LAS CONSECUENCIAS DE LA INMORTALIDAD
LA SAGA DE LAS SIRENAS (NINGYO SHIRĪZU, RUMIKOTAKAHASHI, 1984-1994)
Rumiko Takahashi es, probablemente, una de las creadoras de cómic japonés más famosas en España. Su popularidad se debe a varios factores, tales como su larga trayectoria profesional (lleva casi cuarenta años publicando manga de forma continuada en las revistas de Japón), a la particular combinación de acción, romance y humor que encontramos en sus obras y al éxito generalizado de sus diversas series, las cuales han sido adaptadas a la animación. Sin duda, la difusión internacional del anime japonés durante la década de los años noventa facilitó la llegada de los cómics de la autora a nuestro país. La versión animada de Ranma 1/2, emitida en Antena 3 desde 1993, fue una de las series emblema de la animación japonesa en España y generó un gran impacto en sus espectadores, muchos de los cuales crecieron desarrollando un cierto interés por el manga y el anime. Por entonces, la editorial Planeta-DeAgostini no dudó en aprovechar la oportunidad y lanzó al mercado el cómic Ranma 1/2. Se trató de un importante precedente que continuaría con la publicación Juliette je t'aime (título de la traducción francesa de Maison Ikkoku, cuya versión animada también se emitió parcialmente en España) en 1994, de Lamu (Urusei yatsura en japonés) en el mismo año, y de One Pound Gospel en 1996. Estos cómics fueron publicados en ediciones grapadas, con el orden de las páginas y de las viñetas adaptado al sistema de lectura occidental, a veces traducidos del inglés, y con una extensión inferior al tomo japonés (48 o 96 páginas según el caso). Debido a la extensión de las series originales, las ediciones de Planeta-DeAgostini quedaron inconclusas. Afortunadamente, en 1997 llegarían dos tomos únicos con historias cortas, La tragedia de P y Uno o dos , los cuales permitieron descubrir el talento de la autora para narrar historias más cortas y de temática más variada.
Este repaso por las obras de Takahashi publicadas en España en el periodo previo al boom del manga que comenzaría en los primeros años del siglo XXI nos permite comprobar que esta autora ya era, prácticamente desde los inicios de la publicación del cómic japonés en nuestro país, una importante referencia. Su consolidación definitiva vendría de mano de Glénat, editorial que publicaría de forma completa y en ediciones muy similares a las japonesas las principales obras de la autora. Así, en 2001 Glénat inició la publicación de Ranma 1/2; en 2002 llegaría Inu-Yasha, serie amparada por el éxito de la versión animada; en 2004 comenzó a publicarse la edición kanzenban de Maison Ikkoku, y en 2005 ocurrió lo mismo con Lamu. Como vemos, Rumiko Takahashi estaba entre los autores insignia de Glénat, que nos traería One Pound Gospel en el año 2008 antes de desaparecer. Finalmente, las licencias de las obras de la autora volvieron a Planeta-DeAgostini y en 2010 pudimos contar con la edición española de Rin-ne , manga que sigue siendo serializado en la actualidad.
Gracias a la labor de Glénat y de Planeta-DeAgostini, la obra de Rumiko Takahashi ha sido traducida prácticamente en su totalidad al español, si bien es cierto que algunos títulos todavía no han sido editados. Nos referimos a recopilaciones de historias cortas que vienen siendo agrupadas en tomos únicos bajo el título general de El teatro de Rumiko (en Japón se ha publicado bajo diferentes nombres, como Takahashi Rumiko Gekijō o Takahashi Rumiko Kessakushū) y la obra que hoy reseñamos, La saga de las sirenas (Ningyo shirīzu). Si bien durante algún tiempo, allá por 2008-2009, se rumoreó que Glénat publicaría este cómic demandado por los fans de la autora, finalmente se descartó dicha posibilidad por la falta de materiales originales en Japón[1]. No obstante, pese a que continuaba inédita en España, La saga de las sirenas apareció en Estados Unidos de la mano de VIZ en 2004 bajo el título Mermaid Saga,y ha sido adaptada varias veces a la animación[2].
