PUNISHER: LA CONJURA DE LOS NECIOS. Ingresados membrillos voluntariosos con pronóstico reservado
WHEN THE BELFAST CHILD SINGS AGAIN.-
Un rutinario ENNIS, apelando al título de la novela de JOHN KENNEDY TOOLE, teje esta mediocre fruslería retorcida y casi entretenida, reiterando, como presunta comedia macabra, los tics característicos del protagonista (expeditivo, antisocial, incomunicativo, sanguinario, irrevocablemente convencido del valor de su cruzada –sobre esto, remitimos a la ficha psiquiátrica incluida en MARSHAL LAW: TAKES MANHATTAN-), rizando las características de los concurrentes hasta convertirlos en eso: necios. El dibujo de MCCREA busca ser continuista, reproduciendo los rasgos que cree básicos del arte de STEVE DILLON, pero no muy convincentemente (este Punisher muestra un elevado grado de rigidez tetánica; su rostro es una máscara pétrea inexpresiva), todo aderezado con casquería, lo que se espera de este tebeo, por otra parte. Los entintadores colaboran en el trivial resultado. Su huella no nos permite afirmar: “Es JOE SINNOTT quien entinta”, o “Es de MIKE ROYER”, o cualquier otro de estos minusvalorados profesionales capaces de elevar sobremanera el lápiz que entintan. Los compucoloreadores aprueban justo. Desde que PHOTOSHOP irrumpiera en el tebeo, el color se ha vuelto literal, frío. Cierto que ofrece otras considerables ventajas de agradecer, pero el patrón es maquinal. Raro es el estudio que logra destacar sobre otro en su aplicación. Otro fallo es el laconismo habitual de Ennis. No es que, al tratarse de un personaje noir, la concisión sea lo suyo: ha escrito pobres diálogos. Luego, estira innecesariamente una trama que podía lidiarse en tres tebeos, siendo generosos, porque su sinopsis es: tres reputados cachas heroicos van a por el lunar negro “del oficio”. Punisher lo pone difícil. Ajetreo, peleas, discursos, fin. ¿Cuánto ocupa esto? A ROY THOMAS un par de números, llenos de cartuchos de texto. Ennis gasta cinco números (tira con pólvora del rey, esto, de MARVEL), llenos de viñetas repetidas, grandes primeros y medios planos, y páginas dobles casi vacías. Textos casi monosilábicos. ¿Qué es esto? Hemos pasado de la grandilocuente prosa del citado Thomas, que constataba por escrito lo que veíamos dibujado, a esta vaciedad literaria donde, a veces, debemos suponer los tránsitos entre escenarios o personajes, dejando una enojosa sensación de incertidumbre. Quizás debamos interpretar esto como que los guionistas modernos son unos grandes ESCULAPIOS sin culto ni consulta: cuidan de nuestra vista, desviándola hacia los grandes paneles ilustrados policromáticos. No recalientan nuestras meninges con una profusión de textos.
También, recordemos la inclinación de Ennis por lo truculento y los sujetos “fronterizos” (como es The Punisher, impermeable a los remordimientos por los miles de víctimas que ha causado, trasunto del MACK BOLAN creado por DON PENDLETON en 1969), encantado con la posibilidad que le brinda Castle de desacreditar la noción del “buen salvaje” de ROUSSEAU. Opone, a ese bucólico concepto, su Punisher, un salvaje que remata canallas a talonazos en el pescuezo.
SON OF A PREACHER MAN.-
Algo que también debemos recordar es que hay comunicación entre los autores. McCrea ha podido aportar algún granito de arena a “la tormenta de ideas” resultado de la lectura del guión, así que consideremos esto antes de cargar tintas sobre Ennis, aunque la historia tenga todo su marcado perfil.
El caro autor de la BRIGADA DEL RIFLE, entre otras sangrantes epístolas, ha elegido cuidadosamente a los mendas que deciden llevar a Punisher al juzgado y, ya en su palestra, se ha despachado a gusto con ellos. Lobezno parece un estibador corto de luces, casi émulo de FALCONETTI, el villano tuerto de la otrora popular HOMBRE RICO, HOMBRE POBRE. Resulta fácil verlo en un deprimente/deprimido bar portuario, putesco, bebiendo ginebra mala entre ajados y salazonados lobos marinos, rezongando, con voz aguardentosa, sus batallitas.
