TEBEOSFERA \ TEBEOTECA \ DOCUMENTOS  \  ENTREVISTA

Clásico entre los clásicos. Entrevista a Carlos Cruz ( y 2).

Entrevista celebrada en la localidad malagueña de Vélez-Málaga el día 18 de octubre de 2002, durante la celebración de las Segundas Jornadas de Cómic en Vélez-Málaga.

[ es parte segunda; leer parte primera ]

Doble página central.
 
 

[ Imagen: Doble página central de "Dan Dare. Pilot of the Future" para Eagle and Tiger, 1987, obra de Carlos Cruz ]



T: Esto era en 1962 ya… a los dos años se volvió a Europa.

CC: Fue en diciembre de 1963. Precisamente yo había llegado en diciembre de 1949 y volvía a España justo 14 años después. Y vine sólo, a Málaga, que era la ciudad que yo conocía. Dejé allí a mi esposa y a mis tres hijos y me vine para acá, ya con trabajo. Cuando yo decidí regresar a España fue porque la cosa estaba mal en Argentina; las editoriales se pusieron ya mal, yago tenía muchas dificultades… No es que hubiera problemas políticos allí, más había en España, donde aún estaba Franco, pero ya no había en España el franquismo de los años cuarenta, era otra cosa, y preferí volver pese a todo, porque yo no me había ido por cuestiones políticas tampoco. Cuando aquello comenzó a flaquear se habían venido a España varios autores, entre ellos Solano López, un dibujante bien conocido de todos. Él también decidió trabajar en Europa, se puso en contacto con editores italianos y me preguntó a mí dónde sería mejor establecerse. Le recomendé Málaga, “un sitio bonito, con clima agradable, donde no vas a pasar frío” (es que es muy friolero). Se vino para acá. Después, cuando yo decidí buscar trabajo fuera de Argentina, le escribí y le mandé unas muestras para su agente, a ver si le interesaba. Y, efectivamente, al poco recibí carta del italiano y para cuando llegué a Málaga ya tenía trabajo esperando en Correos: la primera historieta para Fleetway.

T: Eso a través del agente milanés Piero D’Ami, según tengo entendido.

CC: Sí, un representante de los argentinos para el mercado británico. Yo de inglés no sabía nada, y el material para Fleetway iba en inglés, claro. Entonces me ayudó Solano: me tradujo el primer encargo. Y el segundo se lo dio a su mujer, que ella no sabía tantos inglés como él, pero, en fin, se apañaba, y estuvo ayudándome con eso hasta que llegó mi esposa, que vino unos meses después. Tengo una anécdota graciosa de esa época, de las traducciones. La segunda historieta que yo hice era de aventuras en tiempos de guerra: “Mighty McGinty”, que no era bélica, era de acción, donde las situaciones, e incluso los personajes, tenían un toque cómico. El héroe era muy bruto, y no recuerdo muy bien si eran los ingleses quienes estaban asediando a los alemanes o al revés, el caso es que en una viñeta aparecía en segundo plano, en un puerto, un barco mercante. En aquella viñeta estaban o se defendían los ingleses de otros que intentaban tomar el barco. La chica que me lo tradujo puso: “dos balones salen del barco” y yo cuando dibujé aquello, aunque me extrañó mucho, puse dos grandes balones de fútbol saliendo del barco [risas] Claro, lo que ocurría es que en inglés al bocadillo se le llama “balón”

T: De balloon

CC: Y yo no lo sabía. En la Argentina se le llama globo, y ella, la traductora, al proceder también de allí no me supo explicar el asunto de los grandes balones. Yo dibujé los balones y los envié, claro; luego recibí una carta pidiéndome explicaciones de porqué había hecho aquello. Ellos lo corrigieron, claro, pero se habían extrañado muchísimo. Yo expliqué que supuse que los habían hecho para defenderse porque como durante la II Guerra Mundial algunos puertos elevaban globos de estilo zeppelín para defenderse de los ataques aéreos y la historieta era de corte humorístico…Cubierta para Eagle, de 1985

T: ¿En qué publicaciones de Fleetway aparecieron tus obras?

