DISCIPLINA Y EMPEÑO |
TEBEOSFERA. ¿Para ti qué significa hacer historieta; qué posibilidades de expresión te permite en comparación con otros medios?
PEPE LARRAZ. Cuando empezaba a dibujar pensaba que hacer cómics era como ser el guionista, director, actor, de mi propia película, pero ahora veo que en realidad es un medio completamente autónomo con unas posibilidades que no me daría ningún otro medio. Pero, claro, tampoco he probado con otros, así que supongo que cada uno te brinda unas posibilidades y te niega otras. Supongo que la elección del medio depende de la historia que quieras contar y aunque creo que cualquier historia puede ser contada en casi cualquier medio, son los matices de cada uno lo que hacen esa historia genial, o acaban con ella.
Ilustración de cubierta y solapa derecha para el fanzine Nobanda N° 6 (2007). |
T. ¿Estás muy pendiente de lo que hacen otros autores para desarrollar tu estilo propio?
P. L. Tengo el problema, como dice mi amigo Enrique Lorenzo de "querer dibujar siempre como lo último que he visto". Cada autor que descubro o redescubro (las mismas páginas que leía hace tiempo, vistas de nuevo con un ojo más curtido, revelan cosas que en aquel momento ni sospechaba) me aporta cosas que noto que le faltan a mi dibujo, a mi narrativa, a mi modo de enfocar la página. De cada cosa que leo aprendo modos de hacer (o de no hacer) que no hubiera imaginado. Eso me da mayor amplitud de recursos cuando quiero explorar por mi cuenta.
Con respecto al estilo como sello personal, pienso que es como la cara. La llevas puesta aunque tú no te la veas. Yo trato de contar una historia, y luego la gente me dice "esto es muy tuyo, lleva tu sello". Y yo ni lo había notado. Me gusta que salga de modo inconsciente. Así no lo fuerzo.
T. ¿Crees que en España se ha hecho una historieta demasiado pendiente de modelos foráneos en los últimos años?
P. L. No estoy muy seguro de entender la pregunta. Más bien entiendo que el modelo de cómic que se hace hoy en España no es un modelo propio porque la realidad es que no hay un mercado propio al que abastecer. Muchas de las últimas grandes obras de nuestro país se realizan para fuera, y después se editan aquí. La razón la conocemos todos, el tebeo hecho en España, para España, no da para vivir. Entonces, si estamos pendientes de modelos de fuera, bueno, yo creo que estamos más pendientes de poder trabajar. De todos modos me gustaría ver el modelo de historieta español actual, porque me parece algo realmente difícil de etiquetar.
T. Bueno, quizá pudiéramos hablar de una “historieta española” en EE UU, debido a la presencia de nuestros autores en esos cómics…
Homenaje a Blacksad para la librería Astro City de Madrid. |
P. L. Creo que se exporta más al español como artista, (autor, dibujante, guionista) que la obra española en sí. Buenos equipos creativos españoles de hoy, como Raúle y Roger, Robledo y Toledano, Guarnido y Díaz Canales publican fuera. Pero que en todos estos equipos ambos sean de aquí no hace que sintamos que su obra tiene un carácter más español, porque toda la producción es extranjera. Son españoles trabajando para Francia, no Francia produciendo cómic español.
T. Entonces, la situación para los autores españoles ya afincados profesionalmente ¿es mejor que hace veinte años?
P. L. No sé si me atrevo a decir si estamos mejor o peor que hace veinte años, lo que sí veo es que si en algún momento hubo una apuesta por el cómic en España, no es ahora. No a nivel de mercado, aunque sí que hay un reconocimiento creciente y eso siempre es bueno. Sí que hay buenas iniciativas, pero para el gran público aún no es una opción ni de ocio ni de cultura.
