EL CÓMIC MÉDICO EN EDUCACIÓN SECUNDARIA: SITUACIÓN ACTUAL Y PROPUESTAS DE USO
GEMMA BURGOS SEGARRA(Universitat de València (UV))

Title:
Medical comics in secondary education: current situation and proposals for use
Resumen / Abstract:
Este trabajo analiza el estado del cómic en las aulas en general y su empleo para tratar cuestiones médicas en secundaria en particular. Para ello, se ha elaborado una encuesta que recoge ambos aspectos, se presenta un panorama sobre el cómic de tema médico en la actualidad y una propuesta orientativa de obras que muestran el potencial y las posibilidades de trabajo que tiene la narrativa gráfica médica gracias a recursos como el humor o las metáforas visuales. / This paper analyses the position given to comic in education in general, and specifically its use for talking about medical issues in High School. For that purpose, a survey has been prepared tacking both topics in account. In addition, an outlook about medical comics is presented and some graphic novels are suggested for demonstrating its potential in education thanks to typical features like humour and visual metaphors.
Palabras clave / Keywords:
Medicina, Medicina gráfica, Cómic y educación, Educación secundaria, Educación en valores/ Medicine, Graphic medicine, Comic as didactic tool, High School, Human values

EL CÓMIC MÉDICO EN EDUCACIÓN SECUNDARIA: SITUACIÓN ACTUAL Y PROPUESTAS DE USO [1]

 

1. Consideraciones previas

Hasta hace poco, el cómic era considerado como producto de consumo destinado eminentemente a un público infantil y juvenil, pero, progresivamente, se ha ganado la aceptación del público general y cada día cuenta con más seguidores, con un panorama editorial que incluye publicaciones dirigidas a todos los sectores, incluso el adulto. Sin embargo, en el ámbito educativo tiene todavía una gran batalla que librar, ya que ha ocupado una posición anecdótica en cuanto a su uso frente a otros recursos.

Esta situación, en buena medida provocada por la consideración del cómic como infantil y de poca calidad, se podía justificar al hablar de este como un medio seriado y masificado cuando los dibujantes trabajaban bajo gran demanda de cantidad, sin importar la calidad. No obstante, esta valoración debe desterrarse actualmente cuando se habla de cómic en general.

Los motivos que han conducido a este cambio de reputación son de sobra conocidos, y en las propuestas actuales se aprecia que es un género consolidado, cuyas historias tienen gran profundidad, temática variada, y están dirigidas a un amplio espectro de público, que abarca desde el tradicional lector de cómics de superhéroes, pasando por aquel que busca la ilustración de sus obras favoritas de la literatura universal, hasta quienes se acercan a la narrativa gráfica por primera vez atraídos por el éxito de un determinado autor u obra, y que se quedan para siempre.

El cambio de consideración del cómic se apoya, además, en el valor que el mundo académico le está dando, a través de las distintas publicaciones y eventos celebrados a su alrededor en fechas cercanas: la celebración del I Congreso Internacional Cómic y Compromiso Social en 2015, la publicación de un libro como Las batallas del cómic. Perspectivas sobre la narrativa gráfica contemporánea , así como el hecho de que una revista literaria como Diablotexto retomase su andadura en formato digital con un número dedicado íntegramente al cómic bajo el título de Historieta y sociedad, hablan por sí solos de la deriva que el cómic actual ha tomado.

Asimismo, también la Administración es consciente de la utilidad de este formato en educación, y durante el curso 2017-2018 la Conselleria d’Educació de la Generalitat Valenciana ha organizado un curso dentro de los programas formativos para docentes cuyo título ha sido “El cómic como recurso didáctico en el aula de ámbito humanístico”, una medida que busca formar de manera directa a los profesores en el uso de este medio.

Este trabajo tiene como objetivo analizar las posibilidades que presenta el cómic para introducir temas médicos en educación. Para ello, en primer lugar, se cuestiona cuál es el grado de uso del cómic en las aulas y con qué fines se emplea a través de una encuesta a un grupo de docentes de diferentes niveles educativos para obtener una muestra aproximada de cuál es la situación actual del cómic dentro de las aulas y si este se utiliza para tratar cuestiones relacionadas con la enfermedad.

En segundo lugar, se elaborará un panorama de la relación entre cómic, didáctica y medicina, para terminar con una propuesta que recoja algunas obras que podrían usarse para hablar de distintas enfermedades con alumnos de secundaria y bachillerato.

 

2. Situación del cómic en educación

Cuando se trata de aplicaciones didácticas del cómic, lo primero que encuentra el investigador interesado en el tema o el docente que quiera aplicarlo en sus clases es, frente a lo que podría parecer ante un recurso tan atractivo, un desierto bibliográfico.

Son escasas las publicaciones en las que encontrar consejo para introducir el cómic en las aulas, y la mayoría tiene como fin la creación de un cómic por parte de los alumnos, no el estudio de determinada materia o tema a través de ellos. Entre los ejemplos que sí emplean el cómic como base para otras cuestiones contamos con el libro de María Teresa Colomer (2009) Lecturas adolescentes, que analiza cuáles son las repercusiones del uso del cómic en actividades de promoción de la lectura y qué criterios deberían seguirse para la selección de materiales adecuados para los estudiantes, criterios que no difieren de los que se seguirían, por ejemplo, al seleccionar otros textos de lectura. Analiza también las características y ventajas del cómic frente a otros materiales. En este sentido, Patricia Rocamora-Pérez (2017: 1120-1121) explica los atributos que convierten al cómic en una herramienta con gran potencial para su aplicación en el ámbito educativo. Finalmente, de manera mucho más esquemática, pues se trata de una comunicación en un congreso, Manuel Barrero (2002) plantea posibles actividades alrededor del cómic, bien para su elaboración, bien para su lectura, en primaria y primer ciclo de secundaria. Sobre la lectura de cómics incide en las posibilidades que estos pueden tener cuando se leen de manera crítica, si bien en la recapitulación sobre la utilidad del cómic como herramienta pedagógica no retoma este aspecto, que es fundamental.

