LA INTRAHISTORIA DE NOCTURNO BERLINÉS. UNA LECTURA MÁS AMPLIA A TRAVÉS DE UNA AVENTURA PERSONAL
JOSÉ MARÍA BAENA

Title:
The intrahistory of Nocturno Berlinés. A wider reading through a personal adventure
Resumen / Abstract:
Semblanza de la obra Nocturno berlinés partiendo de una aventura intelectual vivida por el autor. / Review of the work Nocturno berlinés based on an intellectual adventure lived by the author.
Palabras clave / Keywords:
Nocturno berlinés, Corto Maltés, Walter Rathenau, República de Weimar/ Nocturno berlinés, Corto Maltés, Walter Rathenau, República de Weimar
Notas:
Texto recibido el 7 de junio de 2024. Aceptado el 9 de julio.

LA INTRAHISTORIA DE NOCTURNO BERLINÉS

UNA LECTURA MÁS AMPLIA A TRAVÉS DE UNA AVENTURA PERSONAL

En el mes de octubre de 2022 los aficionados a las aventuras de Corto Maltés tuvimos la ocasión de disfrutar de una nueva andanza de tan carismático personaje, Nocturno berlinés[1]. No voy a insistir en la calidad literaria y artística de esta obra, ya que tras casi año y medio desde su lanzamiento ha sido valorada muy positivamente por expertos y aficionados.

Sí quiero hacer hincapié en que creo que es la mejor, hasta ahora, de las cuatro que el dúo Díaz Canales y Pellejero han creado. Y no solo por los méritos estéticos sino porque la narración está ubicada en un momento histórico de vital importancia para el devenir histórico de Europa y su crónica está aderezada, en una atmósfera cautivadora, de personajes históricos y ficticios que merecen un análisis en profundidad. Es un cómic que necesita más de una lectura para que podamos adentrarnos en toda su riqueza, y también, por supuesto, en su belleza.

Portada de la versión en color de Nocturno berlinés, editada en España por Norma Editorial.

Si a ello añadimos que la aventura de Nocturno berlinés ha significado el final de un largo periplo privado, que se remonta a más de cincuenta años atrás, bien merece un exhaustivo análisis para revelar sus claves y mostrar al lector una empresa personal, alrededor de personaje de Walther Rathenau, que finalmente ha llegado a buen puerto.

Una historia original

Los años finales de la década de los sesenta del pasado siglo fue una época apasionante. Si en el ámbito de la literatura y de las artes esta década fue la culminación del llamado realismo mágico, fue también el amanecer de otro movimiento literario, el llamado realismo fantástico , donde por medio del ensayo se desplegaron una serie de disciplinas que, aunque ya existían, no habían llegado al gran público. Así, temas como la alquimia, la parapsicología, la arqueología y el esoterismo llegaron fácilmente a cualquier mente curiosa interesada en tener una más amplia visión del mundo en que vivía. El germen de esta corriente tiene un nombre sin lugar a duda. Me estoy refiriendo a la obra literaria titulada El retorno de los brujos (Le matin des magiciens) de los escritores Louis Pauwels y Jacques Bergier, editada en Francia por Éditions Gallimard en el año 1960. A nuestro país llegaría, con traducción de José Ferrer Aleu, un año más tarde y fue publicada por la editorial Plaza y Janés al precio de 60 pesetas[2], en su versión de bolsillo y tapas blandas.

Yo no llegué a conocer este libro hasta, posiblemente, su cuarta edición, reimpresa en el mes de diciembre de 1965. El volumen constaba de unas 540 páginas y lo adquirí en Cádiz, en la calle Pelota. Corría la primavera del año 1968 y estaba a punto de finalizar el curso de preuniversitario que me habría de llevar a estudiar ciencias químicas en la Facultad de Ciencias de la capital hispalense. La librería, que hoy ya no existe, ostentaba el rótulo de Librería y Papelería Alfa 2 y en los anaqueles de sus vitrinas que daban a la calle vi la portada del libro, el cual no dude en comprar inmediatamente.

Portada del libro, con la sorprendente frase publicitaria del novelista y poeta francés Hervé Bazin.

Su lectura despertó en mí un cúmulo de sensaciones, desde la sorpresa hasta la ambición por conocer más, desde la inquietud hasta la preocupación por tantos y tantos nuevos horizontes que se me abrían. Así, la alquimia, las interpretaciones cabalísticas del arte gótico, las civilizaciones desaparecidas, el fenómeno de la ufología y la vida extraterrestre, las sectas y sociedades secretas, y muchos otros temas llenaron mis reflexiones durante meses. Pero lo que más me impactó fue una frase que, aparentemente, no tenía nada que ver con los temas centrales de la obra. En el prefacio, escrito en primera persona por Pauwels, al recordar su adolescencia en un barrio de París en el año 1936, cita un libro titulado Où va le Monde cuyo autor era un tal Walter Rathenau[3]. Lo que me dejó sobrecogido fue una frase que su padre había subrayado con lápiz rojo y cuyo texto nos decía:

Incluso la época de agobio es digna de respeto, pues es obra, no del hombre, sino de la Humanidad y, por lo tanto, de la naturaleza creadora, que puede ser dura, pero jamás absurda. Si es dura la época en que vivimos, tanto más debemos amarla, empaparla de nuestro amor, hasta que logremos desplazar las pesadas masas de materia que ocultan la luz que brilla al otro lado.

Aunque ya en aquellos años de finales de los sesenta mi interés por la lectura era notorio, el apellido Rathenau no me sonaba de nada y ni siquiera sabía si este autor era francés o alemán.

