Nacido normando, creció como caribeño, en Martinica. De niño devoraba historietas de Franquin, Goscinny, Morris, Giraud y Gotlib, así como libros de Cervantes, Chandler, Kafka y películas de Ford o Leone, y pese a que inició estudios de derecho abandonó la universidad para dedicarse a la escritura y la música blues.
En su trayectoria artística fue determinante su relación con Jean-Christophe Chauzy, Étienne Robial y Jean-Pierre Mougin, que le facilitaron la entrada en la industria del cómic. Lo hizo con tan buen tino que en 1993 ganó los premios a Mejor Álbum y Premio del Público en Angulema por Peines perdues.
Entre sus obras están: Bayou Joey y Le Tueur, en los años noventa. En la primera década del siglo XXI destacó con las series: Du plomb dans la tête, Shandy, Cyclopes, Mirage Hôtel, Nuit de fureur y Trouille. En los últimos años ha publicado muchísimo más, y barajando muy diferentes temáticas y escenarios: Adiós muchachos, Destins, OPK, Le Dahlia noir, Mexicana, Parker, Balles Perdues, Julio Popper : Le dernier roi de Terre de Feu, XIII Mystery, Corps et âme, Pandora, Geronimo, Le Travailleur de la nuit, Wake Up America, Days missing y Triggerman, entre otras.