Con suerte, encontrará recursos relacionados con los niveles de educación infantil y/o primaria, que nos remiten a esta concepción del cómic como producto infantil, o bien en el ámbito de E/LE o enseñanza de idiomas. En consecuencia, no es de extrañar que la presencia de las historietas en las aulas sea todavía una asignatura pendiente para muchos docentes, pues el desconocimiento del material conlleva su olvido en las programaciones didácticas.

 

2.1 Encuesta sobre la presencia del cómic en las aulas

Para este estudio se ha encuestado a cuarenta docentes pertenecientes a todos los niveles educativos sobre el empleo del cómic en las aulas. En la encuesta se recogía el nivel en que se impartía clase, el rango de edad, el número de años que llevaban dedicándose a la docencia y qué materias impartían como preámbulo a las preguntas centradas en el uso del cómic en las aulas y, más concretamente, si se utiliza para tratar temas médicos. Las preguntas se muestran en la siguiente tabla:

SECCIÓN

PREGUNTA

TIPO DE RESPUESTA

1. Datos personales

Nivel(es) educativo(s) en que imparte clase.

Respuesta múltiple:

Infantil; Primaria; Secundaria; Bachillerato

¿Qué materias imparte?

Respuesta abierta

Edad comprendida entre…

Respuesta cerrada:

25-35; 35-50; 50-65

¿Cuántos años lleva dedicándose a la docencia?

Respuesta abierta

2. Cómic y didáctica

¿Utiliza el cómic en sus clases?

Respuesta cerrada: Sí/No

Si tuviera acceso a recursos sobre cómic y educación, ¿estaría dispuesto a utilizarlo más en clase?

Respuesta cerrada: Sí/No/Tal vez

¿Qué opinión le merece el uso del cómic en las aulas? ¿Lo utilizaría en clases-materia o solo en tutorías?

Respuesta abierta

2.1. Cuando utiliza el cómic en el aula… [2]

¿Con qué fines lo emplea?

Respuesta múltiple (pueden seleccionarse varias y añadir otras si es conveniente):

– Completar los contenidos de la materia

– Trabajar y transmitir valores

– Tratar cuestiones más delicadas o difíciles de comprender para el alumnado

-Añada otros

¿Qué autores de cómic conoce?

Respuesta abierta

¿Qué obras gráficas conoce o ha utilizado?

Respuesta abierta

¿Ha usado alguna vez el cómic para tratar temas médicos en clase?

Respuesta cerrada: Sí/No

Considera que la respuesta de los alumnos utilizando cómic es:

Respuesta múltiple:

– Similar a la que darían utilizando otros materiales

– Mejor que la que darían con otros materiales

– Peor que la que darían con otros materiales

3. Cómic y enfermedad [3]

¿Qué temas médicos trabaja a partir del cómic?

Respuesta múltiple (podían seleccionarse varias):

– Enfermedades que pueda sufrir alguno de los estudiantes (diabetes, autismo)

– Prevención e información (anorexia, autoestima, relaciones sexuales)

– Enfermedades de familiares o presentes en la sociedad (cáncer, alzhéimer, trastornos mentales)

¿Puede indicar algunos de los títulos empleados?

Respuesta abierta

 

2.2. Análisis de los resultados

Del sondeo realizado extraemos que todavía existe una infrautilización del cómic en el contexto docente, debido a que un 57% de los profesionales no lo utiliza (gráfico 1). No obstante, se puede considerar como dato positivo que el 43% sí lo haga, lo que puede ser una clara tendencia de su incorporación, aunque su presencia sea todavía minoritaria en el sistema educativo.

Gráfico 1: Respuesta a la utilización del cómic en el entorno docente. Gráfico 2: Respuesta a la posible utilización en el caso de tener acceso a recursos didácticos.

 

Directamente relacionada con la anterior cuestión, se consultaba la posibilidad de aumentar el uso de las narraciones gráficas en las aulas en el caso de tener acceso a recursos sobre cómo emplear el cómic. La respuesta ha sido positiva, pues en ninguno de los casos se responde «no» a esta posibilidad, predominando, con un 77% (gráfico 2), la respuesta afirmativa en caso de disponer de más información.

Al intersectar los resultados de ambas preguntas, como se muestra en el siguiente gráfico (gráfico 3), se observa cómo un 42% de los docentes que no usan cómic estarían dispuestos a usarlo si dispusieran de directrices para ello. En el gráfico siguiente se muestra, en primer lugar, la respuesta de quienes no usan cómic en sus clases y qué harían de disponer de más recursos (No Sí; No Tal Vez), y, en segundo lugar, qué opinan quienes ya lo utilizan.

Gráfico 3: intersección de las respuestas de los gráficos 1 y 2.


Ello remite a una intención de uso por parte del cuerpo docente, que evidencia cómo el empleo de este recurso está directamente relacionado con la disponibilidad de información y guías para la aplicación didáctica del cómic, pues en un análisis individual de cada una de las encuestas encontramos que la no utilización coincide con el desconocimiento, ya que, o bien no conocen autores o cuando lo hacen son aquellos más populares, propios de lecturas de la infancia, como Mortadelo y Filemón. Además, todos los encuestados coinciden en que la respuesta que obtienen por parte de los alumnos es similar o mejor que la que obtendrían con otros materiales, pero nunca peor.

Otros datos de relevancia que podemos extraer son resultado de analizarlos compartimentados por niveles educativos (gráfico 4) —infantil, primaria, secundaria y bachillerato— y por rango de edad (gráfico 5).

