VIVIAN MAIER, DE ANDANA, AMBAS AFECTADAS
En estos últimos años estamos asistiendo a un goteo constante de tebeos de corte biográfico que tratan de reconfigurar ciertos apartados de nuestra historia o de nuestra cultura a través de las vidas de ciertas personas. Hemos contabilizado más de sesenta entre las novedades publicadas a lo largo de 2024, de las cuales unas cuantas tratan sobre vidas de mujeres: Vanguardia es una mujer (Norma), Sibylla (Fulgencio Pimentel), La Cuirassa (Diputació de Girona), El río (Fulgencio Pimentel), Frida (Planeta Cómic), Libres para pensar (Garbuix), La lata de guisantes (Bang), Celeste y Proust (Lumen), Carlota emperatriz (Norma), Gertrude Stein y la generación perdida (Liana), Ava (Astiberri), Armada de locura (La Cúpula), El ojo azul de Horus (ECC), Lejos (Ilustropos) y podríamos incorporar a este grupo. Mademoiselle Mozart, que es un manga que plantea que el clásico compositor en realidad nació como una niña y vivió como músico de género femenino oculto. Si sumamos a este listado los dos tebeos que han visto la luz en nuestro país este año sobre Vivian Maier, los subtitulados En la superficie de un espejo (Garbuix) y Claraoscura (Andana), nos percatamos de que estamos ante todo un subgénero.
Vivian Maier es una figura interesante porque ha desatado el interés no solo de los entendidos en fotografía, también de los interesados en narrar vidas de mujeres. Al parecer, Maier fue una persona de infancia complicada, pero de fuerte carácter, que decidió emprender una vida por libre en la que quiso hacer lo que más le gustaba: fotografiar la vida a su alrededor. Su dedicación a los demás (era cuidadora), su determinación vital, su percepción del mundo y su empatía la convierten en personaje muy cinematográfico, en “carne de óscar”, aunque esto todavía no ha tenido lugar. Bien es cierto que, tras el hallazgo casual de su archivo oculto de cientos de miles de negativos, se rodaron dos documentales para dar a conocer su obra: Finding Vivian Maier y The Vivian Maier Mystery, ambos de 2013. Luego llegarían libros que repasaron su trabajo (los mejores, de John Maloof y Anne Morin), o sobre su vida, de Anne Mark (este ha sido traducido por Paidós bajo el título Revelar a Vivian Maier: La historia no contada de la niñera fotógrafa) .
Los documentales, los ensayos biográficos y los tebeos nos hablan todos de una artista que vivió su pasión en el anonimato, escondiendo su actividad como fotógrafa bajo una fachada de circunspección propia de una severa niñera teutona. Las ficciones sobre su vida no tratan tanto de explicarnos por qué sus fotos deben ser consideradas obras de arte como de indicarnos cómo la autora realzaba la vida cotidiana que registró con su cámara. Sobre esto último se centran los dos tebeos que produjo la industria francesa sobre su vida y obra, uno en 2021 (Vivian Maier. À la surface d'un miroir, de Paulina Spucches) y otro en 2024, el que nos ocupa, Vivian Maier - Claire-obscure, de Marzena Sowa et Émilie Plateau. Se da la circunstancia de que ambos han sido traducidos al castellano en 2024, y el segundo también al catalán.
La dimensión que Spucches concedía a la niñera fotógrafa en su interpretación era más colorista y, el relato en viñetas, muy logrado. Ella es una dibujante dueña de una paleta vívida que supo hacer comulgar viñetas de la vida de Maier (las que ella ha imaginado) con otras creadas partiendo de sus fotografías. El resultado es un collage sobre la vida vista a través de los ojos astutos de una mujer que vivió libre y sola, en silencio y en el anonimato. La guionista polaca Marzena Sowa se propuso lo mismo con Claraoscura, o eso pensamos, para el libro de historieta publicado originalmente por Dargaud. La obra que nos ocupa, editada en España por Andana, recoge varios periodos de la vida como niñera de Maier y los convierte en capítulos de una biografía en viñetas que logra trasmitirnos su grado de obsesión por fotografiarlo todo, cosa que hacía según iba trabajando como niñera, pasando de familia en familia, y de almacén en almacén (no tiró ninguno de sus carretes), con un estoicismo admirable. El relato de Plateau en este tebeo funciona, cierto, aunque no logra comunicar al lector la supuesta grandeza artística que atesoraban aquellos miles de negativos que un fotógrafo aficionado halló en una subasta.
Si hay que buscar culpables de esa desconexión miremos a Émilie Plateau, una dibujante procedente del fanzinismo y que ha sido autora ya de unos cuantos tebeos (Comme un plateau, Moi non plus, la también biográfica Noire o L'Épopée infernale). Sus historietas suelen ser en blanco y negro, crudas en el acabado, incluso toscas, lo cual conviene para ciertos relatos reivindicativos, que es lo que se le da mejor. Pero no acierta a captar la esencia de Maier en este tebeo. Construye correctamente los fragmentos de su biografía al dictado de Sowa, que aloja píldoras de ternura en algunos pasajes, pero Plateau lo diagrama todo de forma fría, en una retícula de 3 x 2 que plantea un ritmo cansino, totalmente falto de emoción. El dibujo de Plateau es limitado, son creíbles los edificios que dibuja, pero no las personas, lo que incluye a la propia Maier (no acierta con su “retrato”), resultando muy poco convincentes las interpretaciones que va intercalando de las fotografías de la niñera, con lo que arrebata su belleza al lector. El uso del color tampoco es destacable y, si por algo resulta atractivo este tebeo es por la edición cuidadísima de Andana, que ha utilizado un magnífico papel y la ha sacado de imprenta con una encuadernación perfecta.
Una obra fallida a nuestro juicio debido a la labor gráfica, pero que al menos rescata el carácter obsesivo y estoico de una mujer que mantuvo oculta su vena artística a lo largo de una vida dedicada a los demás.
Si por algo más debemos recomendar este tebeo es por haber sido Andana una de las empresas editoriales que ha sufrido el varapalo de la dana desatada entre octubre y noviembre de 2024 en Valencia. Parte de su almacén ha resultado destruido y también otro fondo que guardaba la distribuidora GEA. En total, unos 110.000 ejemplares, según estiman. Hay al menos diez librerías que han sufrido el temporal en la zona afectada, y también varias distribuidoras y otras empresas, como LaGrua Estudio o Camacuc, que han ido a la quiebra. Desde el mundo del cómic se ha vivido una ola de solidaridad con las personas y empresas afectadas, y se ha informado al público de que se puede ayudar a los damnificados con donaciones o con adquisición ciertos productos. Una forma de ayudar a Andana es comprando sus tebeos, aprovechando que este año ha publicado algunos muy atractivos, como: L’anell de la serp, El pequeño astronauta, Las crónicas de Rema o Cuatro ojos. Adelante.