Title:
The alien vision of the planet Spanish Comics
Resumen / Abstract:
Este artículo pretende presentar una visión externa del cómic español tal como lo perciben los medios de comunicación y los lectores extranjeros. El sector español del cómic no puede rivalizar con los gigantes estadounidense o japonés, pero, aunque sea algo más pequeño, es considerado como similar al sector franco-belga, con quizás una diferencia importante: una menor implantación en las bibliotecas públicas. Los cómics españoles se exportan todavía poco, pero la selección de las obras publicadas por los editores extranjeros les confiere una imagen de calidad. Esta imagen no se debe solamente a la excelencia intrínseca de las obras exportadas, sino también a los temas que tratan, en su mayoría relacionados con temáticas sociales, políticas o de memoria que los asocian con el “cómic de lo real”. La autarquía de la dictadura franquista había privado al lector extranjero de sus clásicos, la traducción de las obras de la Transición y del fin del siglo XX había sido mínima, pero el cómic español es ahora un objeto privilegiado de la investigación fuera de sus fronteras, lo que se traduce por un número creciente de publicaciones, en particular sobre los temas de memoria (Guerra Civil y dictadura). / This article aims to present an external view of Spanish comics as perceived by the media and foreign readers. The Spanish comics sector cannot compete with the American or Japanese giants, but it is considered, although somewhat smaller, as very similar to the Franco-Belgian sector, with perhaps one important difference: less access to public libraries. Spanish comics are still little exported, but the selection of works by foreign publishers gives them an image of quality. This image is not only due to the intrinsic excellence of the exported works, but also to the themes they deal with, mostly related to social, political or memory issues, which associate them with the “comics of the real world”. The autarchy of Franco's dictatorship had deprived the foreign reader of his classics, the translation of the works of the Transition and the end of the 20th century had been minimal, but the Spanish comic is now a privileged object of research outside its borders, which is reflected in a growing number of publications, in particular on the themes of memory (Civil War and dictatorship).
Palabras clave / Keywords:
Cómic, Investigación, Memoria histórica, Historia del cómic, Exportación del cómic/ Comics, Investigation, Historical memory, Comic history, Exportación del cómic

LA VISIÓN ALIENÍGENA DEL PLANETA CÓMIC ESPAÑOL

 

Cuando llegó la primera nave, los nativos declararon que su mundo se llamaba Tebeo, mientras otros, con una voz no menos perentoria, decían que su nombre era Historieta. Una tercera parte discrepó y afirmó que su planeta se nombraba Cómic, insistiendo sobre el acento en la “o” para que no se confundiera con otro planeta. No se quedaron hablando mucho tiempo porque tenían que ir a ajusticiar a algunos herejes que sugerían el nombre de Novela Gráfica. Ante tanta diversidad, los alienígenas se quedaron perplejos, se rascaron las sienes de sus cascos y decidieron que tenían que investigar más.

 

El acceso al cómic español

Hace un par de años, el dueño de Atmosphère, mi librería habitual de cómics en Toulouse, me decía, casi con lágrimas en los ojos, que para él, La maison[1] de Paco Roca era la mejor obra dibujada de todos los tiempos. No tuve el valor de contarle que el día anterior habíamos compartido Paco y yo un puré de verdura y un camembert rôti[2] en un restaurante a dos pasos de su tienda. De haberlo sabido, probablemente hubiera esparcido pétalos de rosa en la calle para celebrar la venida del maestro. Una anécdota entre cientos que muestra la consideración de la que goza el cómic español fuera de sus fronteras. No lo negarán los autores invitados en salones y festivales extranjeros, lo que a veces conduce a comentarios algo agrios sobre la menor apreciación del género en España. Así, es frecuente que los autores españoles deploren la todavía vigente falta de reconocimiento del cómic en su propio país al mismo tiempo que tienden a ver como modelo idealizado el planeta franco-belga, un astro finalmente no tan alejado del suyo. ¿Cuál es la realidad de la situación?

Versión francesa de La Casa, de Paco Roca.

La federación de gremios de editores de España estima que la venta de cómics representa el 2,6% del valor total de ventas en el mercado interior, o sea, del orden de 60 millones de euros, y que un 10% de la población compra cómics[3]. La Asociación Cultural Tebeosfera indica que se publicaron alrededor de 3.700 títulos en 2019, una cifra en constante progresión[4]. En Francia, con aproximadamente 10.000 títulos por año, casi el 14% en volumen y el 10% en precio de las ventas de 2018 del sector editorial se deben al cómic, lo que representa 276 millones de euros. Un 14% de los franceses compran cómics, sin contar con los numerosos lectores que los toman prestados en las bibliotecas públicas[5]. Dicho esto, el perfil de la producción y lectura de cómic es bastante parecido en los dos países: progresión de las ventas, realización artesanal en solitario o, como mucho, en binomio (lejos de la industria norteamericana o de la prolijidad de los mangakas), dominio masculino de creadores y de lectores, autores que en su gran mayoría no logran vivir de su arte…

A pesar de los avances (de los que es un ejemplo la Comicteca de la biblioteca regional de Murcia, creada en 2003), la presencia del cómic en las redes bibliotecarias públicas o universitarias españolas e hispanoparlantes es insuficiente, y varias iniciativas en España, México, Argentina y Perú militan para que su presencia no se limite a algunos centros emblemáticos[6]. Esto vale tanto para las bibliotecas del sistema español (a cargo del Estado), para las bibliotecas a cargo de las comunidades autónomas o incluso para las bibliotecas universitarias. Por ejemplo, las bibliotecas públicas de la Comunidad de Madrid[7] cuentan actualmente como promedio doscientos cincuenta títulos, o sea, un poco más de 1% de su fondo, y las bibliotecas escolares[8], treinta, cifras mínimas en comparación de la oferta actual de cómics. Un estudio de 2017 muestra que solo siete bibliotecas universitarias tienen más de treinta títulos, y que en todo el país, el fondo español se resume a poco más de treinta ejemplares de Paracuellos, de Carlos Giménez; veintitrés de Arrugas, de Paco Roca, y seis de Superlópez, de Jan...[9].

