MI EXPERIENCIA CON HISTORIETAS PARA LA FORMACIÓN PRÁCTICA EN TRADUCCIÓN MÉDICA
FERNANDO A. NAVARRO

Title:
My experience with comics for practical training in medical translation
Resumen / Abstract:
El autor relata su experiencia personal con el uso de historietas como recurso didáctico para la formación práctica en traducción médica durante más de ocho años, en una treintena de cursos y cursillos de traducción médica impartidos en España, Argentina, Méjico, Estados Unidos y Puerto Rico. En todos los casos, de forma sumamente satisfactoria. / An account of the author's personal experience using comics as a didactic resource for practical training in medical translation: over eight years, some thirty medical translation courses and workshops held in Spain, Argentina, Mexico, the United States and Puerto Rico. In all instances, comics and cartoons proved to be most useful.
Palabras clave / Keywords:
Medicina, Traducción médica, Lenguaje médico, Experiencia docente, Aprendizaje mediante cómic/ Medicine, Medical translation, Medical language, Teaching experience, Learning by comics

MI EXPERIENCIA CON HISTORIETAS PARA LA FORMACIÓN PRÁCTICA EN TRADUCCIÓN MÉDICA

 

Esto no es un artículo. O más bien —Magritte aparte— esto no es un artículo académico al uso. No pretendo analizar ni exponer en detalle las bondades, ventajas e inconvenientes de la historieta como recurso para la formación práctica en traducción médica, ni aventurar tampoco un canon o establecer una clasificación minuciosa de las historietas más adecuadas para ello. Busco solo compartir, con quien pueda estar interesada, una experiencia personal. “Personal”, digo bien, y la lectora debe tenerlo claro antes de seguir adelante. Por tratarse del relato de una trayectoria personal, en las páginas que siguen abundan los juicios puramente subjetivos, aparecen destacados obras y nombres que para este, aquella o el de más allá serán obviables, y brillan en cambio por su ausencia otros que para esta, aquel o la de más allá considerarán imprescindibles. Pero es mi trayectoria tebeístico-docente particular, mi experiencia íntima y personal, y yo las vi, las sentí y las viví así, tal como las cuento.

En el último tercio del siglo XX, mi generación pasó de contemplar las historietas [1] como meras paparruchas infantiles para pasar el tiempo a considerarlas un peldaño crucial en la escala de acceso a la gran cultura con mayúscula. Al igual que para muchos otros en los años sesenta y setenta, la lectura compulsiva de tebeos —tanto patrios, en la esfera de Bruguera (Pulgarcito, Tío Vivo, DDT,Mortadelo, Zipi y Zape, El Jabato, El Capitán Trueno), como traducidos desde el otro lado de los Pirineos (Tintín, Astérix, Spirou y Fantasio,Los pitufos, Lucky Luke, El teniente Blueberry, Iznogud)— representó para mí el primer paso de un hábito lector que me llevaría sin interrupciones, primero, a la literatura infantojuvenil de texto corrido (Andersen, Grimm y Perrault, desde luego, pero también Enid Blyton, Julio Verne, Emilio Salgari, Selma Lagerlöf, Mark Twain, Oscar Wilde, Robert L. Stevenson); más tarde, a la gran literatura para adultos, hasta hoy. La revista Trinca (Madrid: Doncel, 1970‑1973), que fue en su momento mi favorita, me descubrió historietistas españoles de talla mundial (Alfonso Azpiri, Jaime Brocal, Miguel Calatayud, Víctor de la Fuente, Carlos Giménez, Antonio Hernández Palacios, Esteban Maroto, Enrique Ventura) y me mostró que la historieta podía ir más allá del tebeo infantil, con lecturas aptas también para el intelecto adolescente. Pero nunca llegué a considerar la historieta una forma de leer propia de adultos; para ese salto conceptual tendría que esperar al nuevo siglo.

A finales del año 2009, una médica española de regreso a España tras muchos años de ejercer la medicina en el Reino Unido me embarcó en un proyecto singular: el curso-revista Spanish Doctors (Spandoc, 2010-2018), dirigido específicamente a médicos españoles deseosos de mejorar su nivel de inglés para progresar en su desarrollo profesional y formativo, aprovechar los recursos científicos en inglés, asistir a congresos internacionales o trabajar en el extranjero. La directora e impulsora del proyecto, Isabel García Gimeno, era y sigue siendo una convencida plena de que la enseñanza del inglés, para resultar eficaz, debe ser fundamentalmente práctica y visual. Para lograrlo, echó mano de Mónica Lalanda como subdirectora e ilustradora también del primer volumen del curso. Sin apenas apoyo institucional, la apuesta didáctica era arriesgada en aquel momento, pero con el tiempo se ha demostrado un éxito: en octubre de 2018 acaba de empezar la novena edición del curso, son ya cerca de 1.800 los médicos españoles que han perfeccionado su inglés con Spanish Doctors, y Spandoc trabaja en un proyecto gemelo dirigido al personal de enfermería, Spanish Nurses, que esperan poder lanzar en el año 2020.

Pero volvamos a ese año 2009 en que se estaba gestando la publicación. Mi colaboración en la revista era bien poca cosa: la sección “From English into Spanish”; una sola página en cada fascículo, en formato de columna periodística tradicional, donde trataba de mostrar a los lectores, mes a mes, los intríngulis de la transferencia de vocablos, expresiones, ideas y conceptos médicos de un idioma a otro. En el campo de la traducción, las palabras no siempre son lo que aparentan, y el mejor modo de decir algo en una lengua no siempre consiste en calcar, imitar o remedar el modo de decirlo en la otra.

