Autodidacta y lector de historietas desde niño, admirador ya entonces de Jack Kirby, al que acabaría rindiendo tributo mucho después al crear la serie Neutral World (Moonstone), Bené Nascimento comenzó a dibujar profesionalmente en la por entonces anquilosada historieta de horror brasileña de finales de los años ochenta del siglo XX. Ámbito en el que iniciaría una singular renovación del género junto al guionista Gian Danton en revistas como Calafrio mediante una serie de obras que, pese a tratarse casi siempre de historias conclusivas y de corta extensión como lo eran la mayor parte de las historietas de este tipo de revistas, introducían secuencias cronológicas complejas y estructuras narrativas no lineales. Características a las que se sumaba una representación más cruda y directa del horror que aunaba el terror psicológico y las criaturas fantásticas. Floresta Negra (1989) fue el título de la primera historieta en la que Gian Danton —pseudónimo de Ivan Carlo Andrade de Oliveira: guionista, crítico, novelista y profesor universitario— colaboró con el dibujante a pedido de este, limitándose esa vez su labor a la escritura de los textos. De esta forma se inició una relación creativa ya plena en la que Bené Nascimento solía desarrollar argumentos e ideas junto con el guionista.
Con anterioridad, para superar las carencias impuestas por el tipo de revistas en las que colaboraba de manera habitual, ni siempre únicamente de terror sino también de cariz erótico, como las que solían encontrarse protegidas por un retractilado para su distribución en los puntos de venta, el dibujante ideó un mecanismo que permitía a los lectores reconocer aquellas colecciones y tebeos en los que podrían encontrar alguno de sus trabajos al disponer una banda negra en el margen de las páginas de sus historietas. Costumbre que matuvo en esta primera época de su carrera publicando junto a Danton para el editor Franco de Rosa obras como Refrão de Bolero, cuyo estreno tuvo lugar en una revista erótica para pasar luego a una cabecera adscrita al género del horror.
Fue precisamente otra historieta de treinta páginas creada por la dupla Danton y Bené Nascimento la que proporcionaría al dibujante belenense la oportunidad de entrar a trabajar en el mercado internacional: A Família Titã. Historieta de superhéroes en la que el mundo pleno de posibilidades y empresas fantásticas de la Familia Marvel era sustituido por el escenario realista de una favela. Pero que además contaba, junto al tratamiento psicológico complejo de la figura del superhéroe deudor del Miracleman de Alan Moore, lectura compartida por ambos autores brasileños en la época, con el añadido de un dibujo que acercaba a Nascimento a la estética de García López. La inclusión de algunas escenas eróticas debidas a la premisa editorial fijada por la revista de historietas pornográficas en la que se publicaba, no fue impedimento para que Hélcio Carvalho supiera apreciar cualidades suficientes en Bené Nascimento y de este modo proponer al dibujante el envío de una serie de pruebas que acabarían de añadir el nombre de Joe Bennett a la primera generación de artistas brasileños asentada dentro de la industria estadounidense de la historieta superheroica, y en las editoriales Marvel y DC, durante la década de los noventa, como Marcelo Campos, Mike Deodato Jr., o Daniel Horn da Rosa.
En ese camino, tras algunos trabajos en editoriales menores como la adaptación Terry Pratchett's The Light Fantastic (Innovation Publishing, 1992), Joe Bennett pasaría a las publicaciones de los héroes de la casa Marvel comenzando a descollar en la serie Ravage 2099, ya en 1994, y a dibujar el personaje insignia de la editorial dentro de la colección The Amazing Spider-Man. El Capitán América, Hulk, Namor, Los Vengadores, Elektra, e incluso Conan, pasaron también por sus manos antes de entrar en la otra gran editorial dedicada a los superhéroes, DC Comics, con un contrato por el que comenzaría a dibujar en exclusiva para esta compañía; y al poco a trabajar en los distintos arcos argumentales de Infinite Crisis y la serie limitada 52. Hawkman, Nightwing, Teen Titans, Terror Titans, Birds of Prey, o Deathstroke, serían otros de los personajes y series que el dibujante brasileño se encargaría de plasmar en esa nueva etapa antes de regresar a Marvel.
Completamente orientada su carrera hacia el mercado estadounidense, aunque no de manera única a los superhéroes, de lo que son muestra su presencia en los universos de Sandman y la traslación a la historieta de la televisiva cazadora de vámpiros Buffy, el brasileño sumó a su actividad como dibujante profesional la creación junto a su socio Jack Jadson de equipos de artistas que con el tiempo pudieran estar en condiciones de desempeñar distintos trabajos como dibujantes, entintadores o coloristas, desde el estado de Pará. Primeramente con el objetivo de salvar la distancia geográfica y comercial de esta región del norte de Brasil respecto a los principales centros editoriales del país situados en el sur, pero, además, incluso conseguir que nuevos dibujantes iniciasen de esa manera una carrera semejante a la del propio Joe Bennett desde la ciudad de Belém y el resto de la región del Pará.