SPIDER-MAN: SUS AVENTURAS EN PRENSA
DIEGO MATOS AGUDO(Universidad de Salamanca (USAL))

Title:
Spider-Man: his adventures in comic strips
Resumen / Abstract:
En este artículo muestra cómo en el año 1977 Stan Lee consiguió el objetivo de publicar una tira de prensa de su personaje Spider-Man. Su debut en los diarios se produjo el 3 de enero de ese año, como parte de un acuerdo en el que estaban incluidos Conan, Howard el Pato y Hulk. De los tres, solo Peter Parker consiguió mantenerse en el tiempo, en una especie de Universo Marvel independiente desarrollado en los periódicos hasta el momento presente. / This paper shows how in 1977 Stan Lee achieved the objective of publishing a newspaper comic strip of his character Spider-Man. His debut in the newspapers happened on January 3 of that year, as part of a deal that included Conan, Howard the Duck and Hulk. Of the three, only Peter Parker managed to remain in time, in a sort of independent Marvel Universe developed in the newspapers until the present moment.
Palabras clave / Keywords:
Spiderman, Stan Lee, Universo Marvel, Peter Parker, Larry Lieber, Superhéroes en la prensa, Tiras de prensa/ Spider-man, Stan Lee, Marvel Universe, Peter Parker, Larry Lieber, Superhero Comic-strips, Comic strips

En el momento en que una araña radiactiva pica al chico más pardillo del instituto todo puede pasar. El 10 de agosto de 1962, cuando Stan Lee y Steve Ditko lo imaginaron para la historieta del número 15 de Amazing Fantasy, nadie pensaba que estaba naciendo todo un icono del noveno arte; uno de los personajes más reconocibles, tanto dentro como fuera del medio. Saltó de viñeta en viñeta hasta la televisión, en forma de series animadas y de imagen real; después llegó al cine, con dos encarnaciones, primero en la trilogía de Sam Raimi con Tobey Maguire, más tarde en las dos de Marc Webb con Andrew Garfield, y ahora llegará una tercera encarnación dirigida por Jon Watts con Tom Holland en la piel de Peter Parker. Pero antes de eso también se coló en los periódicos en forma de tira de prensa diaria, que aún sigue activa. Algo que Stan “The Man” Lee deseaba desde el principio, cuando el artrópodo picó al joven.

El origen del héroe: “Todo gran poder…”

«Si tú sigues leyendo, yo seguiré escribiendo». Con esta frase, Stanley Martin Lieber cierra uno de los más míticos diálogos de Mallrats (1995), una de las primeras películas de Kevin Smith, y que podría resumir una de las máximas del conocido guionista. Casi desde el principio, sus superhéroes con “problemas cotidianos” de La Casa de las Ideas lucharon su particular batalla por las ventas en los quioscos contra los grandes “dioses” de DC Comics. «Así que desde el principio los consideré como personas de carne y hueso, como la clase de gente que tú o yo podríamos conocer o tener como parientes», especificaba en una entrevista. La clave de sus creaciones quizá sea lo que más ha perdurado en la retina y en la memoria de los aficionados: sus personajes eran héroes con pies de barro, todos tenían puntos débiles, no siempre eran felices ni afortunados.

   
La primera plancha de la serie publicada en el número 15 de Amazing Fantasy.
   

Spider-Man fue el tercer superhéroe que lanzó al público, tras Hulk, que fue el segundo, y un poco antes, la primera familia de Marvel, los Cuatro Fantásticos. Luego vendrían otros como Thor, Daredevil, el Doctor Extraño… la Patrulla-X… En aquel entonces las páginas en blanco de la editorial se fueron poblando de todo tipo de seres superpoderosos y atractivos. En los años sesenta, los personajes adolescentes solían acompañar a los héroes en forma de sidekicks, pero a Stan Lee eso no le gustaba, por lo que decidió romper con la tendencia y hacer de uno de ellos el protagonista. Así los más jóvenes podrían sentirse identificados y querrían leer todas sus aventuras. Vecino de Forest Hill, un barrio situado en Queens (Nueva York), Peter era un chico normal, un tímido estudiante que intentaba pasar desapercibido en el instituto. No encajaba con la gente de su edad, por lo que uno de sus rasgos principales fue la soledad. Los lectores, muchos de ellos adolescentes, se identificaron de inmediato con el héroe “amistoso vecino”.