En este tema sí que Francia puede ser un buen ejemplo: este medio entró en las bibliotecas por la puerta pequeña de las publicaciones juveniles, pero ahora está sistemáticamente presente en abundantes filas de álbumes destinados tanto a niños y adolescentes como a adultos. Para dar un ejemplo, la red de bibliotecas de Toulouse (500.000 habitantes) tiene más títulos que la de la Comunidad de Madrid (seis millones de personas), y mi biblioteca de barrio, una de las más modestas de la ciudad, dispone actualmente de un fondo de 2.300 álbumes. Si un aficionado quiere leer a Joe Sacco, Robert Crumb, Shigeru Mizuki o Carlos Giménez, basta con cruzar la calle y entrar en la biblioteca municipal. El cómic ya representa el 30% de los prestamos[10] (o sea, en todo el país, cuatro millones de préstamos de álbumes en 2018), sin que eso perjudique a las ventas en librerías, que siguen en constante crecimiento. Los bibliotecarios consideran que el acceso al cómic favorece la práctica de las bibliotecas y el acceso al libro: estamos lejos de la posición defendida por los pioneros de la biblioteca pública que, como Mathilde Leriche[11], lanzaban anatemas contra el medio.

Al contrario, en Estados Unidos, la conquista de las bibliotecas por el cómic sigue siendo controvertida. En un artículo publicado en 2017 en el semanal Publisher Weekly[12], Heidi Mac Donald subrayaba que la entrada de los cómics en las bibliotecas es un tema polémico, con grupos de presión que todavía critican al medio en los términos que usaba en los años cincuenta Fredric Wertham, psiquiatra estadounidense famoso por sus denuncias contra la nefasta influencia del cómic sobre el público juvenil: “seducción de los inocentes”, confrontación de los jóvenes con temas sensibles como la homosexualidad… El puritanismo tiene en las historietas un enemigo cómodo. En Japón, la difusión de los mangas en bibliotecas públicas también se ve limitada por una cierta resistencia de los bibliotecarios y un Youth Protection Act de 1950 todavía en vigor.

 

El cómic de la vida real

En el diccionario Larousse de la BD[13], Patrick Gaumer califica en un capítulo muy documentado la producción de cómic en España como una de las más ricas del mundo. Considera que el aislamiento del régimen franquista ha privado a los lectores franceses de sus más grandes clásicos y que buena parte de su producción moderna tendría que ser traducida. De hecho, aun si algunos autores tienen enlaces editoriales en ambos países, la traducción de álbumes españoles es marginal, del orden del 1% de los títulos tras, evidentemente, la avalancha de mangas japoneses y cómics estadounidenses, que movilizan más de 90% de las importaciones, y también detrás de los fumetti italianos. Paradójicamente, la crisis editorial de los años noventa obligó a autores españoles a exportar sus obras, como fue el caso de Cava y Ricardo Castells en las editoriales Amok y Fréon, Juanjo Garrido y Juan Díaz Canales en Dargaud, Pellejero, Ana Miralles, José Luis Munuera… El carácter hoy limitado del acceso del público extranjero a la producción de cómics españoles no impide que estos tengan una reputación particular, vehiculada por la prensa escrita y audiovisual europea.

Portada del diccionario de PatrickGAUMER Larousse de la BD. Larousse, 2004 (izq.) y cabecera de la sección dedicada a España, con ilustración de Max (cha.)

En 2014, comentando el álbum La Nueve[14], de Paco Roca, la Radio Televisión Belga RTBF consideraba al autor como representativo de «esta nueva generación de autores españoles que flirtean con temas de sociedad»[15]. Si bien la prensa francesa dejó pasar Paracuellos sin dar gran constancia de su publicación, Le Monde saludó más tarde a Barrio, Libération hizo lo propio con Pepe, y L’Humanité con Malos Tiempos. Se trata de rendir homenaje a un autor consagrado como uno de los más grandes del cómic mundial, pero más allá del único Carlos Giménez, de demostrar al público francés la amplia capacidad del cómic español para tratar temas sociales. Grandes medios europeos como The Guardian, Le Monde, Le Figaro o las radios nacionales de Bélgica o Francia no solamente constatan la calidad de los cómics españoles, sino que además los inscriben en un marco de reflexión histórico y social.

 
Tres de los cómics españoles "de la vida real" mencionados: La nueve, Barrio y Moi, menteur.

En 2021, el periódico británico The Guardian presenta el álbum Todo Bajo el Sol[16], donde la valenciana Ana Penyas cuenta cómo el turismo ha participado en los cambios socio-económicos de España y se ha convertido en un sobreturismo más dañino que beneficioso. La autora afirma en el diario que el franquismo es una parte constitutiva del ADN del turismo[17], y sus comentarios merecen por sí solos una reflexión. Por su parte, el diario francés Le Monde elogia dos álbumes, Papel estrujado[18], de Pep Domingo “Nadar”, una descripción de una sociedad española sacudida por la crisis económica de 2008 y el deterioro social, y He visto ballenas[19], donde Javier de Isusi revisita el conflicto vasco a través de la confrontación de dos veteranos de ETA y del GAL. Otros medios franceses publican la salida del álbum Yo, mentiroso[20], de Antonio Altarriba y Keko, una inmersión en el fango de la política española: la periodista estrella Laeticia Gayet, de la radio nacional francesa France Inter, comenta así la obra: «Es el mundo de hoy, en blanco y negro, con un toque de color, versión Keko y Altarriba»[21], mientras, en Le Figaro, Olivier Delcroix considera que «es una lectura de la que nadie sale indemne»[22].

Las críticas pasan en general por el filtro de la accesibilidad de las obras al público francófono o anglófono, y dependen de la selección y la traducción de los álbumes por los editores. Autores como Antonio Altarriba, Carlos Giménez, Felipe Hernández Cava, Keko, Paco Roca, Bartolomé Seguí… son conocidos y reconocidos en Francia, mientras que otros españoles de igual talento quedan por descubrir. A su vez, la predilección de dichos autores por temas sociales y sobre la memoria contribuye a conferir al cómic en español una imagen de medio reflexivo, capaz de explorar con matices o violencia las facetas y deficiencias de su sociedad. «Vivimos en un país en el que la historia reciente tiene todavía muchas zonas grises, ya sean los periodos de la guerra civil, el franquismo o la transición democrática. Las instituciones actuales no hacen una reflexión histórica suficiente, por lo que los artistas son los ideales para llevarla a cabo, ya sean novelistas, cineastas o autores de cómics», dice Antonio Altarriba en el periódico Le Monde[23]. Fuera de España, el cómic nacional se asocia a la bande dessinée du réel, a la historieta de la vida real, lo que le confiere modernidad y respeto.

 

La investigación extranjera sobre el cómic español

Esta percepción del cómic español como materia para pensar (food for thought) es probablemente una de las razones por las que un número considerable de universitarios e investigadores independientes le dedican sus trabajos fuera de España. Los universitarios puede que lo hagan por interés personal, pero también hay que pensar que, detrás de ellos, departamentos, academias y universidades consideran que se trata de un campo de investigación válido y valioso para sus instituciones. La Plataforma Académica sobre el Cómic en Español (PACE)[24], que agrupa a una gran parte de los investigadores (275 en 2021) tanto universitarios (en un poco más de 110 universidades) como independientes (20% del total), da una imagen de la extensión y del reparto de la investigación sobre este tema. En este análisis no se debe confundir ‘cómic en español’ y ‘cómic español’: países como Argentina, México, Cuba o Chile son países con una gran tradición historietística y ofrecen extensas posibilidades de estudios de sus propios corpus a investigadores nacionales o extranjeros.

