LEER SIN SABER LEER. PRIMEROS CONTACTOS CON LOS TEBEOS
MANUEL BARRERO

Origen:
Tebeosfera, 2ª época, nº 0
Resumen / Abstract:
Obra divulgativa que aborda el asunto de los neolectores y que, si bien no utiliza la historieta o los tebeos en esas actividades, nos sirve para crear paralelismos y reflexionar sobre la idoneidad de fomentar la incorporación a la primera lectura utilizando los tebeos.
LEER SIN SABER LEER. PRIMEROS CONTACTOS CON LOS TEBEOS. 
 
En julio de 2008 se distribuyó un trabajo de M. Clemente Linuesa y E. Ramírez Orellana desarrollado en la Fundación Germán Sánchez Ruipérez de Salamanca. Este librito es el producto de tres años de trabajo y, en esencia, describe la evolución del trabajo de ambas autoras con niños de 0 a 6 años (en su subtítulo diferencia entre “niños” y “niñas” sin establecer el porqué de esta separación por sexos) orientado a evaluar el acceso a la lectura en las primeras edades. Con este volumen, titulado PRIMEROS CONTACTOS CON LA LECTURA. LEER SIN SABER LEER, quedaba inaugurada la colección Análisis y Experiencias con la que el Centro Internacional del Libro Infantil y Juvenil de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez pretende difundir trabajos de investigación relacionados con los hábitos culturales de los niños y los jóvenes.
 
Está claro que aunque vivamos bajo el ‘signo de la imagen’, la lectura sigue siendo la vía de acceso al conocimiento y la herramienta de comunicación más importante para el crecimiento del individuo y para su integración en la colectividad. La educación lectora temprana sigue siendo un asunto de importancia para pedagogos que contemplan como las estadísticas de neolectores siguen descendiendo y cómo la comprensión de cualquier texto resulta más dificultosa para una mayoría de niños y adolescentes a cada generación que pasa.
 
De hecho, este tipo de experiencias han venido sucediéndose en los últimos años. Recuérdense: “¿Leer sin saber leer? Una experiencia práctica de comprensión lectora en educación infantil”, trabajo de Cholbi García, Molina García y Nieto Jiménez aparecido en Revista de Literatura, 185, en 2002; el seminario impartido por Corchete Sánchez en el Centro Internacional del Libro Infantil y Juvenil o las mismas experiencias de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez que en mayo de 2008 organizó, en el seno de las 16ª Jornadas de Bibliotecas Infantiles, el programa LA FAMILIA Y UNO MÁS: LA LECTURA EN CASA, tambien orientado a explorar la promoción de la lectura en las primeras edades.

Este trabajo que nos hace llegar la FGSR resulta, pues, estimulante en un momento en el que la preocupación por la incorporación de los niños a la lectura es más necesario que nunca. Ellas dicen ser conscientes de la importancia de la adquisición de las capacidades lectoras en la etapa más temprana de la vida y de la poderosa contribución del entorno familiar a esa incorporación a la lectura. Tratan de evaluar la interacción niño-libro y cómo los padres catalizan esa reacción en dos etapas, una de prelectores de 3 a 6 años y otra, denominada Ronda de libros, para niños de menos de tres años. Y lo hacen construyendo un ámbito de trabajo que les sirve como laboratorio de pruebas para estudiar el modo cómo los niños se acercan a los libros o la interactividad entre padres, educadores y niños. 
Se trata, entonces, de un estudio descriptivo que contabiliza acciones, participaciones y, tras someter a los padres al rellenado de una batería de cuestionarios, impresiones y valoraciones de las experiencias vividas. De hecho, gran peso de las conclusiones se concede a las valoraciones que del programa hicieron los padres (que no al contrario), y que lo más destacable del resto fue: que la intervención de los padres en el acto de incorporarse a leer es capital, que es la madre la que más habitualmente invita a sus hijos a leer o bien a leerles cuentos o libros ilustrados, que las bibliotecas para lectores tempranos deben convertirse en espacios lúdicos, que las actividades grupales organizadas ayuda, que deben incrementarse los “materiales audiovisuales” al unísono que se accede a la lectura de libros por el atractivo que los primeros tienen para los niños. 
Nada que no supiéramos. Sentencias como : “desde el ámbito familiar se puede contribuir a que los pequeños establezcan una relación especial y de privilegio con los libros” o “Reforzar la relación de estas instituciones con el hábitat familiar para favorecer la continuidad y la complementariedad de acciones a lo largo de toda la infancia es la mejor vía para consolidar el hábito lector entre los pequeños” son tan adecuadas como bien conocidas. Pero las estadísticas siguen indicando que los padres no leen con sus hijos, no incentivan a sus hijos a leer y hasta hay algunos que se extrañan de que sus hijos lean.

