En 1963, cuando tan solo contaba 14 años, entró a trabajar como aprendiza en la sección de administración de Editorial Bruguera. Tras pasar por varios departamentos, en 1973 pasó a ser administrativa de redacción, a las órdenes de Rafael González. En 1986 se incorporó al equipo editor de Ediciones B, en donde permaneció hasta su jubilación en 1996.