Lo más innovador del curso, sin duda, era la abundancia de colorines e ilustraciones en casi todas las páginas, pero muy especialmente en cuatro secciones centrales destinadas a mostrar el uso vivo del inglés en la vida real: “Family Doctor”, “Hospital Doctor”, “Medical School” y “Travelling Doctor”. Las cuatro estaban estructuradas siguiendo un mismo esquema: con la revista abierta, a la izquierda, una historieta de página completa (con guion de médicos españoles que ejercían en el Reino Unido e ilustraciones siempre de Mónica Lalanda en el primer volumen del curso), y a la derecha, un glosario donde aparecían traducidos y comentados con explicaciones médicas y lingüísticas los términos más complejos o interesantes contenidos en la historieta de la izquierda [2] . En su afán por conseguir una enseñanza cada vez más “visual”, Spandoc ha desarrollado posteriormente unos visual aids en distintos formatos, uno de los cuales corresponde a una versión audiovisual animada (duración aproximada: 3-5 min) de esas historietas impresas [3].

Figura 1. Portada del primer fascículo del curso Spanish Doctors (Spandoc, 2010 [9.ª edición, 2018]). Ilustración de Mónica Lalanda.

El primer fascículo de Spanish Doctors se publicó en septiembre de 2010 (v. figura 1), y a toro pasado debo admitir que inicialmente el estilo de Lalanda, muy colorido, muy influido por la Mafalda de Quino y muy evocador de los tebeos infantiles, me desconcertó. Veía una pega grave al uso de tantos dibujitos y tantas historietas en una revista para médicos hechos y derechos: difícilmente podría tomarse en serio una publicación médica de aspecto tan infantil, y me parecía que sería mejor sustituir muchas de las ilustraciones e historietas de estilo tebeístico por otras apoyadas en fotografías o dibujos más realistas, más serios, más de personas mayores. Por tratarse de un asunto que no conocía bien, no obstante, y para no pecar de precipitación, decidí meditar bien el asunto y darme un plazo de un año antes de escribir a la directora de Spanish Doctors para comentarle esas impresiones. Hice bien: un año me bastó para cambiar radicalmente de opinión y convertirme en defensor acérrimo de la historieta como recurso didáctico de primer orden. Considerar la historieta un medio de expresión solo infantil me parece hoy, sin lugar a dudas, un prejuicio infundado muy de mi generación.

¿A qué obedeció ese giro copernicano en mi modo de pensar? Mirándolo ahora en retrospectiva, creo que dos hechos resultaron cruciales: mi primer contacto con la novela gráfica y mi primera experiencia docente con historietas.

 

1. Auge y esplendor de la novela gráfica

Llevaba ya algunos años leyendo y oyendo hablar de la naciente novela gráfica y su capacidad para abordar con suma eficacia temáticas adultas, como la denuncia social o las vivencias personales asociadas al enfermar; pero no acababa de decidirme a leer ninguna. A finales de 2009, ya embarcado en el proyecto Spanish Doctors, e intrigado por las posibilidades de la historieta para adultos, me decidí a leer cuatro novelas gráficas de tema médico: Pilules bleues (2001), de Frederik Peeters; L’ascension du Haut Mal (1997-2003), de David B.; Rides (2007), de Paco Roca, y María y yo (2007), de Miguel Gallardo. En octubre de 2010 elegí la segunda de ellas para reseñarla muy brevemente en “Literatura médica de la buena”, una sección del Laboratorio del lenguaje en Diario Médico en la que hasta ese momento me había limitado a comentar grandes obras de la literatura universal en los formatos tradicionales de narrativa, ensayo literario, teatro o poesía. Según creo, y hasta donde yo sé, esa nota sobre L’ascension du Haut Mal (Navarro, 2010) fue la primera reseña publicada en España para un público médico sobre una novela gráfica.

El ambiente, en cualquier caso, estaba ya claramente maduro para la eclosión de la novela gráfica de tema médico. Lo demuestra, por un lado, el hecho de que en poco tiempo empezaran a publicarse, de forma independiente, numerosas reseñas más; no solo en el propio Laboratorio del lenguaje, sino también, y de modo muy especial, en bitácoras como Medibloc (Biblioteca de Medicina de la Universidad Autónoma de Barcelona, 2009-2017) [4] y Comunicación y educación en salud (Mayor Serrano, 2011-2016) [5] .

Por otro lado, más o menos también por esa época asistimos en España a un surgimiento de novelas gráficas de tema médico, que en menos de un decenio nos ha dejado ya un número considerable de obras de primera fila. Entre otras, y sin ánimo de exhaustividad: Alicia en un mundo real (2010), de Isabel Fran y Susanna Martín; Una posibilidad entre mil (2011), de Cristina Durán y Miguel A Giner Bou; Ausencias (2012), de Ramón Rodríguez y Cristina Bueno;Rosa y Javier (2013), de Paco Hernández y José Ángel Ares;Enfermera en apuros (2015), de Ana Polegre;17: vivir, revivir, sobrevivir (2015), de Àlex Santaló; Que no, que no me muero (2016), de María Hernández Martí y Javi de Castro; Yo, gorda (2017), de Meritxell Bosch; Las voces y el laberinto (2018), de Ricard Ruiz Garzón y Alfredo Borés; Enorme suciedad (2018), de Maite Mutuberria; Diagnósticos (2018), de Diego Agrimbau y Lucas Varela.

En el momento actual, la patografía gráfica constituye un género bien reconocido dentro de la novela gráfica, y el colectivo de dibujantes sanitarios de habla hispana Medicina Gráfica [6] se ha propuesto recopilar en su página web una exhaustiva base de datos: a finales de agosto de 2018 llevaban ya medio centenar de fichas críticas comentadas sobre novelas gráficas de tema médico, y la cifra sigue creciendo mes a mes.

 

2. Primera experiencia docente en traducción médica con historietas en inglés

En cuanto al segundo hecho trascendental que me convenció de la idoneidad de las historietas como recurso formativo para adultos, recuerdo perfectamente la fecha exacta: el sábado 14 de mayo de 2011. La Asociación Profesional de Traductores e Intérpretes de Cataluña (APTIC), a través de su entonces vocal de formación Maya Busqué, me había invitado a impartir en Barcelona un cursillo de traducción médica de ocho horas de duración: cuatro el viernes por la tarde en horario de 16:00 a 20:00, y otras cuatro el sábado por la mañana en horario de 10:00 a 14:00. Para las dos últimas horas del sábado había programado unos ejercicios prácticos de traducción inglés-español sobre textos reales, pero me parecía que las asistentes al cursillo podrían estar ya muy cansadas después de tantas horas, y más tratándose de un sábado. De modo que elegí para esa última sesión del seminario seis historietas extraídas de las secciones “Hospital Doctor”, “Family Doctor” y “Travelling Doctor” del primer volumen deSpanish Doctors, ilustradas todas ellas por Mónica Lalanda. Si Spanish Doctors es una revista ideada para enseñar inglés a los médicos —pensé—, es posible que pueda resultar útil también para enseñar traducción a las traductoras médicas de inglés a español.