Datos sobre los investigadores de la red PACE.

España concentra un número importante de investigadores, pero no la mayoría, con el 42% del total; es decir, que un 60% de investigadores del cómic en español provienen del extranjero. En España se encuentran los núcleos más establecidos, incluyendo más de cinco centros investigadores universitarios dedicados al tema: Alicante, las universidades Complutense y Autónoma de Madrid, Valencia y Málaga, lo que permite una mayor sinergia y capacidad de iniciativa. Pero núcleos similares se encuentran en Argentina, con Buenos Aíres y Córdoba, y en el mundo no hispano, en Francia, en Clermont-Ferrand. Todo ello no impide que en muchos casos los investigadores españoles o extranjeros se encuentren aislados en sus departamentos y universidades, lo que por sí solo justifica la iniciativa federativa de la plataforma PACE, que proporciona enlaces e información a la comunidad investigadora. Este aislamiento se debe, entre otros motivos, a la heterogeneidad de la formación inicial de los investigadores —literatura nacional o extranjera, filología, bellas artes, incluso carreras científicas en algunos casos— y a la ausencia de docencias dedicadas ex profeso al medio.

En cuanto al mundo no hispano, se pueden encontrar investigadores del cómic en lengua española en trece países, entre los que destacan: Francia en primer lugar, Estados Unidos, Reino Unido, Italia y Brasil, este último compartiendo su interés entre el cómic español y el de sus países vecinos. Se notará que algunos investigadores proceden también de Bélgica, Canadá, Alemania, Países Bajos, Dinamarca, Bulgaria, Eslovenia y Japón. Francia e Italia ocupan aquí un sitio particular por razones de historia compartida en el siglo XX (Guerra Civil, exilio), por geografía (sentimiento difuso de continuidad de creación mediterránea) y por otras razones específicas al cómic, con aventuras compartidas (por ejemplo entre la italiana Linus, la francesa Charlie mensuel y las revistas españolas de la transición) y con un acceso actual más frecuente (aunque aún limitado) a las obras y a los autores españoles. No debemos olvidar tampoco que Italia es además, por tradición, la puerta de entrada de los autores argentinos exiliados. Podemos pensar en Carlos Sampayo y José Muñoz, por ejemplo, que se convirtieron tanto en este país como en España y Francia en autores estrella del cómic.

Gráficos sobre la procedencia de los investigadores de la red PACE.

El tema de la lengua juega, evidentemente, un papel decisivo. Es curioso, pero no totalmente sorprendente, que Cataluña esté prácticamente ausente de la red española de investigadores, aunque sea el lugar mayoritario de edición de cómics en español. En Francia, y más generalmente en Europa, los hispanistas representan una gran parte de los investigadores, como es el caso por ejemplo en el núcleo de Clermont-Ferrand. Actualmente, investigar sobre el cómic español está considerado como una actividad de interés por los departamentos de literatura española, después de décadas de preferencia por trabajos sobre las obras del Siglo de Oro. En Estados Unidos y Canadá, parte de los investigadores tienen nombres y apellidos que sugieren su origen español o latinoamericano, afirmando aquí la presencia y la progresión del idioma español en el subcontinente anglosajón. La presencia de investigadores españoles o latinoamericanos en universidades alejadas de su país puede contribuir también a su implicación en los estudios sobre el cómic español.

Sean cuales fueren los orígenes o razones de escoger el corpus español como objeto de estudio, la amplitud y la diversidad de trabajos universitarios o independientes extranjeros demuestra el interés generado por la producción española de cómics. En este campo es difícil establecer comparaciones. Probablemente los estudios procedentes del extranjero sobre el cómic estadounidense o el manga japonés son mucho más prolijos. También es posible, pero no seguro, que se analice más el cómic francés que el español fuera de sus fronteras: aunque exista un sinnúmero de trabajos sobre el corpus franco-belga, una gran mayoría proviene de investigadores nacionales.

Una cosa sí que es segura: los investigadores franceses del cómic encuentran en España más oportunidades de publicar artículos que en su propio país: cuatro revistas científicas especializadas en español dedicadas al cómic contra una totalmente y otra parcialmente en francés, y varias colecciones de libros dedicadas al cómic en español. Estos soportes de ámbito español permiten con más facilidad la reproducción de imágenes o tiras en las publicaciones, mientras que los editores galos ponen más trabas a los investigadores del cómic para su integración debido a problemas de derechos de autor. Los investigadores se benefician también de herramientas de trabajo inéditas en Francia, y en eso Tebeosfera constituye una referencia excelente e imprescindible, con cientos de miles de fichas digitalizadas de álbumes y revistas, decenas de miles de referencias de trabajos teóricos, miles de artículos.

Contar con asociaciones y federaciones nacionales e internacionales es algo habitual en las disciplinas académicas consolidadas: un geógrafo, un geólogo o un químico se afiliarán por una pequeña cuota, asistirán a congresos y recibirán información continua sobre los eventos y publicaciones relevantes para su especialidad. Las iniciativas comparables en el mundo de la investigación del cómic son más raras y todas recientes. Un primer ejemplo lo encontramos en Alemania, donde desde 2014 los investigadores cuentan con una organización, la Gesellschaft für Comicforschung (ComFor), que tiene estatutos y una junta directiva, cobra veinticinco euros a sus socios y cuenta con casi sesenta participantes, casi todos investigadores universitarios. ComFor ofrece información acerca de eventos y publicaciones sobre el tema del cómic, con un fuerte enfoque y enlaces al cómic anglosajón.

La investigación sobre el cómic español no cuenta con una organización formal, y eso podría ser acicate para una nueva etapa, un paso lógico y necesario en los años que vienen, una señal de madurez de la disciplina. Pero la plataforma PACE ya permite a los investigadores identificarse y comunicarse entre ellos, además de proporcionarles una información exhaustiva sobre publicaciones, eventos, llamadas a contribución y call-for-papers emitidos por los editores de revistas o libros. Investigadores universitarios e independientes se integran así en una comunidad reflexiva, mientras que sus homólogos estudiosos del cómic francés no saben cuántos son y tienen dificultades para mantenerse informados sobre otros trabajos[25]. Otra vez, en materia de investigación, el planeta del cómic español no tiene nada que envidiar a otros planetas de la misma galaxia.

