Title:
Comics according to Will Eisner
Resumen / Abstract:
Reseña de dos libros teóricos de Will Eisner: El cómic y el arte secuencial y La narración gráfica. / Review of two theoretical books by Will Eisner: Comics and Sequential Art and Graphic Storytelling.
Palabras clave / Keywords:
Will Eisner, Aprendizaje de la historieta, Teoría sobre historieta/ Will Eisner, Learning comics, Comics theory
  • Primera edición de El cómic y el arte secuencial (1994)
  • Primera edición de La narración gráfica (1998)
  • Primera edición de Comics & Sequential Art (1985)
  • Versión ampliada de El cómic y el arte secuencial (2002)
  • Nueva edición actualizada de La narración gráfica (2017)
  • Expressive Anatomy for Comics and Narrative (2008), inédito en España.

EL CÓMIC SEGÚN WILL EISNER

 

El cómic y el arte secuencial y La narración gráfica son dos libros que recogen los resultados de la reflexión que Will Eisner realizó acerca del lenguaje visual del cómic durante su experiencia como docente en la Escuela de Artes Visuales de Nueva York, labor que se extendió durante más de veinte años en la última etapa de su vida. Pero en realidad, si por algo se caracteriza la larga carrera de este autor, es por una reflexión constante acerca de las posibilidades tanto narrativas como pedagógicas de medio al que dedicó toda su vida profesional. Desde el punto de vista industrial su contribución al desarrollo del mercado del comic book mediante la creación de contenidos para diferentes editoriales a través del estudio que compartió con Jerry Iger es bastante relevante en un momento en que este tipo de formato estaba despuntando. Pero, sobre todo, en el desarrollo de las posibilidades narrativas del cómic, su obra cumbre es claramente The Spirit.

No hace falta presentar al lector esta serie. Es de sobra conocido que se empezó a publicar en el año 1941 como parte de un suplemento en formato de comic book que se insertaba semanalmente en los periódicos y que su etapa cumbre se produce a partir de 1945, cuando Eisner retoma una serie que había abandonado para luchar en la Segunda Guerra Mundial. Lo que quizá no se menciona tanto es el carácter particular del formato de publicación de esta obra. Estamos en los años cuarenta, época dorada del cómic de prensa de los Estados Unidos y unos años en los que también el comic book estaba despuntando con fuerza. Sin embargo, pese a la pujanza del nuevo formato, el prestigio a nivel autoral y el impacto a nivel de lectores seguía estando en el formato clásico de la tira de prensa y la página dominical (de hecho, The Spirit también se publicaría en forma de tira diaria un año después de su lanzamiento). Por otro lado, la mayor parte de biografías de Eisner comentan, con mayor o menor profundidad, su visión para los negocios que le llevaría posteriormente a instaurar el término de novela gráfica que tanto rendimiento le daría en los últimos años de su carrera.

Entonces, si el dinero estaba en las tiras ¿por qué Eisner propone introducir el formato del comic book en la prensa? Solo podemos elucubrar los motivos, entre los que seguramente alguno de tipo económico habría. Es de suponer que proporcionar a la agencia dieciséis páginas de contenido (además de The Spirit se publicaban otras dos series) podía redundar en un buen rendimiento económico. Pero también se puede suponer, dada su trayectoria posterior, que uno de los problemas desde el punto de vista narrativo al que se enfrentaba el cómic de prensa en esos años tendría una influencia en esa decisión. El formato de la tira era muy estricto e, incluso, las páginas dominicales estaban limitadas a una distribución regular de viñetas para poder ser remontadas a los diferentes formatos (sobre todo vertical y horizontal) con los que aparecían en las decenas de periódicos diferentes que podían publicar una serie a través de la distribución por las agencias de prensa (los famosos syndicates). Por el contrario, el cuadernillo que Eisner entregaba se publicaba sin remontaje alguno y, por ese motivo, podía jugar, entre otras cosas, con la composición de página de una forma en que la mayor parte de dibujantes de prensa de la época no podían.

Posiblemente nunca sabremos si esta obsesión por el lenguaje visual que sería tan importante en el desarrollo de su futura carrera fue uno de los motivos que impulsó a Eisner a proponer un comic book para la prensa. En todo caso, lo que sí sabemos, simplemente al contemplar su trabajo, es que aprovechó perfectamente todas las posibilidades narrativas y visuales que el formato le ofrecía. No se trata aquí de analizar la serie bajo esos parámetros, ya que ya lo han hecho otros muchos autores (Coma, 1981; Gravett et al., 2017; Martínez-Pinna, 2018; Yronwoode, 1983), pero lo que sí resulta interesante es señalar que en cada una de las decisiones que toma Eisner para narrar las andanzas de su personaje se puede ver cómo subyace una reflexión profunda sobre las posibilidades que tenía un medio que había visto coartada buena parte de su desarrollo por los condicionantes que la producción a nivel industrial derivada del éxito de la tira imponía. Eisner, en The Spirit, no solo narra una gran cantidad de brillantes historias de ficción, sino que, cada semana está impartiendo lecciones sobre la riqueza y la capacidad que tiene el cómic para contar un relato de forma visual, para transmitir información de una forma precisa gracias a las posibilidades de un lenguaje gráfico que todavía estaba en desarrollo.