Durante los años siguientes, ya en Sevilla, El retorno de los brujos fue mi libro de cabecera, de manera que, junto a la lectura de autores clásicos de la literatura española, europea y americana, me fui interesando por algunos de los temas que el libro de Pauwels y Bergier planteaba. En especial, por mis estudios, busqué obras sobre alquimia, así como otras que trataban el fenómeno OVNI o el arte gótico.

Pasaban los años y seguía sin hallar ninguna pista sobre aquel extraño autor. Fue hacia el año 1971, cuando mi amigo José Manuel, quien fuera durante varios años compañero de habitación en el Colegio Mayor, al volver de unas vacaciones me entregó una nota manuscrita de apenas una decena de líneas que había tomado de alguna enciclopedia. En ella se describía brevemente quien era Rathenau, un político alemán de la República de Weimar, que había sido asesinado por un grupo de extrema derecha en junio de 1922.

Nota manuscrita donde conocí, por vez primera, quién era realmente Walther Rathenau.

Era un paso importante, pero fue imposible encontrar algún libro suyo en español por mucho que pregunté en varias librerías de la capital sevillana, lugares donde solía comprar obras de autores como Herbert Marcuse o Jacques Monod, muy populares en aquellos años en los que el mayo francés de 1968 había dejado un efímero soplo de frescura en nuestro país.

Al acabar mi carrera, en junio de 1973, y mientras compatibilizaba mi trabajo como becario de investigación en el Departamento de Química Orgánica con el servicio en la Milicia Universitaria, mi padre me regaló una suscripción [4] a una colección de libros titulada Otros mundosque publicaba Plaza y Janés Editores[5]. La totalidad de sus libros trataban sobre temas del llamado realismo fantástico y, como no podía ser de otra manera, su primer número era El retorno de los brujos . De esta manera me encontré con dos ejemplares de esta obra, uno en formato de bolsillo y tapas blandas y otro en lujosa encuadernación, a mayor tamaño, con tapas duras y con numerosas ilustraciones fotográficas. De manera que poco antes de abandonar Sevilla, en la primavera de 1975, una vez finalizados mis deberes patrios y haber leído mi tesis de licenciatura (la conocida como Tesina), le regalé a Ángel, mi amigo y compañero en la facultad, la versión de El retorno de los brujos que había comprado en Cádiz siete años antes. Ni que decir tiene, que ambas versiones llevaron subrayadas la mencionada frase de Rathenau, emulando el resaltado que Gustave Bouju, padre de Pauwels, había hecho en su ejemplar.

Portada del primer libro de la colección Otros Mundos. Una edición en tapas duras de El retorno de los brujos. Mi ejemplar corresponde a la sexta edición, que salió en el mes de septiembre de 1973.

Pasaron los años y mis pesquisas quedaron en estado latente, pero nunca olvidadas. Con la llegada de internet y en especial con la aparición en enero de 2001 de la enciclopedia de acceso libre que todos conocemos como Wikipedia, el final de la búsqueda parecía más cercano. Debió ser en los primeros años de la segunda década de este siglo cuando indagando en diversas librerías on-line, tras un completo fracaso, hallé en la Wikipedia una biografía bastante completa de Walther Rathenau[6]. Como sospechaba, todas las obras registradas llevaban su título en alemán, lo que confirmaba mi frustrada tentativa a través de librerías[7]. Con mis escasos conocimientos de alemán, apenas un par de cursos de nivel básico, deambulé entre la casi veintena de títulos que aportaba el apartado Obras, a la búsqueda de una pista que me llevara a una denominación que sonara parecido al que conocía en francés, ¿Dónde va el mundo?

Con tan escasos conocimientos, creí haber hallado la obra que rastreaba. Su título en alemán era Was wird werden?, publicada en el año 1920 y que podríamos traducir como ¿Qué va a pasar? Además, era posible descargarla mediante un enlace a la biblioteca de la universidad alemana de Bielefeld, situada en el estado federado de Renania del Norte-Westfalia. El texto, escrito en un tipo de letra conocida como gótica del subtipo fraktur , era de una belleza especial, pero compleja de leer por sus líneas quebradas y mi innata dificultad con el idioma teutón. Ello condujo a que de nuevo se abriera un paréntesis temporal en mi indagación.

Imagen de la portadilla de la obra de Walther Rathenau, tal como puede ser obtenida del portal de la biblioteca de la Universidad de Bielefeld.


Nocturno berlinés. El cómic que significó un giro del destino
[8]

A pesar de mi devoción hacia las aventuras de Corto Maltés y mi impenitente afán por el completismo, la última andanza de este marinero se me pasó, de forma que hasta primeros de marzo de 2023 no adquirí una obra, Nocturno berlinés , que había salido al mercado a finales del mes de octubre anterior. Imperdonable por mi parte, estando inmerso en el mundo del cómic y significando lo que ha significado siempre este marino con un aro en el lóbulo de su oreja izquierda. Adquirido los dos álbumes de este nuevo lance, en versiones a color y en blanco y negro respectivamente, me puse sin demora, con expectación y fruición, a su lectura, sin adivinar ni por asomo que me llevaría a mi pasado.

Nocturno berlinés nos lleva al Berlín de 1924 y a la ciudad de Praga, en una de las épocas más convulsas en la Europa del siglo pasado. Ubicada cronológicamente entre Las Helvéticas y Mû, el misterio del continente perdido , su fechado es incuestionable ya que tanto en uno de los artículos introductorios, escrito por Jean-Yves Tadié[9], como en la primera viñeta de la página 18 [10] se nos dice que estamos en 1924. Más aún, en el citado preámbulo se puntualiza que es el mes de abril de dicho año.