La saga de las sirenas se encuentra a medio camino entre las largas series y las antologías de relatos breves de Takahashi. Hasta la fecha, esta saga se compone de nueve historias[3] que comparten entre sí el nexo temático que une los episodios y la presencia de la pareja protagonista. No obstante, cada historia se desarrolla en una ambientación espaciotemporal diferente e introduce una trama conclusiva en la que personajes secundarios ocasionales suelen cobrar cierta relevancia. Estas historias fueron publicadas en la revista Weekly Shōnen Sunday (editorial Shogakukan) de modo irregular a lo largo de unos diez años, pues el primer capítulo apareció en septiembre de 1984 y la última historia hasta el momento data de 1994. Si bien la revista en la que se publicó La saga de las sirenas ofrece principalmente shounen manga (historias de acción y aventuras dirigidas a adolescentes), la obra que nos ocupa se caracteriza por introducir interesantes toques sobrenaturales cercanos al terror, secuencias de acción con imágenes violentas, alguna que otra escena romántica e incluso momentos cómicos.
La premisa argumental de la saga radica en la creencia ancestral de que si una persona come carne de sirena alcanzará la inmortalidad. Pese a que la carne de sirena es altamente tóxica y tiene efectos letales en la mayoría de las personas, para algunos afortunados la leyenda resulta ser cierta. Así, algunos de los que han probado dicha carne descubren que sus cuerpos dejan de envejecer, quedándose con la apariencia que tenían en el momento en que probaron la carne, y que son capaces de recuperarse fácilmente de cualquier herida. Incluso aunque mueran, al cabo de unas horas volverán a la vida. Pero son pocos quienes consiguen este estado de inmortalidad, pues la mayoría de las personas que prueban la carne de sirena terminan muriendo en el acto o transformándose en monstruos de aspecto dantesco, violentos e irracionales. Como vemos, se trata de una idea atractiva que permite a la autora abordar temas relativamente profundos tales como el sentido de la existencia humana o la propia noción de humanidad. Varios personajes del cómic ansían conseguir la carne de sirena para sanar sus enfermedades o salvar a sus seres queridos, pero no reparan en las posibles consecuencias de una vida inmortal. Takahashi utiliza este principio narrativo en prácticamente todas las historias, introduciendo variaciones de diversa índole y subvirtiendo las expectativas de los lectores.
La vida eterna resulta una carga tan pesada que, de hecho, el objetivo del protagonista de la historia, Yuta, es volver a su estado mortal. Pese a que aparenta ser un joven veinteañero, este pescador lleva más de quinientos años viajando por todo Japón para encontrar algún remedio a su inmortalidad. Él desea envejecer de un modo normal y morir acompañado de su familia e hijos, pero siempre se ha visto condenado a ver cómo sus seres queridos van envejeciendo mientras él permanece inalterable. La soledad de Yuta parece suavizarse tras su encuentro con Mana en el primer episodio, pues la joven (que ha sido obligada a comer carne de sirena contra su voluntad) se une en su viaje y entre ambos se desarrolla una cierta complicidad, si bien la tensión amorosa que percibimos entre ellos nunca se exterioriza plenamente. En su camino se encontrarán con varios personajes cuyas vidas han sido afectadas, de un modo u otro, por la inmortalidad. Uno de los principales aciertos de este cómic es el modo en que la autora explora las motivaciones y sentimientos de los personajes, utilizando en muchas ocasiones el apartado gráfico para jugar con las expectativas de los lectores. Por ejemplo, un niño de apariencia inocente puede ser tremendamente retorcido y cruel, mientras que algún monstruo de aspecto repulsivo es capaz de mostrar una conducta compasiva en un intento por aferrarse al recuerdo de la persona que era.
Cada historia de la saga presenta un misterio bien definido al que los personajes protagonistas deberán enfrentarse. Para resolverlo contarán con la ayuda de aliados y deberán abatir físicamente a ciertos oponentes, siendo habitual la presencia de algún que otro giro narrativo que sorprenderá al lector. La combinación de suspense y acción hace que las historias atrapen nuestro interés y vayamos pasando las páginas del cómic casi sin darnos cuenta. Para ello, Takahashi recurre a técnicas narrativas efectivas tales como persecuciones, montajes paralelos o traiciones. Dado que muchos de los personajes son inmortales, abundan las viñetas que muestran violencia gráfica (apuñalamientos, disparos, estrangulamientos) y muertes. Si bien utiliza estas escenas como puntos álgidos en el relato, la autora no se recrea en detalles truculentos ni pretende incomodar al lector, de ahí que las escenas sangrientas no resulten desagradables sino un mero recurso para generar entretenimiento y espectacularidad. Asimismo, también son frecuentes los clímax emocionales en los que, más allá de la acción o el suspense, Takahashi invita al lector a sentir y a reflexionar sobre la empatía, la responsabilidad y la ambición.