Como consecuencia de esa exploración de las posibilidades del medio, Eisner dedicó la mayor parte de su carrera a la creación de materiales gráficos instructivos y educativos para el ejército y algunas otras instituciones públicas y compañías privadas a través de la agencia American Visuals Corporation que fundó en 1948, cuando todavía estaba trabajando en The Spirit. En realidad, no fue un giro a su carrera novedoso porque en dicha agencia realizaba un trabajo similar al que ya había desempeñado para el Ejército durante la Segunda Guerra Mundial. Esta etapa, aunque es la menos conocida para el lector habitual de cómics, es la más larga de su carrera y supone una exploración constante del lenguaje visual y narrativo del cómic con fines pedagógicos e instructivos. Evidentemente, no toda la producción de la agencia fue realizada por el propio Eisner, ni siquiera hemos tenido acceso a todo lo que el autor realizó durante esos años, pero por lo que se ha podido ver existe un esfuerzo claro por acercar la narración secuencial del cómic a un público que, en principio, no tenía que estar familiarizado con el medio, pero que necesitaba entender el mensaje que se le estaba transmitiendo en forma gráfica a través de las viñetas.

No es de extrañar, por tanto, que en 1985 aparezca una obra como El cómic y el arte secuencial. En ese momento, Eisner lleva solo unos años enseñando cómic en la Escuela de Artes Visuales de Nueva York, pero, sin embargo, ya ha venido reflexionando sobre el medio a través de su labor, primero en la ficción y luego en el ámbito de lo pedagógico. Tiene, por tanto, una visión muy madura de la historieta que le hace tener muy clara “la comprensión y la práctica de la forma artística más popular del mundo” como reza la cubierta del libro. Lo interesante de esta obra es que nace sin ninguna intención semiótica o clasificatoria, sino como la humilde reflexión de un artesano que tiene claro lo que, según su punto de vista, funciona de la narración secuencial en viñetas.

Así, a lo largo de los primeros capítulos de El cómic y el arte secuencial, Eisner va desarrollando aspectos como el poder comunicativo de la imagen, la importancia del tiempo (“el cronometraje”) para realizar un cómic que sea efectivo o el uso de la viñeta como unidad básica de transmisión del mensaje sin ningún afán categorizador, sin llevar su discurso a lo absoluto ni sentar cátedra, sino como esos maestros que lo único que quieren es transmitir sus conocimientos derivados de la experiencia. Por ese motivo, tiene todo el sentido que los ejemplos utilizados sean o bien de la propia obra de Eisner o creados exprofeso para esta obra, porque, además, probablemente fueran los mismos que utilizaba en su práctica docente. Esta idea del cómic según Eisner es clave para entender el libro, ya que los primeros capítulos centrados en temas de lenguaje se complementan con otros dedicados a cuestiones de anatomía expresiva tan importantes en la obra de este autor (de hecho es el tema central de su tercera obra teórica Expressive Anatomy for Comics and Narrative publicada de forma póstuma en 2008 e inédita en España) o la escritura en el cómic en el que se puede leer algo discutible como que el cómic solo alcanza su plenitud cuando el guionista y el dibujante son la misma persona. Esta afirmación solo tiene sentido, si entendemos que el libro no pretende ser un manual sobre el cómic en términos absolutos, sino sobre lo que es este medio desde el punto de vista que a Eisner le ha dado su experiencia.

Lo que hace interesante este trabajo es precisamente que esa visión subjetiva del autor está basada en una experiencia que permite transformar muchas de sus afirmaciones particulares en universales. Así el capítulo dedicado al tiempo ya mencionado se configura, como el resto, a partir de ejemplos creados directa o indirectamente para el libro por el propio Eisner. Pero es que su empleo de la temporalidad en el cómic está tan depurado por la experiencia, ha tenido tanta influencia en el desarrollo del cómic occidental, que el lector que lleva años de lectura a sus espaldas puede llegar a entender sus afirmaciones como algo absoluto. Eisner consigue transmitir un mensaje que no es universal, porque el cómic es un medio tremendamente poliédrico, pero que sí tiene un cierto aliento de generalidad por la cantidad de veces que hemos visto utilizados esos recursos sin entrar en una categorización que implicaría afirmar que todo el cómic se tiene que ceñir a sus preceptos. Precisamente, por este motivo, el capítulo más flojo del libro, según mi punto de vista, es el dedicado al uso del arte secuencial, donde sí que se intenta presentar una clasificación de los diferentes tipos de cómic que no funciona al crear la sensación en el lector de que faltan muchas categorías que también se han ido desarrollando a lo largo de la historia de la historieta.