Como curiosidad diré que pensaba que hubo esa apuesta por los cómics en los setenta-ochenta, pero el otro día, leyendo una edición antigua de Géminis de Alfonso Font, en una entrevista que le hacían decía algo así como "Alfonso se pregunta si algún día el autor español no tendrá que emigrar para poder vivir de las viñetas". Pues eso.
T. Recuérdanos de dónde partiste para llegar hasta donde estás ahora. ¿Oportunidad o empeño?
P. L. Empecé en fanzines, como la mayoría de dibujantes, supongo, y es más, lo recomiendo. Cuando daba clase en la Escola Joso en Barcelona siempre aconsejaba a mis alumnos dibujar en fanzines. Creo que aparte de la libertad creativa que te proporcionan, aportan la presencia de las fechas de entrega, algo con lo que es importante habituarse cuando se intenta vivir de esto. La genialidad está muy bien, pero la disciplina de trabajo es la que te permite hacer de esto tu modo de vida. Y eso, cuando aún no tienes editor, te lo dan los fanzines. Por otra parte, poco a poco, Salón del Cómic tras Salón del Cómic, te vas dejando ver por los editores y te vas metiendo en el mundillo editorial. Empeño, fue empeño sin duda, aunque reconozco que yo tuve gran parte de suerte. Cuando me ofrecieron mi primer trabajo bien pagado en cómic fue porque estaba en el momento preciso en el sitio indicado. Estaba dando una clase en una escuela de Madrid cuando un editor entró allí y me propuso dibujar en una revista que estaban montando. Dije que sí y me tiré publicando allí cinco años. Cómics de adolescentes, sí, pero eran cómics. Lo curioso del asunto es que en realidad estaba ese día allí de profesor porque habían visto mi trabajo en un fanzine, así que vuelta a la misma rueda. La suerte está muy bien, pero sin empeño no va a ninguna parte.
De izquierda a derecha, muestras de sus colaboraciones en Arruequen, Loka magazine ("Cristi y sus movidas") y Lovexpress. |
T. Tú te planteaste dar el salto a la industria de los comic books tras dibujar otro tipo de cómics, dirigidos a otro público. ¿Hallaste dificultades en el proceso?
P. L. Es mi caso, sí. La idea de probar a trabajar en Estados Unidos viene de una conversación con Santi Navarro, que prácticamente me convenció de ello. Tuve que adaptar mi estilo, que entonces era mucho más cartoon, y empezar a hablar con editores en cada Salón del Cómic que podía. Estas entrevistas a veces eran una vía muerta, porque el editor o bien no te contestaba más cuando le enviabas muestras, o bien dejaba de trabajar allí y perdías el contacto. Tuve un par de malas experiencias con un algún editor que llegó incluso a pedirme tres páginas de muestra para una serie, con guión suministrado por ellos y cuando las entregué ni siquiera me respondió. Por suerte, por una carambola, conseguí el mail de un editor que a su vez me derivó a otro, y este a otro hasta que al final me dieron el primer número que dibujé, un Adventures del Capitán América y Hulk que jamás vio la luz. Yo creo que me lo dieron por probarme o solo por insistir. Después de eso pasaron varios meses hasta que me empezaron a encargar números más o menos seguidos. Fue un piropo gigantesco en realidad, porque lo primero que me dieron después de aquel número que no salió fue un fill in en una miniserie de Luke Cage junto a Eric Canete, del que era y soy un fan acérrimo. Trabajar con él fue para mí el refuerzo que necesitaba por parte de Marvel. Después de eso fue todo bastante rodado, pasando a veces un mes entre encargo y encargo, pero cada vez más estable. Esperemos que siga así, porque de momento las críticas a lo que he hecho hasta ahora no fueron malas.
Dos muestras de Captain America n° 616 |
T. ¿Qué te planteas en concreto como autor de historietas; es decir, adónde quieres llegar como autor o adónde quieres que la historieta te lleve?
