EL AMOR DE LA PRINCESA INSECTO
FRANCISCO JAVIER LÓPEZ

Sección:
Title:
The love of the insect princess
Resumen / Abstract:
Reseña de Mushihime (Masaya Hokazono, Yu Satomi, 2013) / Review of Mushihime (Masaya Hokazono, Yu Satomi, 2013)
  • Mushihime nº 1
  • Mushihime nº 2
  • Mushihime nº 3
  • La bella Kikuko
  • Encuentro de Ryoichi con Kikuko
  • El aguijón de Kikuko
  • Pesadilla de Ryoichi
  • El beso de la princesa insecto
  • Ataque donde Kikuko revela los tentáculos de su boca
  • El ataque de insectos

 

EL AMOR DE LA PRINCESA INSECTO

 

Mushihime (蟲姫), cuya traducción directa al español sería “Princesa-insecto”, es un cómic japonés escrito por Masaya Hokazono e ilustrado por Yu Satomi. Fue serializado en la revista Garaku no mori, de la editorial Shueisha, desde mayo de 2013 hasta junio de 2015, siendo finalmente recopilado en tres volúmenes de unas doscientas páginas cada uno. Aunque este cómic todavía permanece inédito en España y en los países de habla inglesa, Mushihime ha sido editado en Francia por la editorial Kana bajo el título de Nuisible en una edición de tres volúmenes similar a la japonesa.

El protagonista de la obra es Ryoichi Takasago, un estudiante de bachillerato que últimamente tiene extraños sueños en los que navega por un río repleto de cadáveres flotantes entre los que aparece una hermosa chica de cabello largo y oscuro que inmediatamente se transforma en un monstruo que intenta devorarlo, provocando que Ryoichi se despierte. La preocupación causada por estos sueños aumenta considerablemente cuando una nueva estudiante, Kikuko Munekata, llega a su clase. Es una chica muy hermosa, delgada, esbelta y con una larga melena oscura que se parece muchísimo a la mujer de sus pesadillas, por lo que Ryoichi desconfía instintivamente de ella. La llegada de Kikuko coincide con extraños acontecimientos en la ciudad: perros, gatos y otras mascotas son atacados por insectos que les llenan de picaduras y la policía investiga el ataque que un hombre sufrió en un karaoke por parte de una estudiante.

A lo largo del primer volumen descubrimos que Kikuko Munekata no es una estudiante al uso sino que parece ser una especie de híbrido entre humano e insecto, pues es capaz de sacar un aguijón de su brazo y pequeños tentáculos blanquecinos emergen de su boca cuando besa a un hombre. A pesar de que todos en el instituto la admiran por su belleza y agilidad física, Ryoichi se mantiene distante. Pero Kikuko se siente atraída por el chico, por su olor concretamente, y se las ingenia para secuestrarlo con el fin de reproducirse. El joven intentará escapar y resistirse, pero la ira de Kikuko es terrible y utiliza su dominio sobre los bichos e insectos para lanzar una plaga sobre la ciudad. Ryoichi, junto con su padre, un científico experto en insectos y una amiga, luchará con todas sus fuerzas para huir de la insistente Kikuko.

Nos encontramos ante un manga de suspense con elementos de terror y romance ideado por Masaya Hokazono, uno de los creadores más activos en el campo del terror japonés. Hokazono, que ha trabajado como guionista en multitud de obras ilustradas por otros dibujantes, también ha creado completamente (guión y dibujo) títulos como Inugami (1996-2002), Emerging (2004), Insomnia (2011) o Kichikujima (también conocido como Freak Island, es un cómic iniciado en 2014 y actualmente en serialización). Con Mushihime nos ofrece una historia en la que, a pesar de mantener ciertas constantes temáticas propias de su obra como el ecologismo o la experimentación genética con humanos, se aleja del terror grotesco y explícito. De hecho, este cómic puede verse como un romance trágico con elementos sobrenaturales, pues la historia enfatiza la soledad, el sufrimiento y el desamor que sufre la protagonista a pesar de que muchas escenas perturbadoras surgen de la naturaleza monstruosa de Kikuko tanto a nivel físico (sus ataques, sus picaduras, su transformación) como a nivel emocional (su crueldad y su desprecio por la vida humana). La estructuración de la historia es acertada, ya que la narración cambia de puntos de vista frecuentemente para mantener el suspense y ofrecer información que ayude a comprender el trasfondo. Pero hay que señalar la tendencia a la sobreexplicación que encontramos en ciertos capítulos, como aquel en el que el personaje del científico narra el pasado de Kikuko, pues el ritmo del relato decae. Del mismo modo, el manejo de un cierto personaje secundario (el profesor que recibe la picadura de Kikuko) resulta un tanto desacertado, ya que su aparición en la recta final es tan repentina como improvisada. A pesar de estos pequeños detalles, lo cierto es que Mushihime presenta una narrativa sólida que evoluciona satisfactoriamente a lo largo de los tres volúmenes y que consigue atrapar al lector gracias a la progresión de los acontecimientos.

