang! es la fantasía. Sus autores son jóvenes que crecieron durante el tiempo de democracia y fueron influenciados por la televisión y los videojuegos. Su inesperada aparición despierta el interés de toda una nueva generación de aficionados. Se dan a conocer importantes nombres como Susana Villegas (directora de la revista), Álvaro Ruilova y Edwin Álvarez.

Debido a problemas que concluirían con la quiebra y cierre del periódico, Bang! desaparece un año después, pero daría lugar a que en el 2002 nazca la revista Crash! Bajo la dirección del cubano-boliviano Frank Arbelo y de aparición irregular, iría evolucionando en cada número y se iría nutriendo de autores nacionales e internacionales de renombre.

El Primer Encuentro Internacional de Historietas de La Paz se realiza en abril de 2003, un riesgo tomado por la recién nacida asociación Viñetas con Altura, fundada por Marina Corro-Barrientos, Rafael Barbán (director de la única biblioteca especializada en historieta de Bolivia) y Francisco Leñero. Esta primera versión alcanza un éxito inusitado. La llegada de artistas de primera talla y la convocatoria de público permitieron que el evento se siguiera realizando los años siguientes con resultados muy saludables para la historieta boliviana. La visita de autores extranjeros, sumada al ansia de los jóvenes por buscar un estilo propio, cambia de curso la tendencia de la historieta boliviana, cuyo único referente hasta el momento había sido la corriente comercial internacional predominante.

 

La actualidad

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Figura 3: «Cuentos de Cuculis» de Álvaro Ruilova, principal representante de la nueva generación de historietistas.  
En el 2005 comienzan a surgir grupos autoeditores que, con temas diversos y explorando distintos géneros, logran hacerse del público necesario como para ser sustentables. Paralelamente, pero financiada por empresas privadas y organizaciones no gubernamentales, sale la exitosa pero poco sustentable revista para niños Acción Cómic, que llegaría a tener 13 números. Actualmente se encuentra en circulación una treintena de publicaciones bolivianas caracterizadas por la autogestión, el pequeño tiraje, la independencia creativa y la diversidad de estilo. Las temáticas más comunes son la fantasía de marcadas influencias foráneas («El trazo», «Mi nomine», «Salamantra») o ambientada en contextos reales con sólidos argumentos («Cuentos de Cuculis»); el retrato de la realidad urbana con una experimentación formal en mayor o menor grado («American Visa», los libros de Viñetas con Altura, El Fanzineroso, Desatanudos), y las revistas de tipo antológico con trabajos alrededor de un concepto determinado (Crash!, Suda Mery K, Negro, Gringo Muerto, El Estroboscopio, Clan). También existen publicaciones virtuales de temáticas diversas como www.plasticlabs.com, www.evil-self.com , chicolarva.blogspot.com y Jorgeteysusamigos.blogspot.com.

 

 

NOTAS

[1] Cortez,Carla: «Cómic nacional: ¿De qué historia estamos hablando?», Bang!,a. 1, no. 13, 25 de noviembre de 2000.

[2] Orgaz García, Mirko; Llanos, Gonzalo (coordinadores): «Comixxs. El arte primero. Historieta sobre la concentración de medios de comunicación en Bolivia», materia de investigación en comunicación de la carrerade Comunicación Social, Universidad Mayor de San Andrés. La Paz, 2000.

[3] Universidad Católica Boliviana:«Historieta y caricatura en Bolivia», Universidad Católica Boliviana, La Paz, 2000.

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Creación de la ficha (2015): Joaquín Cuevas. Edición de Félix López. · El presente texto se recupera tal cual fue publicado originalmente, sin aplicar corrección de localismos ni revisión de estilo. Tebeosfera no comparte necesariamente la metodología ni las conclusiones de los autores de los textos publicados.
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
JOAQUÍN CUEVAS (2007): "Breve aproximación a una historia de la historieta boliviana", en REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA, 28 (27-IX-2007). Asociación Cultural Tebeosfera, Ciudad de la Habana. Disponible en línea el 24/XI/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/breve_aproximacion_a_una_historia_de_la_historieta_boliviana.html