P. L. He pasado mucho tiempo trabajando en España en cómics de encargo, para SM, ABC, Loka Magazine, cómics deportivos, etc. Estaba bien, pero siempre sentía que iba en la autopista de cómic por la vía de servicio. Me decidí a saltar a los EEUU para entrar en lo que en mi fuero interno denominaba "el cómic oficial”. Actualmente trabajo para Marvel, de forma más o menos esporádica, y de momento mi propósito es que cada vez sea más regular. Cada vez me encuentro más cómodo en el medio americano, aunque con cada número que dibujo veo que aún me queda muchísimo por aprender. Extrañamente, cuanto más sé de este medio, esa sensación aumenta en lugar de disminuir.
No descarto producir mis propias historias como autor, y de hecho tengo proyectos personales que voy avanzando en los espacios que me dejan entre los números americanos, pero de momento lo que me interesa es cimentar bien la carrera en EEUU. Después, ya veremos….
T. Suponemos que en este mercado no te planteas forzar límites…
P. L. En realidad nunca he tratado de probar los límites de la libertad creativa del medio en el que trabajo. Al menos no con ese propósito concreto. Simplemente cuando he trabajado o editado en España he contado mis historias como necesitaba contarlas y no hubo ningún revuelo. Ya nos allanaron mucho el camino en los 80….
T. Pocos dibujantes de historieta se dedican exclusivamente al cómic. ¿Qué otras actividades desarrollas tú en paralelo y por qué?
Fragmento de storyboard realizado con Enrique Lorenzo para la agencia China Madrid. |
P. L. He trabajado (y aún lo hago cuando permiten las fechas de entrega) de ilustrador publicitario y editorial, como decía David Lafuente "soy un dibujante de cómics disfrazado de ilustrador". Pero en mi caso tengo la suerte de haber recibido siempre encargos en los que se me ha pedido hacer cómic o una estética relacionada con el cómic, así que ni tan mal. También he dado clase de Ilustración durante un par de años en la Escola Joso, en Barcelona, y antes ya di clase de cómic en la escuela C10, en Madrid. Pero ahora mismo me dedico casi íntegramente a los tebeos. Y luego intento conseguir un poco de ocio. Tengo que buscarme un hobby.
Fuera de lo que es el cómic he hecho storyboards para Cp Proximity, China Madrid, Señora Rushmore, y arte final para LaLivingstone, Vinizius, Smäll, RMG Connect, etc. En editorial publico una tira semanal en ABC, en una tirada especial que reparten en los colegios (no la busquéis, no se encuentra en quioscos), he ilustrado para Cuore, Loka Magazine, Hip Flow, Gente, varias cosas con SM, Casals, Oxford... y una vez hice unas ilustraciones que salieron en un capítulo de la serie «los Simuladores » de cuatro. Fue raro ver mis dibujos en la tele.
T. Todo este tipo de trabajos fuera del cómic que realizas, lustración editorial, storyboard, publicidad… ¿los has hecho por elección personal o necesidad?.
P. L. Es trabajo, y paga las facturas. Si tengo tiempo, no se me caen los anillos por hacer uno u otro. Evidentemente disfruto más con el cómic, pero si hay que hacer un story o una ilustración, lo hago e intento disfrutarlo en la medida de lo posible.
T. Por tu experiencia en talleres y academias, ¿crees que éstas ayudan a formarse realmente?
P. L. Mi experiencia se remite a las dos escuelas donde trabajé, porque yo me formé de modo autodidacta. No es que defienda esto de ser autodidacta, por romántico que suene, porque creo que hubiera podido crecer más en una escuela de ilustración o cómic de lo crecí por mi cuenta. Lo que he aprendido fundamentalmente dando clase en la Joso es que el cómic se aprende por ósmosis. La formación es buena, y un buen profesor va a saber sacar lo mejor de ti sin desvirtuarte, pero lo que un autor jóven necesita es estar rodeado de jóvenes autores como él, con las mismas dudas, descubriéndose unos a otros nuevas referencias a diario, técnicas, soluciones… Lo que les enseñan lo aprenden mejor o peor, pero lo que descubren entre ellos, en un plano de igualdad, muchas veces se les queda más grabado que cualquier clase. La pasión por el cómic es sinérgica, se retroalimenta en cuanto te rodeas de más gente que está igualmente apasionada por lo que hace que tú, y eso permite que entre ellos se motiven más. Lo importante es crear ese caldo de cultivo. Y tener una buena disciplina.