 

Las publicaciones sobre el cómic español

Tebeosfera da constancia de más de 7.000 libros, fanzines y revistas de investigación y divulgación sobre el cómic español entre 1874 y la actualidad[26], lo que muestra la reflexividad del medio. Centrado sobre la sola producción española hasta el final del periodo franquista, el interés se abre en la Transición a los cómics extranjeros (latinoamericanos, estadounidenses, franco-belgas o italianos), pero el tema principal es y sigue siendo, como es lógico y normal, el cómic nacional. De igual forma, son escasos los libros o revistas de divulgación extranjeros que traten del cómic español, señal de la altura de las fronteras culturales y lingüísticas entre los diversos planetas del cómic. Así, la revista francesa Les Cahiers de la Bande Dessinée publica números especiales sobre autores de cómic extranjeros como el italiano Guido Crepax o el estadounidense Milton Caniff, pero parece no haber tenido en cuenta el cómic español hasta el único número especial sobre España[27], en 1987, en el que figuran en portada Torpedo 36, de Enrique Sánchez Abulí y Jordi Bernet, y en el interior, Daniel Torres Pérez, Josep Maria Beà, Federico del Barrio, Enric Sió, Rubén Pellejero y una presentación de la revista Madriz. Algunos pocos catálogos también se interesan por el cómic español de manera azarosa según se van celebrando exposiciones, como la del Círculo Cultural Antonio Machado en la ciudad de Luxemburgo en 2002. Actualmente, la revista francesa Papiers Nickelés, especializada en ilustraciones y cómics, publica con regularidad artículos de divulgación sobre creadores o revistas españoles[28].

 

       
Les Cahiers de la Bande Dessinée 75 "special Espagne" (I-1987).         Papiers Nickelés 65 (VI-2020).

Historietas, cómics y tebeos españoles[29] (2002), un libro dirigido por Viviane Alary[30], nace de una colaboración entre investigadores hispanistas franceses (la editora, Guy Abel, Jean Alsina y Danielle Corrado) y los mejores investigadores españoles del momento (Antonio Altarriba, Román Gubern y Antonio Lara). La obra se publicó con el cambio de siglo, o sea, en un momento clave y todavía dramático para el sector del cómic español. Era el fin de una época, el sector se resentía aún del golpe de los años noventa (desaparición de las revistas, prioridad dada a la importación de material traducido, daño importante a la producción nacional) y el relevo de los años 2000, que fue impetuoso, y que todavía no había dado grandes resultados[31]. El libro es en otro aspecto pionero, ya que atrae al estudio del cómic español un número importante de investigadores galos, tanto en torno a Alary —ahora en Clermont-Ferrand— como a otras universidades, y teje enlaces durables y cada vez más sólidos y diversificados entre la universidad francesa, su homóloga hispánica y los creadores españoles de cómic.

Historietas, comics y tebeos españoles (2002).

El grupo constituido por Viviane Alary, Danielle Corrado y Benoît Mitaine amplia luego su perspectiva más allá del cómic español, con libros corales como La guerre d'Espagne en héritage[32] (2007), un trabajo de transmedialidad sobre la memoria de la Guerra Civil española, u obras temáticas como Mythe et bande dessinée[33] (2007), Lignes de front, bande dessinée et totalitarisme[34] (2012) y Autobio-graphismes[35] (2015), que contemplan obras gráficas de varios orígenes, aunque también aparecen algunos autores españoles en estos libros. Como anécdota, estas obras se presentan a veces en las grandes redes de venta por internet con Alary como dibujante y los demás autores como guionistas… como si se tratase de un cómic. Mientras van multiplicándose las publicaciones españolas, como por ejemplo las colecciones de libros publicados por Cátedra, ACyT Ediciones y Grafikalismos, los libros extranjeros sobre el tema escasean. Algunos libros provienen del mundo anglosajón, como European Comics in English Translation[36] (2002), del estadounidense Randall W. Scott, que, entre otros, presenta a Jordi Bernet y su Torpedo, o Masters Of Spanish Comic Book Art[37] (2017), del británico David Roach, que se interesa en particular por el periodo de la Transición y de la edad de oro de las revistas, y presenta artistas como Pepe González, José Ortiz o, una vez más, Jordi Bernet.

 

       
European Comics in English Translation (2002).         Masters Of Spanish Comic Book Art (2017).

En cuanto a monografías, un autor español de cómic tiene un tratamiento particular en Francia, el republicano exiliado José Cabrero Arnal, por ser el creador de Pif le chien en las páginas del diario comunista L’Humanité. Su vida y su obra están retratadas en José Cabrero Arnal: De la République espagnole aux pages de Vaillant. La vie du créateur de Pif le chien[38] (2011), de Philippe Guillen. Podemos también citar la monografía Carlos Giménez. De la denuncia a la transmisión de la memoria[39] (2020), del investigador francés Pierre-Alain de Bois. Otros autores, como Altarriba o Roca, son objeto de múltiples artículos científicos por parte de autores extranjeros, pero todavía no de tesis doctorales o de libros. Ambos son demasiados jóvenes, prolijos y versátiles, y los investigadores esperan probablemente la magnificencia del siguiente álbum y, al menos para Altarriba, la siguiente fórmula brillante surgida de sus innumerables conferencias y prólogos.

José Cabrero Arnal: De la République espagnole aux pages de Vaillant. La vie du créateur de Pif le chien (2011).

 

Cómic, historia y memoria

En noviembre de 2016, durante el coloquio sobre cómic y Guerra Civil española, el propio Antonio Altarriba se quejó en su contribución del hecho de que este evento no había nacido de una iniciativa española sino de la Universidad de Clermont-Ferrand y tenía lugar en Angulema, lejos de donde los acontecimientos habían ocurrido. Al mismo tiempo tenía razón y se equivocaba. A día de hoy, la mayor parte de los estudios sobre el tema han sido tratados por investigadores como Viviane Alary, Danielle Corrado, Didier Corderot y el autor de estas líneas en el Centre de Recherches sur les Littératures et la Sociopoétique de Clermont Ferrand, Benoît Mitaine en Borgoña, Isabelle Touton en Montpelier, Jaime Céspedes en Artois, Pierre-Alain de Bois en Angers, mientras la investigación sobre el tema en las universidades españolas en aquel momento era todavía escasa, lo que podía ser interpretado como un signo adicional de la dificultad española de tratar sobre este capítulo de su propia historia.

Portada del congreso Guerre civile espagnole et bande dessinée (2016).