En el primer caso, para ajustar las respuestas, se ha procedido a desdoblar quienes que habían marcado dos niveles distintos como si se tratara de dos docentes en dos niveles distintos. De los datos obtenidos cabe destacar que en primaria y bachillerato el uso del cómic es mayor que en infantil y secundaria, como se observa en el gráfico 4.

Además, no deja de resultar llamativo el bajo empleo que de este recurso se realiza en infantil, ya que es un medio eminentemente visual. Uno de los encuestados, maestro en infantil, apunta hacia alguna de las posibles causas, pues sobre el cómic opina lo siguiente: «Creo que es bastante motivador y en formato digital sería ideal para infantil si la temática se adaptara. En cambio, en formato papel lo veo poco práctico, porque las viñetas son muy pequeñas y la atención de los alumnos a estas edades es muy limitada». Lo que puede justificar el poco uso en las primeras etapas escolares.

 

Gráfico 4. Nivel educativo y uso del cómic.

 

Así, ello señala hacia el profesorado de secundaria como objetivo concreto en el momento de plantear recursos para el uso del cómic en las aulas como se hará en el apartado dedicado a la propuesta en este trabajo.

Según el rango de edad del docente, donde a priori podría considerarse que se trata de un recurso empleado preferentemente por aquellos docentes más jóvenes, paradójicamente, no existe ningún grupo dentro de los tres rangos de edad establecidos en los que se observe una diferencia notable frente a los demás, sino que es parejo a la tendencia general en el uso

 

Gráfico 5. Rango de edad.

 

 

Finalmente, por lo que respecta al que es el tema central de este estudio, el uso del cómic para tratar temas médicos en las aulas, encontramos que el uso se reduce todavía más: solo seis de los cuarenta docentes han utilizado alguna vez novelas gráficas o cómics para tratar estas cuestiones en clase. Cada uno de ellos ha indicado unas finalidades distintas de las tres propuestas al completar la encuesta, pero todas ellas se han indicado un número de veces similar, por lo que podemos concluir que se trata de un material idóneo para tratar tanto enfermedades que puedan sufrir los propios alumnos como sus familiares, así como para la prevención de enfermedades sexuales, anorexia…

Aunque la cifra sea pequeña, el uso del cómic para tratar cuestiones médicas parece tener, a la vista de los resultados, un potencial que tomar en consideración en el momento de escoger los materiales de trabajo con los alumnos, sobre todo si pensamos en lo dicho anteriormente acerca de que los resultados al emplear cómic son siempre similares o mejores que con otros recursos.

En la pregunta referente a los fines con que se utiliza el cómic se observa que el trabajo en valores es el que predomina, pues han sido veinte los encuestados que han marcado esta opción, seguido muy de cerca de la posibilidad de emplearlo para completar los contenidos de la materia (16 respuestas). Tan solo cinco de los docentes han indicado que lo utilicen para tratar temas complejos o delicados para los alumnos, como podría ser la enfermedad, un resultado coincidente con el número de docentes que alguna vez han usado el cómic para tratar temas médicos. Finalmente, se daba la oportunidad de agregar otros fines no contemplados en la encuesta, entre los que se añadió el tema del acoso escolar. También se incorporaron respuestas como el uso del cómic para hablar del lenguaje no verbal o de historietas introductorias para presentar el temario que consideramos que se corresponden con completar o ampliar contenidos de la unidad.

La nómina de dibujantes que se obtiene de las respuestas de los docentes está integrada por nombres muy populares: Paco Roca, Kim, Max, Spiegelman… Del mismo modo, las obras más conocidas por la mayoría de los docentes son también aquellas que están más integradas en el acervo gráfico popular: Mafalda, Tintín, Arrugas… No se puede obviar que algunos docentes que han afirmado no utilizar el cómic en sus clases sí conocen autores y obras, de modo que uno de los posibles caminos de trabajo en el ámbito de la didáctica sería el de impulsar a aquellos que tienen cierto conocimiento del campo pero que todavía no se han animado a su incorporación.

Finalmente, para cerrar este apartado sobre la posición que ocupa el cómic en el sistema educativo, nos referiremos a la opinión que merece este por parte del docente y qué posibilidades cree este que puede tener en el aula. Las respuestas nos dirigen hacia un empleo indistinto del cómic tanto para materias como para tutorías, mereciendo la opinión de recurso interesante, integrador o motivador.

En conclusión, del análisis de los resultados se puede intuir que el cómic se encuentra en un momento de transición, si bien esta afirmación requiere de un estudio en profundidad y en un amplio periodo de tiempo. Sin embargo, sí podemos manifestar que si bien el uso del cómic no es total en las aulas, sí roza el 50%, lo que, sumado a la más que probable intención de uso, augura una mejora en la tendencia en el futuro, sobre todo si tenemos en cuenta el contexto académico y administrativo en que se inserta, que parece favorecerlo tanto con el estudio de la narrativa gráfica en las universidades como con la creación de espacios de diálogo y análisis, junto con el interés que se empieza a observar por parte de la Administración.