Takahashi explora en las historias que componen esta saga una amplia variedad de etapas históricas, pues encontramos relatos ambientados en la época feudal japonesa, en el periodo Edo, o en la era Taisho, si bien la mayoría transcurren en el presente[4]. Esta diversidad temporal repercute positivamente en la variada caracterización de los personajes y de los escenarios. De modo similar, cada relato se centra en una relación sentimental tortuosa o con final trágico de diferente tipo: vínculos entre hermanos, romances no correspondidos o esperas interminables. Muchos de los personajes inmortales de La saga de las sirenas descubren que la vida eterna que tanto deseaban es una pesada carga, pues por muchos años que vivan no podrán reparar las faltas cometidas, volver a encontrarse con la persona amada o convertir en inmortales a sus seres queridos. Quizá por este motivo encontramos a varios personajes enloquecidos u obsesionados. Takahashi, como narradora, otorga clausura a estos seres errantes a través de su encuentro con Yuta y Mana, pues la pareja protagonista cumple una función reparadora en el fantástico universo de este cómic.
En cuanto al apartado gráfico, lo cierto es que Takahashi cuenta con un estilo muy reconocible forjado a través de las miles de páginas que ha venido dibujando en las últimas décadas. En La saga de las sirenas podemos encontrar los icónicos diseños de la creadora así como obvias semejanzas con personajes de sus obras más reconocidas. El dibujo de esta autora se caracteriza por su sencillez, limpieza y efectividad. Aunque no es especialmente detallado u original, lo cierto es que las ilustraciones de la autora tienen un encanto propio que surge de su aparente simplicidad y su capacidad para mostrar visualmente acciones físicas y estados emocionales. La narrativa gráfica se caracteriza por un ritmo ágil conseguido a través de la sucesión de páginas con relativamente pocas viñetas. En los momentos culminantes observamos un tamaño mayor de las viñetas, muchas de las cuales ofrecen ilustraciones poderosas, sublimes o impactantes. La edición en dos tomos publicada en Japón[5] incluye además diversas páginas en color y una recopilación de las portadillas originales de los capítulos que nos permiten disfrutar del particular estilo de dibujo de Takahashi.
En definitiva, La saga de las sirenas es una obra breve e interesante. No solo hará las delicias de los aficionados al cómic de Rumiko Takahashi, sino que puede entretener a cualquier tipo de lector debido a la naturaleza episódica de los relatos y a la particular combinación de misterio, acción y sentimentalidad. Aunque gráficamente no es un cómic deslumbrante, el dibujo posee suficiente personalidad y cumple con creces su función de representar visualmente el relato de un modo dinámico. Debido a su corta duración puede ser, junto con One Pound Gospel y los tomos recopilatorios, una buena introducción a la obra de la autora para quienes todavía no se hayan acercado a sus historias o no soporten las narrativas que se extienden a lo largo de decenas de tomos. Es una pena que, hasta la fecha, todavía no haya sido editada en español, por lo que esperamos que pronto se subsane esta carencia y podamos disfrutar de las obras completas de Rumiko Takahashi en nuestro país.
[1] Ramen para dos cita una publicación de la página en Facebook de la editorial: http://ramenparados.com/edt-descarta-la-publicacion-de-la-saga/.
[2] En 1991, el Studio Pierrot lanzó una OVA (Original Video Animation) dirigida por Takaya Mizutani. En 1993, Madhouse produjo otra OVA dirigida por Morio Asaka. Y en el año 2003 se emitió en TV Tokyo una serie de animación de trece episodios dirigida por Masaharu Okuwaki.
[3] La mayoría de las historias se componen de dos capítulos y tienen una extensión variable que oscila entre las treinta y las cincuenta páginas por capítulo.
[4] Es decir, en los años ochenta del siglo pasado, puesto que las historias se publicaron en dicha década.
[5] En Japón existen dos ediciones de esta obra: una de dos tomos en formato kanzenban publicados dentro de la colección Rumic World, y otra compuesta de tres tomos de un tamaño menor. Si bien la primera tiene páginas a color, solamente incluye siete historias. Las dos últimas historias no aparecen recopiladas, pero se pueden leer en la edición de tres tomos.