CC: En la primera en la que publiqué fue en Buster, por marzo de 1964 aparecía allí “The Shrinker’s Revenge”, luego pasé a hacer “Mighty McGinty”. En Buster también dibujó Solano desde 1965, en la serie “The Toys of Doom”; era una publicación de gran tamaño que a mediados de 1965 pasó a ser más chica. Luego yo seguí dibujando historietas para Smash!, desde 1965, donde también iban publicando a los superhéroes de Marvel; y para Champion, una revista que publicó desde febrero de 1966 mis páginas de la serie “When the Sky Turned Green”. También trabajé en Tiger, ocupándome de la serie del Sargento Rock británico desde 1965, y de las de “Robot Builders” en 1966, en la que fue mi sustituto Ron Turner. Dibujé para Búster and Giggle (personajes como Micky Marvel, Roamin’ James, los Crabbe’s Crusaders, E hice muchas páginas para Eagle, sobre todo del “Piloto del Futuro” Dan Dare, y para la revista de DC Thompson Warlord, donde dibujé aventuras del héroe de guerra Union Jack Jackson desde septiembre de 1974. También eran mías las aventuras de Samurai, un teniente llamado Tanakai, alias “El Tigre”, que en 1941 estaba destinado a Malasia como líder de la “Fuerza Kamikaze”…

T: No solamente dibujaste hombres duros, sabemos que también hiciste tebeos para niñas.

CC: En efecto, colaboré en una revista para niñas británica: Melanie. Y también en una llamada Tina, si bien ese trabajo ya fue para otro país, pues Tina era una revista holandesa. Estas historietas para Holanda les llegaron a través de Creaciones Editoriales, agencia a la que me integré tiempo después, en los años setenta.

T: Ajá, o sea que tu labor en Trinca fue anterior a esas viñetas infantiles.

CC: Verás, al cabo de seis o siete años D’Ami y yo discutimos, porque comenzamos a tener problemas con los guiones y entonces me dispuse a buscar otros trabajos en España. En los primeros sesenta había aparecido esta revista, Trinca, y yo escribí una simple carta a Doncel pidiéndoles trabajo al momento siguiente de dejar Fleetway. Los madrileños contestaron que estaban dispuestos a publicar mi trabajo, pero que les mandara algo para que pudieran ver cómo dibujaba. Ahí no podía yo aspirar a que me enviaran guiones, así que tuve que inventarme una historia por completo. Entonces fui con las primeras páginas de Juanjo, que eran en blanco y negro; me presenté allí con ellas y les gustó, pero dijeron que fueran en color. Les prometí que las pasaría a color. No fueron esas las únicas modificaciones: el personaje que yo había hecho era pelón, tenía el pelo cortado al rape, y el director de la revista, Antonio Casado, me sugirió que se lo cambiase para que usara un corte de pelo determinado. En Trinca pagaban bien el trabajo y nada más que fue terminado apareció publicado en un álbum. Debe ser porque les gustó. Al menos por las cartas de los lectores sé que gustó. Comencé el segundo episodio, del cual terminé 16 páginas, que iban de piratas, pero que no continué porque Trinca dejó de existir y después no la terminé por falta de tiempo. Juanjo iba en su máquina del tiempo al siglo XVII con su amiga, una niña, el abuelo de la niña, que era un sabio, y luego los malos (dos hermanos muy parecidos, y un doctor malvado también). Es cierto que todo guarda cierta semejanza con Tintin. Hasta el punto de que cuando editaron el álbum, Mariano Ayuso, en su comentario hizo notar la influencia de Tintin, cosa que no era verdad. Fue una coincidencia total, porque yo no había leído jamás las aventuras de Tintín. Había visto en Argentina imágenes suyas, es cierto, pero yo no había leído nunca sus aventuras. Creo recordar que en los años cuarenta aún no se había traducido en España y, bueno… fue una coincidencia total y absoluta.

T: Y luego pasaste a trabajar con Bruguera.

CC: Cuando Trinca cerró pensé en volver de nuevo a trabajar para Inglaterra, pero antes que buscar un representante fuera decidí escribir a Bruguera, ya a mediados de los setenta. Escribí a Creaciones Editoriales, que era una especie de agencia de Bruguera pero independiente. Ellos me ofrecían el trabajo para el extranjero y, en el caso de que hubiera escasez de guiones o alguna interrupción, me daban trabajo de producción propia, para España. De ahí que hiciera algunos episodios, o historietas, que fueron apareciendo en España en la revista Super Mortadelo, lo cual no fue otra cosa que una especie de “suplencia”.Cubierta para Trinca núm. 59. Clic para ampliar

T: O sea, que la obra que destinas a Bruguera aparece diseminada por el mercado británico, o el holandés, o por los países del norte de Europa.

