Cuadernos con veinte páginas, todas en blanco y negro salvo por las cubiertas, que iban en color. Revista con secciones didácticas, relatos, de pasatiempos y otras, que llevó alguna tira (de Hermua, también ilustrador de la revista) y también una historieta por número, de la serie Aventuras de Panchito, por Otsac, de continuará y que en alguna de sus entregas mostraba globos de textos al mismo tiempo que leyendas bajo las viñetas.
Se da la singular circunstancia de que esta publicación llevó en sus cubiertas y en anuncios del interior mensajes alusivos al negocio de sastrería llamado El Corte Inglés, fundado en Madrid en 1890. Es decir, este Pulgarcito fue una publicación que basculaba entre lo didáctico y lo puramente evasivo, dirigida al público infantil, que en sus portadas emitía mensajes publicitarios de trabajes para niños que podían adquirirse en las calles Preciados, Carmen y Rompelanzas de Madrid. No solo fue una de las primeras publicaciones con historieta españolas que tuvo fines publicitarios, también fue uno de los primeros instrumentos publicitarios usado por el mismo negocio que en 1935 sería adquirido por Ramón Areces Rodríguez para construir uno de los hipermercados más reconocidos del tejido empresarial español, que todavía conserva aquel nombre: El Corte Inglés.