TEBEOSFERA: A ver si coincides con los demás: ¿dónde estriba la diferencia entre lo “picante”, lo erótico y lo porno? Historieta publicada en TBO nº 681 (nov. 1970), con sólo 18 años.
SOLER: Lo picante es la insinuación, es dibujar una acción para que el lector termine de entender lo que querías decir; lo erótico es estética, vas a mostrar situaciones pornográficas sin que lo sean utilizando la sensibilidad suficiente para ser atractivas, y el porno es ya el acto directo sin tapujos ni subterfugios.
T: Eres de la “quinta del 52”, así que crecerías con el aperturismo, la modernización de España y los tebeos de El Capitán Trueno… ¿O fueron otros los tebeos?
Historieta y denuncia social en Butifarra! (1975). |
T: ¿Cómo viste tú la lenta eclosión del erotismo en España en los años sesenta/setenta?
Trabajos de agencia realizados en 1975 y 1976.
T: ¿Piensas que el cómic erótico de entonces contribuyó solamente a satisfacer la lujuria masculina?
S: Sí, en un principio satisfizo la lujuria masculina, femenina y de los homosexuales, tema que evidentemente aún fue más maltratado. Como era normal, poco a poco se fue normalizando, y las tiradas y apariciones de estas revistas se fueron asentando de una manera estable o desapareciendo.
T: En los setenta dibujaste cómics para varias revistas como El Papus, El Cuervo, Kaña o A Tope. Estos editores eran ciertamente distintos. ¿Qué diferenciaba las filosofías de las revistas citadas?
La diferencia de filosofía entre los editores era que mientras se publicaba una revista comprometida y crítica con el estado del país, ese mismo editor publicaba una serie de revistas para divertir al público; incluso publiqué en una colección de revistas juveniles de pasatiempos.
"Gallinero de la historia", serie para El Papus de principios de los ochenta.
T: ¿Recuerdas cuánto pagaban estos editores por página?
S: Temo equivocarme pero en la primera época, en editorial Amaika, los precios de El Papus doblaban a los de las otras revistas, por ejemplo si por una página de El Papus pagaban 10.000 pesetas, por una de El Cuervo sólo 5.000 pesetas.
Más tarde, en la editorial Iru que seguía llevando Navarro, uno de los gerentes de Amaika, se bajaron los precios (entre 3.000 ó 4.000 pesetas), pero como él decía, editaba las revistas porque aunque no ganaba mucho dinero, no perdía nada de la inversión y todo esto servía para que trabajaran una serie de dibujantes, los de la imprenta, etc., y a él le permitía salir de casa y seguir disfrutando de su despacho.
Historieta realizada para la revista Sexy Contact. Bajo estas líneas, viñetas para la revista Vale por la cual Soler fue llevado a juicio por escándalo público.
T: Dibujaste pasatiempos en tebeos e historietas en revistas de pasatiempos, como Sexy Contact. ¿Era eso mismo lo que hiciste en las revistas Pronto y Vale?
S: Sí, para la revista de corta duración Sexy Contact dibujé páginas de historieta de un personaje llamamodo Simon Pollatiesa. Era una revista más de la época donde parte de su contenido era material enviado por los mismos lectores.
En Pronto, el editor, el señor Nadal, me dio la responsabilidad de realizar todo el contenido gráfico de la revista, desde pasatiempos hasta ilustraciones o dibujos para los horóscopos.
En la revista Vale, que nació junto con otras publicaciones en aquel tiempo del destape, yo publicaba una página de pasatiempos eróticos, diferentes ilustraciones y un chiste a toda página. Por cierto, por uno de los chistes publicados en la revista Vale tuve que ir a los juzgados, era una época muy sensible en estos temas. Se trataba de un chiste gráfico en el que se bromeaba con la posibilidad de que un gladiador ajusticiara a otro con una sugerencia homosexual. Recibí una citación por escándalo público para personarme en el juzgado en enero de 1978. El asunto se sobreseyó.
T: ¿Y este tipo de cosas no suponía problemas de los autores con los editores de las revistas denunciadas?
S: No, te cuento: en esta época (1977), por ejemplo, la revista Vale ya se sabía que iba a ser secuestrada, por lo que si su día de salida era los jueves, se distribuía los martes, con lo que cuando iban a secuestrar la revista la mayoría de los ejemplares estaban vendidos.
Lo que les quedaba era la querella por “escándalo publico” y así fue casi cada número, aunque a la larga quedaba todo sobreseído. O sea una pantomima.
En aquella época también tuve una citación por la revista Butifarra!, no por cuestiones de sexo, fue por cuestiones religiosas.
T: ¿La mujer dibujada en estas revistas contribuyó a elevar su participación en sociedad o sólo a incrementar el uso sexista de su imagen?
S: La figura femenina es el punto de atracción para el público masculino, y por eso en toda historieta el guión era importante, pero lo era más el dibujar mujeres atractivas.
