Las
primeras publicaciones granadinas en las que se incluían humor gráfico,
datan de finales del siglo XIX: La Pulga, Granada Cómica, Granada Alegre
o Andalucía Alegre son algunos de los títulos más emblemáticos de la
prensa satírica de entonces, sobre lo cual escribió una excepcional
monografía Miguel Ángel Gamonal Torres (La Ilustración Gráfica y la
Caricatura en la Prensa Granadina del Siglo XIX, Diputación
Provincial de Granada, 1983), que luego obtuvo una estimable
continuación en la obra de José Tito Rojo.
Tras
la desaparición de estas revistas de tema satírico, en la historia
granadina el humor gráfico quedó limitado a los periódicos como El
Diario de Granada, Patria o Ideal. De entre todos los
dibujantes de este período destaca Miranda, que consiguió que todos los
granadinos hablaran del chiste que publicaba a diario. Una de sus señas
de identidad de sus viñetas era un gato que intentaba atrapar una mosca.
Nunca lo conseguía, claro. Sus personajes populares, sacados de la
calle, eran muy críticos con la sociedad que le rodeaba. Dibujaba con un
estilo bastante clásico, cercano al decimonónico, algo que resaltaba
Domingo Sánchez Mesa en el prólogo del libro Miranda. Historia viva
de Granada (Ediciones Osuna, 1997) al señalar que «la maestría de su
etapa final alcanza personalísimas soluciones de simplificación de
gestos y de espacios. Los ritmos expresivos de las figuras en movimiento
logran en algunos chistes tan altos niveles de significación que apenas
necesitan los textos».
A su
fallecimiento, a principios del año 1971, le sustituyó Martínmorales que
está en Granada unos cuantos años antes de emigrar a Madrid para
publicar en Interviú o ABC entre otras cabeceras. Su lugar
lo tomó luego Soria, que sirve de nexo de unión entre la etapa
franquista con la transición, no dejando vacío el humor gráfico en
Granada. Soria, como Miranda, también es muy irónico, con bastante
crudeza pero con el marcado sentido de la sencillez que aportan sus
personajes cotidianos, de la calle. Aparte de en este diario, también
hemos podido disfrutar de los chascarrillos de Soria, entre otros
lugares, en el As y en la mítica La Codorniz.
No hay
que confundir esta firma con la de su hijo Andrés Soria. Este trabajó
para diferentes publicaciones provinciales y en Interviú y
Madriz entre las nacionales. Actualmente retirado (esperamos que de
forma temporal) del mundo de la historieta, se dedica a ilustrar libros
infantiles y de texto.
El
boom del humor gráfico en Granada se produjo con la caída del
régimen franquista, con la transición y la llegada de la democracia. Fue
entonces que comenzó a darse una mayor oferta editorial, a consecuencia
de lo cual los dibujantes gráficos tuvieron más publicaciones donde
colocar sus viñetas. Así, se les fue dando el reconocimiento que se les
debía a autores como Frapucci, Valverde o los inicios de Mesamadero.
Esto en cuanto a la prensa diaria, porque en cuanto a revistas tomaron
mucha importancia Rubén Garrido, Carlos Hernández, Paco Quirosa y
Joaquín López Cruces. A caballo entre ambos, y algo olvidado, está
Antonio Pamies
que llegó a publicar historietas en El Víbora del personaje
Roberto El Carca, recopiladas después por esta misma editorial en álbum
con el título Tras el telón de acero (actualmente Pamies es más
conocido por su faceta como profesor universitario). Lo mismo le ocurre
a Andrés Sopeña Monsalve (autor de El florido pensil, Tente iracundo
otomano): estudiante de derecho entonces, actualmente catedrático de
Derecho Político, que fue el guionista de la serie Gadeamus que
dibujó Juan Flops. En esta obra se nos narraba, con el formato de tira,
las aventuras (y desventuras) de un profesor, P.N.N., que se encontraba
en lucha continua con el sistema educativo. Fue publicado en El
Diario Sur de Málaga y en El Defensor de Granada. Años
después, con tiras nuevas, se hizo un recopilatorio, Hola! Soy
Gadeamus... un P.N.N. (Ediciones Tat, 1988), álbum que fue reeditado
hace tres años en Grijalbo. En esta última edición se incluyen los
textos originales del ya fallecido Juan José Ruiz Rico, catedrático de
Derecho Político, que escribía al lado de las tiras humorísticas. Hay
que echarle un vistazo también a El sexo de sus señorías (Temas
de Hoy, 1991) donde, Juan José Ruiz Rico, con sentencias judiciales,
explica como ven el sexo sus señorías, los jueces.
Una de
las grandes aspiraciones de los autores y colectivos de humor gráfico es
conseguir publicar suplementos en revistas y periódicos. Quizás así se
llegue a un mayor público, abriendo además nuevo mercado. En Granada
esto se ha conseguido en varias ocasiones, todas ellas a través del
colectivo-asociación ATILA, al que pertenecieron la mayoría de los
autores de esta ciudad, como los hermanos Bonet, Andrés Soria, Salva
Haro, Miguel A. Moleón, Montaño... Desde allí, desarrollaron suplementos
en la revista universitaria Campus y en el periódico semanal,
luego mensual, El Semanero. Además de dichos suplementos, también
eran máximos responsables de los fanzines Que mal teveo y
Jarabe de Palo. Debemos recordar que, antes de unirse al colectivo,
algunos de sus miembros hacían Segunda Sonrisa, único fanzine
granadino dedicado enteramente al humor, del cual solamente aparecieron
dos números.
De
todo este movimiento únicamente sobrevivió el humor en el periódico
Ideal, donde publican hoy los nombrados Mesamadero, Soria y Carlos
Hernández. Este último no hay que confundirlo con el de mismo nombre
miembro de Un equipo andaluz de tebeos, que entre otros trabajo fue el
autor de la Mascota del Campeonato de esquí de Granada en 1995 (un león
vanguardista del famoso Patio de los Leones de La Alhambra); ahora se
dedica casi al completo al diseño tras abandonar la historieta. Entre
los tres (Soria, Mesamadero y C. Hernández) hacen una labor
complementaria en el periódico Ideal: Soria lo local, Mesamadero
lo internacional, mientras Carlos Hernández lo intemporal, con la tira “Orceman”,
en la que, desde la Prehistoria ironiza con la actualidad usando para
ello la tira muda. En el suplemento juvenil del mismo periódico,
Evasión, se publica una página dedicada al cómic y humor gráfico que
firma el autor de estas líneas. Esta columna va acompañada de una tira
humorística dibujada por los nombrados C. Hernández y Mesamadero, a
quienes se suma el cordobés El Bute (Miguel Osuna).
Aparte de la prensa no podemos dejar de mencionar la revista mensual
El Batracio Amarillo, que ya pasa de los noventa números publicados
tras ocho años de existencia. Sobre esta revista en esta misma página
web tenéis un artículo que complementa a éste; sólo cabe añadir que ha
publicado recientemente dos álbumes: Suso del catalán Bié y
Humor in vitro del cubano Martirena, y ya anuncian otro que estará
dedicado a Jesús Martínez del Vas. |