¿QUINO DESPUÉS DE MAFALDA?
A veces resulta difícil (por no decir imposible) separar a Quino de Mafalda. Es más, a veces pensamos que Quino es Mafalda, y hasta que Mafalda es Quino. De nada valen la pila de años que hace que Quino no dibuja ni escribe a Mafalda. Su permanencia es tal, que me atrevo a asegurar que Mafalda jamás dejó de escribirse, ni de dibujarse.
Por eso, a pesar de que, como reza el título, el tema de este artículo es hablar (o por lo menos intentarlo) de Quino después de Mafalda, no me queda ningún otro camino para llegar a él que el de partir de una breve cronología de Mafalda, cuya creación, indudablemente, constituye uno de los hechos culturales más importantes de la Argentina, en la década del ’60:
En 1963 Quino comienza a afianzarse como dibujante y publica su primer "libro", Mundo Quino, recopilación de los chistes sin palabras que habían aparecido en las revistas en las que él colaboraba, y dibuja una "tira" con una familia tipo: una madre, un padre (en cuyos rasgos ya reconocemos a los padres de Mafalda) y un nene, con la aparición esporádica de una hermanita (Mafalda), que crea para una campaña publicitaria que le encarga la línea de artículos electrodomésticos Mansfield, y que nunca se lleva a cabo.
En 1964 Quino presenta las ocho tiras que tiene dibujadas para el suplemento de humor de la revista Leoplán, que le publica sólo tres, en las que Mafalda no aparece. Poco después el jefe de redacción de Primera Plana le pide a Quino una historieta diferente. Saca del cajón sus viejas tiras y dibuja unas cuantas nuevas, donde el nene desaparece y el protagónico queda a cargo de la hermanita. El 29 de septiembre se publica la primera de ellas. Mafalda acaba de nacer.
Continúan publicándose dos tiras por semana, pero a principios de 1965, por diferencias de criterio, Quino se enoja con la gente de Primera Plana y se lleva a Mafalda, que diez días después reaparece, pero esta vez en El Mundo, uno de los diarios con mayor circulación nacional. Mafalda comienza a hacerse famosa.
En 1966 "Mafalda" ya se edita en varios periódicos del interior y del Uruguay, y para Navidad aparece el primer libro de recopilaciones de las tiras, que se agota en dos días. Mafalda ya es un "boom".
En diciembre de 1967 cierra el diario El Mundo y Mafalda deja de aparecer, justo cuando está por nacer su hermanito. Todo el país se lamenta, no solamente por el cierre de uno de nuestros diarios más tradicionales, sino también por la "desaparición" de Mafalda.
En 1968, seis meses después, reaparece en Siete Días, uno de los semanarios más prestigiosos del país, con su hermanito Guille ya nacido. También en 1968 Mafalda llega a Europa y es traducida por primera vez a otro idioma: el italiano. En Milán se publican 30 tiras y un dibujo de ella en la tapa en un libro titulado Libro dei bambini terribili per adulti masochisti. Mafalda ya es internacional.
En 1969, debido al éxito de Mafalda en la antología mencionada, aparece en Italia el primer libro que recopila sus tiras, con el título Mafalda, la contestataria y con un prólogo sin firma, pero que ha escrito Umberto Eco[1]. En 1970 la editorial Lumen de Barcelona publica el primer libro de Mafalda en España, pero la censura le obliga a poner "Para adultos". También en este mismo año se publica el primer libro en Portugal. Mafalda ya se lee en tres idiomas.
Y en 1971, en ocho (castellano, italiano, portugués, inglés, alemán, danés, sueco y flamenco), ya que aparece en periódicos de España, Italia, Dinamarca, Suecia, Noruega, Austria y Australia.
En 1972 se suman Francia y Alemania y comienza el "merchandising" de Mafalda (muñecos, remeras, posters, tarjetas de felicitación) y empiezan a filmarse los primeros cortos de Mafalda para televisión.