Y eso que cuando Stan le presentó el proyecto a Martin Goodman, el director de la editorial lo rechazó, argumentando que las arañas no eran del gusto del público. Aun así, dejó que introdujera a Spider-Man en las últimas páginas de la serie Amazing Adult Fantasy, que pronto pasaría a llamarse Amazing Fantasy. El encargado de dar forma visual al Hombre Araña fue el más íntimo colaborador de “El Hombre”, Jack Kirby, pero al guionista no le gustó demasiado y trasladó el encargo a Steve Ditko. Él sería el que otorgase al héroe su imagen definitiva. Ninguno era consciente del éxito que tendrían. En el número en que debutó, las ventas se dispararon, por lo que le dieron una colección propia, The Amazing Spider-Man, que comenzó en 1963. Desde entonces Spider-Man ha vivido innumerables aventuras hasta nuestros días en las múltiples series que han acogido sus andanzas, además de haber generado todo tipo de  merchandising, videojuegos, series de televisión, películas…

 

Más allá de los cómics: “… conlleva una gran responsabilidad”

En el año 2000, Marvel decide crear un nuevo universo de ficción orientado a potenciales nuevos lectores. En él surge la cabecera Ultimate Spider-Man, con guiones de Brian Michael Bendis, en donde se reestructura toda la historia del héroe adaptándola a los nuevos tiempos. El éxito fue increíble, hasta el punto de que tras la muerte del Peter Parker de este universo (en el 2011), otro nuevo Spider-Man recogería el testigo. Así nace Miles Morales, con poderes similares a los de Peter, pero con algunas modificaciones, como su aguijón de veneno paralizante o su capacidad para volverse invisible.

   
    Cartel de la próxima entrega cinematográfica del personaje.

Este es solo un ejemplo de los múltiples usos del personaje que se han dado, a lo largo de las décadas, dentro de la propia editorial. Como diría MJ: “Acéptalo, tigre… te ha tocado la lotería”. Porque Spider-Man es un gran activo, ya que genera muchos beneficios indirectos, relacionados con todos los productos inimaginables de mercadotecnia (desde camisetas a pijamas, pasando por estuches, gorras, figuras de acción…), la industria de los videojuegos (puede que este sea el personaje sobre el que más juegos se han hecho), la televisión (desde la serie clásica de los noventa, Spider-Man: The Animated Series, a Spider-Man y sus Superamigos, una década antes; Spider-Man Unlimited, en los primeros años del siglo XXI; El Espectacular Spider-Man, o la más cercana Ultimate Spider-Man), o el cine, con los filmes anteriormente citados.

Pero antes de todo esto y en relación a la fuerza del personaje, llegaba la primera “adaptación” a la prensa, porque aunque contaba la misma historia, los sucesos no eran del todo iguales, manteniendo dos líneas paralelas diferenciadas. En 1977, después de un par de intentos por parte de Stan Lee que no terminaron de calar, el guionista consiguió su objetivo: transformar las aventuras del famoso superhéroe en una tira diaria. El debut de Spider-Man en los diarios ocurriría el 3 de enero de ese año, como parte de un acuerdo en el que estaban incluidos Conan, Howard el Pato y Hulk. De los tres, solo Parker consiguió mantenerse en la telaraña mediática. Desde entonces hasta ahora, con Stan Lee a los guiones, cumpliendo un sueño de su niñez. El director editorial de cómics de Panini hablaba sobre ello en la introducción del primer tomo de Spider-Man. Las tiras completas:

¡Ah! Pero la prensa era otra cosa. Durante los años treinta, cuarenta y cincuenta del siglo XX, Harold Foster realizaba Príncipe Valiente, Alex Raymond dibujaba Rip Kirby, y Milton Caniff, Terry y los piratas. Los ejemplos no se acabarían. Y lo cierto es que los dibujantes de prensa estaban mejor considerados socialmente y cobraban sueldos significativamente mejores. En la prensa dibujaban los “artistas” y, claro, algunos dibujantes de comic books, con más o menos razón y ya fuera por razones creativas de prestigio o crematísticas, soñaban con entrar en el fabuloso mundo de las tiras diarias y dominicales (2007: 7).