T. Existe poca formación académica del cómic. De hecho, se ha inflado la divulgación en demérito de la investigación últimamente. ¿Esto es bueno o malo?
P. L. Hombre, se dice aquello de "que hablen de ti aunque sea mal" y en ese sentido creo que la divulgación, si hace que el mundo del cómic sea más conocido, y por lo tanto más aceptado entre la gente, normalizado, me parece bien. No creo que los autores dejen de investigar en el medio, aunque como ocurre con todo, la experimentación nunca ha sido cosa mayoritaria. No a todo el mundo que le gustan los cómics le gustan los experimentos narrativos del cómic menos comercial, pero gracias a estos experimentos vemos que el cómic puede llegar a soluciones que no se habían planteado antes.
En relación a la formación académica sí que hay unas pocas escuelas en España, y más fuera de ella, en Bélgica o Francia o en EEUU hay buenas escuelas que se dedican al cómic. En España escuelas como la Joso en Barcelona o la Esdip en Madrid son unos de los pocos centros donde se puede estudiar cómic. Volvemos al problema de siempre. Si se considerase un medio serio, las facultades de Bellas Artes lo incluirían en su temario, como están la fotografía y el video. Tiempo al tiempo….
Tres muestras de su trabajo como ilustrador. |
T. Propón una idea, por mínima que sea, para mejorar la situación profesional de un autor de cómics en España hoy.
P. L. Hombre, pagarle lo que su trabajo merece sería una mejora sustancial, pero al no haber demanda esto es complicado. Yo creo que habría que cambiar el entorno del autor para cambiar la situación del autor. Cuando la gente entienda que este medio no es un medio infantil, ni friki sino un medio de transmisión de historias, cualesquiera que sean, creo que la cosa cambiará. Cuando se considere una opción de ocio y cultura tan válida como una película o un libro, como dije antes, el autor podrá ser valorado como merece. Pero claro, nosotros no tenemos Real3D….
T. ¿Qué ha supuesto y qué ofrece Internet o las nuevas tecnologías a los autores de cómics?
P. L. Desde mi punto de vista, que es muy técnico, internet ofrece unas posibilidades magnificas al dibujante de cómics y ha revolucionado este medio por completo. No me refiero solo a la accesibilidad de la documentación, los programas como SketchUp o Posemaniacs que apoyan al dibujante cuando este se atora o va corto de tiempo, sino a la posibilidad de poder estar en contacto con otros autores de todo el mundo, o poder trabajar con editores que están al otro lado del océano. Puedes contar una buena historia que de otro modo jamás te habría llegado al no estar allí presencialmente y esto creo que es importante. El mundo cada vez es más pequeño.
Ilustración del blog del autor, realizada con lápiz y color digital. |
En cuestión de técnicas, creo que un ordenador, aunque últimamente es bastante imprescindible, debe ser una herramienta y nunca una solución. Si no eres capaz de contar tu historia con un lápiz y un papel, no mejorará la situación por meterle horas de Photoshop. Para ser un autor joven, en esto me considero bastante antiguo, pero sigo trabajando con mi lápiz, mi pincel y mi bote de tinta.
T. Y la lectura de cómics digitalizados… ¿qué cambia?
P. L. Creo que esto, aparte de poder bajarte cómics de internet (¡ya sufrimos piratería! ¡Estamos más cerca del cine!) ofrece unas posibilidades narrativas que aún están por explorar. La lectura de pantalla, el scroll, las posibilidades que ofrecen programas como el flash para llevarte de una viñeta a otra me parecen muy interesantes para un autor de cómics, que lo que ha hecho siempre es explorar la capacidad de una imagen estática de transmitir dinamismo mediante la manipulación de la lectura de esa imagen, o imágenes. Creo que es interesante lo que nos ofrece este medio, aunque siempre seré muy devoto del papel impreso. Cosas de la costumbre.