· 1973 es un año decisivo para Mafalda: el 25 de julio se despide formalmente de las tiras y no volverá "nunca más", por decisión irrevocable de su propio autor. De todas partes del mundo llegan reclamos para Quino, para que vuelva a recrear a Mafalda; pero él no lo hará, exceptuando algunos dibujos sueltos. El abandono coincide con la aparición de los primeros dibujos animados por televisión, con los que Quino no está muy conforme, pero no puede hacer nada, porque había cedido los derechos. En realidad, estos dibujos animados no son bien recibidos por el público argentino. Por un lado, la indignación de la gente por la "desaparición" de Mafalda de las tiras, y por el otro, el hecho de haber "soñado" durante años una voz y un movimiento para los personajes, que los dibujos animados no pudieron satisfacer.
· Sin embargo, en 1974 empiezan a ser difundidos en Italia, siempre ávida de estos "bambini terribili per adulti masochisti", y en varios países latinoamericanos. También en 1974 se edita en España (en Argentina no) el libro Diez años con Mafalda.
· En 1975 Quino, que está haciendo un largo viaje por Europa, es considerado la figura principal del Salón Internacional del Cómic de Lucca (el más importante del mundo) y también es invitado especialmente a la Feria del Libro de Frankfurt.
· En 1976, en la televisión japonesa, comienzan a emitirse los dibujitos de Mafalda.
· En 1977 Quino vuelve a dibujar a Mafalda y sus amigos (diez ilustraciones y un póster) a pedido de UNICEF, para ilustrar la Declaración de los Derechos del Niño en la campaña de 1978 y, en este año, el salón Internacional del Humorismo de Bordighera (Italia) le concede a Quino su máxima distinción: el trofeo de la Palma de Oro.
· En 1979, cerrando esta década internacional para Quino, se edita en Italia (es el primer país que lo hace) Tutta Mafalda, recopilación de todas las tiras e ilustraciones realizadas por Quino con el personaje, y también comienzan a salir las primeras tiras en Grecia.
Un párrafo aparte merece el análisis de la abrupta e irrevocable decisión de Quino de "abandonar" a Mafalda. Él se limitó a hablar de "cansancio", de la "saturación del personaje", de que "Mafalda no podía crecer más" (en edad), pues siendo una nena grande perdería su gracia, y otras excusas creíbles y valederas, pero no demasiado justificatorias de tamaña decisión. ¿Cuáles fueron los motivos reales del fin de Mafalda?
Sólo conjeturas…
Sólo podemos hacer conjeturas, pero, acostumbrados a los temas urticantes que Quino tocaba o, en el mejor de los casos, "rozaba" por medio de Mafalda y su barra de amigos, resulta demasiado sugestivo que el abandono se haya dado en el '73, año en que comienzan a perpetrarse en Argentina los más violentos hechos de censura y persecución que darán lugar a la peor de las dictaduras militares. Evidentemente, Quino supo que, con los aires que se avecinaban, Mafalda no iba a poder seguir siendo la misma, y creo que no se equivocaba, porque ¿por qué un año después se edita Diez años con Mafalda en España y en Argentina no? ¿Por qué Quino decide hacer un largo viaje, primero por Estados Unidos y luego por Europa, casi inmediatamente después de dejar de dibujar a Mafalda?
Sólo podemos hacer conjeturas, pero resulta curioso que la siempre chismosa Susanita (¿quién si no ella?), unos días antes de la "despedida", el 18 de junio de 1973, "susurrara" a los lectores desde la tira: "Ustedes no digan nada que yo les dije, pero parece que por el preciso y exacto lapso de 'un tiempito' los lectores que están hartos de nosotros van a poder gozar de nuestra grata ausencia dentro de muy poco." ¿Por qué Quino pone y encomilla "un tiempito"? Parecería que la confesión de Susanita dejara entrever una amenaza oculta (la de los "lectores que están hartos de nosotros"), además de no implicar para nada un "para siempre", sino deslizar un "hasta que se calmen las aguas", que evidentemente tardaron demasiado en calmarse como para volver. Sólo conjeturas. Seguramente mucho tiene que ver con esto la famosa “fobia a la sopa” que tiene Mafalda y que, según el mismo Quino, representa toda imposición que nos obligan a aceptar. Quino no quiso que le dieran sopa “de prepo”, y prefirió hacerse a un lado…
A pesar del tiempo transcurrido, Mafalda sigue dando que hablar en la década del 80:
En 1981 comienza a publicarse en Barcelona, en catalán, y se estrena en Buenos Aires el largometraje Mafalda, recopilación de los cortos hechos para televisión.