De estos datos se desprende que los autores de esta nueva jornada del marino maltés han situado su localización temporal con acierto, entre las dos aventuras nombradas anteriormente. El episodio anterior, desarrollado en el álbum Las helvéticas, no da fechas en sus viñetas, de forma que tenemos que dirigirnos a un artículo del propio Pratt que va incluido en este libro, titulado “El juego de la realidad”, donde su autor nos dice que «Corto Maltés estuvo varias veces en Suiza. No recuerdo exactamente en qué años, pero seguramente una de las veces fue en 1924». Además, el final de este episodio se cierra cuando Corto abandona la compañía de su amigo Jeremiah Steiner y se marcha con Tamara de Lempicka hacia Zurich, en el automóvil de la pintora polaca. Esto nos situaría los hechos descritos en Las helvéticas, sucedidos en menos de veinticuatro horas, en el primer trimestre del año 1924, probablemente en el mes de marzo.

Si nos movemos hacia el futuro, a un tiempo posterior a los acontecimientos de Nocturno berlinés, la información es muy escasa. En Mú, el misterio del continente perdido no he hallado ninguna referencia temporal, ni en el discurrir de la aventura ni en los textos anexos del álbum, que no son pocos. Solamente se cita que transcurre entre los años 1924 y 1925 en un artículo del periodista y crítico italiano Luca Boschi titulado “L´ultimo viaggio”, el cual no he encontrado en la versión española de este episodio[11]. Afortunadamente, en el mes de abril de 2019 Norma Editorial había puesto a la venta una nueva reedición de las aventuras de Corto Maltés. En el duodécimo y último, volumen de esta colección se reproducía Mú, el continente perdido en color. Entre las diversas imágenes que acompañaban a la aventura se repetía una acuarela de Pratt que habíamos visto en las anteriores versiones. Me refiero a aquella en que el marino contempla el monolito de una deidad maya, posiblemente representando al dios Ek chuah(dios del cacao). Pero en este caso existía una importante diferencia, en el ángulo inferior izquierdo podíamos leer el siguiente texto: «1924 Dos Pilas en Guatemala». Lo que nos lleva a establecer que la aventura de se situaría cronológicamente en el año 1924, mejor que en 1925. Nos quedará siempre la incógnita que explique la razón del porqué este texto al pie de la imagen ha sido obviado en anteriores ediciones.

No obstante, con objeto de corroborar perfectamente la cronología de las últimas aventuras creadas por Pratt, me impuse revisar el episodio anterior a Las Helvéticas, es decir Tango, en algunos casos también titulado Tango… y todo a media luz, y que transcurre en Argentina. Aunque su autor anticipaba que el suceso transcurriría en los años 1923 y 1924[12], finalmente quedó situado cronológicamente en el primero de los dos años. Su acción está situada en los bajos fondos bonaerenses, entre burdeles y mafias. En esta historia, Corto busca a su amiga Louise Brookszowyc, a quien conoció en abril de 1921 durante su estancia en Venecia[13]. Este personaje femenino es un remedo de la actriz estadounidense Louise Brooks[14], muy famosa en el período del cine mudo, sobre todo por su trabajo en la película titulada La caja de Pandora del director bohemio Georg Wilhelm Pabst.

La actriz Louise Brooks interpretada por el propio Hugo Pratt según aparece en la versión italiana de Tango (GEDI Gruppo Editoriale S.p.A., noviembre 2017).

Al realizar este ejercicio de verificación de la fecha en la que transcurre la aventura de Tango, aceptada siempre como 1923, me encuentro con una incongruencia importante. En la última página (viñeta 136,01) [15] se advierte que la fecha que se lee en la lápida de la tumba de Louise es el año 1924, lo que no coincidiría con el reconocido año 1923. Más aún, en la última viñeta (136,04) se puede apreciar un error cuando en el texto de apoyo se dice que «Todo el mundo sabe que se pueden ver dos lunas crecientes la noche del 31 de dicho mes…», refiriéndose al mes de junio como se indica al comienzo del texto, que solo tiene treinta días.

Ante esta incoherencia he cotejado diferentes versiones en otros idiomas. Así he constatado que versiones en español, italiano y alemán mantienen la fecha de 1924 en la lápida, mientras que las adaptaciones argentinas y portuguesas consignan la de 1923. En cuanto a las ediciones en francés podemos hallar ambas casuísticas. Sin embargo, el error de la última viñeta (la cuarta de la página 136) solo se produce en la versión española.

En resumidas cuentas, podemos afirmar que esta aventura transcurre entre los días 13 de junio de 1923 y la noche del 20 al 21 del citado mes, lo que concuerda con que a Corto lo veamos en la siguiente correría, Las helvéticas , en el primer trimestre del año 1924. En cuanto a los errores detectados, asumimos que el de la cartela final puede haberse debido a un desliz al realizar la rotulación, pero el del año que aparece en la tumba es poco comprensible dado que afecta no al texto, sino al propio dibujo.

Una vez comenzada la lectura de esta nueva correría del marino maltés en Europa, en la página 24 (viñeta séptima) leo, con sorpresa, que se menciona la organización Cónsul, lo que unido al contexto histórico me anima a concentrarme intensamente, en un impulso por encontrar pistas o detalles que abunden en aquella búsqueda que había abandonado, momentáneamente, hacía casi una década. Por fin, casi al término de la historia, en la página 75 (primera viñeta) descubro que el famoso expediente que se busca con tanto afán es el llamado dosier Rathenau. Mi periplo volvía a largar velas en mi personal investigación, aunque sin tener muy claro si llegaría a buen final.


Página final de Tango en versión argentina y española (imagen inferior). Obsérvese, aparte del coloreado, la diferente diagramación y la ausencia de una viñeta en el álbum español.