Evidentemente, este tipo de revistas no ayudaban en nada a la mujer, ni mucho menos reflejaban la participación femenina en la sociedad, aunque había historias que planteaban abusos machistas sobre las mujeres en situaciones laborales, reflejando vejaciones sufridas por mujeres.
T: ¿Por qué las tetas o los culos femeninos tenían tanta importancia en estos cómics y el pene tan poco?
S: No estoy de acuerdo, es cierto que las tetas y los culos eran y son elementos atractivos para este tipo de historietas, pero hay escenas en las que un buen pene es necesario para resolver un guión.
T: ¿Qué cánones de representación de la belleza femenina elegiste tú para las publicaciones de Amaika?
S: A pesar de dibujar situaciones eróticas casi pornográficas, siempre intenté que esas situaciones se parecieran el máximo a la realidad en que vivíamos, y las mujeres y los hombres que yo dibujaba eran reflejos de gente conocida en cuyas imágenes me iba bien inspirarme aunque el guión no fuera sobre su forma de vivir.
T: ¿Qué te pedía el editor cuando solicitaba obras de carácter erótico y qué límites te imponías tú?
Todo editor en aquellos años, y en éstos, si es que quedan editores, lo que pide es que dibujes algo que se venda bien, que llame la atención y que sea un éxito.
Generalmente los límites sobre lo que hacías los marcaba tu conciencia, tu educación, tu conocimiento del trabajo que realizas y del público al que te diriges. Por eso mi trabajo es una consecuencia de mi forma de ser, siendo consciente de que estás creando historias para divertir a tus lectores.
T: ¿Qué tema o relato erótico hubieras querido escribir/dibujar o cuál consideras que hubiera sido excelente como base para un cómic erótico?
S: Siempre me ha gustado mezclar la realidad con la ficción y partiendo de las noticias publicadas en los periódicos… hay millones de situaciones pornográficas mucho más fuertes de las que hayamos podido publicar en los años setenta.
Otra colaboración con L`Avi, esta vez para el número 48 de El Cuervo.
Recuerdo, de los autores con los que trabajé allí, a Domenech, a Jaime Sabater, a L´Avi, y un montón más, pero destacaría a Vázquez. Yo ya había trabajado con él, quiero decir que había pasado a tinta muchas de sus páginas en Bruguera, y me sentía orgulloso de trabajar en la misma revista que el genio. Más tarde también coincidimos en El Papus.
Dos portadas de Soler para la publicación Pasatiempos Trompetillo. A la derecha, una de sus páginas de Don Nuño, publicada en Pulgarcito en 1987.
S: L´Avi y yo montamos un estudio donde nos pasábamos el tiempo haciendo cómic, y un día surgió la idea de contar la historia de una población, pero utilizando el cómic, y nos sirvió para hacer muchas más, alrededor de unas sesenta y cinco historias de diferentes poblaciones.
T: Fueron tebeos editados con ayuntamientos pero también con El Punt. Háblanos de tu trayectoria en prensa, tanto en ese periódico como en otros en los que has participado.
Varias tiras para el diario Avui. |
El paso por Regió-7 fue una buena experiencia, aunque corta. Mi colaboración con Avui duró dos años, hasta que el director, Villatoro, me dijo que no disponía de presupuesto para seguir pagando “El Safareig”, que así se llamaba la sección deportiva que dibujaba yo por entonces para este periódico, con guiones de L´Avi.
T: Eres también animador. ¿Tu experiencia como autor de cómics te ha llevado a desempeñar una ocupación “seria” o bien regresarías sin pensarlo a dibujar tebeos?
S: Amaniaco es una revista como las de antes pero hecha en nuestros tiempos. Me explico. Actualmente no existen revistas con diferentes autores, donde cada uno realice sus personajes y cuente sus historias, una revista en la que el lector se encuentre con diferentes estilos de dibujo, o diferentes guiones. Creo que Jordi Coll acertó en el proyecto, al que sólo le falta que llegue a más público, y seguro que muchos que aún no la conocen lo agradecerían.
Página publicada en el número 14 de Amaníaco |
T: Para finalizar: ¿hoy se hace distinto uso de la imagen de la mujer en los medios de comunicación con respecto al que se hacía durante la transición?
S: De una forma diferente, parece que sí. Ahora somos capaces de decir letrados y letradas, como si esto normalizara la situación de la mujer, pero cuando queremos vender colonias u otros productos utilizamos la imagen sensual de la mujer para que nos incite a comprarlos. Sinceramente creo que no ha cambiado mucho la cosa, lo que ha cambiado un poco es el nivel cultural de los jóvenes, que han recibido otra educación, y que espero normalicen la situación de los géneros.
Ya que me das la oportunidad de dar mis opiniones, tampoco entiendo esta idea o ley de paridad, eso de que tiene que haber tantas mujeres como hombres en gobiernos, empresas, etc. Para mí es un error. En gobiernos, empresas o en cualquier lugar de la vida, ha de estar la persona, hombre o mujer, mejor preparada para realizar el trabajo que se le requiera.
T. Amén.