En 1996, once años después de El cómic y el arte secuencial, Eisner publica otro libro dedicado a teorizar sobre la historieta. Se trata de La narración gráfica y, de acuerdo con la propia introducción del autor, su aparición obedece a que se había dado cuenta de que en el libro anterior se había dedicado a diseccionar los diferentes elementos del cómic, prestando poca atención a algo que es fundamental a la hora de contar historias en viñetas como es la narración. En este caso el libro aparece con el subtítulo Principios y técnicas del legendario dibujante Will Eisner, lo que ya deja totalmente claro que lo que vamos a leer es la narración en historieta tal y como lo entiende su autor, aunque en este caso sí se introducen algunos insertos (breves) de obras realizadas por Kevin Huizenga, Gabrielle Bell, Robert Sikoryak y Bryan Lee O’Malley que le sirven para complementar su mensaje.

En todo, La narración gráfica se dedica principalmente a mostrar cómo todos los elementos analizados en su obra precedente se ponen al servicio del autor de cómics para narrar una historia. En realidad, la parte de secuencialidad que nos anticipaba el título de esa obra anterior está completamente desarrollado en esta, centrándose en todo lo que supone tener que desarrollar una narración haciendo uso del lenguaje del cómic. Por ese motivo, toda la primera parte del libro está precisamente dedicada a entender qué es una historia y cómo esta puede ser contada en imágenes. Una cuestión, sin embargo, que añade el libro, después de cinco capítulos dedicados a esa tarea, es la importancia del lector en la interpretación de un cómic. Así como en el libro anterior parecía que todos los elementos estaban al servicio del autor y este tenía un control estricto de los mismos, en este caso se pone de manifiesto que una buena parte ese control está en manos del lector, que es el encargado final de insuflar tiempo a unas imágenes estáticas y de interpretar el significado de las imágenes que le proporciona el autor. No es, sin embargo, una parte muy extensa (dos capítulos), porque el final el libro retoma el papel central del autor como creador de ideas y de relatos en imágenes, tanto a través de la escritura de las historias como del uso de un determinado estilo gráfico. A todas estas cuestiones, Eisner les dedica cuatro capítulos para concluir con el inevitable (en los años noventa) capítulo sobre el cómic e internet, que es lo que peor ha envejecido del libro por el avance, impredecible en ese momento, que ha sufrido el cómic digital en las más de dos décadas transcurridas desde la publicación de este libro.

Se trata, en resumen, de dos libros (tres, si contamos el ya mencionado Expressive Anatomy for Comics and Narrative) absolutamente fundamentales porque a partir de una premisa muy sencilla que es cómo entiende el cómic Will Eisner se pueden universalizar muchas de sus conclusiones, precisamente porque ha realizado una reflexión profunda del medio a partir de la práctica. En comparación con otras referencias, con propósitos más sesudos y teóricos que pronto quedan desmontados por la, en palabras de Oscar Steimberg, “imposibilidad de la historieta”, la obra de Eisner consigue transmitir de forma más certera algunas de las claves de buena parte de la producción de historietas a lo largo de la historia, simplemente por la sencillez y la modestia de sus planteamientos y porque viene avalada por la labor profesional de un autor que durante buena parte de su carrera se dedicó a hacer posible lo imposible.

 

Referencias

COMA, Javier (1981): Espíritu de los cómics. Barelona, Toutain Editor.

GRAVETT, Paul; KITCHEN, Denis y LIND, John (2017): Will Eisner. The Centennial Celebration. Milwaykee, Kitchen Sink Press y Dark Horse.

MARTÍNEZ-PINNA, Eduardo (2018): Las claves de The Spirit. Will Eisner. De pionero a clásico. León, Grafikalismos.

YRONWOODE, Catherine (1983): La Bande Dessinée selon Will Eisner. París, Futuropolis.

TEBEOAFINES
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Creación de la ficha (2023): Félix López
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
Kiko Sáez de Adana (2023): "El cómic según Will Eisner", en Tebeosfera, tercera época, 23 (28-VI-2023). Asociación Cultural Tebeosfera, Sevilla. Disponible en línea el 21/XI/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/el_comic_segun_will_eisner.html