Daba por sentado, desde luego, que los dibujitos y los colorines serían de ayuda para conseguir que las alumnas —todas ellas traductoras o intérpretes profesionales con años de ejercicio profesional (incluidos los dos o tres varones del grupo)— no se distrajeran demasiado y prestaran atención al ejercicio. Pero la respuesta del grupo me sorprendió: no es solo que se mantuvieran todas atentas durante las dos horas, sino que se implicaron en el proceso de traducción y aprendizaje como pocas veces antes había visto en mis casi quince años de experiencia entonces como formador en traducción médica. Y, de modo más sorprendente aún, la cantidad de términos interesantes o motivos para aprender sobre el lenguaje médico era mucho mayor que en los textos corridos que hasta entonces había venido empleando en seminarios de traducción. No daba crédito: en prácticamente cada viñeta, con apenas una frase cortita de texto escrito, encontraba más puntos para la enseñanza y el debate en común que en muchos párrafos de los textos más especializados que he traducido en mi vida.

¿Qué puede aprender una traductora médica en una historieta biosanitaria? Tomaré como ejemplo las dos primeras viñetas de una de las historietas que usé para mi seminario de Barcelona en mayo de 2011, tomada del fascículo 6 del primer volumen de Spanish Doctors (v. figura 2).

Figura 2. Spanish Doctors, volumen I, fascículo 6 (febrero 2011 [9.ª edición; volumen I, fascículo 4, enero 2019]), página 24. Guion de M.ª Dolores Tomás Tello. Ilustraciones de Mónica Lalanda. © Spandoc, 2010-2018. Reproducido con autorización de Spandoc.

Dos viñetas solamente, dos frases aparentemente nada complejas; pero que me permiten abordar temas como los siguientes:

a) Diferencias ortográficas entre el inglés británico (gynaecologist) y el estadounidense (gynecologist).

b) Diferencias tipográficas entre el inglés británico (Mrs Ms sin punto abreviativo) y el estadounidense (Mrs. y Ms. con punto abreviativo).

c) Acortamientos jergales como Obs and Gynae.

d) Términos del ámbito hospitalario nada fáciles de traducir, como consultant y ward. Copio del Diccionario de dudas y dificultades de traducción del inglés médico (Navarro, 2018):

consultant. Recomiendo evitar los anglicismos *consultante* y *consultor* para traducir este sustantivo inglés que tiene distinto significado a uno y otro lado del Atlántico:

1 [GB] médico especialista (oespecialista a secas); en España,médico adjunto. ◘ Dr. Smith is a consultant in obstetrics (el doctor Smith es especialista en obstetricia; el doctor Smith es tocólogo); My husband said I should see the consultant again (mi marido me dijo que debía ir otra vez al especialista); I am under the care of a consultant (me está viendo un especialista). ● allergy consultant (alergólogo, especialista en alergología), consultant ENT surgeon o ENT consultant (otorrinolaringólogo, especialista en ORL),consultant general surgeon (especialista en cirugía general), consultant in diabetes (diabetólogo, especialista en diabetología), consultant in oral medicine (odontólogo, especialista en odontología), consultant pediatrician (pediatra, especialista en pediatría, adjunto de pediatría),consultant physician (médico especialista, médico adjunto), consultant psychiatrist (psiquiatra, especialista en psiquiatría, adjunto de psiquiatría), consultant radiologist (radiólogo, especialista en radiología, adjunto de radiología).

Como es frecuente con los títulos y cargos profesionales, la correspondencia exacta varía de un país a otro. En España, el nombre oficial es ‘facultativo especialista de área’ (FEA), pero en la práctica se usa de forma abrumadora ‘médico adjunto’ o ‘adjunto’ a secas; en Argentina, el equivalente es ‘médico de planta’; en Méjico, ‘médico de base’, y en los Estados Unidos, attending .
Véase también registrar 1.

Obsérvese, en cualquier caso, que el consultant hace siempre referencia a especialidades hospitalarias; no se aplica al adjunto en medicina de familia, que en inglés británico es GP y no consultant.

El médico que ha completado ya su formación especializada, pero no ha conseguido un puesto de consultant, puede trabajar en un hospital como staff grade, que tiene más categoría que un registrar pero menos que un consultant.

2 [US] asesor, especialista llamado a interconsulta (por otro médico); en ocasiones, si la consulta es a petición del propio paciente, correspondería más bien a lo que para nosotros es especialista que ofrece una segunda opinión. ◘ Consultants should respond promptly to a request for a consultation (los especialistas llamados a interconsulta deben atender la petición de inmediato).

Obsérvese que en español, según la RAE, ‘consultor’ tanto puede ser la persona que hace una consulta como la persona que da su opinión ante una consulta que le hacen. Por motivos de claridad, recomiendo utilizar ‘consultante’ en la primera acepción y ‘asesor’ en la segunda.

ward. Admite diversas posibilidades de traducción:

1 [Hosp.] Esta palabra inglesa correspondía inicialmente a la antigua ‘sala’ de nuestros hospitales; es decir, una gran habitación en la que recibían acomodo varios pacientes (en ocasiones decenas) con enfermedades semejantes. En los antiguos hospitales había, en efecto, salas de maternidad, salas de cirugía, salas de hombres, salas de mujeres, salas de traumatología, etc. En inglés han seguido utilizando la palabra ward, mientras que en español el término clásico ‘sala’ desapareció cuando los antiguos hospitales dejaron paso a otros con habitaciones triples, dobles o individuales. En la actualidad, los hospitales ya no están distribuidos en salas, sino enplantas (los más grandes), servicios,departamentos, secciones, unidades o, a veces, pabellones. El traductor debe prestar atención al contexto para decidir en cada caso cuál puede ser la traducción más correcta, pues el inglés ward puede hacer referencia tanto a la planta 5.ª norte de un hospital como a la unidad de cuidados intensivos, por no citar más que dos ejemplos. ◘ Our ward received three cases of pancreatitis last week (la semana pasada ingresaron en nuestro servicio tres pacientes con pancreatitis); Since the postoperative period at the ICU was uneventful, the patient was taken to the ward 24 hrs after the surgery (dado que el postoperatorio transcurrió con normalidad en la UCI, la paciente fue trasladada a la planta 24 horas después de la operación); An unaccountable increase in nosocomial infections has been established in this ward (en esta planta [o en este servicio] se ha comprobado un aumento inexplicable en la frecuencia de infecciones nosocomiales). ●casualty ward o emergency ward (servicio de urgencias), confirmed ward (unidad de aislamiento para casos confirmados [de una enfermedad infectocontagiosa]), general wards (servicios de hospitalización general —médicos o quirúrgicos—, por oposición a las unidades de cuidados intensivos, las unidades de observación y los servicios de urgencias), isolation ward (servicio de enfermedades infecciosas), inpatient medical ward (servicio de hospitalización general), labour ward o labor ward (sala de dilatación [o de preparto]), major ward round (pase de visita colectivo a la planta), maternity ward ([US] en España, paritorio; en América, sala de partos), medical ward (departamento [o planta] de medicina interna), orthopedic ward (servicio [o planta] de traumatología), surgical ward (departamento [o planta] de cirugía), suspect ward (unidad de aislamiento preventivo [para casos posibles o sospechosos de una enfermedad infectocontagiosa]), ward diet (dieta hospitalaria), ward round (pase de visita a la planta), ward sister (supervisora de planta, enfermera jefe de planta o enfermera jefe de sala, según el contexto).

Téngase en cuenta que el término ‘planta’, con el sentido de ward, solo se usa en España, y no se entiende en Hispanoamérica, donde usan piso; en Argentina, por ejemplo, la planta de un hospital es su plantilla, y «pasar a planta» se interpreta en el sentido de hacer fijo a un trabajador. En cuanto al uso coloquial de ward a secas con el sentido de general ward, véase ►► general care floor .

2 [Leg.] menor (o pupilo o huérfano) acogido a la tutela de un tribunal de menores. ● wardship (tutela).

3 [Gral.] circunscripción electoral.

e) Uso del título de cortesía Ms (o Mr en el caso de los varones), en lugar de Dr, para los cirujanos, que es un rasgo muy característico del inglés británico. Esta costumbre tiene su origen en la época en que los médicos recibían formación universitaria en latín y los cirujanos eran poco más que sacamuelas que aprendían su oficio en lengua vulgar y por un sistema de aprendizaje gremial semejante al de otros artesanos. Tras la incorporación de los estudios de cirugía a la carrera universitaria de medicina hacia mediados del siglo XIX y el enorme auge que adquirió la cirugía en la segunda mitad del siglo XIX (con el desarrollo de la antisepsia, la anestesia y la hemostasia), la consideración social de médicos y cirujanos se equiparó en todo el mundo, pero en el Reino Unido se conservaron las diferencias tradicionales de tratamiento, que se han mantenido hasta hoy. En España y en Hispanoamérica, en cambio, el título formal para todos los licenciados en medicina y cirugía, con independencia de si su especialidad es médica o quirúrgica, y con independencia de que hayan presentado o no una tesis doctoral, es siempre Dr. (doctor). La viñeta en cuestión es muy útil para comentar también que este uso del tratamiento de cortesía Ms se aplica en el Reino Unido no solo a las cirujanas en sus múltiples subespecialidades (traumatología, cirugía cardiovascular, neurocirugía, etc.), sino también a la mayor parte de las especialidades medicoquirúrgicas, como la oftalmología, la otorrinolaringología, la urología o, como es el caso de esta historieta, la ginecología.

f) Muy interesante, por estar normalmente ausentes en los textos escritos, son los conceptos gráficos o visuales de tipo más cultural, propios del país de origen. Me refiero a imágenes que difieren entre los hospitales británicos y españoles. En el ejemplo de la figura 2, sin ir más lejos, el hecho de que el uniforme de la enfermera sea azul en lugar de blanco, o, más llamativo aún, el hecho de que la enfermera vista falda (yo no recuerdo ya cuándo fue la última vez que vi a una enfermera española con falda en un hospital público; todas llevan siempre pijama hospitalario); también, por supuesto, el hecho de que la embarazada venga sola, sin acompañante, a la planta donde va a quedar ingresada, y tirando ella misma de la maletita con ruedas. Algo así es impensable en un hospital español.

 

3. Experiencia docente posterior en traducción médica

He explicado ya la grata sorpresa que supuso para mí el comprobar que un seminario práctico con ejercicios de traducción de historietas funcionaba en la práctica mejor que ningún otro texto que hubiera usado con anterioridad en mi larga trayectoria docente. Dos dudas me surgieron de inmediato: a) ¿las historietas funcionan de maravilla solo en el grupo de colegas experimentadas asistentes al seminario de Barcelona o son aplicables también con idéntica eficacia en otros contextos y otros lugares?; y b) ¿las historietas funcionan de maravilla porque están tomadas del curso Spanish Doctors e ilustradas por una médica como Lalanda o pueden usarse también otras historietas de tema científico-médico para enseñar y aprender traducción médica?

Para despejar la primera duda, desde mayo de 2011 hasta la fecha (septiembre de 2018) he venido utilizando historietas médicas para la enseñanza práctica de la traducción médica en multitud de actividades de todo tipo, tanto presenciales (dentro y fuera de España) como a distancia, y siempre con éxito. Sigue una lista detallada:

— Cursillo de traducción médica. Barcelona: APTIC, 13 y 14 de mayo de 2011.

