Cuando el chiste no
pudo ser encerrado en una viñeta, tal vez por su complejidad o por su
excesivo texto (amén de las innovaciones de Antonio Fraguas); surge la
tira y con ella las páginas. Aparece entonces un terreno compartido por
el humor y la historieta, sin poder definir totalmente al legítimo
dueño, ni desasociar los átomos de cada uno de ellos; nos referimos a la
tira cómica y la historieta humorística.
Actualmente, tras la
irrupción del manga o historieta japonesa en los diferentes mercados y
la aparición de decenas de producciones nacionales de similar estilo en
países como México, Colombia, España y Brasil por solo citar algunos
ejemplos, se ha empezado a hablar de un mestizaje cultural en lo que al
cómic se refiere. Pero con las tiras de prensa no ha ocurrido lo mismo,
hoy un lector de Bangla Desh puede sonreír con un chiste de Sergio
Aragonés en el mismo instante que lo hace uno de América Latina. La
llegada de medios modernos de comunicación ha fortalecido a los grandes
sindicatos distribuidores y asistimos, indudablemente, a una
globalización en el consumo de esta modalidad de la historieta que se
halla acentuada por el hecho de que el historietista local solicita más
pago por sus originales que lo que cobra una trasnacional por sus
reproducciones, de esta manera la posibilidad de los artistas del patio
es casi nula y sus esfuerzos son eclipsados por la avalancha de sus
colegas foráneos.
Humor en Latinoamérica
Según el autor Juan
Acevedo, «el director de un periódico tradicional no se va a interesar
por estas historietas que encima, además, algunas portan contenidos
tentativos, experimentales, cuando no de izquierda, contestatarios.» La
resistencia de los diferentes países a esta invasión cultural va desde
el rechazo total hasta la aceptación pasiva. El propio Acevedo creó en
Perú en mayo de 1977 a El Cuy, una especie de roedor, cuya tira comenzó
a publicar en 1979 en el periódico La Calle y luego en El
diario de Marka en 1980. Contrario a los mundos de Walt Disney,
donde el sexo es un tabú y no existen relaciones entre padres e hijos,
sino solamente entre sobrinos y tíos, El Cuy mostraba su sexo sin llegar
al exhibicionismo underground; el mismo vino a ser una suerte de
escalón intermedio. Los más diversos temas serían tratados sin temor
alguno como el matrimonio, el divorcio y la política a través de
diálogos sencillos donde un personaje secundario Humberto acompaña al
protagonista.
Argentina ha producido
no pocas tiras cómicas a lo largo de estos años, ya desde los años
cincuenta, Divito, Toño Gallo, Palacio, Ianiro, Oski y Mazzone eran muy
populares en todo el cono sur. Entre sus creaciones cabe mencionarse "El
otro yo del Doctor Merengue", "Desconfiacho", "Purapinta" y "Amarroto"
entre otras, algunas de estas tiras pueden ser encontradas aún en
publicaciones como Lupín. Pero sin duda alguna la tira más
popular y difundida internacionalmente lo es Mafalda, catalogada
por muchos como una de las grandes filósofas de Latinoamérica, esta
creación de Joaquín Lavado (Quino) surge como personaje secundario de
una tira publicitaria; la hija menor de una familia de clase media. Una
empresa productora de electrodomésticos deseaba iniciar una línea de
productos bajo el nombre de Mansfield, por asociación de ideas surgió el
nombre, el estilo del autor estuvo muy influenciado por Schulz, que era
de lo mejor que se hacía por entonces. Los diálogos mordaces de esta
niña precoz recorrerían el mundo en diversos idiomas, denunciando las
más diversas situaciones.
Miguel Repiso, otro
artista argentino, produjo una tira titulada "Mocosos" que se publicó en
Cuba. En ella un grupo de niños deciden imponer un diputado, pues ellos
constituyen mayoría. Con este argumento, el autor muestra los barrios
pobres, el papel de la iglesia en el conflicto, la represión policial, y
otras aristas de la "democracia".
La provincia argentina
de Córdoba, cuna de grandes historietistas ha dado a luz diversas tiras,
en La Voz del Interior, en su suplemento deportivo, Ortiz
publicaba "Zazá", mientras Peiró hacia "Primer Mundo". En la sección B,
en 1994, con guión de René Arregui y dibujos de Ramón Arias salía
"Fútbol para todos", una explicación del reglamento, lenguaje y
estrategia del más universal de los deportes. En 1978, Tiempo de Córdoba
en su suplemento de ocio Tiempo Guía publicaba "Stefanía
(exclusivo)", una tira continuada de dibujo realista realizada por Oscar
Carovini. En ese mismo año el dúo Lucio V. Mansilla y Esteban Martínez
creaban Una excursión a los indios Ranqueles, 146 tiras que
serían luego recopiladas en un cuadernillo.