Una de las autoras de este trabajo declaraba a la Cadena Ser en junio del presente año (puede leerse aquí) que resulta fundamental incentivar al niño con juegos o juguetes a la hora de incorporarse a leer y que lo ideal sería recrear espacios adecuados para potenciar el gusto por la lectura. Es cierto que el 96% de los padres que intervinieron en estos programas para prelectores estuvieron de acuerdo con que invitar a sus hijos a la lectura les beneficiaría, pero no lo es menos que el tipo de padres escogidos para hacer el estudio poseían estudios medios o altos (sólo el 10,3% se declaraba “Poco lector”). Desde luego no resulta sencillo evaluar los hábitos prelectores de los niños de la familia media española, y resulta muy complicado lograr la participación de padres habitualmente renuentes a programas de este tipo o, directamente, desafiantes frente a la idea de dar libros a sus hijos.
 
Resulta digno de destacar que las autoras en ningún momento del estudio citan los libros de historietas o los cómics. Se trabaja con libros de cuentos o libros ilustrados, imaginarios, libros informativos, libros con rimas, cederrones, videos y cuentos con sorpresa, pero nunca con tebeos. En los espacios construidos para desarrollar las experiencias, una gran sala con zona de mesas y esquinas decoradas con motivos coloristas y alusivos a espacios fantásticos, tampoco se utilizan motivos relacionados con los personajes de los cómics.
 
No obstante pensamos que hubiera sido de gran interés emplearlos, o iniciar otra investigación paralela en este sentido, porque algunas de las conclusiones que obtienen las autoras sí parece indicar que los tebeos podrían servir para incentivar a la lectura a los más pequeños. Por ejemplo, las autoras han aislado en el presente estudio LEER SIN SABER LEER los temas de interés para los niños de menos de seis años, y entre ellos hallamos: humor, los animales, los niños protagonistas, los juguetes, la familia, los colores, el colegio, las comidas y, en un apartado especial, las onomatopeyas. ¿No parece ser un barajado de temas muy habitual en las historietas humorísticas?
 
Del grupo de acciones desarrolladas durante estos tres años hay resultados que también han llamado nuestra atención. A la hora de acercarse a leer libros, el mayor porcentaje se lo llevó la actividad descrita como "Ver libros acompañados" (36% de los niños); por lo que se refiere a los Espacios, el 53% prefirieron los rincones más decorados con elementos fantásticos; en lo relativo a los tipos de relatos, el 56% de los niños se inclinaron por los cuentos frente a las canciones, los poemas u otros; para el caso de las estrategias de motivación destacaron con amplia diferencia la Interacción verbal (y frente a libros de tamaño estándar, nada de libros gigantes o franelogramas). Los padres también arrojaron datos esclarecedores: el 42,8% consideraron que la actividad lectora compartida con sus hijos enriquecía su relación, un porcentaje que se situó por encima de cualquier otra valoración.
 
Queda claro que la interacción de adultos con niños es beneficiosa para ambos y para fomentar la habilidad lectora del niño en el futuro, sobre todo si se trabaja con libros ilustrados (se citan los trabajos elaborados en torno a estas hipótesis de Peralta y Salsa y de Ortiz y Jiménez, ambos de 2001, y los de Reese, Cox, Harte y McAnally, de 2003). Entonces, ¿por qué no se ha hecho el planteamiento con la lectura compartida de tebeos? Es más, de todos los padres que sabemos lo beneficioso que resulta leerles cuentos a nuestros hijos o leerlos junto con ellos, ¿cuántos pensamos que tendría el mismo valor leerles tebeos o junto con ellos? No se conocen datos al respecto, pero me atrevería a afirmar que muy pocos a tenor de las inercias culturales que todos seguimos sin plantearnos el porqué de ciertas actitudes adoptadas frente a nuestros hijos en cada contexto social.
 