— Cursillo de traducción médica. Madrid: Asetrad, 24 a 26 de noviembre de 2011.

— Cursillo de traducción médica. Santiago de Compostela: AGPTI, 24 y 25 de febrero del 2012.

— American Translators Association Interpreters & Spanish Language Divisions Joint Mid-Year Conference. Orlando (Florida, EE.UU.): ATA-SPD, del 16 al 18 de marzo del 2012.

— Cursillo de traducción médica. Buenos Aires (Argentina): Colegio de Traductores Públicos de la Ciudad de Buenos Aires, del 25 al 27 de abril de 2012.

— Máster en Traducción Médico-Sanitaria (en línea) [9.ª edición]. Universidad Jaime I de Castellón, curso 2011-2012.

— Ciberseminario “Traducción médica: griego y latín en inglés y español”. Asociación Internacional de Profesionales de la Traducción y la Interpretación, 3 de agosto de 2012.

— Diploma de posgrado en traducción biomédica y ciencias de la salud. Barcelona: Universidad Pompeu Fabra, IDEC, 28 y 29 de noviembre de 2012.

— Cursillo de traducción médica. San Juan (Puerto Rico): Universidad de Puerto Rico, del 12 al 15 de febrero de 2013.

— Máster en Traducción Médico-Sanitaria (en línea) [10.ª edición]. Universidad Jaime I de Castellón, curso 2012-2013.

— Curso de verano “Problemas, métodos y cuestiones candentes en traducción médica” (1.ª edición). Santander: Universidad Internacional Menéndez Pelayo, del 22 al 26 de julio de 2013.

— Cursillo de traducción médica. Granada: Trágora Formación, 25 y 26 de octubre de 2013.

— Tertúlia de les lletres: “Traduzco un tebeo (o una novela o una serie de TV) de tema médico: ¿me sirve de algo el diccionario especializado?”. Castellón de la Plana, 1 de marzo de 2014 (v. Sanza Porcar, 2014).

— Máster en traducción biomédica y farmacéutica. Barcelona: Universidad Pompeu Fabra, IDEC, curso 2013-2014.

— Máster en Traducción Médico-Sanitaria (en línea) [11.ª edición]. Universidad Jaime I de Castellón, curso 2013-2014.

— Curso de verano “Problemas, métodos y cuestiones candentes en traducción médica” (2.ª edición). Santander: Universidad Internacional Menéndez Pelayo, del 21 al 25 de julio de 2014.

— Máster en traducción biomédica y farmacéutica. Barcelona: Universidad Pompeu Fabra, IDEC, curso 2014-2015.

— Taller de cosnáutica aplicada. Madrid: Con Trazo Firme, 7 de febrero de 2015.

— Máster en Traducción Médico-Sanitaria (en línea) [12.ª edición]. Universidad Jaime I de Castellón, curso 2014-2015.

— Curso de verano “Problemas, métodos y cuestiones candentes en traducción médica” (3.ª edición). Santander: Universidad Internacional Menéndez Pelayo, del 27 al 31 de julio de 2015.

— Cursillo de traducción y terminología médicas. Los Ángeles (California, EE.UU.): GlobalTradu y Cal Poly Pomona, del 28 al 30 de agosto de 2015.

— Cursillo de traducción médica. San Juan (Puerto Rico): Universidad de Puerto Rico, del 28 de abril al 2 de mayo de 2016.

— Curso de verano “Problemas, métodos y cuestiones candentes en traducción médica” (4.ª edición). Santander: Universidad Internacional Menéndez Pelayo, del 25 al 29 de julio de 2016 (v. figura 3) [en colaboración con Scheherezade Surià].

— Seminario práctico “It’s all Greek to me!: griego y latín en inglés y español”. XX Congreso Internacional “San Jerónimo” de Traducción e Interpretación. Guadalajara (México): Organización Mexicana de Traductores, 27 de noviembre de 2016.

— Curso de verano “Problemas, métodos y cuestiones candentes en traducción médica” (5.ª edición). Santander: Universidad Internacional Menéndez Pelayo, del 21 al 25 de agosto de 2017.

— Máster en Traducción Médico-Sanitaria (en línea) [14.ª edición]. Universidad Jaime I de Castellón, curso 2017-2018.

— Curso de verano “Problemas, métodos y cuestiones candentes en traducción médica” (6.ª edición). Santander: Universidad Internacional Menéndez Pelayo, del 20 al 24 de agosto de 2018.

Figura 3. Santander, 28 de julio de 2016: presentación mundial de la monografía El cómic como recurso didáctico en los estudios de medicina (Mayor Serrano, 2016) en el marco de los talleres prácticos sobre traducción de historietas médicas programados dentro del curso de verano “Problemas, métodos y cuestiones candentes en traducción médica” (6.ª edición) de la UIMP, con la colaboración de la Fundación Dr. Antoni Esteve. Sobre la pala de las sillas pueden verse las fotocopias de trabajo, con diversas historietas de Lalanda.

Con esta larga experiencia a mis espaldas, me hallo en condiciones de responder también a la segunda duda. Las historietas ilustradas por Lalanda para Spanish Doctors son, con mucho, las que mejor me han funcionado en la práctica [7] . Pero he probado también con historietas ilustradas por Green Family Studios (Andrea y Elena Vitali) para los volúmenes segundo y tercero de Spanish Doctors (v. figura 4) y con otras historietas o libros ilustrados de muy diversa procedencia; a saber:

The Virgin Project (Boze y Kato, 2009).

Parasites! (Hall, Morris y Ross, 2010).

Oh Joy Sex Toy (Moen, 2011-2018).

— “Diabetes is after your dick!” (Leamy, 2012).

Malaria: the battle against a microscopic killer (Hall y Ross, 2012) (v. figura 5).

Falsos friends / False amigos: el libro para mantenerlos a raya (Surià y Amaya, 2016).

— “FAO Kids: Health benefits of pulses” (FAO, 2016).

— “FAO Kids: Pulses contribute to food security” (FAO, 2017).

— “10 tips for new docs” (Kelleher, 2017).