Hay que admitir, sin embargo, que, aunque la guerra sea española, su memoria sobrepasa las fronteras: en Francia, por la construcción identitaria de los descendientes del exilio; en Italia, por la participación de los tropas de Mussolini al lado de Franco y de los internacionalistas que combatieron en el lado opuesto; en Estados Unidos, por la epopeya de la Brigada Lincoln; en América Latina al fin, con países que conocieron sus propias dictaduras y rozaron guerras civiles. Los organizadores de festivales franceses de cómic que invitan a Altarriba a sesiones de firmas lo saben; al lado de la pila de su nueva producción siempre está presente otra pila con El arte de volar, cuyas dedicatorias son para los solicitantes un buen pretexto para contar la vida de su familia, hablar sobre el tío abuelo desaparecido o los abuelos separados y al fin reunidos después de su paso por los campos de concentración franceses.

En pocos años, el cómic sobre la Guerra Civil se ha convertido en un género de investigación en sí mismo. Mientras los investigadores españoles ahora multiplican sus artículos, dos libros recientes de iniciativa francesa publicados en España tratan plenamente del tema, El cómic sobre la Guerra Civil[40] (2018) y Narrativa gráfica de la Guerra Civil. Perspectivas globales y particulares[41] (2020), así como otro bilingüe en Italia, Segni della memoria. Disegnare la guerra civile spagnola[42] (2020). El primero y el tercero se han publicado en el idioma y país de origen de sus autores, lo que hace suponer que los editores consideran que el tema es de interés más allá de los hispanistas, tanto para los investigadores como para el público nacional. La mayor parte de los libros recientemente publicados o por publicar fuera de España sobre el cómic español tienden a privilegiar su relación con la memoria o con la historia e incluyen artículos sobre la visión de la contienda por el cómic y sobre su lectura de la dictadura franquista. Es el caso, por ejemplo, de Spanish Comics: Historical and Cultural Perspectives[43], editado en Estados Unidos por la investigadora danesa Anne Magnussen, y de The Graphic Past: Comic and History in 21-Century Spain, editado también en Estados Unidos por Elena Cueto Asín y Carmen Moreno Nuño[44].

Segni della memoria. Disegnare la guerra civile spagnola.

A estos se añade el número 8-2 de la revista electrónica L’entre-Deux del departamento Terres et Cultures de la universidad francesa de Artois, sobre el franquismo en la novela gráfica de estas últimas décadas[45]. En su prólogo, Jaime Céspedes, el editor del número citado, se hace eco del comentario de Altarriba sobre la insuficiente reflexión memorial en España y afirma que la influencia político-cultural del franquismo en la sociedad actual explica el fuerte interés del relato gráfico por “volver” a esa época sin una lógica partidista o revanchista, sino más bien didáctica o simplemente cultural. Aquí se puede notar el interés de una mirada exterior: Jaime Céspedes es español, pero vive en Francia. La influencia del franquismo en la actual democracia española es un tema sensible que pocos investigadores españoles residentes en España se atreven a abordar todavía como tal.

Las oposiciones de 2020-2021 para obtener el grado de agrégé de español en Francia (equivalente en España al rango de catedrático de instituto de secundaria) propusieron el desarrollo de dos temas, uno de ellos sobre “Memoria del franquismo. Vida cotidiana, represión y resistencia en la posguerra” vistas por el cómic. El documento de preparación de la oposición para profesores de español consagra el cómic, y en este caso el cómic español, como una fuente imprescindible de estudio tanto para profesores como para alumnos: «El cómic para adultos aparece como una vía privilegiada de análisis de la represión franquista así como del movimiento de recuperación de la memoria histórica de las víctimas, lanzada por autores que se apropian este pasado para darle una nueva importancia en la memoria social colectiva de la España democrática»[46]. El temario de la oposición se acompañó de un manual para uso de los candidatos realizado por dos universitarios, uno español y otro francés[47]. En él se considera imprescindible leer El artefacto perverso, de Felipe Hernández Cava y Federico del Barrio[48]; Cuerda de Presas[49], de Jorge García y Fidel Martínez; Paracuellos[50], de Carlos Giménez, y Los surcos del azar[51], de Paco Roca, y se proporciona además una abundante bibliografía de cómics y ensayos sobre el tema. Algunos candidatos prefirieron desarrollar el segundo tema propuesto, sobre los amerindios en el siglo XVI antes y durante la conquista; por supuesto, no todos los candidatos terminaron “agrégés”, pero muchos de ellos pudieron abordar y profundizar la temática relativa al cómic llevándose esta experiencia a sus instituciones respectivas, lo que abrirá, sin duda, campos potenciales de investigación sobre la historieta española o simplemente a la consideración del medio como apto para la reflexión y la enseñanza.

 

Libro del autor de este artículo, escrito en Francia pero publicado en España.

Miradas cruzadas sobre el cómic

La mirada exterior sobre un corpus nacional de obras no es solamente interesante, es imprescindible. Primero por la diferencia de perspectiva que aporta —uno no ve lo que ve el otro, y de la yuxtaposición de los puntos de vista nace una interacción fructuosa para la investigación—. Otra razón es la interpretación diferente del compromiso del investigador. Se puede constatar el entusiasmo de las universidades españolas y latinoamericanas frente al nuevo concepto de responsabilidad social universitaria comparado con una mayor reserva o una interpretación menos amplia por parte de la universidad francesa o anglosajona[52]. Desde hace décadas, existe una brecha entre la investigación hispanoparlante y las otras desde el momento en que se tienen que investigar temas potencialmente sensibles para las sociedades en las que se inscriben, como la gestión del medio ambiente, la homofobia o los derechos de la mujer, la situación de las poblaciones indígenas, las relaciones de poder o la reflexión sobre el pasado.

Esta brecha tiene que ver con el nivel de compromiso del investigador, lo que es a veces apenas perceptible. Aunque se evite comentarlo, es real. Por un lado, trabajos que no pretenden valorar las preferencias personales del investigador, sino que tienen como objetivo la progresión del conocimiento y de la ciencia. Por otro lado, trabajos que pretenden servir a la consecución de mejoras sociales y políticas. Los segundos consideran los estudios de los primeros como superficiales y sus conclusiones poco comprometidas, mientras que los primeros se inquietan por las derivas ideológicas de sus pares y consideran que hay otros espacios fuera de la universidad para promocionar cambios[53].

La investigación sobre el cómic no se mantiene ajena a este tipo de debates. Para los investigadores extranjeros ha sido probablemente más fácil tratar un tema sumamente sensible como el de la Guerra Civil, ya que, por su condición exterior, pudieron abordarlo con menor trauma y más ponderación, fueran cuales fueren sus convicciones personales. Por otro lado, aunque los resultados de sus investigaciones adquieran reconocimiento, pueden parecer exentos de la justa indignación o pasión que hubieran suscitado trabajos similares de investigadores nacionales.