CC: Sí, porque yo hacía cualquier trabajo que me llegaba con ellos, con Creaciones Editoriales, y dibujé cientos de páginas de historieta para toda Europa. Cuando Bruguera se deshizo, yo seguí trabajando con Creaciones, que eran dos socios, un Bruguera y otro que estaba en Inglaterra, Luis Llorente. El de Inglaterra era el que me conseguía los trabajos; el de España, el que me pagaba y al que yo le mandaba los trabajos hechos. Era como estar trabajando para España, cotizaba en Hacienda aquí y todo. Entonces el socio con apellido Bruguera se murió y siguió funcionando aquello con el que quedó, que aún es mi agente, Llorente; y mis historietas han seguido circulando por el Reino Unido, Escocia, etc., pero tuvo que batallar en cierto momento con Piero D’Ami porque creía que yo era aún de él, que le pertenecía, y pretendía evitar que me dieran trabajo en Inglaterra.

T: Entonces, ese viraje hacia Holanda a finales de los setenta para Tina…

CC: No tuvo nada que ver, al final ganó la partida Llorente pero después me ofreció lo de Holanda porque aparentemente era más rentable. Así es que estuve trabajando para Tina durante todo ese tiempo, y nada más que para Tina, sobre todo haciendo las aventuras de “Kelly”, un personaje que se ha mantenido hasta nuestros días: en sus historias las hijas iban sucediendo a las madres según pasaba el tiempo; hubo cuatro Kellys… O sea, éxito tenían, pero desconozco la repercusión que mi trabajo tuvo allí. Dejé de hacerlo aproximadamente a finales de 1976, cuando comencé a dibujar las aventuras de “Dan Dare” para IPC, primeramente en blanco y negro y luego en color.

T: Supongo que lo tuviste que dejar cuando, con el volumen 18 de Eagle dejaron de publicar aventuras originales de Dan Dare para sustituirlas por reimpresiones.

CC: Bueno, yo hice Dan Dare durante ese tiempo en blanco y negro. Después los editores reestructuraron la revista, y juntaron Eagle con Tiger, e hicieron una sola revista. Entonces decidieron que las aventuras del piloto del futuro fuesen en color directo (hasta ese momento eran a máquina, en cuatricromía) y me ofrecieron hacerlo en color directo a mí. Al principio acepté, y seguía trabajando con mi aportación semanal de cuatro páginas. Me di cuenta de que, mientras que en blanco y negro podía hacerlas bien, en color ya no, que eso no eran páginas como las de Commando. Eagle era una revista de gran tamaño, había que dibujar grandes páginas, de más de siete viñetas por página generalmente. O sea que eran unas treinta viñetas en color por semana, más o menos. Además yo las dibujaba en plancha doble, porque las viñetas, como sabes, se entrecruzaban de página a página al abrir la revista. Yo tenía que procurar, entonces, cuidar de que la parte importante del personaje nos e hallase justo en ese cruce de una página a otra, para evitar que no quedase ahí la grapa. Eso tiene lío, y más si hay doce o trece viñetas Página publicitaria de Fantomenpor plancha. Llegó un momento en el que trabajaba noches y domingos, y tuve que dejarlo porque no podía más. Hoy ya no trabajo los domingos.

T: ¿Y cómo tiene lugar el salto de Inglaterra a Suecia, para hacer Fantomen?

CC: Fue por lo de las cuatro páginas en color. Yo le decía a mi agente que ya no podía más. Él se daba cuenta y los ingleses también, porque en alguna ocasión tuvieron que ayudarme en algún episodio, o sea: permitir saltarme yo alguna entrega para que otro me supliese y me diese tiempo a continuar. Estaba la cosa muy mal y entonces él, que tenía también otros dibujantes para Suecia, me ofreció “¿Te interesa hacer El Hombre Enmascarado?”. Y dije, pues mira, sí, porque era un personaje que yo había estado leyendo cuando era chavea, lo había coleccionado y todo. En 1988, para el núm. 15 de Fantomen, hice un primer episodio, “Kako och Aybol”, luego otro, y así hasta hoy… y me daban los guiones traducidos, además.

