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Nació este historietista en el
barrio del Bronx el 1 de septiembre de 1926. Ya a los tres años,
el niño bautizado Eugene sintió la necesidad de coger un lápiz y
dibujar (su primer trabajo mostraba un león). Su familia se mudó
a Manhattan y mientras crecía disfrutó de las páginas dibujadas
por los maestros de la historieta americana Milton Caniff,
Harold Foster y Coulton Waugh, siendo este último el autor de la
tira periódica Dickie Dare por entonces, uno de los
cómics favoritos del chiquillo.
A los 13 años ya quería ser
profesional del cómic esta especie de enfant terrible del
dibujo y ofreció sus servicios a DC Comics. Por supuesto no le
dieron trabajo entonces, y él mismo resolvió que tenía que
estudiar más y progresar, sobre todo tras ver algunas páginas de
Jack Kirby que le dejaron atónito. Cursó estudios de dibujo en
la George Washington High School y en la Art Students League
unos años, durante los cuales logró sus primeros trabajos como
profesional (el primero en Wing Comics, serie de Fiction
House fechada en 1944), que él firmó con el seudónimo de Adam
Austin. Tras algunas historietas publicadas en series de
editoriales varias como Clipper Kirk, Ken Brady, Burke’s Law
o Suicide Brigade, en 1946 se unió al ejército del
aire, justo tras el cese de las hostilidades de la II Guerra
Mundial, y acabó prestando servicio en las Islas Filipinas,
donde trabajó en el periódico Manila Times dibujando en
él escenas de la vida del ejército desde el punto de vista de
los militares.
Tras un año, regresó a su país y persiguió su sueño de
convertirse en artista de cómics. Lo primero que hizo el ya
veinteañero Colan tras poner un pie en tierra americana fue
visitar las oficinas de Atlas Comics, donde el igualmente joven
Stan Lee le contrató de inmediato para dibujar comic books de
amoríos, de terror y de gángsteres (Menace, Mystic, Journey
into Mystery) y, luego, bélicos, cuando la guerra en Corea
reclamaba la atención del público americano en los primeros años
cincuenta.
De esta última etapa datan la
historietas que dibujó para las series Battle, Battle
Action, Battle Ground, Battlefield, Battlefront, Young Men of
the Battlefield o War
Comics.
Entrados los años cincuenta, la industria de los tebeos
estadounidense experimentó una regresión y a los autores les fue
más difícil encontrar trabajo. Colan recibía escasos encargos y
quizá sus más destacables producciones de entonces fueran el
western titulado Hopalong Cassidy, serie de DC
Comics en la que permaneció tres años, y Sea Devils, de
la misma editorial. Debido a la falta de ingresos, tuvo que
dedicarse, a regañadientes, a la publicidad, un trabajo que
jamás le satisfizo. En los días que siguieron, Colan fue
alternando su labor profesional como ilustrador con alguna que
otra participación en la industria de los cómics, de hecho
intervino en los primeros números de la revista de Jim Warren
Creepy.
En 1966 Lee volvió a reclamar el trazo de Colan para los
superhéroes, y eso, sumado al apoyo de su esposa Adrienne, nos
trajo de vuelta al autor maestro de las luces y las sombras.
Depositó su arte en los comic books de Daredevil, desde
el número 20 de la serie, permaneciendo en ella ocho años casi
sin interrupción hasta el número 100. También dibujaría durante
esta etapa personajes como Sub-mariner, Iron Man (para Tales
of Suspense), Silver Surfer o Captain América.
En los años setenta, Gene Colan fue
el candidato idóneo para dibujar series como Doctor Strange
y Tomb of Dracula. En la primera cubrió amplias
etapas de ambos volúmenes de la serie (quince números del I,
veinte del II), poblando de sombras ignotas el universo del
Doctor Extraño como nadie había hecho hasta entonces. En Tomb
of Dracula fue el autor fetiche, dado que dibujó todos y
cada uno de los 70 números de la colección protagonizada por el
vampiro descrito por Marv Wolfman, y también todos los números
(excepto el núm. 2) del magazín homónimo, nacido en 1979. Allí
el artista pudo ensayar con la luz y la narratividad más que con
la simple pose del héroe musculoso, algo que deseaba
fervientemente porque además le encantaba el personaje vampírico.
A esas publicaciones fue invitado el personaje Blade the Vampire
Slayer (concretamente en el número 10 de Tomb of Dracula),
a quien Gene Colan dotó de verosimilitud y fisonomía definitiva.
Versátil, también trabajó en esa época en Howard the Duck
(cómic protagonizado por un cáustico pato), en Amazing
Adventures y, puntualmente, en The Savage Sword of Conan.
En 1980 encontramos a Colan
trabajando para DC, otra vez con Wolfman, en la serie de terror
Night Force, donde seguiría ensayando con su estilo
plagado de sombras hasta que la publicación fue clausurada tras
14 números, en 1983. En esa misma empresa, Colan ha dibujado a
Batman para Detective Comics, los doce ejemplares de la
maxiserie Jemm Son of Saturn, dos de Nathaniel Dusk
Private Investigator (reproducidos directamente del lápiz),
parte de los títulos de finales de los ochenta The Phantom
Zone, SilverBlade, la translación del cine a viñetas
Little Shop of Horrors, o la adaptación al cómic de la
famosa obra de ciencia ficción de Robert Silverberg
Nightwings. Mas, no dejó Marvel Comics, como lo prueba su
trabajo para Firestorm aparecido en 1984 y otros.
Entre los ochenta y los noventa, al
hilo de los abundantes afloramientos editoriales en Estados
Unidos, Colan ha prestado sus lápices a otras empresas.
A Eclipse Comics (Stewart the
Rat, 1980, y Detectives, Inc.: A Terror of Diying Dreams,
1987), a Comico the Comics Company (Boodscent: a tale of
modern terror, 1988), a Archie Comic Publications (To
Riverdale and Back Again, 1990), o a Harris Publications (Creepy,
the Classic Years, 1991).
En los años noventa, tras fijar su
residencia en Vermont, sólo acudía a Nueva York para impartir
clases en dos escuelas de arte, la FIT y The School of Visual
Arts, actividad ésta que siempre le apasionó.
Tras trabajar en un proyecto
protagonizado por el personaje que más le cautivó en su carrera,
The Curse of Dracula (Dark Horse, 1998), este genial
dominador de la penumbra anunció que dejaba los cómics para
dedicarse a la pintura. Pero regresó al medio con el nuevo siglo
para sentar magisterio: a Daredevil por una corta
temporada, a
Aliens & Predator,
a adaptar al personaje de pulp The Spider y también ha
hecho alguna historia de Batman. |
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