Fueron numerosos los periódicos que comenzaron a publicar la tira desde el principio.

Cuarenta años después, a los coloridos comic books del Hombre Araña se unió la propuesta para los periódicos, primero con los dibujos de John Romita Sr., ayudado por entintadores de la talla de Mike Esposito, Frank Giacoia, Fred Kida o John Verpoorten, que estuvo al frente de la parte gráfica durante los cuatro primeros años (aunque después, el 9 de noviembre de 1980, tuvo que abandonar por el ritmo de trabajo; tres días de la semana los dedicaba a las tiras y luego otros dos para labores de la editorial). Tras su marcha, las tiras serían dibujadas por Larry Lieber, el hermano de Stan, que también se encargó de algunos guiones, y las páginas dominicales, por Floro Dery. Le siguieron Fred Kida y Dan Barry. En el año 1992, Paul Ryan hacía los lápices, con Joe Sinnott como entintador, en las dominicales, con otros artistas de gran valía como Ron Frenz y Sal Buscema, en periodos cortos. Desde 1997 las diarias las dibuja Lieber, entintado por Alex Saviuk, y las de los domingos son obra del mismo Saviuk, con Sinnott a las tintas. Un vaivén de artistas que se contrarrestaba con la presencia imperturbable de Stan Lee.

En la época del inicio de la tira, Romita parecía haberse alejado del personaje, ya que en su colección regular llegó Ross Andru a las páginas interiores y a partir de 1976 también dejó de hacer las portadas, tarea que recayó en otros como Dave Cockrum, Gil Kane o Andru, que se quedó estable a finales de ese mismo año. Esa lejanía entre dibujante y protagonista no era tal: «Para quien solo mirara hacia Marvel, Romita parecía haberse desentendido del trepamuros, pero no era cierto, puesto que, por primera vez en años, había vuelto a dibujarlo de manera constante. No en forma de comic book, sino de tira de prensa. Era un viejo sueño que compartía con Stan Lee y que por fin se había hecho realidad» (Clemente, 2015: 209).

El origen del proyecto se remonta a 1972, cuando el dibujante y el guionista intentaron lanzar por primera vez una tira de prensa. Entonces Chip Goodman estaba al frente de la editorial, y ellos le entregaron un sobre con un año de argumentos preparados y dos semanas de tiras listas (unas doce, de prueba) que debía mover entre los sindicatos dedicados a la distribución de este tipo de material en los periódicos. Cuando le despidieron, un tiempo después, descubrieron que el sobre seguía en la mesa de su despacho. No se lo había ofertado a nadie. Ni siquiera estaba abierto, por lo que descubrieron que el hijo de Martin Goodman no había tenido interés ni en ver las tiras. Romita no se extrañaba: «Siempre pensé que el motivo por el que no había tratado de vender las tiras era porque no quería que Stan tuviera más éxito. No creo que tuviera nada contra mí, pero quizá sí tenía algo contra Stan» (Clemente, 2015: 209).

La primera tira de la serie tal y como apareció publicada en The Pittsburgh Press del 3-I-1977.

En 1976 sería el Register and Tribune, un pequeño sindicato de prensa, el que se animase con esta tira, distribuyéndola hasta 1985 (después recaería en Cowles Media Company, en 1986, y más tarde en King Features Syndicate, hasta la actualidad). Romita quería seguir con su puesto como director artístico, pero no podía dejar pasar la oportunidad. Además, había una creencia generalizada que decía que los dibujantes de tiras de prensa eran los que conseguían hacerse millonarios.