       
         
Figura 4 (a y b). Primeras viñetas de dos historietas ilustradas por Green Family Studios para el curso Spanish Doctors sobre guiones de Teresa Fernández Cuadrado (arriba: volumen 2, fascículo 3) y de Ana Viejo (abajo: volumen 3, fascículo 7). © Spandoc, 2010-2018. Reproducido con autorización de Spandoc.        

Figura 5. Portada de la historieta Malaria: the battle against a microscopic killer (Hall y Ross, 2012). 

 

Todos ellos funcionaron bien como recurso para la formación práctica en traducción médica, y en todos encontré multitud de aspectos interesantes para debatir en grupo. Siguen dos ejemplos apenas de los innumerables que podría traer a colación.

 

Figura 6. Fragmento de la historieta Parasites! (Hall, Morris y Ros, 2010), página 6.


Solo en las cuatro primeras viñetas de la página 6 de la historieta Parasites! (Hall, Morris y Ros, 2010), y dejando aparte la traducción de términos como strain, to cope, host, immune system, drugs, trypanosome , tsetse fly y genome sequencing —que tienen todos su miga—, encuentro dos ejemplos de libro para abordar la cuestión del plural distributivo en inglés y español. Me explico.

En inglés hacen un uso distributivo del plural, y su gramática les pide emplear los adjetivos personales en plural cuando hacen referencia a varias personas, mientras que en español el artículo va en plural si hace referencia a una parte múltiple del cuerpo (p. ej.: “vemos con los ojos”), pero en singular si hace referencia a una parte única del cuerpo (p. ej.: “vemos mejor con el ojo derecho”). En inglés, they wash their heads (literalmente, *ellos se lavan sus cabezas*) y they raise their right hands (*levantan sus manos derechas*), mientras que en español nos lavamos la cabeza y levantamos la mano derecha. En traducción, la fuerza del texto original arrastra con frecuencia al traductor y le lleva a escribir de un modo extraño, con plurales distributivos a la inglesa.

En las viñetas segunda y tercera de esa página 6 aparecen expresiones inglesas como evading our immune systems (en español, “nuestro sistema inmunitario”, puesto que solo tenemos uno) ycomparing the genomes […] of different trypanosome strains (en español, en cambio, comparamos “el genoma” de distintas cepas de tripanosomas, puesto que cada cepa tiene un solo genoma). En la página 3 de esta misma historieta hablan también de thousands of tiny parasites making our bodies their homes (en español, “que hacen de nuestro cuerpo su hogar”, con las palabras “cuerpo” y “hogar” en singular, puesto que nosotros tenemos un solo cuerpo y los parásitos tienen un solo hogar) y en la página 4, dos ejemplos más: parasites’ lives are completely intertwined with ours (*las vidas de los parásitos … con las nuestras*); y changing their surface coats (que no es raro encontrar traducido *sus capas externas*, como si cada tripanosoma tuviera varias capas externas). ¿Cabe texto más breve y atractivo para abordar desde tantos ángulos la cuestión del plural distributivo en ambas lenguas?

 

Figura 7. Viñeta tuiteada por Eoin Kelleher en junio de 2017: “10 tips for new docs”.


En la figura 7, esta simple viñeta (Kelleher, 2016) con consejos que da un médico veterano a los residentes pipiolos que cada año se incorporan a los hospitales británicos me permite abordar asimismo cuestiones traductoriles de lo más variopinto. Están siempre, claro está, las puramente terminológicas, como bleep (busca), antimicrobial guideline (en español, “guía de antimicrobianos”, “guía de tratamiento antimicrobiano”, “guía de antibióticos” o alguna otra posibilidad más, pero nunca, ¡vive Dios!, *guía antimicrobiana*) y el verbo to prescribe (“recetar” para nosotros, con más frecuencia que “prescribir”). También ese símbolo ℞ (o Rx) que aparece en el punto 4 de la viñeta y no usamos en español; copio nuevamente del Diccionario de dudas y dificultades de traducción del inglés médico (Navarro, 2018):

Rx. Esta abreviatura inglesa, que no tiene nada que ver con la española ‘Rx’ (rayos X, radiografía), puede tener cuatro sentidos frecuentes en medicina:

1 En sentido propio, es la abreviatura tradicional que encabeza las recetas en los países de habla inglesa, inmediatamente antes del nombre del medicamento recetado. Equivale, pues, a nuestra abreviatura tradicional Rp. (del latín recipe, todavía habitual en Hispanoamérica), o a la moderna Dps./ (despáchese) en las recetas españolas.

2 Por extensión, ha pasado a utilizarse en el lenguaje médico como abreviatura de receta (o receta médica). ● Rx drugs o Rx-only drugs (medicamentos de venta con receta [para la EMA, oficialmente: medicamentos sujetos a prescripción médica), Rx painkillers (analgésicos de venta con receta).

3 También por extensión, se usa asimismo esta abreviatura en historias clínicas e informes médicos con el significado de tratamiento farmacológico. ● background Rx (tratamiento de base o tratamiento previo, según el contexto).

4 [Oft.] En oftalmología, es abreviatura frecuente de refraction (refracción): ● ARx (refracción automatizada), CRx (refracción ciclopléjica), MRx (refracción manifiesta).

►► Véase también el → cuadro R2 [Rx].

Pero, sobre todo, llama la atención en ese mismo punto 4 de la viñeta encontrar la palabra aspirin como ejemplo de medicamento genérico, pues para nosotros Aspirina® es probablemente la marca comercial más conocida y más vendida de toda la historia de la farmacia. La viñeta nos ofrece, pues, una ocasión que ni pintada —nunca mejor dicho— para tratar en detalle la cuestión de los nombres de fármacos y medicamentos en inglés y español: la diferencia entre denominación común y marca comercial, la función de los laboratorios farmacéuticos y de los registros de marcas en estas nomenclaturas que trascienden lo meramente lingüístico. La trágica y convulsa historia del siglo XX, con dos guerras mundiales que enfrentaron a Alemania tanto con el Imperio británico como con los Estados Unidos, explican que aspirin sea hoy un nombre común en prácticamente todos los países de habla inglesa, mientras que Aspirina® sigue siendo en España y otros países de habla hispana una marca comercial registrada, propiedad exclusiva de los laboratorios Bayer. ¿Interesa todo esto a una traductora médica? Yo creo que sí, y mucho.

