La Fundación Lázaro Galdiano surge de la generosa donación al Estado Español de todos los bienes del ilustre coleccionista aceptada el 22 de diciembre de 1947. El legado estaba formado por 13000 obras de arte, el palacio que las albergaba, la sede de su editorial, La España Moderna, y una biblioteca con 20000 volúmenes.
Poco después se instituyó una Comisión que se hizo cargo de la administración de la herencia así como de proponer la constitución de una fundación como forma más adecuada para gestionar el importante caudal heredado.
Instituida como "Fundación benéfico docente de carácter público, con plena autonomía y personalidad jurídica propia e independiente", la Fundación fue creada por Ley de 17 de julio de 1948 "para atender a la perfecta conservación y máximo rendimiento cultural de las colecciones reunidas por don José Lázaro, perpetuar su nombre y continuar, sin limitación de tiempo, la meritoria tarea a la cual consagró su constante y provechosa actividad". La dirección de la Fundación recayó en un Protectorado, constituido el 16 de marzo de 1949, presidido por el Jefe del Estado e integrado por los ministros de Asuntos Exteriores, Hacienda y Educación Nacional, así como por los directores de las Reales Academias de Bellas Artes de San Fernando y de la Historia y el presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.