Hablamos acerca de cómo hacerlo —recuerda Romita—, y cuando ellos sugirieron que sería una página dominical, les dije que me encantaría. Una vez dibujé la primera, les gustó tanto que dijeron que debía ser diaria. Lo que ocurrió fue que tuve que masacrar la página dominical y convertirla en seis tiras diarias. Stan no me dio un guión. Simplemente hablamos acerca de lo que haríamos. Todo lo que dibujé fue la presentación de los personajes, y él la escribió. Fue Stan quien, a través de la Stan Lee’s Soapbox publicada en los cómics con fecha de portada de marzo de 1977, oficializó el arranque de la tira (Clemente, 2015: 209).

Muy ligado a su época primigenia, Spider-Man era un producto sesentero que reflejaba las aspiraciones y los miedos de los Estados Unidos de aquel entonces, en plena Guerra Fría, con la guerra de Vietnam, la muerte de JFK o las melodías de The Beatles. Luces y sombras de un ayer que supo evolucionar, un personaje que supo crecer al igual que lo hacían sus lectores (Parker se hizo fotoperiodista, profesor, investigador…), que se adaptó y fue cambiando, pero continuó con su esencia reivindicativa y con el sentido de la aventura de sus primeros episodios, de sus primeros años. Ahí radica su verdadera fortaleza. Todo esto se mantuvo en las tiras, y se modificó, al mismo tiempo, como un eco de la sociedad norteamericana del momento, con sus filias y sus fobias reflejadas en la tía May, Robbie Robertson, Mary Jane Watson, tía Anna, Flash Thompson, Harry Osborn o J. J. Jameson, así como nuevos personajes e intereses románticos para el héroe (convertido en una suerte de ligón) como Carole o Tana, pero sin rastro de Gwen Stacy, aunque sí que aparecía en las primeras páginas de prueba. En un momento en el que los comic books habían llegado a su mayoría de edad, conectando, en palabras de Viturtia, su “fuerza gráfica” con “la elegancia” de la prensa y dirigiéndose a un público más amplio, potencialmente nuevo, que podía no tener conocimientos previos sobre el personaje.

El resultado fue fantástico, Romita parecía haber nacido para dibujar tiras, y convirtió sus limitaciones en virtudes. Lee tardó un poco más en captar el ritmo de la narración, pero una vez captó el peculiar mecanismo de las tiras, el Spider-Man de la prensa no tardó en convertirse en un mito. Con unos rasgos ligeramente diferentes del Universo Marvel y con un grafismo especialmente cuidado, la tira fue para el gran público un éxito inmediato durante décadas a la vez que se convirtió en una obra de culto entre los aficionados al cómic. Marvel había entrado por méritos propios en el deseado panteón de la prensa (2007: 8).

Romita se despidió de la serie el domingo 9-XI-1980. El lunes siguiente ya firmaba Lieber los dibujos (aunque algunos periódicos no se dieron cuenta).

Stan Lee había decidido crear una especie de “Universo Marvel  independiente” para las tiras, construyendo una versión propia de las historias que se publican en las cabeceras regulares y en los eventos de La Casa de las Ideas. Massimiliano Brighel lo explica en la introducción del primer tomo de Panini: «Por poner un par de ejemplos, el origen de Spider-Man está inspirado en el que aparecía en el episodio piloto del telefilme protagonizado por Nicholas Hammond»; y continúa: «Al menos al principio, en las tiras no se mencionaba la existencia de otros superhéroes en Nueva York para reservarse la decisión de incluirlos o bien hacer al trepamuros el único justiciero de la ciudad». En realidad, Lobezno, el Doctor Extraño o Daredevil fueron de los primeros en hacer acto de presencia, pero cuando Romita ya se había marchado. Aunque sí aparecen villanos desde el principio, como el Doctor Muerte, Otto Octavius, Kraven, el Hombre de Arena (en la época de la tercera película cinematográfica de Sam Raimi, como referencia) o Kingpin, pero el verdadero antagonista de Spider-Man es el editor del Daily Bugle, que convierte su lucha contra la reputación del héroe en algo personal, llegando a hacerse hasta con una armadura de Iron Man para enfrentarse a él en una rocambolesca trama. Aun así, las amenazas a las que se enfrenta en las tiras suelen ser más mundanas, en una estrategia de los artífices de simplificar, de alguna forma, los contenidos para dirigirlos a una audiencia más amplia, que podía ser, o no, además lectora de cómics. Esto tenía mucho que ver con la manera de Stan Lee de hacer las cosas:

Trabajo de manera algo diferente al resto de escritores. En vez de decidir al principio quién será el adversario, cuál será el crimen o qué amenaza mortal tendrá que afrontar nuestro héroe, trato de particularizar una situación cotidiana, una subtrama interesante o un problema que parece irresoluble para Peter. He tratado de dar a estas historias un acento más realista, y vosotros juzgaréis si, más o menos, lo he conseguido, pero apuesto a que os gustarán. ¿Y por qué estoy tan seguro de eso? Muy fácil. A mí me han gustado… (Lee, 2007).

En la prensa, el verdadero enemigo de Spiderman era J.J. Aquí lo vemos compartiendo espacio en el periódico con Hulk.

The Man, en cualquier caso, sufrió durante el proceso, ya que tuvo que adaptar el estilo grandilocuente de sus obras, su habilidad argumental y el tratamiento de sus personajes a un medio de narración más directo. Aunque ya había tenido cierta experiencia previa con Willie Lumpkin, una tira que había hecho con Dan DeCarlo protagonizada por un cartero muy particular que se había convertido en secundario en las historietas de los Cuatro Fantásticos. Pero no podía decirse que se hubiera tratado de un éxito, ni como zona de pruebas, ya que estuvo activa sólo de 1959 a 1961. Ahora sus historias debían pasar de las veinte páginas a la media docena de viñetas, como máximo, cuando no eran tres o cuatro solamente… Tuvo que adaptarse, aunque mantuvo el cliffhanger como cierre de cada tira, buscando que los lectores se mantuvieran en vilo… hasta el día siguiente. «La tira del trepamuros le obligaba además a un sistema de trabajo que no había usado en décadas: en lugar del cómodo, para él, método Marvel, se vio forzado a recurrir a los guiones completos con los que pudiera marcar claramente la narrativa», explica Julián Clemente en su libro (2015: 211). Más tarde, para ayudar a Stan con las tiras, Jim Shooter se sumó al equipo. En la actualidad ha saltado el rumor de un desequilibrio entre las labores de trabajo, aunque la relación entre Shooter y Lee fue problemática desde que empezaron a trabajar juntos:

Cuando Shooter fue reclutado para que proporcionase argumentos a Lee para la tira de prensa de Spider-Man, Lee le explicó con paciencia el proceso: “Verás, cada día se publica una tira en el periódico…”, como si Shooter fuera un niño. Cuando entregó la primera remesa de argumentos, sin embargo, Lee quedó impresionado: “Son buenos”; “Gracias”. Hubo una pausa incómoda. “¿Cómo es que los cómics no son tan buenos?” (Howe, 2013: 205).

Los arcos de las historietas se completaban en aproximadamente dos meses de tiras diarias y dominicales, siempre manteniendo esa independencia. Hasta que en 1987 tuvo lugar el primer acontecimiento que ocurriría a la vez en las tiras y en los cómics: la boda de Peter Parker y Mary Jane, consiguiendo un efecto parecido al que más tarde se vería en la televisión (en Lois y Clark, las nuevas aventuras de Superman) y en las viñetas con la boda de Kal-El y Lois Lane. El anuncio se hizo en una mesa redonda con Shooter y Lee en la Chicago Comic-Con de ese año. Desde el público lanzaron la pregunta: ¿Mary Jane y Peter se casarían? El público enloqueció, y la idea se convirtió en un éxito.

Después, Lee y Shooter empezaron a tomarse la idea en serio. La difusión de la tira de prensa diaria de Spider-Man había caído últimamente, un gran evento como este podría darle un impulso. Acordaron coordinar la boda para que se produjera simultáneamente en el cómic y en la tira de prensa. John Romita expresó su preocupación. Todavía recordaba, después de más de treinta años, cómo había caído en picado Li’l Abner cuando Abner se casó con Daisy May. Romita fue ignorado (Howe, 2013: 302).