Si se analizan los homenajes que la prensa española hizo a álbumes premiados sobre el tema de la Guerra Civil o de la dictadura, es interesante constatar cómo los críticos alaban al autor, a la obra en general y a sus calidades narrativas, pero omiten sistemáticamente comentar o debatir sobre el contenido de las tesis que cada cómic defiende, por resultar demasiado polémico. En un coloquio organizado en 2015 en Madrid sobre la imagen de la guerra, un catedrático español pidió disculpas por presentar carteles franquistas, lo que fue considerado incomprensible para la audiencia francesa presente en el evento. Esto da una idea de la profundidad de las heridas de la guerra todavía presentes en la sociedad española actual, pero también muestra la diferencia de percepción del papel y del mecanismo, tanto de la crítica de prensa como de la investigación universitaria. Callarse o mirar para otro lado no implica necesariamente una voluntad de silencio, sino que puede ser una reacción para contener su propia violencia.

El cómic español trata cada vez más de un abanico de temáticas sociales y políticas, y lo hace con pugnacidad, reivindicando su subjetividad y su derecho a la polémica, y en ello abre un amplio campo de reflexión e investigación. Tanto la deslocalización del análisis como las diferencias conceptuales en los principios de investigación son una fuerza, y el que sigan desarrollándose trabajos por investigadores extranjeros beneficia a todos. Esto mismo podría ser recíproco, en cuanto que el sector del cómic adulto en otros países, en América Latina, en América del Norte y en Europa, conoce desarrollos similares y ofrece importantes campos de investigación, cuyos aspectos políticos y sociales siguen siendo todavía poco explorados por los investigadores españoles, a pesar de que alguna revista como CuCo abre ampliamente sus páginas a trabajos sobre el cómic extranjero.

La Fonction de la bande dessinée, obra de Matly publicada en Francia y también en España (por ACyT Ediciones).

Esta falta de miradas cruzadas es también notable cuando se trata de obras teóricas sobre el cómic. Gracias a Tebeosfera, el autor de estas líneas tuvo la oportunidad de publicar una versión en español de su trabajo teórico La función del cómic[54]. Sin embargo, los investigadores españoles tienen acceso a pocas traducciones de trabajos similares y carecen de una base teórica internacional sobre el medio. No es que falten teóricos españoles con insignes contribuciones, como las de Javier Coma, Luis Gasca, Román Gubern o Roberto Bartual, pero existe también un número importante de libros teóricos francófonos, con autores imprescindibles como Pierre Fresnault-Deruelle, Eric Dacheux, Thierry Groensteen, Philippe Marion, Harry Morgan, Benoît Peeters, Serge Tisseron... que no han sido traducidos en español. Se puede suscribir o discrepar de las tesis de dichos autores, pero su estudio permite establecer una plataforma común de reflexión y confrontación entre investigadores, ya sean nacionales o extranjeros, reforzando así las bases hispanófonas teóricas sobre el cómic.

De igual manera, el acceso a obras teóricas anglófonas se limita a los clásicos, Will Eisner y Scott McCloud, y omite nuevos autores, como Neil Cohn o Anne Magnussen. Tampoco existen en España trabajos de síntesis como los de Laurence Grove[55] o Anne Miller[56] que permitan ofrecer al público anglosajón un panorama general de las investigaciones teóricas franco-belgas. Por otro lado, Antonio Lázaro-Reboll[57] señala que, por razones lingüísticas, la investigación española sobre su propio cómic es ampliamente subestimada y hasta ignorada en las obras publicadas en inglés, que dan un panorama supuestamente internacional del estudio del cómic[58]. ¿Porque no se publican más trabajos españoles en Francia o en Estados-Unidos? ¿El problema del idioma es real o es una excusa? El autor de estas líneas vaciló en publicar artículos o capítulos de libros en inglés, hasta que recientemente supo que su universidad proporcionaba un servicio gratis de edición y relectura en lengua inglesa. ¿Será diferente para las universidades españolas?

No hay duda de que los primeros embajadores son los autores y sus obras, cuya traducción y publicación en otros países contribuyen a dar más conocimiento y reconocimiento al cómic español. Existen procedimientos de subvenciones para el fomento de la traducción en lenguas extranjeras a cargo del Ministerio de Cultura y Deportes (la última convocatoria permitía solicitudes hasta mayo de 2021), así como acciones esporádicas de ayudas como las de la Acción Cultural Española, pero, a menos que se demuestre lo contrario, a día de hoy, ningún editor extranjero ha solicitado obras gráficas españolas. Posiblemente un esfuerzo más concertado permitiría abrir rutas adicionales para la exportación del cómic.

Lo que afirmamos sobre la difusión de los cómics puede trasladarse igualmente a los trabajos de estudios sobre el cómic. Los logros de Viviane Alary o Anne Magnussen contribuyeron y contribuyen a mostrar al mismo tiempo las obras y el estado de la reflexión sobre el corpus español, pero tales iniciativas escasean. Muchos trabajos realizados por investigadores españoles universitarios o independientes[59] merecerían encontrar otros públicos distintos a sus pares nacionales, otros espacios distintos a los ofrecidos por su difusión local y restringida. La existencia de una red constituida por investigadores de los cuales una parte vive y trabaja en varios países de Europa y América es un buen punto de partida. El reconocimiento de la importancia del cómic y el apoyo concedido por las instancias públicas europeas[60] y españolas son pasos positivos. Todo ello contribuiría a una mejor visibilidad en este campo de la esfera intelectual nacional, además de suscitar un amplio interés por los autores y las obras citadas, beneficiando al conjunto del planeta cómic español.

 

Libro coordinado por Anne Magnussen.

Propuestas de colaboración

Gracias a las películas, los libros y los propios cómics, es bien conocido que los alienígenas tienen dificultad para entender las civilizaciones que visitan, cometen errores de apreciación o hacen propuestas de mejora poco apropiadas. Sin embargo, por lo expuesto creemos que se debería profundizar en dos direcciones de acción, incluso constituir programas para los años venideros. La primera propuesta es un trabajo específico con las bibliotecas, los bibliotecarios y los organismos y departamentos de formación sobre este oficio, más allá de las iniciativas dispersas actuales. Para sacar provecho del ejemplo francés (y porque no hay nada mejor que un bibliotecario para hablar con otro bibliotecario, ya que manejan ambos un lenguaje común), se podría considerar una colaboración con L'École Nationale Supérieure des Sciences de l'Information et des Bibliothèques (ENSSIB) de Lyon, entidad que participa activamente en la progresión del cómic en las redes bibliotecarias francesas[61].

