Escritor y guionista español que comenzó su carrera con catorce años en las revistas CHICOS y MIS CHICAS. Se inició como guionista de historietas en la popular colección AVENTURAS DEL FBI, escribiendo en 1951 los episodios de los cuadernos 43, 45 a 49, y 51 a 56, tras lo cual desarrolló una carrera eminentemente dedicada al periodismo, colaborando primero con Gráficas Espejo (produciendo relatos de Marisol) y luego con DIEZ MINUTOS (donde comenzó a trabajar con el ilustrador y dibujante de historietas Arnau), y GRAN MUNDO, escribiendo relatos, publicación en la que trabó contacto y amistad con los dibujantes José Carlos, Francisco Blanes, White, Vicente Alcázar y otros. También conoció en esta publicación a Francisco Narbona, que facilitó su entrada en el diario PUEBLO.
El autor, en paralelo a su carrera periodística, siguió produciendo guiones de historieta. En los años sesenta hizo guiones para suplementos de prensa como: LA ACTUALIDAD ESPAÑOLA, en 1963, CHÍO, desde 1966, y EL CUCO, a partir de 1970, donde trabó gran amistad con los dibujantes de su generación Sarompas, Salas, Arnau o Carrillo. Durante el final de aquella década desarrolló el proyecto por el que sería más recordado: la adaptación al cómic con fondo fotográfico de El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, que primero publicó Márketing Ibérica, en 1971 (en libro y posteriormente en fascículos) y luego reeditarían otros sellos.
En los años setenta fue reconocido Arias como el creador de la serie aventurera tarzanesca Sambhur, con el dibujante Carrillo, que se publicó en las páginas de GACETA JUNIOR y luego como tira en el diario LA VANGUARDIA. Con Blanes desarrolló otra serie aventurera, de tipo policíaco esta vez, Los tres monos de oro, que primero se sirvió por entregas en TRINCA, y luego sería publicada a modo de álbum, como había ocurrido con Sambhur. Otra serie de corte aventurero desarrollada por este tiempo fue El misterio de Boscombe, una aventura de Sherlock Holmes que dibujó Buylla para el semanario SyD y que se publicaría en 1982.
Entre los setenta y los ochenta, Arias también colaboró con publicaciones humorísticas, como las del sello Maisal (Pinocho, Dinamita Pepe, Red Layton, Super Historietas), o confesionales para el sello Mundo Negro (Fray Junípero Serra, Fray Alfonso de Zamora). Desarrolló su labor no solo como guionista de historieta, también como redactor de secciones varias, como enigmas policíacos y de pasatiempos, como así ocurrió con los títulos El cuco blanco (cinco números en 1983), La hormiga negra (cuatro número en el mismo año).
Su inabarcable trabajo periodístico se publicó en cabeceras tanto madrileñas como de difusión nacional por medio de la agencia Pyresa, trabajando también para medios de México. Ha sido autor de varios libros y de novelas de quiosco, sobre todo para la editorial R.O. También ha escrito para los sellos Gráficas Espejo y Hachette.
Falleció en la segunda ola de la pandemia COVID-19 en una residencia de Madrid.