Al igual que en Italia. Faustinelli jamás utilizo su propio nombre para firmar los trabajos, prefiriendo los seudónimos de Faust, Oscar Bionda, Martino, Davide,...estos dos últimos los más conocidos en la Argentina.
Esa etapa es comentada por Faustinelli en una entrevista realizada por la periodista Floriana Maudente, aparecida en la revista genovesa Sarg. Kirk (numero 36, abril 77). Aquí trascribimos parte de ella: “La oferta de Buenos Aires no era para desperdiciar, así que decidimos el viaje. En el consulado de Argentina me dijeron que: “50.000 pesos es muchísima plata. ¡¡ Ahora, ahorra todo lo que puedas!!”. Pero mi vida allí era para no ahorrar, además, la inflación también nos afectaba”.-
Mario se acomodó a su existencia a la vera del Río de la Plata, junto con sus compatriotas, perfectamente, viviendo, incluso con ellos. Así era su vida en la Editorial Abril, pero su producción no fue la misma que para el Asso di Picce, pues todo lo que realizó Faustinelli en Argentina, resulto inédito.
Historieta de Pat Brando
Se trata de un policial protagonizada por el blondo detective Pat Brando y su pequeña ayudante, la inquieta, picara e inteligente Sybil. Ambos desarrollan aventuras de tiro corto (8, 10 planchas) teñidas de casos que, mayoritariamente, se presentan a ritmo de paso de comedía, conservando las acciones de peligro y misterios. Esta serie, al igual que “Rescates e Investigaciones” no recibió reedición. Fue publicada en Misterix desde el nº 270 (30 /11/ 53) al 290 (09 /04 /54), luego continuada en la misma revista desde el nº 324 (03/12/54) al 342 (15/04/55). Faustinelli considera a esta historieta como lo mejor que hizo en Argentina: “Es la serie que recuerdo con más afecto, que más me satisface”, relata Mario. ”Era la saga de un detective, pero no al estilo de Sherlock Holmes, más bien era la contra cara de Sherlock, pues estaba relacionada con un ritmo divertido, con misterios propios del policial, pero con mucha ironía en los diálogos y las acciones, en un tono alegre, gracioso. Pat era un tipo dispuesto a meterse en cualquier lío, a seguir sus propios impulsos pero, en definitiva era un tipo afortunado, pues siempre salía bien parado. Era, además lo contrario a KIM, que resultaba todo dramático, de aventura pura. Creo que al publico le gustó mucho pues resulto toda una novedad”. Y efectivamente así fue, puesto que en esta obra es donde Faustinelli demostró estar en la cúspide de su talento como profesional del cómic, con un buen manejo del ritmo y una narrativa excelente. Martino-Davide se había convertido en un autentico historietista, tanto como escritor como dibujante, lo cual le significaba haber alcanzado el nivel pretendido cuando pisó las orillas del Río de la Plata.
Sergio Tarquinio, uno de sus compañeros de aventura, en entrevista publicada en TEBEOSFERA (edición décimo quinta, primera época) comentaba que “Faustinelli era un muchacho muy culto que leía muchísimo; gran escritor, más que dibujante, al punto que me ocupe de dibujarle muchas tiras de su Kim, aunque realmente se ocupaba poco de dibujar”. Ongaro, también, en TEBEOSFERA (edición décimo sexta, primera época) declaró que se ocupó de escribirle parte de algunos de los argumentos de sus series, mientras que el propio Faustinelli dice que su amigo Pratt le planto varias tiras, en especial en lo que respecta a los personajes.
Todo esto nos sorprende mucho, teniendo en cuenta que en Asso di Piche era un auténtico hombre orquesta, tal como hemos dicho se encargaba de casi todo mientras que en Argentina debía recurrir a la ayuda de sus compañeros, pero, este comentario va como simple anécdota de un pasaje de su vida, sin ser puntualmente considerado para destacar en sus vivencias argentinas.
Pero, ¿a qué se debió su regreso a Italia en 1957? - El mismo se encarga de relatarnos las motivaciones de ese hecho: “Yo había llegado a Buenos Aires a los veinte años, que es una edad para soñar, donde la ventura era una continua tentación, pero ahora yo tenia treinta y dos y uno tiene un mayor equilibrio, uno finalmente comprende que se ha convertido en adulto, uno siente que en verdad, la vida se divide en dos, además, notaba que me estaba convirtiendo en sudamericano, y, como a mi me interesaba mucho la literatura, también notaba que el idioma era un impedimento. Mis raíces estaban aquí, en Italia, así que entendí que era la hora de regresar”.
"Cuando volví, los inicios eran difíciles en la profesión y yo estaba en verdad desorientado". Pero, esta es otra historia que algún día relataremos. Lo cierto es que Faustinelli inicio su actividad en el Corriere dei Piccoli dirigido por Giovanni Mosca donde se publicó entre otras obras, Il Piccolo Cow Boy, con dibujos de Aldo di Genaro y textos de Faustinelli y luego El Pequeño Rey visto en Argentina en el Rayo Rojo (1962). Entre 1959 y 1962 dirige el semanario Bimbo y Bimba, mientras escribe la serie Patatina, que dibujaran alternativamente Porciani, Canale y Paludeti, a la vez que en funda, junto a otros la editorial Gli Amici donde creara el superhéroe llamado Kolosso que dibujaran alternativamente Porciani, Paludetti, Canale, C.Cossio, Marciere cuya finalización se produce en 1961, pero lo cierto es que su labor se estableció en el medio editorial trabajando como autor y coordinador de obras de carácter enciclopédicos (Enciclopedía Universal del Arte de ediciones AMZ, etc), además, se le otorga la autoría junto a Federico Caldura y Maria Perego del muñeco Topo Gigio, que volcó en dibujo animado, luego pasado a largometraje (1961) con la brillante mano de Dino Battaglia. De todos modos, de historietas, se le conoce muy poco, casi nada.
Lo cierto es que de esa etapa de su vida en Italia, aparece como poco menos que en blanco, pues su rastro se diluye lentamente hasta que el 31 de julio de 2006, luego de una larga convalecencia, Mario Faustinelli falleció en Milán a los 82 años de edad, dejándonos como prueba de su participación en la historieta, sus obras, en especial lo hecho en Buenos Aires, en los años 1950 que, sin dudas, fue lo mejor de su carrera, además de esa foto junto a IVO, el chico querido por todos, HUGO, el de las locas ideas (también fallecido), ALBERTO, el galán del grupo.
Ese es el grupo de los venecianos que triunfaron en Argentina, país que amaron desde que llegaron a el, donde vivieron las mas fascinantes aventuras de juventud, donde aprendieron a expresarse con la historieta y que jamás podrán olvidar mientras vivan.