 

3. Enfermedad, didáctica y cómic

Si antes se indicaba la general escasez bibliográfica sobre cómic y didáctica en los niveles de educación secundaria, cuando se concreta a una temática médica las posibilidades se reducen todavía más. En su mayoría, parecen dirigirse a dos tipos de público con perfiles muy dispares. El primero, más relacionado con el ámbito docente, se dirige a los estudiantes de carreras médicas; el segundo tipo de investigación analiza los resultados que se obtienen al utilizar el cómic en pacientes, tanto en situaciones de prevención como en aquellas en que se busca explicar una enfermedad . De momento, no se han localizado estudios ni propuestas de su uso para hablar de medicina en el contexto de la educación secundaria, aunque sí en los ciclos de primaria ( Misrachi Launert et al., 2000) [4] y algunas titulaciones médicas universitarias (Rocamora-Pérez, et al., 2017; Mayor Serrano, 2016). Rocamora-Pérez (2017) demuestra cómo la utilización de novelas gráficas en el título de Fisioterapia en la Universidad de Almería tuvo un impacto altamente positivo en los estudiantes de este grado, quienes «ofrecieron valoraciones muy positivas de la actividad que se llevó a cabo, revelando su satisfacción y la “agradable sorpresa” que suponía la metodología innovadora propuesta [5] » (Rocamora-Pérez, 2017:1122).

Así, el conjunto de narraciones gráficas que tratan el tema médico está todavía por estudiar, catalogar y analizar para su aplicación en las aulas, como progresivamente se ha hecho en otros ámbitos, como en la promoción de la lectura (Colomer, 2009), donde los cómics pueden usarse como apoyo y atracción de lectores, pero también como narrativas que ocupan un lugar similar al que ocupan tradicionalmente otras narrativas en las clases.

 

3.1. La enfermedad en el cómic contemporáneo

Como bien señala Inés González Cabezas (2017), en Imágenes de la enfermedad en el cómic actual, al igual que ya lo hiciera Santiago García (2013) en Supercómic, la enfermedad se ha convertido en uno de los asuntos propios del cómic actual, especialmente si pensamos en la incursión que este género ha hecho en el terreno de la memoria. Santiago García establece que «uno de los signos más claros del giro de la novela gráfica ha sido el descubrimiento de la memoria como territorio que dibujar (sic)» (García, 2013: 18).

Las representaciones de la memoria se producen desde diversos frentes, pero siempre con un trasfondo social: por un lado, la memoria vivida que se pierde a causa de una enfermedad como el alzhéimer, Arrugas (2007), una piedra sobre la que se ha edificado la nueva narrativa gráfica, que ha hecho de lo cotidiano un espacio de enunciación. Es aquí donde encontramos una gran cantidad de cómic autobiográfico, que prueba que «la ficción no ha de ser necesariamente el único argumento del cómic» (García, 2013:22), como bien demuestra la publicación de obras de carácter periodístico o divulgativo en formato cómic.

Tanto González Cabezas (2017) como García (2013) indican que el viraje que se produce en el mundo del cómic y de la novela gráfica se da a partir de esa producción de historias más extensas, centradas en lo cotidiano, que se alejan de la más habitual concepción del cómic como el género de fantasía y superhéroes que hasta no hace tanto predominaba, para dar paso a nuevos ejes temáticos y un nuevo lenguaje, que, como apunta González, «[s]olo en el contexto de libertad creadora que ofrece este tipo de cómic es posible el tratamiento de un tema como la enfermedad» (2017: 19).

Todo lo anterior implica que el abanico de temáticas tratadas por la novela gráfica se ha ampliado, y cuestiones que antes solo se representaban o trataban en la literatura, encuentran ahora un nuevo espacio desde donde ser pensadas, y visibilizadas. Entre ellas, la enfermedad, que, como afirma González, «en las últimas décadas, muchos creadores de cómic han hecho de la enfermedad el tema central de las obras que pertenecen a una nueva forma de expresión literaria que generalmente recibe el nombre de “novela gráfica”» (González Cabezas, 2017: 17). Así, solo queda explorar si estas narrativas poseen características que las conviertan en recursos adecuados para el ámbito educativo.

En el libro arriba mencionado, González Cabezas realiza una afirmación con la que no podemos estar de acuerdo:

las novelas gráficas […] cuentan con protagonistas corrientes, personas que no ocultan ninguna identidad secreta ni viven apasionantes aventuras, sino que llevan una vida convencional y han de lidiar con problemas cotidianos. No están pensadas para ser leídas por un lector infantil o juvenil y, en muchas ocasiones, narran historias reales o con escaso contenido de ficción (González, 2017: 19).

Esta afirmación lleva a pensar que el lector infantil, pero sobre todo el juvenil, que cuenta ya con cierto grado de madurez, no está preparado para enfrentarse a relatos de no ficción y, por tanto, llevaría a pensar que tampoco lo está para enfrentarse al mundo real. Si bien determinados temas deben tratarse con especial atención cuando se habla de ellos con niños y adolescentes, aislarlos de la realidad supone también la negación de la posibilidad de crear ciudadanos críticos, conscientes y concienciados de las necesidades de la sociedad en que se insertan. Valorar la novela gráfica desde esta perspectiva significa eliminar una gran cantidad de material que es adecuado para el ámbito docente, como ya demostré previamente en Burgos-Segarra (2015), donde analizaba las oportunidades que dos cómics como María y yo (Gallardo, 2010) y María cumple 20 años (Gallardo, 2015) tenían para explicar el autismo tanto en el ámbito tutorial como en la asignatura de lengua. Estas lecturas requieren para su trabajo con lectores no adultos de un trabajo por parte del docente que plantee la lectura de la manera más apropiada para el nivel de su audiencia.

