1966 · Buenos Aires · Ciudad de Buenos Aires · Buenos Aires · 
El dibujante Sergio Ibáñez se formó desde los 17 en el estudio de Jorge Zaffino, con quien permaneció hasta los veinte años trabajando en series como Troels. Finalizada la década de los ochenta, inicia su recorrido artístico en solitario realizando historias cortas, miniseries o series de más amplio recorrido para el mercado editorial italiano, donde publicaba desde 1990 bajo el sello Eura (luego, Aurea). Su firma se da a conocer sobre todo con series como Cleanner Nox, Los malditos y Duncan.
Su trabajo publicado en Argentina es coetáneo con el desarrollado en Italia. Desde el final de los ochenta comienza a hacer trabajos para Editorial Columba, editora que le encarga el dibujo de la serie escrita por Jorge Morhain Crap, ambientada en las colonias norteamericanas en el siglo XVIII. También dibujó la serie Wolf y, en 1989, realizó Dimitri sobre guiones de Leo Ferri (Ricardo Ferrari). A ese mismo período pertenece una historia con guión propio titulada "La trama del destino", fechada en 1988 pero publicada unos años más tarde en Tit-Bits.
En los años noventa, la firma de Ibáñez es practicamente omnipresente en los títulos de Columba. Trabaja en muy diversas series: El Cosaco, que había sido iniciada por Casalla; Cosme, con Ricardo Ferrari (en 1990); Python y No Way Land (Tierra sin retorno), ambas de 1992 y con guiones de David Silberberg (alias de Marcelo Ciccone); Shat, con Gustavo Amézaga (M. Morini), en 1993; Duro, con Pablo Gelabert (otra firma de Marcelo Ciccone), en 1993; Milonga, con Ricardo Ferrari, en 1994; XX, con Armando S. Fernández; Vanna y su destino, en 1995, y El Imperio de la tinieblas.
Posteriormente, Ibáñez se convierte en recuperador de mitos: dibuja una nueva versión de Mark, las aventuras que fueron tan populares desde que aparecieron en El Tony y en la revista Fantasía y Ficción (1996), y también se ocupa en 1998 de los tres últimos episodios de Nippur de Lagash.
Tras el período de Columba, desde 1996 y durante casi una década hizo viñetas de humor gráfico para el diario La Nación, en la sección Metahumorfósis. No por ello dejó la historieta Ibáñez, si bien abordó proyectos de distinta naturaleza: colaboró en la revista La Bestia y formó parte del equipo fundador de la publicación independiente Mikilo, junto con el guionista Rafael Curci y los dibujantes Tomás Coggiola y Marcelo Basile. En 2002 participó en un libro de historietas sobre Malvinas, con guiones de Armando Fernández y donde también colaboraron Solano López, Miguel Castro Rodríguez y Néstor Olivera (Editorial Taeda).
Los trabajos más comentados de Sergio Ibáñez en el siglo XXI fueron sus colaboraciones con la revista Magma, su aportación Chinese Delikatessen en el libro Cuentos de Humor Negro (2007), la serie Nahuel Puma en Comic.Ar (donde también alojó obras de humor gráfico), a partir de 2009, y las nuevas aventuras de Phiton en formato comic book en 2010, que publicó May Day Comics en Argentina. En 2008 volvió a la revista Magma de Editorial Thalos y abordó la conclusión del libro de historieta Riven, la ciudad observatorio, con guión del escritor Juan Ramón Biedma, que publicó Ediciones B en España.
Sus últimos dibujos los hemos visto en la serie Dago, la creada por Robin Wood, para editorial Aurea, y en el libro Gatillo fácil, con texto de Pablo Galfre (Editorial Llantodemudo, 2015). En 2018 se publicó su trabajo Ecos de mundos posibles, sobre guión de Gustavo Schimpp.
