Es necesario aclarar que la pluma que escribe estas líneas es la de un hombre heterosexual, comiquero y socialista. No me considero feminista. Sin embargo, creo que sí existe un modelo de belleza del patriarcado, sostenido en gran medida por el consumo y la acumulación, pilares de la "cultura" del capitalismo.
Decir que las obras de Manara "son todas historietas que no sólo muestran a la perfección la anatomía femenina..." va por ese lado, ¿no?
Ojo, a mi las minas de Manara me vuelven loco, pero que Vazquez como mujer diga que son perfectas... es fuerte. Las minas de Manara no pueden existir en la vida real, salvo muy contadas excepciones: las vemos bailando por un sueño en el prime time de la tele, son esas mujeres para un consumo de lujo, hacen buen maridaje con los privilegios de los que no goza la enorme mayoría de la población. Son una ínfima excepción numérica entre el conjunto de las mujeres.
Analizando las repercusiones de este problema en el llano, creo que avalar la opinión de Vazquez roza la celebración de una propaganda de Activia, o el realizarse como individuo si se pasa por el quirófano de un cirujano plástico.
Una belleza renacentista hoy estaría en Cuestión de Peso, en la bulimia o en la anorexia. El mercado es, entre otras cosas, la construcción de deseo y la imposición del gusto. La libertad en este sentido es una quimera.
Apreciaciones tales como: "Puertitas: ¡Hay tapas de esa revista que nada tienen que envidiar al mejor póster erótico de un taller mecánico!" Me llevan a preguntarme ¿Cual es el mejor póster? ¿El que tiene mejor estética fotográfica, mejor diseño o mejores tetas? ¿No será que las tapas de Puertitas eran así precisamente porque estaban dirigidas al tipo de un taller mecánico? Tal vez no le tiene nada que envidiar porque la tapa y el póster están destinados al mismo nicho de consumo. Los académicos se olvidan de que la historieta no está concebida para ser leída en un claustro.
Pensar que la tira de Clara de Noche es genial por los polvos que narra, es quedarse en la superficie de la tira. A mí me encanta Clara, pero no porque fantasee con una puta, sino porque cuenta magistralmente el punto de vista de una puta y el de Pablito, el hijo de la puta madre. Vazquez se pregunta “¿Qué mujer no quiso estar en la piel de esa mujer alguna vez?" Tal vez las mujeres que justamente habitan esa piel: ellas no teorizan sobre erotismo. Son mujeres explotadas, violentadas. Muchas asesinadas. Algunas lo hacen por los Pablitos que la esperan en casa.
Pregunta Mora Bordel hacia el final de la entrevista “¿El porno degrada a la mujer?” Responde Vazquez “Naturalmente que no." Esto depende de qué porno se consuma, yo creo que mucho sí es degradante, tanto para la mujer como para el hombre.
Actualmente la industria del porno es más rentable que la industria de Hollywood. Este panorama que no está del todo desligado con nuestra época, en la que la industria de la trata de personas crece de manera abrumadora cada día, siendo el negocio sucio más lucrativo junto al narcotráfico y la venta ilegal de armas. ¿Podemos afirmar que el porno no degrada a la mujer, cuando desconocemos la realidad de esos cuerpos expuestos? ¿No cabe la posibilidad que mucho del porno que anda dando vueltas sea también un documento audiovisual de una situación de esclavitud?
Al mencionar el cierre de revistas de historietas porno, se plantea una dicotomía competitiva entre el video y la historieta de mete-saca.
Pregunta: "¿Ha sido nocivo el efecto de la ciberpornografía?
LV: Sí, creo que sí…"
Hace mucho que no leía una respuesta tan anacrónica. Durante mucho tiempo en el mundo de la historieta hubo gente que explicaba la desaparición de editoriales... echándole la culpa a los video juegos. Con la aparición de la tele, hubo quienes dijeron que moriría la radio y el cine, con la aparición de los videoclubes hubo quienes dijeron que moriría el cine. Ahora pareciera que el ciberporno atenta contra la historieta. Esto es una expresión más de las fuertes limitaciones que presenta el considerar un arte como una industria, ya que lo importante sería la paja, no el disfrute sexual de una obra gráfica, o la apreciación de dibujos que pueden llegar a erotizarnos.
Sin embargo, con respecto a la posibilidad comercial de las revistas porno de historietas frente a las ofertas de la web, Vazquez manifiesta que es "optimista respecto de las transformaciones del mercado, que todo lo digiere, procesa y recicla." Desde hace mucho tiempo que varios esperanzados y/o posmodernos sueñan con el advenimiento de una nueva historieta de la mano del formato digital, porque se cree que hay una reconversión natural del arte de la mano del mercado. Pobres ilusos. Lo que el mercado hace con el arte es digerirlo, para luego defecarlo. Es el orden natural de todo aquello que es digerido. Esto es una diferencia de base fundamental. Si se considera una disciplina artística como un mercado, se elimina al artista creador de la ecuación, o peor aún, se lo subyuga y relega a un adaptado, sometido a los vaivenes del mercado. Me parece un pensamiento profundamente anti arte además de burgués.
Para finalizar este recorrido de disidencias tengo que apuntar esta frase: "no se trata de mostrar más, sino de mostrar mejor. El lenguaje del cómic puede hacerlo." Tengo que escribirlo: con esto estoy de acuerdo. En el tono general de la entrevista hay poca valoración del arte de la historieta, pero está frase la reivindica.
Opino esto desde el punto de vista de un lector apasionado por el medio, que intenta crear historieta. El día que los académicos la traten y la vivan como un arte popular, como un lenguaje universal y asequible, como un alimento al espíritu y la conciencia; tal vez deje de ser un mero objeto de estudio, y tendrá mayores chances de reencontrarse con la masividad que alguna vez tuvo. Los académicos olvidan que la historieta no está concebida para ser leída en un claustro.