Un día es uno de esos tebeos crudos que seccionan una parcela de lo cotidiano para hacerlo relato. Casanova, su autor, es uno de los autores acogidos a la corriente de los que buscan el sentido de lo narrado en lo vivencial y en lo cotidiano, inasequible a los procesos de espectacularización que viene sufriendo nuestra cultura desde hace una década, aproximadamente.
La historia se centra en dos individuos que son poco más que individuos, por tratarse de ciudadanos de 'segunda': yonquis. Dos balas perdidas, hombre y mujer, que gastan su tiempo deambulando por calles, dormitando en bancos de parques, apoyándose en los bordillos o en los quicios, temblando y hambrientos. Sus caras son máscaras adelgazadas, roídas sus encías por la droga. Sus conversaciones son inútiles, toscas o básicas, y sus objetivos en el día son llegar al día siguiente.
Casanova ha construido este relato enunciando una realidad, quizá una realidad cercana en el barrio donde desarrolló la obra (reconoce en créditos que los personajes existen), y apoyado en un grafismo seco, sin modulación de la línea salvo para hacerla trémula, de un blanco y negro hiriente. Deja claro que las calles y las fachadas son ciertas, pues se muestran más limpias y ricas en detalle que los mismos protagonistas. Y plantea un discurso en el que los roles que desempeñan los protagonistas no crecen, no progresan, sólo sobreviven entre toma y toma de metadona, concibiendo un mañana que no será tal, pues volverá a ser 'un día' como hoy.
Un tebeo corto pero gozoso, sobre un pedacito de Barcelona, sobre un pedacito de humanidad desesperada a la que ya ningún ciudadano miramos como iguales. Es éste un tebeo que parece poca cosa, y hasta feo en una primera ojeada, pero que lanza un mensaje tan frío como contundente, directo a la boca del estómago de todos aquellos que apretamos más el bolso o sujetamos la cartera cuando vemos que se aproxima alguien en chándal y sin afeitar. Y que, también, reconozcámoslo, a veces dejamos que el perro deposite sin mirar atrás.
Porque no nos gusta mirar nuestros desechos.
La única duda que surge ante la lectura de Un día es si el autor ha adoptado realmente algún tipo de compromiso ético con respecto a sus personajes o si, en el fluir del relato, los personajes que aparecen (la pareja que discute, el policía en el parque, la dueña del perro que caga en la calle) responden a una postura de la que se hace responsable el autor. El relato queda abierto y es el lector el que interpretará este aspecto, con lo que, al pasar la última página, queda en el paladar un extraño sabor.
Nacho Casanova, valenciano, hombre, cáncer y rata, camina sin titubear por la nueva historieta española. Su Biografía no autorizada ha sido un tebeo muy bien recibido y con él ha demostrado cualidades creativas atrayentes pese a tratarse de las vivencias de un joven de sólo 36 años. Con su creatividad, este joven demuestra que la historieta puede desasirse de las funciones y los ejes tradicionales para conformar una nueva poética. En ella estamos.
Datos editoriales:
Un día, de Nacho Casanova
Libro de historietas en rústica, 21X15 cm., 64 páginas b/n
T. Dolmen Editorial: Siurell, s/n, Palma de Mallorca, 8,95 euros
Texto promocional editorial:
“Si viviéramos al revés, es decir, si pudiéramos saber cómo va a acabar cada día antes de comenzarlo, podríamos ponerle un título que fuera adecuado. Como las cosas no son así, nos acostumbramos a afrontar cada día de la misma forma. Y lo que entonces conseguimos, es que cada nuevo día sea nada más que eso: un día. Sólo, un día”. Con esta premisa cierra Nacho Casanova la contraportada de esta obra que, básicamente, nos narra cómo es la vida de una pareja drogadicta, desde que amanece hasta que se acuestan. A lo largo de las 56 páginas de esta obra, el lector verá por un lado cómo el autor ve tanto la forma en que dos drogadictos ven la sociedad, y por el otro cómo ésta ve a los drogadictos, a través de todo tipo de personajes que van paseando por un escenario perfectamente definido por el autor. Casanova, con trazo sencillo, logra introducir al lector en toda la crudeza que rodea al tema de las drogas y quienes las sufren, con un relato lleno de sentimientos que logra introducir dentro de sí a quien se acerca hasta él.