 

3.2. El cómic en la transmisión del relato médico

El humanismo médico (González, 2017: 14) es una especialidad en la que la historia clínica deviene en narración protagonizada por quien padece la enfermedad, situando al sujeto en una posición prioritaria. En este sentido, las narraciones gráficas que tratan de individuos enfermos, también llamadas relatos patográficos, forman parte de un corpus de obras artísticas que buscan arrojar luz sobre la enfermedad y las relaciones que los enfermos, y sus familiares, construyen con la sociedad en que se insertan. Así, a través de su lectura pueden ayudar a desmontar falsos mitos y creencias, a destruir prejuicios y a conocer con mayor profundidad tanto las características de una determinada afección como el modo en que el paciente la vive. La efectividad de este tipo de relato depende en buena medida de las características propias del género o medio en que se inserta. Las propias del cómic, como el componente visual y el humor, ayudan a la difusión de temas médicos, sin embargo, «existe el peligro de que la efectividad de los cómics como herramienta educacional puede quedar limitada si los lectores se toman la información provista por este medio menos seriamente [6] » (McNicoll, 2014: 49). Entre ellas, el humor, uno de los recursos habituales de las novelas gráficas. Las narraciones autobiográficas o que cuentan experiencias cercanas tienen como valor añadido no solo la humanización de la enfermedad, sino un tono humorístico que tan solo el propio paciente puede dar. María y yo, Supersorda, Cara o cruz, naturalizan la enfermedad y restan dramatismo a la situación sin por ello restarle importancia.

Estas obras visibilizan la vida de los enfermos y de sus familiares, a la vez que buscan eliminar los estigmas que pesan sobre las dolencias que tratan, con la intención de lograr una sociedad más crítica. El papel de la novela gráfica desde esta perspectiva es analizado por Jose Valenzuela, que afirma sobre las narrativas gráficas científicas, en las que se incluyen aquellas de temática médica, que «contar con un bagaje en ciencia […] nos permite desarrollar una mente crítica y entender hacia qué futuro podríamos dirigirnos en función de las decisiones que tomemos como ciudadanos» (Valenzuela, 2018: 24), una sugerente reflexión sobre la importancia del conocimiento en la sociedad para lograr ciudadanos críticos. Por ello, señala, «las viñetas se ofrecen como un espacio ideal para la divulgación de conceptos científicos. De hecho, su potencial como recurso educativo se extiende a cualquier otro ámbito […]. El cómic convierte la ciencia en algo divertido y entretenido» (Valenzuela, 2018: 24). Esto se debe a que la combinación de las palabras con lo visual favorece la comprensión del mensaje de una forma sencilla y atractiva. En el mismo sentido que apunta Sara McNicoll (2014) en “Humanising illnes”, destaca esta misma característica del cómic para difundir el mensaje:

El componente visual del comic puede conseguir que un texto se recuerde mejor si los dos elementos trabajan de manera interdependiente […] las imágenes refuerzan la comprensión y ayudan a fijarlo en la memoria […]. El humor se utiliza de manera efectiva en algunos cómics para atraer la atención del lector y así conseguir que el mensaje sobre la salud se recuerde mejor [7] (McNicoll, 2014: 54).

La autora estudia cómo el cómic contribuye a la educación médica en un contexto no escolar. Para ello, señala que existe bibliografía acerca de la efectividad que tienen las novelas gráficas en la asimilación de información frente a los más habituales folletos informativos, pero matiza que dichos estudios se centran exclusivamente en evaluar la adquisición de unos contenidos sin tener en cuenta los efectos que conlleva el cambio de medio, de modo que analizará los aspectos adicionales que este material aporta con respecto a los panfletos tradicionales, y que coinciden, en buena medida, con lo que se ha expuesto hasta el momento en este trabajo.

McNicoll (2014: 49) afirma que el cómic se ha utilizado principalmente en pacientes con baja formación o jóvenes, por lo que el potencial completo que puede tener en la población en general para la educación sobre dolencias está todavía por descubrir. Distingue, además, los cómics educativos, cuya finalidad es puramente didáctica e informativa, de las narraciones gráficas cuya intención es inicialmente artística y literaria y no didáctica, si bien esta puede derivarse de su contenido, ya que la misma autora afirma que los cómics siempre pueden ser educativos de algún modo. Las novelas gráficas de tema médico aportan un ejemplo de la subjetividad del paciente, de su sufrimiento y de la relación con la enfermedad, lejos de listados descriptivos de la patología, sino que aporta un aspecto mucho más personal e íntimo, lo que conlleva una mayor conexión con el lector.

 

3.3. ¿Por qué hablar de enfermedad en clase?

El objetivo que se persigue al tratar un tema como este con niños y adolescentes suele ser tanto lograr el conocimiento y la comprensión de una determinada enfermedad como la educación en valores, que permita liberar a ciertas enfermedades de aquellos estigmas que otras producciones culturales, como el cine o la televisión, han contribuido a asentar, de manera negativa. No obstante, tampoco los cómics escapan a la reproducción de estereotipos y prejuicios y en ellos se encuentra el universo de los villanos. Los contrarios al héroe se representan como seres malévolos, aislados o rechazados por la sociedad, que encarnan valores negativos, condenables, y totalmente opuestos a los que personifica el héroe.

Al analizar los comportamientos de algunos de estos villanos se observa que se acercan de manera bastante clara a determinados trastornos mentales, perspectiva desde la que los ha estudiado Andrea Letamendi (s. d.) en el proyecto Under the mask, habiéndose dedicado con mayor detenimiento a los villanos de Gotham en la serie de podcasts llamados The Arkham [8] Sessions : doble personalidad, sociopatías, trastornos esquizoides… El análisis de los episodios de la serie de animación de Batman crea el escenario perfecto para hablar de distintas enfermedades mentales, lo que evidencia cómo el cómic es un buen pretexto para hablar de medicina y enfermedad.

Pero también los superhéroes padecen enfermedades mentales. En una entrevista, la autora señalaba que:

cuando hago terapia con los superhéroes no solo quiero educar a la gente sobre enfermedades psicológicas serias, sino también normalizar: estas condiciones son muy comunes, no debe haber ningún estigma al respecto. Así puedo demostrar que hasta quienes nos defienden del mal pueden padecerlas (Letamendi, 2013).

