PRIMERA
PARTE. TUROK SON OF STONE
Turok nació en 1954 de
la mano de Dell Comics, una editorial especializada en trasladar al
mundo de la historieta creaciones de otros medios, en especial del cine
y la televisión; si bien Turok es una creación original. Es habitual, al
estudiar referencias a la serie original Turok Son of Stone (en
adelante TSS), encontrarse con diferentes nombres para su
editorial; ello se debe a que en 1962 Dell Comics se separó de su socia
Western Printing and Publishing y fue esta última la que se quedó con el
personaje y siguió publicándolo con el mismo título, bajo el sello Gold
Key Comics. Por ello, cuando hallamos referencias al Turok de
Dell, de Western o de Gold Key, en realidad se habla de la colección
TSS, sin que en la mayor parte de los casos se quieran distinguir
exactamente alguno de sus distintos periodos.
Como decíamos, Turok
nació en 1954, en concreto en diciembre y en las páginas de Four
Color Comic número 596. Diez meses más tarde, volvería a aparecer en
Four Color, núm. 656, inaugurando en marzo de 1956 su propia
cabecera, TSS, con el tercer número. Turok fue creado por Matthew
H.
Murphy, el editor de la serie, y pese a lo difícil que es rastrear el
nombre los autores implicados en TSS todas las fuentes coinciden
en determinar que fue Alberto Giolitti quien escribió el guión del
primer número. Lo curioso es que pese a que Giolitti ha sido a la postre
quien ha definido el estilo gráfico por el que se conoce al personaje,
no fue él quien dibujó el primer episodio sino Rex Maxon.
TSS
fue ilustrado en un principio por una serie de dibujantes como Maxon,
Ray Bailey, Bob Fujitami o un primerizo Frank Thorne, pero sería partir
del número 24, en julio de 1961, cuando Alberto Giolitti tome las
riendas de la parte gráfica de la serie para convertirla en un hito del
cómic de aventuras. En cuanto al apartado de los textos, Paul S. Newman
y Gaylord Dubois son los nombres de escritores asociados a la colección.
No descubrimos ningún
secreto si revelamos que no fue precisamente el apartado de los guiones
lo que confirió notoriedad a TSS, pues la idea original no va
mucho más allá de mezclar dinosaurios y cavernícolas con indios. Se creó
una tierra fantástica, “The Lost Valley” (el valle perdido) al que van a
parar dos indios, un adulto, llamado Turok, y un adolescente, llamado
Andar, cuya principal preocupación a partir de ese momento sería la de
intentar salir de aquel lugar y volver a su tierra. Este traslado de dos
indios a un mundo que parece sacado de la novela The Lost World
de Conan Doyle goza de un indudable atractivo, pero su exploración no va
más lejos de la sucesión de anécdotas más o menos emocionantes (algunas
cuestiones se resuelven con una cierta dosis de ingenuidad, como por
ejemplo la explicación de cómo matar dinosaurios a flechazos: los
protagonista encuentran unas plantas que exudan un potente veneno con el
que impregnan las flechas y que, curiosamente, hace un efecto fulminante
e inmediato cuando disparan esas flechas contra los dinosaurios).
Además la propia
estructura de las historias, por lo general de 12 a 15 páginas, no
facilitaba el desarrollo de subtramas o una exploración de los propios
personajes (bastante tenían Turok y Andar con ingeniárselas para no
formar parte de la dieta de alguno de estos saurios gigantes). Lo que sí
permitía a la perfección era el desarrollo del increíble talento de
Giolitti. Alberto Giolitti, uno de los más grandes historietistas que ha
dado Italia, nació en Roma en diciembre de 1923 y falleció en esa misma
ciudad en abril de 1993. Tras el final de la II Guerra Mundial, Giolitti
se fue a Argentina primero (en donde trabajó entre otras editoriales
para Columba) y a Estados Unidos más tarde (en donde trabajaría
principalmente para Western). Curiosamente sin embargo, la mayor parte
de su trabajo en TSS lo realizaría desde Italia, a la que regresó
en 1960 para constituir el Estudio Giolitti. Precisamente este trabajo
en estudio confiere una peculiaridad a parte de su labor en en TSS,
ya que durante muchos años fue auxiliado por Giovanni Ticci, la etapa en
que éste trabajó en el estudio de Giolitti.
Ticci, nacido en Siena
en 1940, forma parte también de la lista de grandes autores que Italia
ha dado al mundo de la historieta. El trabajo de Ticci en Tex es, sin
ningún tipo de dudas, la mayor aportación al género western que
dibujante alguno haya hecho. En TSS, Ticci auxilió a Giolitti
entre los números 24 y 59, con un resultado espectacular. Giolitti solía
centrar su trabajo en las figuras, algo lógico si tenemos en cuenta que
era un maestro a la hora de plasmar la expresión corporal de los
personajes. Por su parte, Ticci se encargaba del resto del dibujo, dando
muestras ya por aquel entonces de su impresionante talento para
describir espacios abiertos. De hecho, con Ticci el valle perdido se
constituye en un protagonista más de la serie. Ticci fue poco a poco
logrando más peso en el dibujo de los episodios que realizaban ambos
autores, de modo que llegó a ser el encargado de ilustrar (Giolitti se
encargaría del entintado) uno de los episodios más celebrados de la
serie: “The thing for the sky”, aparecido en el número 58 de TSS
y en el que Turok y Andar se encuentran con un alienígena que sale
bastante malparado de su encuentro con los dinosaurios.
Tras la marcha de
Ticci, Giolitti y su estudio siguieron ocupándose de la serie
prácticamente hasta su último número. TSS llegó a completar 130
números, el último de ellos aparecido en abril de 1982, si bien en los
años postreros su periodicidad se había visto ampliada y solían
incluirse bastantes reediciones de viejos episodios dentro los nuevos
cuadernillos.
Analizado globalmente, TSS es el muestrario del trabajo de un
dibujante excepcional, único, vigoroso, moderno; uno de los más grandes
autores que ha dado la historia del cómic y que se llamó Alberto Giolitti.
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