 

Nocturno berlinés. La historia dentro de la Historia

En Alemania, la etapa comprendida entre los años 1918, final de la Gran Guerra (1914-1918), y 1933, año en que llega al poder el partido nazi, es conocida como la República de Weimar. Este término aceptado históricamente, fue aplicado con posterioridad ya que Alemania siguió conservando el nombre de Imperio Alemán (Deutsches Reich). Por su parte, la denominación República de Weimar se debe a la ciudad alemana donde se proclamó la nueva Constitución el 31 de julio de 1919.

A pesar de haber sido un período democrático, se distinguió por ser una época de una gran inestabilidad política y social. También fue una etapa en la que brilló con luz propia la cultura nacional, alcanzando un momento excepcional de creatividad en la literatura, la pintura, la arquitectura y el cine[16].

En el mismo corazón de este período discurre la aventura de Corto Maltés, cuando acompañado de su amigo, el escritor austríaco Joseph Roth, asisten a una sesión teatral. Es en estos primeros instantes de la trama cuando el lector puede quedar confuso por una imprecisión en la introducción de Tadié. Este escrito dice textualmente: «También veremos al partido nazi, que apareció en 1920, y a Hitler desde la primera página (que fue encarcelado tras su intento de golpe de estado en Múnich, y permaneció en prisión hasta el 20 de diciembre de 1924)».

De esta afirmación se deduciría que el personaje que vemos en la primera página (un total de ocho viñetas) es realmente el futuro führer, cuando poco más adelante comprendemos que se trata del actor Adolf Kern. Además, no podía ser Hitler, el cual había sido encarcelado el día 11 de noviembre de 1923, acusado de intento de golpe de Estado, el conocido como putsch de Múnich. Juzgado entre el 26 de febrero y el 1 de abril de 1924, fue condenado a cinco años de cárcel siendo amnistiado, como afirma Tadié, el día 20 de diciembre del mismo año.

Todas las peculiaridades de tan turbulenta etapa las vemos pasar antes nuestros ojos cuando afrontamos la lectura de este álbum. En lo político, se nos muestra las conspiraciones, tanto desde la extrema derecha como de la extrema izquierda, a que se vio sometida la República de Weimar presidida por el socialdemócrata Friedrich Ebert. Es el propio presidente a quien descubrimos que tiene que huir, junto a los asistentes a un mitin, cuando un violento grupo de camisas pardas irrumpe el discurso. En el aspecto social podemos percibir cómo pululan las sectas y sociedades secretas que imperaban en aquellos días. Pero no solamente la sociedad civil estuvo implicada en hermandades como Stella Matutina o La Santa Vehme sino que el propio Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP), conocido como Partido Nazi, también tuvo sus intereses. Aunque en Nocturno berlinés no se llega a tratar, el origen secreto de la cosmogonía hitleriana nace del pensamiento del político e ideólogo Dietrich Eckart, el cual había tenido relación con la Sociedad Teosófica en la época en que vivió en Berlín, al final de la primera década del siglo XX. Aunque sería el escritor alemán Otto Rahn quien daría la forma final a la base esotérica del nazismo. Aficionado a las leyendas medievales, Rahn desarrolló su pensamiento en la obra titulada La cruzada contra el Grial ( Kreuzzug gegen den Graal, 1933) [17] a partir de su tesis doctoral sobre la herejía cátara. Este trabajo sirvió de base para que Eckart, que en el año 1920 había entrado a formar parte de la sociedad esotérica conocida como Grupo Thule[18], llegase a establecer una relación entre el cáliz usado por Jesucristo en la Santa Cena y la pureza de la raza aria. Esta visión del mundo encajaba perfectamente en el ideal hitleriano de su pensamiento (es decir de su weltanschauung ) de manera que Rahn fue comisionado por el mismísimo Heinrich Himmler, a la sazón Reichsführer de las SS, para que llevase a cabo una investigación en el Languedoc francés, donde se situaban las ruinas de Montsegur, último bastión cátaro[19].

En el aspecto cultural y social Nocturno berlinés nos ofrece una amplia gama de ejemplos. Tras el primer encuentro entre Corto y el escritor Joseph Roth, en un cabaret [20] nos encontramos con el boxeador Max Schmeling y una aspirante a actriz de nombre Marlene, posiblemente Marlene Dietrich, que en aquellos años hacía sus primeros tanteos en el mundo del cine. Corto, de camino al cabaret, donde había quedado citado con Roth, cruza delante de un cine donde una gran cartelera anuncia Dei Letzte Mann (El último hombre, que en España se llamó simplemente El último), película muda del director Friedrich Wilhelm Murnau, estrenada en el año 1924. También relacionado con el mundo del séptimo arte, encontramos en la mencionada sala de fiestas a Lise y a Adolf (a quien ya conoce el lector de las primeras páginas) que van a participar en el rodaje de Bestia Triumphans [21] (La bestia triunfante), una supuesta película de terror producida por el acaudalado doctor Eichwald, importante miembro del grupo Cónsul .

 

Nocturno berlinés. El argumento

La aventura discurre entre Berlín y Praga, lugares en los que se mueve nuestro protagonista, pero siguiendo pistas que confunden al propio Corto y desorientan al lector. En principio se trataba simplemente de la búsqueda del asesino de su amigo el profesor Jeremiah Steiner, pero muy pronto la situación se complica cuando las pistas llevan a Corto a tomar contacto con una secta hermética, llamada Stella Matutina, donde es confundido con un tal Makropoulos. Tras salir indemne de la amenaza de los camisas pardas durante una plática del presidente Friedrich Ebert, se dirige al Cabaret Europa, donde se había citado con Joseph Roth. Al no aparecer el escritor, Corto continua sus pesquisas visitando el antiguo museo de cera de la ciudad, según le habían informado en el local de la secta el que parecía ser su líder, el novelista y teósofo Gustav Meyrink. Una vez allí, se encuentra con este escritor, que revela a Corto que Makropoulos habría asesinado a Steiner para hacerse con una famosa carta del tarot llamada El locoy perteneciente a la colección Visconti-Sforza, la baraja más antigua del mundo.