En 1982 la película se estrena en España y se publica en Suecia la colección completa de las tiras, en 12 libros. En este mismo año, el Salón Internacional de Humorismo de Montreal (Canadá) elige por votación entre colegas de todo el mundo a Quino como el "cartoonist" del año.
En 1983, en el Salón del Libro de París se hace una exposición completa sobre Mafalda; se publica el primer libro de Mafalda en Dinamarca y libros nuevos en Holanda, Francia y Grecia. En este mismo año Quino vuelve a dibujar a Mafalda, junto con Manolito, para una campaña de la Liga Argentina para la Higiene Dental.
En 1984 se edita por primera vez, en España, Mafalda en gallego; meses después los dibujos animados son doblados al francés y se pasan por la T.V. en Francia, Bélgica, Luxemburgo y Canadá. Un año después aparece por primera vez en Estados Unidos, en una recopilación de chistes gráficos, con el título de The World of Quino.
1987 marca un hito en la historia de Mafalda. Quino vuelve a dibujar una "tira" completa con el personaje, a pedido de Joan Manuel Serrat, para su disco sobre poemas de Mario Benedetti El Sur también existe que, por distintas razones, finalmente no se utiliza. El 17 de abril, después del fallido golpe de estado contra el gobierno de Alfonsín, Quino dibuja a Mafalda diciendo: "¡Sí a la democracia! ¡Sí a la justicia! ¡Sí a la libertad! ¡Sí a la vida!".
En 1988 Quino vuelve a dibujar a Mafalda junto a Libertad, para un cartel del Ministerio de Relaciones Exteriores de la Argentina, en conmemoración del Día Universal de los Derechos Humanos. En este mismo año, el 3º Salón Internacional del Comic de Erlangen otorga a Mafalda el gran premio "Max und Moritz", llamado así en homenaje a los dos niños terribles del humor alemán del siglo XIX, considerados antecedentes directos del comic, y el 26 de octubre de 1988 el entonces Intendente Facundo Suárez Lastra y su Secretario de Cultura, Félix Luna, elevan al Concejo Deliberante un proyecto para que Mafalda sea declarada "ciudadana ilustre de la Ciudad de Buenos Aires". El Concejo se opuso, alegando que el título honorífico era sólo para personas. Indudablemente, no habían leído el prólogo que había hecho Umberto Eco a la primera edición de Mafalda en italiano, años atrás.
En 1989 se edita en forma simultánea en Argentina y España (Ediciones de la Flor y Lumen) Mafalda Inédita, con todos los dibujos de Mafalda que no habían aparecido ni en su momento ni en recopilaciones. A fines de la década, en un reportaje en el que se le pregunta a Quino qué hubiese sido de Mafalda si hubiera vivido, ya adulta, en la Argentina de ese momento, responde: "Nunca hubiera llegado a adulta. Estaría entre los desaparecidos."
· Mafalda sigue haciéndose notar en los '90. En 1992 se publica en España, por primera vez en castellano, Toda Mafalda. En ese mismo año, se realiza en Madrid una gran exposición: "El Mundo de Mafalda", organizada por la Sociedad Estatal Quinto Centenario, que también publica un libro con el mismo título. En esta exposición se presenta un corto de animación realizado por el cubano Juan Padrón, en el que Cristóbal Colón encuentra a Mafalda cuando llega a América.
