Todos los que fuimos espectadores del ataque terrorista coordinado que tuvo lugar el día 11 de septiembre de 2001 fuimos conscientes de que se avecinaba un siglo complicado. Aquellos atentados tan inesperados como espectaculares eran el fruto de una Guerra Fría mal concluida. Ahora sabemos, también, que fueron posibles gracias al resquicio que dejó abierto un desencuentro entre el FBI y la CIA. Y que favorecieron una intervención armada en Oriente Próximo que EE UU y otras potencias llevaban tiempo queriendo iniciar. El Afganistán que hoy tenemos, dominado por los talibanes, es en cierto modo consecuencia de todo aquello. La reacción primera tras el ataque fue furibunda. Todos pedían venganza. Acaso la cultura de la cancelación revanchista que vivimos hoy se inició aquel día. Algunos políticos sensatos advirtieron de que la guerra no iba a acabar con el terror. Jamás lo hace. Tampoco lo hizo entonces: 3.000 muertos hubo aquel día en América; mil más después debido a la inhalación de humo y a los cánceres. Pero casi son ya 1.300.000 los civiles fallecidos por causa de la “Guerra contra el terrorismo” iniciada aquel día. Este conflicto está en curso. Es decir, desde el 11-S el mundo está sumido en la guerra.
Los cómics se hicieron eco de aquel luctuoso hecho al compás de los medios, que se dejaron llevar por las emociones: coincidieron en la sensación de repulsa, localizaron mártires y héroes y luego apoyaron la intervención militar. Los mensajes de fondo eran a menudo de indulgencia, pero las imágenes connotaban lo contrario. Con el tiempo irían transformando el discurso en uno más reflexivo. Las viñetas satíricas, por el contrario, salvo por un puñado de demagogos, reaccionaron contra los errores que se iban cometiendo: el afán de venganza, el crecimiento de la islamofobia, la acumulación de poder presidencial, el perturbador gasto militar, el intervencionismo imperialista, etcétera.
En esta exposición revisamos veinte años tras el 11-S a través de portadas de cómics y de viñetas editoriales que demuestran que los refranes siguen cumpliéndose: “Cría cuervos y te sacarán los ojos” y “Cuando la cólera y la venganza se casan, su hija es la crueldad”.
Galería y textos de Manuel Barrero y la redacción de Tebeosfera.