En 1985 Córdoba
gracias a Carlos Gómez desarrolló "El Capitán Ganímidez", de
ciencia-ficción, metaforizando la cuestión de las Malvinas. La saga
completa, se publicará en Lado Norte, una publicación barrial, a
razón de 10 tiras por número.
Ya saben que en
Argentina hay muchos más humoristas gráficos, y otros autores que
incursionaron en el medio, baste citar a otros dos argentinos de
reconocido prestigio internacional como lo son Horacio Altuna y Carlos
Trillo, que hicieron en 1975 la tira El loco Chávez para el
diario Clarín.
En Brasil, el gigante
Sudamericano, un grupo de artistas como Fernando Gonsales, Angeli y Adao
Iturrusgarai levaron a cabo una verdadera proeza, crear una revista
humorística en Internet (www.cybercomix.com
), y a su vez una versión impresa, que lamentablemente no pudo
sostenerse. En el periódico Folha de S. Paulo, en media página a
color aparecen tiras producidas por ellos, que coexisten con los
tradicionales Garfield de Jim Davis, el Hagar de Dick
Browne y Dilbert de Scott Adam. Chiclete con Banana,
Dona Marta, Os pescoçudos, Aline y Níquel Náusea son ejemplos
de sus creaciones. Otro destacado historietista brasileño, Enrique de
Souza Filho (Henfil), consiguió lo que todos consideraban muy difícil,
publicar sus trabajos en varios periódicos a través de Universal Press
Syndicate durante su estancia en los Estados Unidos.
Jamaica, pequeño país
caribeño, con un desarrollo poco conocido en el género es alojamiento
fácil para las tiras norteamericanas; allí el diario The Gleaner
publica Blondie, Beetle Bailey, Phantom, todas distribuidas por
el King Features Syndicate; así como la tira británica Andy Capp
de Smythe, todo ello en un formato de diez tiras en blanco y negro. Los
domingos, un suplemento de cuatro páginas a color, tres de ellas de
cómics bajo el título The Sunday Gleaner brinda a los lectores
The Classic Mutt and Jeff de Bud Fisher, Mandrake the Magician,
de Lee Falk, Bringing up father y Donald Duck entre
otros; una total importación cultural.
En República
Dominicana ocurre algo similar, el periódico La Vida en cinco
tiras muestra A.C. de Hart, Don Abundio, Tom y Jerry, Los
Picapiedras y otra vez Garfield, nada que tenga que ver con
la cultura y la vida de ese país.
Guatemala publica sin
embargo viñetas producidas por humoristas locales tal es el caso de las
secciones Frijol y tortilla y Matraca. Mientras El
Salvador, cuna del gran humorista gráfico Toño Salazar, es testigo del
encomiable trabajo desarrollado por Carlos Ruiz, quien firma como
Ruz.
En medio de una crisis social como la que atraviesa este país
centroamericano, azotado por fenómenos naturales y por un neoliberalismo
atroz, Ruz desde El diario de Hoy, critica la pobre ayuda a los
damnificados, la situación económica, el estado de la salud y la
educación por solo citar algunos temas. En ocasiones una aleta de
tiburón era "escondida" en la viñeta y se retaba al lector a
encontrarla. Caracterizado su autor por la extensión de los textos que
aparecen en sus viñetas, los trabajos de Ruz han sido recopilados en
tres libros de pequeño formato, en los cuales se incluye un glosario de
términos que sirven para esclarecer al lector el grupo de regionalismos
usados por el autor y que difícilmente son comprensibles más allá de las
fronteras salvadoreñas. Por ejemplo, algunas palabras de la lengua
inglesa son "españolizadas" en sus diálogos, tales son los casos de "gurbay",
"plis", "jelmi", "esquiusmi", "bi japi", etcétera.
Otros países como
España lograron cotas significativas en los suplementos de historietas
de fin de semana, inclusive convertidos en tabloides. Los más
importantes medios de prensa españoles como "El Mundo", "El País"
y " ABC" tenían sus ofertas para no quedar atrás en el mercado.
Aunque no pertenece al
ámbito geográfico de Latinoamérica, el humor gráfico de España se
considerará siempre comprendido dentro de lo Iberocamericano. Y cabe
mencionar el trabajo de Pablo Velarde con su Quintín Lerroux, el
Bob de JavierPG-Colo, Carlota y sus mascotas de Miguel y
Vergara, entre otros. Pero también los personajes foráneos tienen su
espacio en los suplementos periódicos con humor de la prensa española,
procedentes de Estados Unidos: el Carlitos de Schulz, el
infaltable Garfield de Jim Davis y la fabulosa Calvin y Hobbes
de Bill Watterson. Desde Francia les llega Gastón el Gafe, de
Franquin, campeón en ventas en el mercado franco belga en 1999; de
Italia, Lupo Alberto, personaje dibujado por José M. Beroy...
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