 

4. Otras experiencias docentes con historietas en medicina

Al igual que comentaba antes en relación con la eclosión de la novela gráfica de tema médico, también aquí podríamos decir que hacia el año 2010 en España el ambiente estaba maduro para que la historieta, en sus múltiples formas, irrumpiera con fuerza como recurso didáctico en medicina. De otro modo no se explica el hecho de que tantas personas, de manera independiente, emprendieran a partir de esa fecha iniciativas muy diferentes, pero centradas siempre en las historietas. Dejando a un lado el nacimiento del curso Spanish Doctors en el año 2010 para el aprendizaje del inglés médico (que, como acabo de explicar, está en el origen mismo de toda mi experiencia personal con historietas aplicadas a la formación en traducción médica), dos han sido en mi entorno las personas que más han trabajado en la aplicación práctica de la historieta como recurso formativo en medicina: M.ª Blanca Mayor Serrano desde el ámbito de la lengua y Mónica Lalanda desde el de la medicina.

Doctora en traducción e interpretación por la Universidad de Granada y máster en terminología por la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, Mayor Serrano se especializó inicialmente en los campos de la divulgación sanitaria, la comunicación entre médicos y enfermos y la elaboración de materiales educativos para pacientes (Mayor Serrano, 2008). Hacia finales de 2011 comenzó a prestar cada vez más atención a la utilidad de la historieta tanto para promover la salud y la educación médico-sanitaria entre la población general como para formar a los estudiantes de medicina y médicos ya en ejercicio, y mejorar sus dotes comunicativas (Mayor Serrano, 2011-2016, 2012 y 2013). Resultado descollante de esos primeros años de investigación en este terreno es la monografía El cómic como recurso didáctico en los estudios de medicina (Mayor Serrano, 2016) (v. figura 3), enfocada al uso práctico de las historietas para la formación de los estudiantes de medicina en la competencia transversal de “Habilidades de comunicación” que contempla el plan de estudios de la carrera de medicina en todas las universidades españolas. Todo hace pensar que a esta monografía seguirán en breve nuevos trabajos y publicaciones con perspectivas originales sobre la historieta como recurso formativo en medicina.

Tras ejercer la medicina durante quince años en Leeds, Lalanda regresó a España e inicialmente combinó el ejercicio de la medicina en urgencias hospitalarias con las tareas de ilustración para Spanish Doctors (ya comentado). En el curso académico 2013-2014, matriculada en un máster interuniversitario en bioética y bioderecho, traba conocimiento del grupo Graphic Medicine [8] y diversas publicaciones extranjeras sobre el cómic como recurso didáctico (Tatalovic, 2009; Green, 2010; Vaccarella, 2013), así como los primeros trabajos de Mayor Serrano entre nosotros. Todo ello despierta su interés por la historieta como instrumento de comunicación en el ámbito de la ética médica, que plasma en su trabajo de fin de máster (Lalanda, 2014), como divulgadora e ilustradora en el blog Médico a cuadros (Lalanda, 2013‑2018) y en un proyecto de innovación docente para la enseñanza de la deontología médica a través de historietas específicamente diseñadas para los estudiantes de la Facultad de Medicina de la Universidad de Zaragoza (en colaboración con los profesores de bioética María Teresa Delgado y Rogelio Altisent). Tras colgar la bata blanca en 2016, publicó el libro Con-ciencia médica (Lalanda, 2016), donde adapta al lenguaje de la historieta todo el Código de Deontología Médica de la Organización Médica Colegial. Actualmente capitanea el grupo Medicina Gráfica y está inmersa en diversos proyectos de creación de historietas didácticas y difusión de las patografías gráficas para médicos y pacientes.

No me cabe ninguna duda de que la historieta como recurso didáctico en medicina vive en la actualidad un momento dulce. Solo en el segundo semestre de este año se ha celebrado en Vermont (EE.UU.) el IX Congreso Internacional de Cómics y Medicina (Vermont, del 16 al 18 de agosto), Mayor Serrano ha creado un grupo Medicina y Ciencia Gráfica en Facebook (19 de agosto), la Universidad de Castilla-La Mancha ha impartido en Albacete un curso de verano “ El cómic como herramienta de divulgación y comunicación científica [9] (6 y 7 de septiembre), se ha celebrado en Zaragoza el I Congreso de Medicina Gráfica [10] (30 de noviembre), y la revista Tebeosfera ha publicado este monográfico de “Medicina gráfica” [11] (diciembre). ¿Quién lo hubiera dicho hace apenas cinco años?

No hacen falta grandes dotes adivinatorias para pronosticar que el futuro próximo pinta bien para el uso de dibujos e historietas como recurso didáctico en todas las ramas y disciplinas de la medicina. Incluida también la traducción médica, por supuesto.

 

Bibliografía [12]

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FAO – Food and Agriculture Organization of the United Nations (2017): “FAO Kids: Pulses contribute to food security”. < http://www.fao.org/pulses-2016/resources/fao-publications/en/ > [me he servido asimismo de la versión española: “FAO Kids: Las legumbres contribuyen a la seguridad alimentaria”].

GONZÁLEZ CABEZA, Inés: Imágenes de la enfermedad en el cómic actual. León: Servicio de Publicaciones de la Universidad de León y Eolas Ediciones, 2017.

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HALL, Jamie; Ross, Edward (2012): Malaria: the battle against a microscopic killer. Glasgow: EVIMalaR. < http://www.malariacomic.com/component/option,com_docman/Itemid,90/gid,75/task,doc_download/ > [me he servido asimismo de la versión española: Malária (sic) : la batalla contra un asesino microscópico (trad.: Hernando A. del Portillo). Glasgow: EVIMalaR, 2012].