El segundo eje podría ser la traducción de obras teóricas sobre el cómic, tanto las españolas en el extranjero como las extranjeras aquí. Parece deseable publicar en español los clásicos francófonos y anglófonos, combinando la iniciativa de una editorial nacional (universitaria o, si sus instancias lo consideran conveniente, la propia Tebeosfera) con un apoyo público a la traducción. Otra posibilidad es publicar sobre las tendencias más recientes de reflexión teórica, con un compendio de artículos ya escritos o por escribir en colaboración con los equipos de revistas especializadas extranjeras: sin que la lista sea exhaustiva, Comicalités para la investigación francesa, Image [&] Narrative y European Comic Art para otros europeos, IJOCA y 9a Arte para los americanos… Los equipos editoriales de estas revistas tienen relaciones con los investigadores españoles e insistimos en que lo que se necesitaría sería una editorial española dispuesta a lanzarse, y algo de apoyo para las traducciones. En paralelo, todo ello puede generar un interés para la traducción al francés, inglés o portugués de obras teóricas españolas, tanto los clásicos como los más recientes[62] con mecanismos simétricos de iniciativas y apoyos.

 

 

NOTAS

[1]     ROCA, Paco: La maison, Delcourt, 2016. Versión original:  La casa, Astiberri, 2015.

[2]     Para ser franco, el camembert lo comí yo solo, creo recordar que mi comensal lo pasó por alto.

[3]     Federación de Gremios de Editores de España, datos y estadísticas/lectura y compra de libros, 2020.

[4]     Tebeosfera, La industria del tebeo en España en 2019, 23 de marzo de 2020.

[5]     OURY, Antoine: “La bande dessinée en France: chiffres et tat des lieux”.

[6]     Un coloquio internacional sobre el tema tuvo lugar en abril de 2021 por iniciativa de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de la Hemeroteca Nacional de México (HNM).

[7]     Véase catálogo en línea https://gestiona3.madrid.org/mopac/.

[8]     Véase catálogo en línea https://gestiona3.madrid.org/biblio_escolares/.

[9]     GALLO LEÖN, José Pablo: "Presència del còmic a les biblioteques universitàries espanyoles". BiD: textos universitaris de biblioteconomia i documentació, nº 38, 2017. <https://bid.ub.edu/38/gallo.htm>. DOI: https://dx.doi.org/10.1344/BiD2017.38.6  [consulta: 26-IX-2021].

[10]   OURY, Antoine: “La bande dessinée en France, chiffres et état des lieux”, Les univers du livre-Actualités, 6 de enero, 2020.

[11]   Se conoce a la bibliotecaria francesa Mathilde Leriche (1900-2000) por su defensa de la calidad en la literatura infantil, que le llevó a una firme oposición a los cómics en las bibliotecas.

[12]   MAC DONALD, Heidi: “Comics, the King of Libraries” (“El cómic, el rey de las bibliotecas”), Publisher Weekly, 2017.

[13]   GAUMER, Patrick: Larousse de la BD, Larousse, 2004.

[14]   ROCA, Paco: La Nueve, Delcourt, 2014. Versión original:  Los surcos del azar, Astiberri, 2013.

[15]   «Cette nouvelle génération d'auteurs espagnols qui flirte avec les thèmes de société». Redacción RTB: "La Nueve, formidable BD sur ces Espagnols qui ont libéré Paris”, 15 de abril de 2014.

[16]   PENYAS, Ana: Todo bajo el sol, Salamandra Graphic, 2021.

[17]   JONES, Sam: “Todo Bajo el Sol: Spanish graphic novel explores history of mass tourism”, The Guardian, 2 de marzo de 2021.

[18]   NADAR: Papel estrujado, Astiberri, 2014.

[19]   DE ISUSI, Javier: He visto ballenas, Astiberri, 2014.

[20]   ALTARRIBA, Antonio, y KEKO: Yo, mentiroso, Norma editorial, 2020.

[21]   «C’est le monde d'aujourd'hui, noir et blanc, avec une touche de couleur, version Keko et Altarriba». GAYET, Laeticia, “Moi, menteur - Antonio Altarriba”, France Inter, 31 de marzo de 2021.

[22]   «C’est le genre de lecture dont on ne ressort pas indemne». DELCROIX, Olivier, Le Figaro, abril de 2021.

[23]   «Nous vivons dans un pays où l'histoire récente conserve de nombreuses zones d'ombre, qu'il s'agisse des périodes de la guerre civile, du franquisme ou de la transition démocratique. Les institutions actuelles n'ayant pas une réflexion historique suffisante, les artistes sont tout désignés pour la mener, qu'ils soient romanciers, cinéastes ou auteurs de Bd». POTET, Frédéric: “Des auteurs de BD ibères doués”, Le Monde, 13 de marzo de 2015.

[24]   La plataforma PACE se creó en 2016 por iniciativa conjunta de la Universidad Clermont-Auvergne y de la Asociación Cultural Tebeosfera. Dispone de una página web, https://pace.hypotheses.org/, que proporciona información general (miembros, who’s who, revistas donde publicar, etc.), de una lista de distribución red-pace@googlegroups.com animada por sus miembros y de presencia en las redes sociales Twitter y Facebook.

[25]  Véase MATLY, Michel: "La misère de la recherche sur la bande dessinée", ENSSIB, 2021 (en prensa).

[26]   Catálogo de publicaciones teóricas de Tebeosfera, consultado el 28 de septiembre de 2021; disponible en línea en https://www.tebeosfera.com/galerias/catalogos/publicaciones_teoricas/1/0-9/.

[27]   Les Cahiers de la Bande Dessinée nº 75, enero de 1987.

[28]   Firmados por el autor de este artículo: "La bande dessinée et la guerre civile espagnole", Papiers Nickelés nº36, 2013, pp. 26-28. "Daniel Castelao: L'amour à la Terra", París, Papiers Nickelés nº 38, 2013, pp. 24-26. "Francisco Franco général exemplaire, un lavage définitif d'image", Papiers Nickelés nº 44, 2015, p. 21-23. "M comme Madriz, revue municipale des années 1980", Papiers Nickelés nº 63, 2019, pp. 22-24. "M comme M21, revue municipale des années 2010", Papiers Nickelés nº 65, 2020, pp. 26-28. "Le péché de Clara” (sobre la oposición contra Clara Campoamor y el voto femenino por los caricaturistas de izquierda de los años treinta), Papiers Nickelés nº 71, 2021 (en prensa).

[29]   ALARY, Viviane: Historietas, cómics y tebeos españoles, Presses Universitaires du Mirail-Toulouse, 2003.