Este breve paréntesis sirve para evidenciar cómo incluso aquellas obras que en principio no tienen como centro el tema médico pueden utilizarse para hablar, por ejemplo, de los trastornos mentales.

La normalización de la enfermedad a través del conocimiento y de referentes de ficción mediáticos puede llegar a revertir positivamente en la sociedad a través de la erradicación de estigmas: Iron Man sufre ataques de pánico, y Batman es ejemplo de resiliencia o de fortalecimiento tras el trauma (Letamendi, 2013). Por este motivo, sería recomendable análisis tanto de superhéroes como de villanos que tuvieran en cuenta esta perspectiva, si bien no es este el lugar para desarrollarlo con mayor profundidad.

 

3.4. Las fuentes

Una vez vistas las posibilidades que brinda el cómic para hablar de enfermedad en las aulas, cabe preguntarse dónde obtener los recursos, ya que puede suponer uno de los problemas principales a los que se enfrenta el docente cuando quiere acercarse a la temática médica desde el cómic. Existen algunas páginas web que recogen o proporcionan gran cantidad de material, por lo que solo quedará el trabajo de selección y adaptación para su posterior trabajo en clase como bien se indica. Tres casos a tener en cuenta son los portales de la Fundación Orange, de la Fundación Mapfre y de Medicina Gráfica. El primero de ellos dispone de un apartado centrado exclusivamente en el autismo, con la sección Los lunes, autismo”, donde se encuentran las viñetas que durante 2015 y 2016 dibujaron diversos autores recogiendo anécdotas y situaciones cotidianas de la vida con autismo, con un general toque de ternura y humor. La Fundación Mapfre también pone a disposición de los docentes algunos cómics acompañados por guía para el profesor y ejercicios para el estudiante. Sobre la web de Medicina Gráfica hablaremos en el siguiente apartado, pues en ella se encuentran muchas y valiosas referencias para tratar distintas dolencias en las aulas, que pueden servir de índice que ordene y categorice los distintos cómics de temática médica más allá de que los análisis que aporta la propia web puedan ser más o menos útiles para el docente.

Además, aunque ya no se actualiza, Medibloc. El bloc de la Biblioteca de Medicina (blogs.uab.cat/medibloc/) es otro buen lugar donde bucear en busca de cómics que puedan ser útiles para su empleo didáctico. En cada entrada se resume de manera esquemática y acompañada de viñetas el contenido de la obra, de modo que resulta muy sencillo escoger qué obras pueden ser interesantes, pues solo con esos datos ya se infiere el tono de la obra.

En opinión de Lalanda, Medicina gráfica es «el término engloba material útil como herramienta de información para el paciente y para el sanitario, valioso en la docencia y apropiado para la simple reflexión. Su potencial es infinito y su fortaleza yace en la manera en que humaniza la enfermedad» (Lalanda, s. d.). No obstante, la referencia a la docencia es también en el ámbito médico más que en el escolar. Se basa en el movimiento anglosajón denominado Graphic medicine, primer sitio que comenzó a recopilar relatos patográficos y que, igualmente, puede servir de inspiración para elaborar material didáctico.

Los títulos se presentan a través de fichas de uso en las que aparecen las áreas de interés (generalmente referidas al contexto médico) y los temas que trata, apartado que puede ser de gran ayuda para el profesor que busca cómics para sus clases. A continuación, un ejemplo de estas fichas, en concreto de una de las obras escogidas para la propuesta (fig. 1):

 

Fig.1. Ejemplo de las fichas de medicinagrafica.com.

Además, la mayoría de obras dispone de un apartado más completo, que consta del tema y argumento, los puntos fuertes de ese cómic y el análisis: “¿Por qué es medicina gráfica?”, donde se indica de manera clara y detallada por qué encaja en el concepto de medicina gráfica. Especifican también detalles sobre cuestiones como el diagnóstico o sintomatología que aparece en el cómic, qué aspectos de la enfermad aborda, desde qué perspectiva y con qué tono. En algunas, además, aportan recomendaciones de uso al final del análisis.

La misma web recopila en otro apartado un conjunto de cómics en línea. Sobre estos señalan que no se hacen responsables de su calidad, ya que se trata de un compendio de todo tipo de publicaciones en abierto que no han pasado, en principio, por un proceso de evaluación o editorial. No obstante, si bien los sellos editoriales dan mayor seguridad de estar ante un material bien escogido, ello no implica que los cómics elaborados por, y para, fundaciones sean de mala calidad.

El tema de la calidad es especialmente relevante en el trabajo con estudiantes en general, ya que el material requiere estar bien estructurado y expresado para que verdaderamente sirva de apoyo en el cometido al que se destina, sin crear disrupciones o confusión.

 

4. Propuestas de aplicación

Finalmente, se presenta una tabla que recoge algunas publicaciones cuyo eje central es la patología. Se aportan los datos básicos de la publicación, un breve resumen que busca clarificar tanto la temática que aborda como desde qué perspectivas se puede trabajar en el aula y, finalmente, el nivel o niveles para los que podría estar indicada. Cuando el contenido en su conjunto esté destinado para un público más maduro, se indica cómo pueden aprovecharse algunas páginas o viñetas para su análisis con adolescentes.

La siguiente selección pretende ser una contribución que comience a cubrir el vacío del que se viene hablando a lo largo de este trabajo. Evidentemente, queda todavía mucho por hacer, pues el trabajo de catalogación no puede solucionarse con un corpus tan reducido como el que aquí se muestra, ni es una tarea que un solo investigador pueda llevar a cabo. Para esta ampliación, lo más deseable sería un trabajo conjunto entre especialistas gráficos, médicos y docentes que seleccionaran aquellas obras más apropiadas para cada edad y nivel educativo.

