Horacio Robles se inició muy joven como fondista ayudando a José Trinidad Romero en el dibujo de la escenografía de la historieta Santo El enmascarado de plata, publicación creada y editada por José G. Cruz a partir de 1952, elaborada en fotomontaje. Posteriormente llegó a ser responsable de la realización de la citada revista desde 1957, cuando José Trinidad Romero fue requerido en otras publicaciones. De hecho al morir Francisco Casillas, veterano director de Ediciones José G. Cruz, Horacio Robles fue designado para ocupar su puesto en la exitosa empresa. Durante los 30 años de existencia de la editorial (1952-1982), Horacio fue uno de sus más fieles contribuyentes, gozaba del aprecio de José G. Cruz, tanto que llegó a considerarlo su brazo derecho. En la empresa también colaboraron los hermanos de Horacio, Hugo (fotógrafo), Oliverio y Virginia. Además de ser responsable de la revista de El enmascarado de plata, Robles también tuvo a su cargo otras producciones en fotomontaje como: La tigresa (con Irma Serrano como protagonista), Apolo (Alfonso Madrigal), El Valiente (Mauro de Anda) y Juan sin miedo (Jesús Gómez). En 1982, Horacio Robles fue distinguido como el mejor escenógrafo de historieta, recibiendo El Tlacuilo de Oro, estatuilla otorgada por la asociación de historietistas mexicanos denominada el Círculo de Tlacuilos. En un documental sobre la historieta mexicana realizado por la UNAM, Horacio Robles comenta que en ocasiones cuando lo requería la producción de la historieta, el mismo se ponía la máscara del Santo para personificarlo, esto cuando el luchador no podía asistir las sesiones de fotografía, dadas sus constantes giras a las arenas del país. Con el cierre de la editora, Horacio Robles incursionó como editor fundando su propia editorial (HOMA acrónimo de Horacio y Manuel) en asociación con don Manuel Flores, produciendo diversas fotonovelas. Posteriormente con el declive de la industria editorial se dedicó a otra de sus grandes pasiones: la pintura, participando en varias exposiciones.