KELLEHER, Eoin (2016): “10 tips for new docs”. Publicado en Twitter, 28-VI-2017. < https://twitter.com/EoinKr/status/880179141517221888 > [me he servido asimismo de la versión española de Mónica Lalanda: “10 consejos para nuevos médicos”. Publicado en Twitter, 30‑VI-2017. < https://twitter.com/GraficaMedicina/status/880759621530660864 >].

LALANDA, Mónica (2011-2018): Médico a cuadros [bitácora]. < https://medicoacuadros.wordpress.com/ >.

LALANDA, Mónica (2014): Viejos problemas, nuevas soluciones: el cómic en la enseñanza de la medicina [proyecto de fin de máster; director: Rogelio Altisent]. Universidad de La Laguna. < http://concienciamedica.com/ >.

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MAYOR SERRANO, M.ª Blanca (2013): “La historieta como instrumento para la divulgación médico-sanitaria: aspectos pragmalingüísticos”. Translation Journal, vol. 17, nº 2. < http://translationjournal.net/journal/64historietas.htm >.

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NAVARRO, Fernando A. (2018): Diccionario de dudas y dificultades de traducción del inglés médico (3.ª edición). Edición en línea (versión 3.12). Madrid: Cosnautas. < http://www.cosnautas.com/es/catalogo/librorojo >.

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VACCARELLA, Maria (2013): “Exploring graphic pathographies in the medical humanities”. Medical Humanities, vol. 39, págs. 70-71. < https://mh.bmj.com/content/39/1/70.full >.

 
 
NOTAS

 [1] En este artículo usaré la palabra “historieta” como término general para abarcar no solo las tres grandes corrientes historietísticas mundiales (el comic estadounidense, el manga japonés, y la bande dessinée, BD o bédé francobelga) y el tebeo español, sino también todas sus variantes y modalidades, desde las tiras cómicas de la prensa periódica hasta la novela gráfica para adultos.

[2] A modo de muestra, el primer fascículo completo de Spanish Doctors puede descargarse gratuitamente aquí: https://www.spandoc.com/spanish-doctors/muestras/spanish-doctors-1-vol-1/ .

[3] En Internet puede verse una muestra de la sección “Family Doctor” en https://www.spandoc.com/spanish-doctors/muestras/family-doctor/ y otra de la sección “Hospital Doctor” en https://www.spandoc.com/spanish-doctors/muestras/hospital-doctor/ .

[4] Veinticinco entradas publicadas con la etiqueta “Còmics” entre el 28 de julio de 2011 y el 25 de julio de 2016: http://blogs.uab.cat/medibloc/tag/comics/ .

[5] Treinta y ocho entradas publicadas con la etiqueta “Cómics” entre el 7 de diciembre de 2011 y el 11 de noviembre de 2016: https://medicablogs.diariomedico.com/blanca11/tag/comics/ .

[6] Fundado el 23 de marzo de 2017; integran el grupo (por orden alfabético del nombre de pila): Alejandro Martínez, Augusto Saldaña, Daniel Sender, Eugenia García Amor, Gaspar Naranjo, José Luis de la Fuente, Juan Carlos Claro, Mónica Lalanda, Mónica López, Rafa Marrón y Tolo Villalonga.

[7] No puedo afirmar con rotundidad cuál es el motivo, pero tengo para mí que es este: tanto los guiones como las ilustraciones son obra de médicos bilingües en ejercicio con experiencia tanto en España como en el Reino Unido, y las historietas están originalmente concebidas como un medio de enseñanza del inglés médico real y los principales problemas que plantea para un hispanohablante.

[8] Fundado en 2007 por el médico galés Ian Williams, autor de la excelente novela gráfica The Bad Doctor (2014); a él se sumaron en 2012 la enfermera estadounidense M. K. Czerwiec, alias “Comic Nurse”, y en 2017 Matthew Noe, autor de la bitácora This Week in Graphic Medicine.

[9] Dirigido por Rosario Sabariegos Jareño y con un plantel docente integrado por Blanca Mayor Serrano, Miguel Ángel Giner Bau, Cristina Durán, Carlos Romá Mateo ( The Oobik), Jesús Sánchez Ruiz ( A Lymph’s Life), Miriam Rivera Iglesias ( Biomiics), Guillermo Navarro Oltra y Mónica Lalanda.

[10] Coorganizado por el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud y el grupo Medicina Gráfica. Participantes: Mónica Lalanda, Mónica López, Tolo Villalonga, Alejandro Martínez, Juan Carlos Claro, José Luis de la Fuente, Rafael Marrón, Daniel Sender, Eugenia García Amor, Milagros García, Fernando Carballo, Menda Lerenda, Ian Williams, Juan Royo, Álvaro Pons, Inés González Cabeza, Rogelio Altisent, J. M. Salas, Silvia Sánchez, Miriam Rivera, Jesús Sánchez Ruiz, Cristina Durán, María Hernández, Miguel Gallardo, Isabel Franc, Zarva Barroso, Fernando Abadía, Clara Marta, Jorge Arranz, Laura Marín, Inés Valls, María Escudero y Teresa Bordons.

[11] Coordinadora: Blanca Mayor Serrano. Colaboradores, además de la propia Blanca Mayor Serrano: Gemma Burgos Segarra, Guido Rodríguez de Lema Tapetado y Juan Sánchez-Verde Bilbao, Inés González Cabeza, Jesús Sánchez, Jordi Vaillès, Margalida Miró Bonet, Matthew N. Noe y Miriam Waite, Menda Lerenda, Patricia Rocamora-Pérez, Rosario Sabariegos Jareño y Breixo Harguindey.

[12] Nota: todos los enlaces de Internet recogidos en este apartado bibliográfico estaban activos el 1 de septiembre de 2018.

Creación de la ficha (2018): Félix López
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
Fernando A. Navarro (2018): "Mi experiencia con historietas para la formación práctica en traducción médica", en Tebeosfera, tercera época, 9 (18-XII-2018). Asociación Cultural Tebeosfera, Sevilla. Disponible en línea el 02/XI/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/mi_experiencia_con_historietas_para_la_formacion_practica_en_traduccion_medica.html