La boda del lanzarredes disfrutó de una cobertura excepcional en la prensa.

Un par de años después, a principios de 1989, las tiras empezaron a publicarse en España gracias a Cómics Fórum. Llegaron a sacar 34 cuadernillos, hasta mayo de 1991, en los que se encontraban tanto las primeras tiras de Lee y Romita Sr., como las siguientes. Y ya en 2007, Panini publica dos volúmenes de lujo. En el primero están «todas las tiras desde 3-I-1977 a 28-I-1979», mientras que en el segundo se encuentran «todas las que van desde el 29-I-1979 al 11-I-1981».

La boda no sería el único punto coincidente. El 31 de diciembre de 2008 se anunciaba una sorpresa para los fans de la tira: «¡Atención, Spidey Fans! ¡A partir de mañana habrá un gran cambio en la vida de nuestro héroe! Verás la misma spidey-sorpresa que Marvel dio a sus innumerables lectores. Es algo que también debemos hacer porque… ¡Un gran poder conlleva una gran responsabilidad! O simplemente piensa que es nuestra manera de desearte: ¡Un Feliz Año Nuevo!».

Los lectores se enfrentaron a la sorpresa con escepticismo. Los que también leían comic books intuían que la polémica podría llegar a las tiras. Y llegó. Peter se despertaba y había rejuvenecido. Ya no estaba casado con Mary Jane, y seguía en casa de su tía May. Era Spider-Man: Un día más y Spider-Man: Un nuevo día. Con Mefisto haciendo de las suyas a favor de un cambio en la retrocontinuidad que, con mayor o menor fortuna, daba el salto a un formato diferente, dentro de un medio diferente, pero con muchas coincidencias.

Inicio de 2009: Spiderman reloaded.

Sin embargo, pronto se demostró que las tiras de prensa son un medio distinto del comic book y lo que funciona en uno no tiene por qué funcionar en el otro. No había transcurrido un año cuando en la tira vieron que un Peter casado con Mary Jane funcionaba perfectamente y se decidió que todo lo sucedido durante ese período de retrocontinuidad no era más que un sueño. Por ese motivo, la pareja continúa, a día de hoy, felizmente casada en sus historias de prensa. Una demostración de que este tipo de producto está dirigido a un público más adulto que el lector de comic book y no necesita un héroe soltero con el que identificarse.

Como conclusión, se puede decir que «la tira de prensa no fue más que una de las múltiples maneras en que Spider-Man se expandió más allá de cualquier límite imaginable a lo largo de la segunda mitad de los años setenta», como asegura Clemente (2015: 213). Y es que la red que comenzó a tejer Stan Lee en 1962 ha continuado hasta hoy, con especial fuerza en ese lejano 1977, entrelazando a autores, guionistas, dibujantes, coloristas, editores, cineastas, directores, actores, diseñadores, jugueteros, espectadores, jugadores, lectores… personas… que, al igual que Peter Parker (o puede que gracias a él), son conscientes de las responsabilidades que conllevan, siempre, los grandes poderes.

 

Bibliografía

Clemente, J. M. (2015): Spider-Man. La historia jamás contada, Girona, Panini Cómics.

Howe, S. (2013): Marvel Comics. La historia jamás contada, Girona, Panini Cómics.

Lee, S., y Romita Sr., J. (2007): Spiderman. Las tiras completas vols. 1 y 2, Girona, Panini Cómics.

Sims, C. (2014): “The Spider-Man strip is the craziest superhero story happening today”, disponible en línea el 22-IV-2017 en: http://comicsalliance.com/the-spider-man-newspaper-strip-crazy/

Creación de la ficha (2017): Diego Matos. Edición a cargo de Antonio Moreno. · Datos e imágenes obtenidos de diferentes sitios web
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
DIEGO MATOS AGUDO (2017): "Spider-man: Sus aventuras en prensa", en Tebeosfera, tercera época, 3 (11-VI-2017). Asociación Cultural Tebeosfera, Sevilla. Disponible en línea el 23/XI/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/spider-man_sus_aventuras_en_prensa.html