T. Si la vigencia del medio estuviese en la red ¿qué modo de explotación propondrías?
P. L. ¡Uf! En realidad todo lo que tiene que ver con internet es tan amplio que me da miedo tan siquiera especular con ello. Hay iniciativas muy buenas para subvencionar la creación de un cómic y difundirlo por internet, pero no me considero ningún entendido en la materia y prefiero no meterme aún en estos asuntos.
T. Por favor, expláyate sobre lo último que has hecho para Marvel y cuéntanos algún secretito de lo próximo que vas a hacer…
P. L. De momento he hecho varios números sueltos, como los dos números finales de Web of Spiderman (11 y 12). También varios fill ins, como el que hice con Eric Canete o con Gianluca Gugliotta, en New Avengers- Luke Cage y Klaws of the Panther respectivamente. Me alegro mucho de haberlos hecho y de publicar al lado de gente de ese nivel, pero creo que un fill in (esto es, dibujar las páginas que al artista principal no le da tiempo) es siempre un bajón para el lector, que compra el numero esperando a un artista y se encuentra conmigo. Puede ser que yo también le guste, pero de primeras genera un rechazo. He hecho también varias historias cortas, como la última de backup storys de Nomad (historias cortas que vienen al final de un número de otro personaje), la historia para el número 70 aniversario del Capitán América, o una de siete páginas de Fear itself, Home Front, en la que, cosa curiosa, no salía ningún superhéroe, solo cuatro viejos hablando y con la que me lo pasé genial.
Splash-page de Web of Spiderman n° 12 |
Pagina de New Avengers - Luke Cage. | Muestra de Klaws of the Panther. |
Lo próximo, pues estoy esperando un guión de una miniserie, de la que no puedo decir nada aún, soy muy supersticioso con estas cosas y hasta que no tenga el guión en mis manos no quiero dar detalles. Pero si al final se confirma os aseguro que voy a echar el resto y espero que os guste.
T. ¿Y fuera de Marvel qué proyectos tienes?
P. L. Tengo un par de proyectos personales, uno con Josep María Polls (guionista de Versus, Diabolo Ed.) de corte más francés, que empezamos cuando yo vivía en Barcelona y seguimos ahora en la distancia. Es un proyecto que me gusta mucho e intento hacerlo de un modo diferente a como hago el americano, centrándome en un acabado más personal, más sencillo y teniendo la oportunidad de controlar todo el proceso grafico, cosa que echaba de menos. Me supone un descanso tomarme un día o dos o incluso tres por página, me recuerda cómo hacía antes las cosas. El ritmo americano a veces te puede volver loco. El guión de Josep María es una pasada, es un guionista fantástico, y tenemos mucha química, aparte de una gran amistad. Me deja mucha libertad en toda esa parte grafica, y creo que el resultado nos beneficia a ambos.
Luego tengo otro proyecto que está aún arrancando con Miguel Ángel Vázquez, escritor, periodista, y amigo de siempre sobre la situación política y social en Honduras hoy, donde él ha pasado un año de cooperante. Quiero que sea un cómic muy sobrio, en la línea del Fabulas de Bosnia de TBC, una especie de cómic-reportaje periodístico. De momento solo lo hemos planteado pero tenemos muchas ideas. A ver si conseguimos echarlo a rodar. Ya veremos. Lo que está claro es que necesito tener dos o tres cosas que hacer a la vez, y como son muy diferentes, cuando una te cansa, coges la otra para desengrasar.
Dos proyectos con J.M. Polls para el mercado francés: a la izquierda Payback, y a la derecha La Relais Infinite. |