[30]   Viviane Alary defendió una tesis doctoral en 1994 sobre la aparición del feminismo en el cómic español (L'émergence du féminin dans la bande dessinée espagnole).

[31]   En su prólogo, Román Gubern habla de «etapa de declive industrial en este sector editorial», y lo atribuye a la «hegemonía televisual en el ecosistema de la cultura de masas». Por su parte, Viviane Alary considera que «se cierne una amenaza sobre su porvenir», pero es más optimista, y el futuro le dará la razón: «no se agotan las potencialidades creativas de la historieta. ¡Aviso a los artistas!».

[32]   CORRADO, Danielle, y ALARY, Viviane (eds.): La guerre d'Espagne en héritage, Presses Universitaires Blaise Pascal, 2007.

[33]   ALARY, Viviane, y CORRADO, Danielle: Mythe et bande dessinée, Presses Universitaires Blaise Pascal, 2007.

[34]   ALARY, Viviane, y MITAINE, Benoît: Lignes de front, bande dessinée et totalitarisme, Presses Universitaires Blaise Pascal, 2012.

[35]   ALARY, Viviane; CORRADO, Danielle, y MITAINE, Benoît (eds.): Autobio-graphismes, Georg, 2015.

[36]   SCOTT, Randall W.: European Comics in English Translation: A Descriptive Sourcebook, McFarland Publishing, 2002.

[37]   ROACH, David: Masters Of Spanish Comic Book Art, Dynamite Entertainment, 2017.

[38]   GUILLEN, Philippe: José Cabrero Arnal: De la République espagnole aux pages de Vaillant. La vie du créateur de Pif le chien, É‎ditions Loubatières, 2011.

[39]   DE BOIS, Pierre-Alain: Carlos Giménez. de la denuncia a la transmisión de la memoria, Marmotilla, 2020.

[40]   MATLY, Michel: El cómic sobre la guerra civil, Cátedra, 2018. Editado también en Francia: Guerre civile espagnole & bande dessinée, Presses Universitaires Blaise Pascal, 2020.

[41]   ALARY, Viviane, y MATLY, Michel (eds.): Narrativa gráfica de la Guerra Civil. Perspectivas globales y particulares, Grafikalismos, 2020.

[42]   GAMBIN, Felice (ed.):, Segni della memoria. Disegnare la guerra civile spagnola, Edizioni dell'Orso, 2020.

[43]   MAGNUSSEN, Anne, Spanish Comics: Historical and Cultural Perspectives, Berghahn Books, 2020.

[44]   CUETO ASÍN, Elena, y MORENO NUÑO, Carmen (eds.): The Graphic Past: Comic and History in 21-Century Spain, University of Kentucky, 2021 (en curso de publicación).

[45]   CÉSPEDES, Jaime (ed.): “El franquismo en la novela gráfica (2000-2020)”, L’entre-Deux nº 8-2, Universidad de Artois, diciembre de 2020.

[46]   «La bande dessinée pour adultes apparaît comme une voie d’analyse privilégiée de l’histoire de la répression franquiste, tout autant que du mouvement de récupération de la mémoire historique des victimes, lancé par des auteurs qui s’approprient ce passé pour lui donner une nouvelle importance dans la mémoire sociale collective de l’Espagne démocratique». Ministère de l’Éducation Nationale et de la Jeunesse, Concours externe de l’agrégation du second degré, Section langues vivantes étrangères : espagnol. Programme de la session 2020.

[47]   HERNÁNDEZ CANO, Eduardo, y LAGET, Laurie-Anne: La mémoire du franquisme dans le roman graphique, Atlande 2020.

[48]   HERNÁNDEZ CAVA, Felipe, y DEL BARRIO, Federico: El artefacto perverso, Barcelona, Planeta-DeAgostini Comics, 1996.

[49]   GARCÍA, Jorge, y MARTÍNEZ, Fidel: Cuerda de presas, Bilbao, Astiberri, 2005.

[50]   GIMÉNEZ, Carlos: Paracuellos, Barcelona, Amaika/De la Torre/Glénat España/Reservoir, 1977-2017.

[51]   ROCA, Paco: Los surcos del azar, Bilbao, Astiberri, 2013.

[52]   Al menos de la investigación “hegemónica”, la de Estados-Unidos y del Reino Unido, para diferenciarla de otras igualmente anglófonas.

[53]   Para ver la diferencia de compromiso de la investigación universitaria española, francesa y anglosajona en otro campo, véase GONZÁLEZ BESTEIRO, Ana, “Political ecology, écologie politique, ecología política: des faux amis ou un contresens épistémologique”, Géocarrefour, 2021 (en prensa).

[54]   MATLY, Michel: La función del cómic, ACyT Ediciones, 2020. Versión original: La fonction de la bande dessinée, Presses Universitaires Blaise Pascal, 2018.

[55]   GROVE, Laurence: Comics in French: The European Bande Dessinée in Context. Berghahn Books, 2010.

[56]   MILLER, Anne: The French Comics Theory Reader, Leuven University Press, 2014.

[57]   LÁZARO-REBOLL, Antonio: “The Emergence of Comic Art Scholarship in Spain”, en MAGNUSSEN, Anne, Spanish Comics..., op-cit., pp. 243-264.

[58]   Antonio Lázaro-Reboll da como ejemplos LENT, John, “The Winding, Pot-Holed Road of Comic Scholarship”, en Studies of Comics nº 1, pp 7-33, así como SMITH, Matthew J., y DUNCAN, Randy (eds.), The Secret Origin of Comic Studies, Routledge, 2017, en los que la investigación en lengua española está casi ausente.

[59]   Los libros de Antonio Martín, Francesca Lladó, Manuel Barrero, entre otros.

[60]   Proyecto UE-COST iCOn-MICs. de “Investigación sobre el cómic y la novela gráfica en el área cultural ibérica” (2020-2024), llevado por las universidades Clermont-Auvergne, de Sevilla y de Kent.

[61]   Presenté una comunicación algo comparable a esta sobre la investigación francesa del cómic vista desde España: “La misère de la recherche sur la bande dessinée”, en el coloquio “La fabrique de la bande dessinée (ENSSIB, Villeurbanne, 22-23 de junio, 2021). Libro de actas en prensa.

[62]   Por citar un solo ejemplo, BARTUAL, Roberto, La secuencia gráfica - El cómic y la evolución de su lenguaje, Marmotilla, 2020.

Creación de la ficha (2021): Félix López
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
Michel Matly (2021): "La visión alienígena del planeta Cómic Español", en Tebeosfera, tercera época, 18 (27-XII-2021). Asociación Cultural Tebeosfera, Sevilla. Disponible en línea el 21/XI/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/la_vision_alienigena_del_planeta_comic_espanol.html