· Por fin, en 1993 aparece por primera vez en Argentina, publicado por Ediciones de la Flor, Toda Mafalda.
· Gracias al éxito del corto presentado en la exposición de 1992, en 1995 la T.V.E. (Televisión Española) y la T.V. Autónoma de Cataluña producen 104 cortos animados de Mafalda realizados por Quino y Juan Padrón, con argumentos tomados directamente de las tiras. En la Argentina, en 1995, Mafalda es utilizada como "cara" de la campaña de los ciclos del Teatro Colón para los chicos titulados "Vamos a la Opera" y "Vamos al Ballet". El 28 de noviembre del mismo año se inaugura en el barrio de Colegiales la "Plaza Mafalda".
Y paremos aquí. La cronología es demasiado extensa, y lo demás es historia reciente, porque “…sucedió lo que tenía que suceder. La historia de la nena, hija de un ama de casa y de un vendedor de seguros, se sigue contando hasta hoy como se cuentan las leyendas. Los padres se la pasan a los hijos, los hijos a los nietos, y todos, a los 50 años, a los 9, a los 20, sienten que Mafalda es de ellos (Fraticola, 2008) [2]”.
La voz de Quino, hoy
Mientras Quino fue la voz de Mafalda, todos sus pensamientos, todas sus inquietudes, se manifestaron a través de la nena contestataria de una manera más metafórica que directa, a veces velados por la ingenuidad propia de la edad del personaje, a pesar de ser sus comentarios ácidos y contundentes.
Durante mucho tiempo, también, a través de las páginas del “Humor de Quino”, nos llegaron voces airadas (a veces sin voz) de personajes que opinaron sobre incontables aspectos de la realidad. Quino es su obra, indiscutiblemente, y su obra no es solamente Mafalda.
Sin embargo, rastreando un poco sus últimas declaraciones en algunas notas que le hicieron, lo que más me sorprendió es que, tanto los que preguntan como el que responde (aunque proteste un poco), no pueden dejar de hablar de Mafalda.
“El que ha leído bien a Mafalda sabe perfectamente qué diría ella de Bush y de toda esa gente”[3]. Curioso. No dice qué diría él, pero nos queda claro. Se refugia en Mafalda, porque, según él mismo lo dijo tantas veces, es un híbrido entre el inseguro Felipe y el soñador Miguelito. Y, de la misma manera, se refugió en Manolito para denunciar el capitalismo despiadado, “aunque de barrio”, y en Susanita para despreciar el fundamentalismo casamentero. Quizás ese fue el único camino que encontró porque, como él dice
“… uno se ve obligado a hacerlo (…) tener que inventar caminos para que no se note o no me censuren. (…) Pibe, chistes sobre militares, no; sobre el divorcio, no, que atenta contra la familia; ¿sexo?, ni hablar. Toda mi carrera la hice bajo censura”[4]. De todas formas, es evidente que siempre se las ingenió para “no tomar la sopa”.
Y hablando de sopa, en una nota que le hacen con motivo de la publicación de La aventura de comer [5] (donde Quino, esta vez sin metáforas y sin subterfugios, enfrenta con toda su “voz” las relaciones de poder y las desigualdades sociales), declara que “… este libro no habla sobre el arte culinario, no es livianito; se trata de un texto con trasfondo político-social, como todo lo que yo hago. El título es porque considero que hoy, aunque siempre lo ha sido, comer es una aventura (…). Existe un dibujo en este libro que viene muy bien para todo lo que quiero decir: hay una manifestación de gente con carteles que dicen: ‘Tenemos hambre’, y la policía está desplegada como para una posible represión. Uno de los policías, en lugar de tener uno de esos bastones largos, tiene un salamín y se lo está comiendo; es decir, que también tiene hambre”[6].