Dado que el resto de la baraja del tarot se halla en la Biblioteca Nacional de Praga, allí se dirige nuestro protagonista después de pasar una tarde campestre con Lise. Esta cita es alentada por su amigo Adolf Kern, supuestamente miembro del KPD (Partido Comunista Alemán) e interesado en conocer las pesquisas de Corto en relación con un presunto dosier que también busca el grupo Cónsul. Pero el resto de la baraja ha sido vendido a un multimillonario americano, John P. Morgan Jr, usando como intermediario a un conocido de nuestro marino, Levy Columbia, del cual sabremos mucho más en la aventura de Mú, el misterio del continente perdido. Levy le ofrece la posibilidad de un encuentro con Makropoulos para conseguir la carta con el objeto de que Corto se vengue por la muerte de su amigo Steiner. A cambio, Levy recibiría el anhelado naipe. Pero la situación se tuerce ya que quien aparece es Kern que arroja a Corto al agua de un canal, antes de ser herido de bala por un desconocido. Cuando Corto despierta descubre que en su bolsillo está la carta de El loco, la cual se niega a entregar a Levy, quien le comunica que Stella Matutina va a celebrar un funeral en honor a Steiner. Mientras tanto Lise es asesinada en una iglesia con un puñal que lleva a cruz de la Santa Vehme, al haber descubierto que Kern es realmente un miembro del grupo Cónsul.

Al final de la ceremonia descubrimos que realmente Steiner no había muerto, sino que había sido un ardid, junto con el argumento de la carta del tarot, con objeto de proteger y hacer llegar a buenas manos el dosier Rathenau. En este documento se revelaba el complot del grupo Cónsul contra la República. De esta manera el dosier llega a las manos del presidente Ebert a través de Joseph Roth, Eichwald es detenido como líder del grupo ultraderechista y Kern aparece muerto, con el mismo puñal con el que asesinaron a Lise, en el escenario donde representaba al personaje del führer.

Nocturno berlinés. Los personajes

La galería de personajes de esta nueva aventura de Corto Maltés es asombrosa y extensa. Voy a remitirme, por orden de aparición, a aquellas personas que existieron en la realidad, aunque no aparezcan en la trama y sean solamente citados. También me referiré a aquellos cuyos nombres, por alguna razón, tienen cierta relevancia por hacer referencia a otros actores históricos que tienen relación con la trama o con el momento histórico en que se desarrolla el tejido narrativo.

Joseph Roth, escritor austrohúngaro nacido en septiembre de 1894, tiene por lo tanto en el momento de esta historia una edad de 29 años. Pellejero nos lo presenta como un hombre avejentado a pesar de su juventud, pero no es de extrañar dada su larga experiencia con el alcohol. Fallecería en 1939, a los 44 años, de una enfermedad pulmonar bajo el síndrome del delirium tremens . Autor emblemático del período de entreguerras, por la temática y el ambiente de sus novelas, su obra más conocida es La marcha Radetzkky , historia de una saga familiar en el ocaso del Imperio Austrohúngaro.

Adolf Kern, actor polifacético y personaje ficticio del que descubrimos que realmente no es un simpatizante del KPD sino un espía de la organización Cónsul, que no duda en llegar al asesinato en su búsqueda del dosier Rathenau. Lo cito en este apartado porque su apellido es un guiño del guionista, Diaz Canales. Un personaje histórico con su mismo apellido, Erwin Kern, fue uno de los dos oficiales ultranacionalista que en la mañana del día 24 de junio de 1922 asesinaron al Ministro de Asuntos Exteriores de la República de Weimar, Walther Rathenau.

Makropoulos, aquí considerado por los miembros de Stella Matutina como Magister templi(Maestro del templo), se refiere a un personaje imaginario procedente de la ópera El caso Makropoulos del compositor checo Leôs Eugen Janácêk, basada en la obra homónima de Karel Câpek[22]. En el libreto, Hieronymus Makropoulos es un alquimista que descubre un elixir para alcanzar la inmortalidad. Sería un remedo del alquimista Edward Kelley, que estuvo al servicio del Emperador Rodolfo II, archiduque de Austria y Rey de Hungría, que vemos en las alucinaciones oníricas de Roth. En este caso el alquimista lleva algo alterado el apellido y se hace llamar Edward Kelly.

Friedrich Ebert fue un político socialdemócrata y dirigente del SPD (Partido Socialdemócrata Alemán). Fue el primer presidente de la República de Weimar. Tras su llegada a la presidencia abogó por una política antibelicista y en un intento de restablecer la paz y el orden aplastó los movimientos de la izquierda con severidad. Aunque también sofocó los movimientos desestabilizadores de la derecha, su controvertida figura histórica está llena de luces y sombras.

Friedrich Wilhelm Murnau, uno de los directores más insignes del expresionismo alemán y autor de una obra clave de este movimiento cultural, Nosferatu, una sinfonía del terror. Vemos en una viñeta (página 33, quinta viñeta) un cine donde se proyecta su película El último hombre , del año 1924. Murnau tenía en aquellas fechas 35 años.

Marlene, en el Cabaret Europa, posiblemente una joven Marlene Dietrich. En aquel momento tiene solo 22 años y su filmografía se resume en media docena de papeles secundarios.