La mayoría de novelas gráficas expuestas abajo tienen en común la presencia del humor entre sus páginas, un tema en el que los mismos autores inciden, ya que es uno de los recursos que mejor ayudan a la comprensión de lo que quieren transmitir, como ya se ha dicho, pero también se usa para conectar con el público.

Lou Lubie, autora de Cara o cruz, destaca en una entrevista la importancia del humor en la difusión de una obra que tiene como centro la enfermedad mental del siguiente modo: «¡La única manera de dar ganas de leer por gusto una obra científica que habla de una enfermedad mental es mediante el humor! Las metáforas y el humor son dos herramientas que sirven para comunicar mensajes complejos» (Lubie, 2018: 3), así, hay que tener en cuenta que el humor no resta rigurosidad, sino que añade una mayor posibilidad en la comprensión y en la cercanía al narrar la experiencia, sobre todo en obras de carácter autobiográfico.

La siguiente tabla ofrece una muestra de ocho novelas gráficas muy distintas entre sí. Todas ellas tratan diferentes enfermedades desde diversas perspectivas: la autobiografía, la convivencia con el enfermo… y desde muy variados estilos gráficos, constituyen un ejemplo de cómo el cómic actual posee un gran potencial para el trabajo de las patologías desde un punto de vista crítico, comprometido socialmente, que busca dar a conocer a los alumnos situaciones que día a día se viven en su entorno. En su mayoría, pueden tratarse tanto en el conjunto de la obra como a partir de la selección de aquellas viñetas más relevantes, según sea la intención del docente y el nivel de alumnado.

DATOS

TEMÁTICA

CARACTERÍSTICAS

Supersorda , Susan Bell, (2017), Ed. Maeva.

Cuenta la historia de Cece, quien, tras perder la audición a causa de una meningitis, se ve obligada a llevar un gran audífono. Se narra el proceso de adaptación a la nueva situación tanto a nivel individual como a nivel social.

Es una narración autobiográfica.

Esta novela gráfica forma parte de la colección Young de la editorial Maeva, por lo que está destinada especialmente para los jóvenes.

Su dibujo y su manera de mostrar la sordera gráficamente incitan a que el lector asuma el papel de la protagonista rápidamente.

Etapas recomendables: primaria y secundaria.

Arrugas , Paco Roca (2007) Ed. Astiberri.

Este cómic tiene como protagonista a Emilio, un hombre mayor que hasta ese momento vivía con sus hijos, pero ahora ha sido ingresado en una residencia. Poco a poco se asiste al proceso de deterioro propio del alzhéimer que sufre Emilio.

Con ella puede hablarse de esta enfermedad, que puede afectar a algunos familiares o conocidos del alumnado.

Muy recomendable para tratar cuestiones como el alzhéimer, la demencia y la vejez en general. La historia se impregna de un tono tierno y en ciertos puntos humorístico que ayuda a conocer el día a día de los ancianos en la residencia y sus sentimientos ante esta nueva situación.

Etapas recomendables: secundaria y bachillerato.

María y yo y María cumple 20 años, Miguel Gallardo (2010 y 2015), Ed. Astiberri.

Autismo. Miguel Gallardo narra con mucho humor y sinceridad cómo es la vida con una hija con autismo: sus preocupaciones, problemas y buenos momentos vividos con María, con el fin de dar a conocer al público general la enfermedad, buscando crear una conciencia social sobre lo importante que es la integración.

Autobiográfica en relación con un familiar enfermo.

Muy indicado para el trabajo en el aula de secundaria, como ya desarrollé en Burgos-Segarra (2015). Dado que se trata de una historia muy fragmentada, puede tratarse por escenas.

Etapas recomendables: secundaria y bachillerato, pero puede adaptarse fácilmente al tercer ciclo de educación primaria.

Lucille , Ludovic Debeurme (2007), Norma Editorial.

Lucille es una adolescente con muy baja autoestima que se siente acomplejada por su físico, lo que acaba conduciéndola a la anorexia. Arthur es un joven con problemas familiares cuyo padre es alcohólico. Cuando se encuentren verán el uno en el otro aquello que hasta el momento no habían encontrado.

Se trata de una historia conflictiva, a veces un poco depresiva, que sirve para tratar el tema de la anorexia, las relaciones sexuales, el autorrechazo y la autoestima.

Los alumnos pueden identificarse con alguna de las situaciones que viven los personajes.

Una novela gráfica que requiere de adaptación por parte del docente para su trabajo en clase, pues se trata de una obra muy extensa, que trata un contenido muy completo y variado.

Aunque es larga, el modo en que se secuencia la narración y el lenguaje gráfico empleado permiten aislar escenas de manera independiente.

Etapas recomendables: secundaria y bachillerato.

Una posibilidad entre mil, Cristina Durán, (2009), Ediciones Sinsentido.

Al poco de nacer, Laia tiene problemas de salud que se complican y derivan en una parálisis cerebral. Una posibilidad entre mil narra cómo cambia la vida de los padres de Laia, que ahora tendrán que adaptarse a esta nueva situación.

Narra las dificultades a las que se enfrentan los familiares (padres, abuelos) de un enfermo de parálisis cerebral y cómo todo ello interfiere en su vida personal y laboral.

Autobiográfica en relación con un familiar enfermo.

Con un dibujo muy característico, se trata de una obra en la que priman los sentimientos y la vivencia tanto individual como familiar. Se puede debatir a partir de él de cuestiones como la necesidad de integración o la marginación por enfermedad

Etapas recomendables: segundo ciclo de secundaria y bachillerato. No obstante, podría utilizarse antes seleccionando adecuadamente los fragmentos.

Cara o cruz. Conviviendo con un trastorno mental , Lou Lubie, (2018), Norma Editorial.