Este comentario me recuerda una página de “Humor de Quino” que leí hace poco en la revista Viva, de Clarín. En él, un locutor muy sonriente dice que nuestro país tiene uno de los índices más altos de mortalidad infantil, y después de una catarata de palabras llenas de orgullo (con la sonrisa inalterable), agradece y pide un fuerte aplauso para todos esos niños que dan su vida para que nuestro país figure en los topes de las estadísticas internacionales… Y todos aplauden satisfechos y frenéticos, menos un nene que llora…
Este último Quino, con la sabiduría y los “permisos” que nos dan los años, ataca con todo en sus últimos trabajos, un poco cansado, como lo escuché una vez decir, de ser como un cantautor al que siempre le piden el mismo tema que fue éxito hace 30 años, sin tener en cuenta que compuso y cantó toda la vida. Y también dice: “A veces siento que la gente me reprocha como a un criminal de guerra que hace 26 años maté a 9 personas: los nueve personajes de la historieta. Yo digo que Mafalda es un dibujo, no una persona de carne y hueso. Qué raro es eso, ¿no? Porque a veces me tratan como si fuera un… como si fuera un asesino…”[7]. Como reflexión final, quizás nos queda decir que Quino está en la cima de su madurez creativa, que sus trabajos nos dan fuerte, en lo más profundo de nuestra sensibilidad, como siempre… Mejor que nunca…
Pero, ¿cómo hacer para “despegarse” de Mafalda? ¿Cómo hacer para que tres generaciones la olviden, después de todo lo que nos dio? Solamente en 10 años de existencia, marcó para siempre, no solamente la cultura argentina o hispanohablante, sino toda la cultura (o por lo menos la occidental) de esta tierra por la que la nena contestataria se preocupaba tanto [8].
Por eso es imposible que Quino sienta que le reprochamos haber matado a Mafalda… Mafalda nunca murió.
Y aunque a él no le guste, no puedo hacer otra cosa que pedirle, como al cantautor del ejemplo:
“Quino… ¡Cantala otra vez!"
Oscar De Majo
[1] Umberto Eco termina su estudio preliminar al primer libro de Mafalda editado en Italia con la siguiente reflexión: "...el universo de Mafalda es el de una América Latina en sus zonas metropolitanas más adelantadas; pero en general es, por muchos aspectos, un universo latino, y esto hace que Mafalda nos resulte más comprensible que tantos personajes del comic estadounidense; además, Mafalda, en último análisis, es una 'heroína de nuestro tiempo', y no se debe pensar que ésta sea una definición exagerada para el pequeño personaje de papel y tinta que Quino nos propone. Ya nadie niega hoy que el comic (cuando alcanza niveles de calidad) es un testimonio del momento social; y en Mafalda se reflejan las tendencias de una juventud inquieta, (...) de una urticaria moral producida por la lógica de un mundo dividido, de un asma intelectual consecuencia del hongo atómico. Puesto que nuestros hijos se preparan para ser -por elección nuestra- una multitud de Mafaldas, no será imprudente tratar a Mafalda con el respeto que merece un personaje real." [2] FRATICOLA, Paola L (2008). “Quino, Mafalda y su historia”, Buenos Aires, www.imageandart/comics/mafalda/mafalda1.html
[3] CARELLI LYNCH, Guido (2008). “Quino, aquí y ahora”, Buenos Aires, Revista Ñ, www.revistaenie.clarin.com/notas/2008/04/22/01656077.html
[4] CARELLI LYNCH, 2008.
[5] QUINO. La aventura de comer, México, Tusquets, 2007.
[6] ARROQUY, Julieta. “El mundo que Mafalda criticaba no cambió”, La Maringa, enero de 2008, http://www.taringa.net/posts/info/1052969/El-mundo-que-Mafalda-criticaba-no-cambió.html
[7] “Especiales del Siglo XX”, Buenos Aires, La Nación, 2000.
[8] Como dato curioso, en este artículo, que fue concebido para hablar de Quino después de Mafalda, se menciona 44 veces a Quino… Y 88 a Mafalda.