Max Schmeling fue un boxeador alemán, campeón de los pesos pesados. En el momento en que le vemos en el Cabaret Europajunto a Marlene tendría unos 18 años. Según las fuentes que he encontrado, en aquel año de 1924 Schmeling aún peleaba en la categoría del peso ligero, habiendo conseguido el título nacional de aficionado. Hasta al menos el año 1928, estuvo peleando en la categoría de los pesos semipesados, lo que se contradice con lo que leemos en el texto al decirse que es «…un boxeador aspirante el título de campeón de los pesos pesados».

Gustav Meyrink, conocido escritor austríaco, en la época de la que hablamos tenía ya edad avanzada para su tiempo, pues había cumplido los 56 años. Interesado además en el ocultismo y el esoterismo, Meyrink es el autor de la conocida novela El Golem, llevada al cine por el director alemán Paul Wegener[23]. Vivió en Praga, donde consiguió ser dirigente de la logia La estrella azul, llegando a recibir las enseñanzas y la iniciación secreta del Bhakti Yoga, discípulo de Ramakrishna. Decía poseer poderes paranormales: unos, innatos, y otros, adquiridos.

Portada de El golem, dibujada por Esteban Maroto. Edición de enero de 1995 de Tusquets Editores. Publicada originalmente en el año 1915, fue un éxito de ventas, alcanzando los 150.000 ejemplares en los primeros cinco años.

Esta obra de Meyrink está basada, como Corto le recuerda, en una antigua leyenda cabalística del rabino praguense Judah Loew ben Bezalel (1512-1609).

John Pierpont Morgan Jr., es el banquero norteamericano que adquiere, por medio de Levy Columbia, las cartas del tarot Visconti-Sforza. Al igual que Meyrink, también tiene 56 años cuando transcurre esta aventura. Durante su etapa como estudiante en la Universidad de Harvard, fue miembro de la fraternidad Delta Kappa Épsilon.

Finalmente, el personaje ausente, pero sobre el cual gira gran parte de la trama, Walther Rathenau. Fue un intelectual que, lejos de afianzarse con la fortuna familiar[24], estudió Física, Química y Filosofía, doctorándose con 22 años en la Universidad de Berlín. Posteriormente estudió Ingeniería Mecánica y Química en la Universidad de Múnich. Solamente se hizo cargo de la herencia empresarial al comienzo de la Primera Guerra Mundial, cuando Rathenau tenía ya 47 años. Falleció a los 54 años, como ya he indicado, en un atentado llevado a cabo por miembros de la organización Cónsul. Dejó una extensa obra de su pensamiento desde el punto de vista social, económico y político.

Nocturno berlinés. Los testimonios

Además de los citados protagonistas, Nocturno berlinés está lleno de múltiples referencias a otros personajes menores o colaterales que se mencionan a lo largo de la intriga. También se aportan detalles culturales de indudable valor. Veamos algunos casos.

La sociedad secreta Santa Vehme había nacido en el siglo XIII, exactamente en el período 1260-1270, teniendo su máxima actividad en los dos siglos siguientes. Ya no es una secta a la antigua usanza, como los flagelantes, los lolardos o los Amigos de la Sangre, que buscaban la Fraternidad y la Verdad. Así la «necesidad de Justicia se convierte en gusto de la venganza, el ideal de Igualdad se convierte en pillaje y destrucción, la esperanza esotérica en un dios de Libertad se satisface de pronto en todos los libertinajes»[25].

A principios del siglo XX, esta secta carecía ya de actividad en Alemania. Hay que tener en cuenta que, en 1933, con la llegada de Adolf Hitler al poder, todas las sectas fueron prohibidas. Dos años después no existían en el país germano ninguna de ellas, habiendo sido erradicadas incluso algunas con mucho poder, como la masonería. Los grupos Vril y Thule pudieron tener influencia en el nazismo, pero también dejaron de existir en aquella década.

Por el contrario, la sociedad hermética Stella Matutina había nacido a primeros del siglo XX y no tenía objetivos sociales o políticos, sino que se interesaba fundamentalmente por la astrología, la Cábala, el tarot y la alquimia. A principio de los años cuarenta su actividad había decaído casi totalmente.

Durante los delirios oníricos de Joseph Roth podemos ver la presencia de varias personalidades históricas como Rodolfo II, archiduque de Austria (1552-1612), el pintor manierista Giuseppe Arcimboldo (1527-1593), en este caso nominado como Archimboldo, y los astrónomos Tycho Brahe (1546-1601) y Johannes Kepler (1571-1630).

En cuanto a la figura del arcano El Loco de la colección Visconti-Sforza, el dibujo de Pellejero es muy fiel a dicho naipe. Si revisamos la bibliografía del gran número de versiones que existen de los naipes de la baraja del tarot, nos podemos dar cuenta de que la gran mayoría de sus autores elaboraron versiones muy libres de todas y cada una de las figuras, manteniendo solamente algunos patrones comunes a todas.

En la siguiente imagen podemos ver la viñeta dibujada por Pellejero, un grabado real de la verdadera carta y otra versión conocida como el tarot de Marsella[26].


El Loco según el dibujante Pellejero (arriba), la de la colección Visconti-Sforza (debajo, a la izquierda) y la de Marsella.

 

Finalmente, merece la pena que reseñe una frase que le dice Levy Columbia a Corto (viñeta segunda de la página 77) al comprobar que este les entrega el naipe a los miembros de Stella Matutina sin pedir nada a cambio. Dice Levy«es triste pensar que el precio de la felicidad es la ignorancia…»La frase procede dela Ode on a distant prospect of Eton collegue(Oda desde una perspectiva distante del Colegio de Eton) escrita por el poeta inglés prerromántico Thomas Gray (1716-1771), cuyo texto original reza así:

Thought would destroy their paradise.

No more; where ignorance is bliss,

'Tis folly to be wise.