Esta ampliamente estudiado el valor de la lectura de cuentos para la alfabetización posterior de los chavales y la de las experiencias en escenarios construidos para tal fin (Teale, Langer, McGillivray, Sulby y Barnhart), pero no menos importante es el valor que posee la narración, en general, sobre los niños. Según Wells (Psicología y educación, Visor, 1987), escuchar o comprender relatos ayuda a conectar el habla con los textos escritos y, lo que es más importante, a conocer el potencial simbólico del lenguaje y su poder para representar la experiencia mediante símbolos independientes de los objetos y acontecimientos “reales”. De ahí se pasa a las teorías aún más apasionantes de Bruner, las descritas en Actos de significado. Más allá de la revolución cognitiva (Gedisa, Barcelona, 1991, existe nueva edición en 2004): lo narrativo constituye un auténtico sistema de pensamiento. Es decir, el niño utiliza los relatos, los cuentos, las historias (y las historietas) no tanto para valorar situaciones objetivas como para dar coherencia argumentativa a su manera de ver el mundo. Leerles cuentos contribuye, pues, no sólo a instruirlos, también a educarle en la imaginación, en el sentimiento, en –como dice el autor- el proceso de hominización.
 
El hecho de usar historietas en este tipo de programas sin duda favorecería todos los supuestos previos a la elaboración de los mismos. Las historietas nutren la imaginación del niño de estructuras simbólicas; se elaboran con personajes muy desiconizados de fácil retentiva y con fuerte poder de anclaje; y permiten, por su propia naturaleza narratológica, la reconstrucción de cualquier relato y desde cualquier presupuesto de partida.
 
Cabe preguntarse si uno de los factores que ha desembocado en el actual panorama de pobreza general de lectores que, en paralelo, lo es de lectores de tebeos, no ha sido la falta de lecturas compartidas de tebeos entre padres e hijos. Unos, por solventar la papeleta de la educación con el socorrido cuento nocturno. Otros, por considerar, como así ha dictado la inercia cultural española, que los tebeos son un producto viciado y menor, incapaz de transmitir los valores y afectos intelectuales que los libros ilutrados proveen.      
 
Hagámonos reflexión. Al menos los padres jóvenes con hijos en edad de incorporarse a la lectura: Si no desprecias un tebeo como objeto cultural… ¿les leerás a tus hijos historietas para fomentar sus hábitos lectores?
 

Este trabajo de campo, Primeros contactos con la lectura. Leer sin saber leer, también pretende "dar pautas o servir de ayuda a instituciones o personas que trabajan temas de lectura, bien evaluando proyectos iniciados o que se vayan a poner en funcionamiento", según ha explicado la directora del Centro internacional de Lectura Infantil y Juvenil de la citada fundación. En este sentido, tanto este estudio como los programas que se han llevado y se están llevando a cabo, son tareas muy loables y que esperamos que de buenos frutos prontamente.

 

Reseña de Manuel Barrero
Tebeosfera recibió servicio de prensa de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez.
 
 
Referencia bibliográfica:
Clemente Linuesa, María : Primeros contactos con la lectura. Leer sin saber leer . Descripción y evaluación del trabajo con niños y niñas de 0 a 6 años en la Fundación Germán Sánchez Ruipérez de Salamanca / María Clemente Linuesa , Elena Ramírez Orellana. -- Salamanca : Fundación Germán Sánchez Ruipérez, 2008   -    ISBN 978-84-89384-72-9
Creación de la ficha (2008):
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
Manuel Barrero (2008): "Leer sin saber leer. Primeros contactos con los tebeos", en "Tebeosfera, 2ª época, nº 0" . Rescate en TEBEOSFERA (2008, TEBEOSFERA) -2ª EPOCA- 0. Disponible en línea el 21/XI/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/leer_sin_saber_leer._primeros_contactos_con_los_tebeos.html