T: Todo pintaba estupendo ¿no hubo “peros”?

CC: Eran rígidos en los guiones que me enviaban, y no me estaba permitido hacer ninguna modificación. En cierta ocasión, el guión indicaba que Fantomen, o Phantom, usaba un arma que no existía en el siglo en el que se suponía que aquel Hombre Enmascarado corría su aventura. Yo lo corregí y puse una nota “que esta pistola no existía en el siglo Tal…”, pero me devolvieron la página con la indicación, muy educada, de que la dibujase de nuevo ajustándome al guión. Así era. Luego, llegaron a enviarme una historieta que transcurría en España, donde no había otra cosa que mujeres vestidas con faralaes y unas corridas de toros que seguirán un ritual raro, pero ya preferí no decirles nada. Lo mío era dibujar, y así he seguido hasta hoy. Precisamente hace poco trabajé en un episodio de El Hombre Enmascarado que tiene lugar en Ronda, donde se reunían todos los tipismos que te comentaba antes.

T: ¿Por qué crees tú que Fantomen es una especie de “héroe nacional” en Suecia?

CC: Lo ignoro. Cuando mi agente me lo dijo me quedé perplejo, incluso pensaba que el personaje había dejado de existir, ya que en España no se publicaba, pero el caso es que en Suecia sigue siendo muy popular, se publica en una especie de comic book del que salen 24 ó 26 números al año (al menos desde 1972) en el cual, aparte de la historieta principal, protagonizada por El Hombre Enmascarado, de unas treinta páginas, también hay historietas clásicas del personaje de las dibujadas por Sy Barry a todo color, historietas del otro personaje de Lee Falk, Mandrake, pero de las dibujadas por Fred Fredericks, y también historietas de humor, de Stan Lynde, o también de autores suecos, como Alf Woxnerud. Y hay sitio para sección de correo de los lectores, textos sobre las ediciones clásicas de The Phantom, artículos sobre armas usadas por El Fantasma... incluso tiene su propio club de socios, "Fantomen Klubben".

T: ¿A qué ritmo trabaja hoy un dibujante de historietas con 72 años de edad?

CC: Actualmente trabajo por episodios. Cada episodio son 31 páginas y nos vamos alternando cuatro o más dibujantes con el personaje. Ahora están llegando de Norteamérica autores bastante más flojos de lo que había antes, quizás es porque se está ahorrando dinero. De todos modos yo también estoy haciendo otras cosas a parte de historieta: dibujos a pincel seco, y de vez en cuando expongo en Málaga.

T: También expusiste en el Museo de Larrés, ¿no es cierto?

CC: Hay dibujos míos allí, sí. En 1999 me localizó y me llamó el organizador de aquello solicitándome un original. Le envié cuatro o cinco, luego me remitió una revista donde apareció mi dibujo. Aparte de eso, y salvo por los contactos que han hecho conmigo Tadeo Juan"Tex", cubierta para ComicGuía, 41, 1991. Clic para ampliar. y algunos interesados de Málaga no tengo relaciones con otros autores españoles. Será porque vivo en Málaga, no en Madrid ni en Barcelona o Valencia. Pero la verdad es que estoy a gusto aquí.

Fuentes consultadas para esta entrevista:

Clark, A. (1998): Dictionary of British Comic Artists Writers and Editors, The British Library, London

Cuadrado, J. (2000): De la Historieta y su uso, 1873-2000, Fundación Germán Sánchez Ruipérez / Sins entido, Madrid

Hidalgo, J.C. (2002): “El dibujante, en general, siempre ha sido muy bohemio”, en La Opinión de Málaga, 18-XI-2002 (también, disponible en: http://webpersonal.uma.es/de/jirando/cruz1.pdf)

Tadeo Juan (1999): “Carlos Cruz, historietista integrante de la barra de los geniales”, en ComicGuía núm. 41, Tadeo Juan Editor, Valencia (XII-99)


[ Entrevista © 2003 Manuel Barrero, para Tebeosfera 030430 ]