No quiero rematar este apartado sin dejar de mencionar las numerosas imágenes de otras personalidades coetáneas al período que tratamos, y que aparecen acompañando al texto introductorio de Jean-Yves Tadié. Encontramos de esta manera a Olaf Gulbransson (1873-1958), pintor y dibujante noruego; al pintor modernista Reinhold Max Eichler (1872-1947); al ilustrador y caricaturista austríaco Eduard Thöny (1866-1950) y al pintor de origen búlgaro Jules Pascin (1885-1930).

El final del trayecto

Nocturno berlinés había significado una nueva vuelta de tuerca y un mayor acercamiento a la figura de Walther Rathenau, pero la triste realidad es que había avanzado muy poco en mi búsqueda. Una veintena de días después de adquirida y leída esta última aventura sucedió que, durante un almuerzo en casa con mi hija, mi nieta y mi yerno Sergio, surgió esta cuestión de la nueva andanza de Corto.

Mi yerno, gran aficionado también al cómic, cayó en la cuenta de que tenía una amiga alemana, Vera, que quizás me pudiera ayudar en el rastreo de la ilustre frase de Rathenau. De manera que, a través de mi yerno, se le hizo llegar a Vera un archivo con la versión alemana de Was wird werden? y la frase en español para que revisara el texto del libro y pudiera localizar dónde estaba ubicada.

Pero una llamada telefónica de mi yerno, unos días más tarde, rompía de nuevo mis esperanzas. En esa obra de Rathenau no estaba la frase buscada. Un nuevo revés que me indicaba que la pista del mencionado libro era falsa. A pesar de que el título parecía anticipar el éxito de la investigación, era un camino incorrecto.

Vera, por su cuenta y sin comentar nada, siguió buscando y un par de días después recibí un mensaje de mi yerno donde me anunciaba que su amiga había hallado la frase, pero en otra obra de título Von kommenden Dingen (Sobre las cosas que vendrán)[27]. En la página 21, en su introducción, se podía leer la versión alemana de tan conspicua oración.

Jedoch auch die geplagte, selbst die irrende Zeit ist ehrwürdig, denn sie ist nicht Menschensache, sondern Menschheitssache, und somit Werk der schaffenden Natur, die hart sein kann, nicht sinnlos. Ist diese Zeit schwer, so ist es unsre schwerere Pflicht, sie zu lieben, sie mit unsrer Liebe zu durchbohren, bis die schweren Gebirge der Materie weichen und das jenseitige Lichterscheint.


Portada y página donde se puede leer la tan ansiada frase de Walther Rathenau.

Una vez que el título del libro estaba consolidado, encontrar otras versiones como la francesa (Où va le monde?) o la inglesa (In Days to come) fue una tarea fácil. Aquí podemos ver sus traducciones.

Mais même l'époque accablée, même l'époque qui fait fausse route est digne de respect, car elle est l'oeuvre, non des hom-mes, mais de l'humanité, donc de la nature créatrice, qui peut être dure, mais n'est jamais absurde. Si l'époque que nous vivons est dure, nous avons d'autant plus le devoir de l'aimer, de la pénétrer de notre amour, jusqu'à ce que nous ayons déplacé les lourdes masses de matière dissimulant la lumière qui luit de l'autre côté.

None the less, this epoch, with all its faults and errors, is worthy of admiration, seeing that its concern is not with individual human beings but with mankind, so that it is the work of creative nature, which may be harsh, but is never unmeaning If the time be difficult, it is our difficult duty to love it, to bore through it with our love until the ponderous mountains of matter yield, and the light beyond grows manifest.

Llegado a este punto, tras un recorrido de cincuenta y cinco años, el camino ha llegado a su término. Sería desatinado decir que debería continuar hasta que no tuviese en mis manos una traducción al español de Von kommenden Dingen. No corren buenos tiempos para semejante empresa. Hoy no solamente no se revisita el pasado, sino que el presente se convierte en pretérito a una velocidad inusitada.

No puedo evitar el hecho de sentir a Corto Maltés como el personaje que participó conmigo en esta aventura personal. Su dimensión humana, como si de una figura real se tratara, es posible que estuviese más cercana de lo que imagino de la de Walther Rathenau. A ambos, que compartieron una etapa única de la historia, irá destinado mis pasos en el futuro.

Me conformaré con leer en su versión inglesa In days to come, mientras sigo buscando otras obras de Rathenau, en mi idioma materno, en librerías de lance en un intento de disfrutar de su visión del mundo e intentar comprender aquella época tan frenética que cambió la historia de nuestro mundo occidental.

De Corto continuaré releyendo sus aventuras, como un héroe único en la historia del cómic, donde a pesar de todo lo que se ha escrito de él, siempre quedarán pasajes y situaciones donde indagar en busca de nuevos tesoros. Como los que él siempre buscó. Nunca nos negará su ayuda y con él siempre habrá algo por descubrir. Comparto lo que nos evoca la escritora Susana Fortes cuando escribe «a un marino de Malta, que me enseñó a creer en los héroes, llegado ya al punto en el que no podría creer en los hombres» [28].

Audentis fortuna iuvat
[29] .

José María Baena Liberato

Algeciras, junio de 2024


NOTAS


[1] Nocturnes berlinois, obra de Juan Díaz Canalés y Rubén Pellejero, publicada en septiembre de 2022 por el sello Casterman. La versión española, de Norma, apareció un mes más tarde.

[2] El retorno de los brujos. Louis Pauwels y Jacques Bergier. Editorial Plaza y Janés, agosto de 1961.

[3] En la traducción de Ferrer Aleu el nombre de pila de Rathenau aparece siempre sin la letra hache (Walter), siguiendo la grafía de la edición original francesa.