Spider-Man, eterno adolescente, aparece mutilado en esta saga: carece de su sentido arácnido del peligro. Por eso pisa una mina, se cuela en un cuarto forrado de explosivos, y es incapaz de prevenir el cohetazo que destripa a Lobezno. Realmente, se limita a aportar un toque de color a la historia, y poco más. Daredevil, en cambio, es todo pasión por el estricto cumplimiento del Código Penal, rojo JUDGE DREDD. Recuerda a los abogados televisivos (sean invidentes, estén en sillas de ruedas, o sobre ambas piernas), invencibles, incorruptibles, infalibles. Es cierto que pone a caldo a Castle, masoca mayúsculo, pero Punisher no lleva treinta años en el oficio por nada. (Sobre todo, gracias a la desidia estatal: ¡la de juicios que les ahorra!) Curiosamente, con su mentalidad, no responde cuan fiera acorralada. Evita matar a sus cándidos y fastidiosos rivales. Y no se trata de un reflejo mesurado por una luenga veteranía, sino de reacciones instintivas.
Apunte también merece el patético detective SOAP (‘nuff said), versión oscura de Punisher. Mientras que Castle es todo eficacia y nervios de acero, Soap es un bonachón del cual abusan sin tasa. (Que, por cierto, lo de las GIRLS SCOUT no es nada exagerado. A diario la TV muestra ejemplos parecidos.)
No reventaremos la historia mencionando la participación de HULK en ella.
PERSONAL JESUS.-
El paso por el 35mm. de Punisher es asunto de muy cuestionable fortuna o acierto. La entrega de 2004, protagonizada por TOM JANE (que sólo encarnaba a un alcohólico con pistolas), logró hacer notable la muy vapuleada versión de DOLPH LUNGREND de 1989. Sorprende que un personaje con tal bagaje y fondo no reciba una adaptación decente. Suponemos que es víctima de su propio look: el del vigilante desquiciado que destaca en una Sociedad hastiada de jueces y leyes imperfectas, que han impostado la noción de que cuanto más bestial sea el crimen o mayor el robo, más favorablemente se eludirá el castigo: bestialidad equivale a impunidad. ¡Hasta saldrán en prime time, cobrándolo bien, más respetados que el descubridor de la cura contra el cáncer! Se denuesta mucho al cine, el cómic, o el PULP, por glorificar a sujetos como Castle, que en las recámaras de sus pistolas llevan una noción muy personal de Jesús y la justicia, pero nunca denuncian el menoscabo moral que tales programas causan en la opinión pública.
Como dato adjunto, diremos que dentro del cine de “enajenados justicieros”, dos títulos eclipsan las cintas de CHARLES BRONSON y las de Punisher, que este 2008 repite con una nueva entrega, fijo que tan deficitaria como las anteriores: EL EXTERMINADOR y LOS ELEGIDOS.
OL VICO D' UCCIDERE.-
Es inevitable tentación hacer demagogia sobre el tema y el personaje: somos una especie violenta; negarlo es absurdo. Objetivamente, Punisher satisface una necesidad de catarsis íntima. Se le desprecia tachándole de demente, fetichista, impotente, energúmeno, fascista…, pero por envidia, pues hace algo que nosotros ansiamos: matar al que nos ofende. Sus detractores, equivocadamente, además, hacen creer que su violencia, la de AHORA, es inédito invento; pero:
“Los habitantes de Mon, por ejemplo, compran a un ladrón por un precio exorbitante sólo por el placer de descuartizarlo, «cosa que place más al pueblo que el hallazgo del cadáver de un santo».
Johan Huizinga: Herbst des Mittelalters
No falta radiopredicador matinal que denuncie, horripilado, la indiferencia que nos acomete frente a la “creciente violencia” de nuestra sociedad, mas el ejemplo elegido expone que el tema viene de lejos, no surge de las mientes de Ennis, SHANE BLACK o QUENTIN TARANTINO, como ellos quieren hacer ver.
Reprochan al cine y el cómic derrochar balas y martirios. Es el espectro de WERTHAM, como el fantasma de BANQUO, resonando en las ondas. Pero, esas voces nunca subrayan el taimado deleite que muestra el presentador del telediario cuando anuncia que “las siguientes imágenes pueden herir la sensibilidad del espectador”. Si las imágenes son tan crudas, ¿por qué se exhiben? ¿Qué valor posee emitir una decapitación… sino colmar nuestra animal sed de sangre?
