Serie de historietas humoristicas creada por Ibáñez para la agencia de publicidad Nueva Línea, propiedad de Bruguera, como reclamo publicitario de la marca de refrescos Pepsi-Cola, que se publicó en revistas como PULGARCITO o TIO VIVO. Tras Ibáñez, la serie la continuaron autores como Martínez Osete y Bernet Toledano, hasta que desapareció en 1968. Estaba protagonizada por un niño que, al grito de "¡Pepsi-Cola!", se convertia en un superhéroe con una pistola creada a partir de una botella de ese refresco, para disparar con ella un chorro del producto sobre cualquier pelea o discusión, tras lo que las partes en disputa se transformaban en amigos de por vida.