[4] El regalo de la suscripción no tuvo ninguna relación con la finalización de mi carrera universitaria. En una familia de la clase media de aquellos años no se estilaba ningún tipo de recompensa por aprobar cursos, fuesen del tipo que fueran. Al menos mi padre nunca me dijo que estaba relacionado con el final de mis estudios. Él sabía de mi pasión por la lectura y ello fue suficiente excusa. Hasta el verano de 1975 en que conseguí un trabajo remunerado, mi padre me estuvo pagando todos los libros que se iban publicando en la citada colección.

[5] La colección constó de 144 volúmenes que salieron, en su primera edición, entre noviembre de 1967 y octubre de 1981, sin cadencia fija. Llevaba esta colección como lema una frase del poeta francés surrealista Paul Éluard (Hay otros mundos, pero están en este).

[6] La primera versión de la biografía de Walther Rathenau en Wikipedia data de junio de 2006. Consistía en apenas media docena de líneas de texto. En la actualidad, ya bastante más amplia, puede consultarse en https://es.wikipedia.org/wiki/Walther_Rathenau .

[7] En puridad he de decir que, según se informa en esta página, uno de los títulos fue traducido en fecha desconocida, posiblemente en la década de los veinte, por Biblioteca Nueva de Madrid, editorial desaparecida en 2020. Fue la obra del año 1919 La triple revolución. El nuevo Estado. La nueva sociedad , que hoy se puede encontrar en los portales de venta de segunda mano. En esta misma década se tradujeron El kaiser (Compañía Iberoamericana de Publicaciones) y Crítica de la época (Ediciones Jasón), ambas empresas desaparecidas en los primeros años de la década de los treinta.

[8] Permítaseme parafrasear, en el epígrafe de este apartado, la canción de Bob Dylan de título “Simple twist of fate”, que en una de sus estrofas finales nos dice: «How long must he wait, one more time for a simple twist of fate» (Cuánto tiempo debe él esperar, una vez más a por un simple giro del destino).

[9] Su título es De la novela de aventuras a la novela política .

[10] La paginación está referida a la primera edición, en color o en blanco y negro, de Norma Editorial, fechada en octubre de 2022.

[11] El artículo de Boschi se incluye en una recopilación en italiano de diez álbumes: Corto Maltese (Hugo Pratt). Ed. Gruppo Editoriale L´Espresso, 2006-2008.

[12] Revista Fierro. Año I, número 10, página 9. Artículo titulado Pratt en casa. Mayo de 1985. Buenos Aires.

[13] En el álbum titulado Fábula de Venecia (sirat al bunduqiyyah) .

[14] Pratt toma la fisonomía característica de la actriz para dibujar a su personaje, sobre todo con su peinado al estilo bob lulú .

[15] En la versión española editada por Norma Editorial, primera edición, de marzo de 1999.

[16] Como se nos recuerda en la introducción de Jean-Yves Tadié. Para más información recomiendo la lectura de la obra Sombras de Weimar. Contribución a la historia del cine alemán (1918-1933) . Vicente Sánchez-Biosca. Verdoux S.L., Madrid, 1990.

[17] Ediciones Hiperión publicó en el año 1982 una traducción de esta obra, bajo el título Cruzada contra el Grial. La tragedia del catarismo .

[18] La otras Thule. José María Baena Liberato. Revista Trueno de la Asociación de amigos del Capitán Trueno, número 8, 2014, páginas 40-44. ISSN: 1885-0243.

[19] Para más información sobre este aspecto recomiendo la consulta de la obra Hitler y la tradición cátara. Jean-Michel Angebert. Plaza y Janés editores, Barcelona, junio 1972.

[20] Aunque el cabaret dice llamarse Cabaret Europa en la puerta solamente vemos un rótulo con los nombres Tanz y Kabaret, es decir, baile y cabaret.

[21] “Bestia Triumphans” es el título de un artículo del escritor checo Vilém Mrstík, publicado en el año 1897, para condenar la destrucción del gueto judío de Praga.

[22] Escritor checo conocido por sus obras de ciencia ficción y por ser el creador del término robot en su novela R.U.R. (Robots Universales Rossum) . Etimológicamente, procede de la palabra checa robota, que indica un trabajo duro. Parece ser que fue su hermano Josef quien le dio la idea del término.

[23] Este director expresionista hizo tres versiones de El golem , en los años 1914, 1917 y 1920. Solo la última se conserva completa.

[24] Su padre Emil Rathenau fue un empresario alemán de origen judío, presidente y fundador de la Sociedad General de Electricidad (AEG, Allgemeine Elektricitäts-Gesellschaft).

[25] Historia Universal de La sectas y sociedad secretas. Volumen 1º. Jean-Charles Pichon. Editorial Bruguera, Barcelona, 2ª edición, abril 1973.

[26] Imagen tomada de un original facsímilar que se incluía junto la compra del libro El tarot o la máquina de imaginar. Alberto Couste. Barral Editores, Barcelona, tercera edición de febrero de 1974.

[27] Quiero dejar constancia aquí mi agradecimiento a mi yerno Sergio, y en especial a su amiga Vera, por la enorme ayuda prestada para que esta historia, mi historia, llegase a su final.

[28] Querido Corto Maltés . Susana Fortes. Tusquets Editores S.A. Barcelona, 1994.

[29] A los atrevidos les sonríe la fortuna.

TEBEOAFINES
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Creación de la ficha (2024): Félix López
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
JOSÉ MARÍA BAENA (2024): "La intrahistoria de Nocturno Berlinés. Una lectura más amplia a través de una aventura personal", en Tebeosfera, tercera época, 26 (14-VII-2024). Asociación Cultural Tebeosfera, Sevilla. Disponible en línea el 16/VII/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/la_intrahistoria_de_nocturno_berlines._una_lectura_mas_amplia_a_traves_de_una_aventura_personal.html