“[…] dejaban morir de hambre. Muchos murieron así. ¡Sólo Dios sabe cuán crueles podían llegar a ser! […] les arrancaban los dientes, la golpeaban con gruesos bastones, nadie se libraba…”
George Bataille: El verdadero Barba-Azul. La tragedia de Gilles de Rais
Esta imagen medieval, ¿no se reitera en los telediarios cuando refieren sobre África AHORA? De nuevo, tenemos al periodista “alertándonos” de la crudeza de unas imágenes que disfrutamos vía satélite. ¿Cree de veras el lector que esos escolares que agreden a sus compañeros o profesores y cuelgan “la hazaña” en Internet tienen como Biblia a Punisher? En absoluto. Primero porque sienten un vivo desprecio por los tebeos. ¿Creen que están influenciados por KILL BILL? Sin duda, su visionado fue lo que motivó a los habitantes de Mon a tener tan cristiano entretenimiento.
Quienes sostienen que “ojo por ojo y nos quedaremos ciegos” no han sufrido, en su carne, una ofensa o un mal que exija una adecuada retribución. Es una respuesta civilizada. Pero ¿y cuando falla la Ley? ¿Y cuando la sentencia se parece más a una burla que a una satisfacción? ¿Qué hacemos? A diferencia del resto, Frank The Punisher Castle, el chico italiano que renegó de sus raíces, oyó al animal interior y se dejó poseer entero por él. Encarna una ley no escrita del Oeste:
“En mi opinión, son dos cosas muy diferentes tener la idea de matar a un tipo, y después de su entierro saber que su hermano te persigue con un Winchester.”
Hank J. Sparrows: Vengeance Is Mine
Lo siguiente a valorar es si su venganza está satisfecha, o lo suyo es ya el puro “vicio de matar”.
RECAPITULANDO.-
Son, éstos, cinco números triviales agrupados en un tomo, con escasa/nula presencia de féminas, bajo las portadas realistas de TIM BRADSTREET. Es un intento de feroz caricatura del permisivo ideario progre al que se opone una monolítica fuerza reaccionaria. Aunque manido, es interesante ver el equilibrio de poderes que Ennis establece enfrentando a Daredevil con Punisher. Uno encarna a la ley y la fe en un sistema imperfecto, pero mejor ese que ninguno (idea sostenida en HARRY EL FUERTE por el fascista oficial de Hollywood: JOHN MILIUS). El otro expresa el ancestral deseo del resarcimiento personal. Cada cual sólidamente atrincherado en inamovibles posturas. Unos coloridos comparsas discurren por el foro, mientras el irlandés (traumatizado por sus vivencias infantiles en Belfast, nos dicen) trata de mostrarle al sofisticado urbanita edulcorado con pasquines liberales que el Hombre es un animal ávido de sangre y obligado espectador del sufrimiento ajeno para sentirse, más que completo, vivo.
Punisher, mal que le pese a muchos, es reflejo de una necesidad humana. Por otra parte, no deja de ser una fantasía, porque en la vida real el número efectivo de vigilantes es casi cero. En cambio, el número de histéricos y estridentes voceros que critican a este oscuro y casi marginal personaje (carnaza de unos adolescentes que nunca darían sus pasos, por mucho que lo deseen) es tan considerable que hacen pensar que, en cada esquina, nos espera un tío con gabardina, severo de gesto, semejante a un exhibicionista de las pistolas. Ojalá pusieran el mismo vivo celo censurando la moral de ciertos programas.
Reseña de Antonio Santos.
De su serie Gramática Parda, entrega 14
Ficha técnica.-
TÍTULO: COLECCIÓN 100% MARVEL, 1. PUNISHER: LA CONJURA DE LOS NECIOS
GUIÓN: GARTH ENNIS
DIBUJO: JOHN MCCREA
TINTA: CRIMELAB STUDIOS
COLOR: AVALON STUDIOS
PORTADA: TIM BRADSTREET
EDITA (USA): MARVEL, año 2003
EDITA (ESPAÑA): PANINI CÓMICS ESPAÑA, año 2005
TRADUCE: GONZALO QUESADA
ROTULA: XAVI AMIGÓ
REALIZA: 9 LETRAS
FORMATO: TOMO DE 116 PÁGINAS. AGRUPA CINCO NÚMEROS
IMPORTE: 10 EUROS