Cómic sobre la ciclotimia que cuenta la experiencia personal de la autora y el proceso hasta descubrir qué le sucede y cómo es la convivencia con esta enfermedad.

Historia autobiográfica.

Atractivo cómic en primera persona sobre cómo los cambios de humor provocados por la ciclotimia interfieren en la vida del individuo contado a través de brillantes metáforas visuales que ayudan a la comprensión de los estados de ánimo por los que pasa un ciclotímico.

Etapas recomendables: último curso de ESO y bachillerato.

17. Vivir, revivir, sobrevivir , Alex Santaló, (2015), eVolution cómic.

Este cómic cuenta la experiencia vivida por el autor cuando, con diecisiete años, fue diagnosticado de cáncer y cuando, diecisiete años después es diagnosticado de nuevo con esta enfermedad.

Narración autobiográfica.

Como en otras narrativas gráficas, el humor es un componente esencial para lograr la conexión con el lector.

Indicado para segundo ciclo de ESO y bachillerato.

En el sitio web Medicina Gráfica se señala: «Un cómic útil para trabajar detalles de afrontamiento a las circunstancias de la enfermedad en edad adolescente, como también para manejar la reflexión» (Villalonga, s. d.).

Una vez elaborada esta propuesta, cabe remarcar que las posibilidades que estas obras plantean en el ámbito educativo necesitan ser refutadas y puestas en práctica en las aulas para demostrar su efectividad. Es por este motivo que se han indicado las novelas gráficas sin llevar a cabo un verdadero desarrollo didáctico. Sin embargo, se ha querido fundamentar con ejemplos concretos cómo se puede hablar de enfermedad en el ámbito educativo empleando el cómic, un excelente recurso que ya ha demostrado su efectividad en otras áreas.

 

5. CONCLUSIONES

Superados en buena medida los prejuicios del cómic como producto de baja calidad, tanto por parte de la industria cultural como por parte de los lectores adultos, queda todavía camino por recorrer para su introducción en las aulas.

Los resultados obtenidos en la encuesta son esperanzadores, pues casi la mitad de los docentes preguntados han afirmado utilizar alguna vez el cómic en clase, y todos ellos confirman que, con mayores recursos, seguramente lo usarían más, tal y como se ha descrito. Pero esto no hace más que incidir en la relevancia que puede tener la creación de materiales que impulsen y ejemplifiquen la aplicación del cómic en didáctica, dadas las buenas características que su morfología presenta para transmitir mensajes e ideas al combinar palabra e imagen. Un vacío que se ha visto que es todavía mayor cuando se indaga en el tema médico, si bien, como se ha indicado, poco a poco aparecen publicaciones en las que el uso del cómic no está dirigido exclusivamente a especialistas médicos o pacientes, sino también a la introducción de hábitos saludables para la población general o la explicación de dolencias en el ámbito escolar, donde todavía queda un largo camino que recorrer hasta aprovechar el gran poder divulgativo que pueden tener los cómics.

Con el fin de ejemplificar la variedad de obras publicadas por editoriales comerciales, es decir, aquellas más accesibles, se ha presentado una pequeña recopilación de diversos cómics que, de un modo u otro, tienen la enfermedad como tema central y son totalmente adecuados para leerlos en clase.

Por tanto, se puede afirmar con seguridad que la novela gráfica es un recurso completamente apto para el trabajo de cuestiones médicas en educación, especialmente en los cursos de Educación Secundaria Obligatoria. Así, con este planteamiento se ha intentado sugerir a la comunidad docente un posible camino a seguir y aportar unas someras directrices que ayuden a la preparación y selección de material didáctico de temática médica.

 

BIBLIOGRAFÍA

BELL, C. (2017): Supersorda, Madrid, Maeva.

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GALLARDO, M. (2010): María y yo, Bilbao, Astiberri.

GALLARDO, M. (2015): María cumple 20 años, Bilbao, Astiberri.

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NOTAS

[1] Este trabajo se ha realizado con la ayuda del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte con una beca FPU13/04784.

[2] El encuestado ve estas preguntas solo si ha respondido «sí» en la primera pregunta.

[3] A este apartado se accedía si se respondía afirmativamente a la pregunta: «¿Ha usado alguna vez el cómic para tratar temas médicos en clase?».

[4] Esta investigación se centra en la aplicación del cómic para explicar a alumnos de entre diez y doce años, en escuelas de Chile, los conflictos relacionados con la bioética en la investigación científica. Los resultados obtenidos demuestran que empleando este material los resultados son satisfactorios y que gustan tanto a estudiantes como a docentes.

[5] La traducción es mía, el original dice lo siguiente: «offered very positive assessments of the activity that was carried out, explicitly revealing their satisfaction and “pleasant surprise” with the innovative teaching methodology that was proposed» (Rocamora-Pérez, 2017:1122).

[6] La traducción es mía. El original reza lo siguiente: «there is a danger that the effectiveness of comics as an educational tool may be limited if readers are less likely to take information provided via this medium seriously» (McNicoll, 2014: 49).

[7] La traducción es mía. El original dice así: “The visual component of a comic can make the text more memorable if the two elements work together interdependently. […] the images reinforce this understanding and help commit it to memory. […] Humor is used effectively in some comics to capture the reader’s attention and make the health message more memorable” (McNicoll, 2014: 54).

[8] Arkham Asylum es el psiquiátrico en que internan a los delicuentes de Gotham City.

Creación de la ficha (2018): Félix López
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
Gemma Burgos Segarra (2018): "El cómic médico en educación secundaria: situación actual y propuestas de uso", en Tebeosfera, tercera época, 9 (18-XII-2018). Asociación Cultural Tebeosfera, Sevilla. Disponible en línea el 08/XI/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/el_comic_medico_en_educacion_secundaria_situacion_actual_y_propuestas_de_uso.html