También es destacable el atractivo apartado visual conseguido por Yu Satomi, la dibujante de la obra. A la vista de las imágenes resulta difícil darse cuenta de que Mushihime es el primer cómic serializado en una revista creado por Satomi, quien inició su carrera como ilustradora de libros infantiles y novelas antes de embarcarse en la creación de cómics. En la obra que nos ocupa, las ilustraciones de Satomi se caracterizan por un atractivo diseño de personajes que parece inspirado tanto por el josei manga (cómics románticos dirigidos a mujeres jóvenes y adultas) como por el cómic de Junji Itou, maestro del terror que suele dibujar a hermosas jóvenes en sus historias. De hecho, el diseño de Kikuko recuerda mucho al de Tomie, personaje emblemático de Itou, pues ambas son estudiantes muy hermosas, con una larga melena y un lunar bajo un ojo, además de tener un lado oculto monstruoso. El diseño de Ryoichi también es atractivo, y la dibujante es capaz de mostrar sutilmente el cambio físico que experimenta el muchacho tras su primer “beso” con Kikuko. Sin duda, la experiencia como ilustradora de Satomi sale a relucir sobre todo en las viñetas de grandes dimensiones que aparecen frecuentemente en las páginas del cómic así como en las portadillas que ilustran el comienzo de cada capítulo. Estas portadillas destacan por su composición y por el continuo uso de insectos, ya sea sobre el cuerpo de los protagonistas o como elemento decorativo, de modo que recuerda lejanamente al estilo de Suehiro Maruo, quien también gusta de adornar sus páginas con bichos. Sin duda, Satomi parece tener una cierta obsesión con los insectos porque, además de Mushihime, también ha creado la historia corta “Watashi no tomodachi” (“Mi amigo”), en la que una niña pequeña se hace amiga de una cucaracha gigante a la que mantiene como mascota y pasea por la ciudad como si se tratara de un perro. Y en otra de sus historias cortas, “Musume” (“Hija”), una joven estudiante empieza a encontrar bichos en todas partes: en su taquilla del colegio, en su mochila, en su pupitre… No tiene más remedio que huir de clase y, cuando resulta ser la hija de un pájaro y por tanto es natural para ella comer insectos. No obstante, en Mushihime los bichos no aparecen de un modo tan simpático como en estas historias de corte cómico, sino ilustrados de un modo realista. Los insectos son el arma de Kikuko, por lo que en el cómic vemos cómo muchas personas son atacadas por hormigas, abejas, cucarachas, etcétera. Obviamente, los creadores juegan con el asco que muchos sienten por los bichos para generar desasosiego, pero lo cierto es que la representación gráfica de los insectos en Mushihime resulta tan espectacular como estética.

Mushihime comparte lugares comunes con otros cómics japoneses de terror o fantasía, pero destaca por el tratamiento que recibe la chica-insecto. Es bastante frecuente que los personajes femeninos híbridos o monstruosos sean castigados o eliminados en los relatos de ficción, pero Mushihime termina mostrando a Kikuko como víctima más que como agresora y justifica narrativamente su agresivo comportamiento. Asimismo, también se aprecia un mensaje ecologista en el cómic, pues en varias escenas se habla sobre el cambio climático y cómo los seres humanos suponen una amenaza para el equilibrio ambiental del planeta. Los científicos discuten sobre evolución y la necesidad de adaptarse al medio, señalando a los insectos como ejemplos perfectos de supervivencia. De este modo, Kikuko no aparece representada solo como amenaza para la humanidad sino también como posibilidad, puesto que, al igual que los mutantes de otras obras, ella representa un nuevo tipo de ser humano capaz de sobrevivir al desastre climático que se avecina.

En conclusión, Mushishime es un cómic con una narrativa ágil, un apartado visual atractivo y numerosas escenas truculentas que posiblemente agrade a los amantes del terror, la fantasía oscura y, quizás, los bichos.

Creación de la ficha (2019): Félix López · Datos e imágenes obtenidos de ejemplares originales del manga reseñado y de otras fuentes públicas de internet.
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
FRANCISCO JAVIER LÓPEZ (2019): "El amor de la princesa insecto", en Tebeosfera, tercera época, 9 (27-I-2019). Asociación Cultural Tebeosfera, Sevilla. Disponible en línea el 13/XI/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/el_amor_de_la_princesa_insecto.html