CIRCO EDITORIAL Y LA HISTORIETA DE HUMOR EN BRASIL (1984-1995) |
Desde sus comienzos, la historieta – incluyendo a Brasil– se caracterizó por la presencia del humor. Con el desarrollo de las técnicas de impresión y la popularización de los diarios como medio de comunicación de masas, el humor gráfico impreso continuó en ascenso. A partir del siglo XVIII en las páginas de los medios impresos fueron apareciendo ilustraciones, caricaturas, chistes políticos, cartones y, posteriormente, tiras y páginas de historietas. En su mayoría, los diseños y las narrativas en secuencia presentaban un contenido humorístico. Acompañando a los textos de contenido político o social, las imágenes satirizaban o criticaban las actitudes de los hombres públicos y del ser humano común.
Uno de los artistas, pionero de las narrativas secuenciales en Brasil, fue el italo-brasileño Ángelo Agostini, cuya carrera artística se inició en 1864, con sus ilustraciones en la revista Diabo Coxo, en São Paulo. En Río de Janeiro publicó chistes y caricaturas que criticaban y satirizaban a la monarquía. Según Fonseca (1999:205), ello fue posible debido al «clima de relativa libertad tolerada en el Segundo Imperio». Con la proclamación de la República pasó a denunciar los desmanes del nuevo gobierno. Podemos percibir así que los temas políticos son comunes al humor gráfico realizado en el país.
Después de Agostini, el chiste político y la crítica social y de costumbres hallaron nuevos creadores. A finales del siglo XIX, el dibujante Rafael Bordalo Pinheiro hacía comentarios críticos impresos por medio del personaje Zé Povinho, que inspiró otro parecido, Zé Povo, editado a partir de 1910 en diversas publicaciones, y realizados por diferentes artistas, entre ellos Raul Pederneiras, Kalixto y J. Carlos. De acuerdo con Marcos A. Silva (1990:9), Zé Povo se quejaba «sobre su situación social, del desprecio a sus derechos y otros problemas que sufría o veía a su alrededor».
Siguiendo el mismo camino, el dibujante Belmonte crea el personaje Juca Pato en 1925 para las páginas del periódico paulista Folha da Noite. Representaba un individuo flacucho, pobre, de gafas y vestido oscuro, que se convirtió en el símbolo del pueblo sufrido, el ciudadano común que padece a causa de los desmanes y de la corrupción de los poderosos. Belmonte publicó sus trabajos en la revista satírica Careta, lanzada en 1908. Este autor también realizó historietas para el suplemento infantil A Gazetinha, en la década de 1930.
Con el golpe militar de 1964, que tuvo el apoyo del gobierno norteamericano, el humor gráfico volvió nuevamente a concentrarse en los temas políticos. Teniendo que burlar la censura, principalmente después del Acta Institucional número 5, promulgada en diciembre de 1968, los artistas brasileños buscaron formas alternativas para editar sus protestas contra el autoritarismo del régimen militar, mediante chistes, caricaturas, cartones e historietas. Una de las publicaciones más importantes fue el semanario Pasquim, que reunió, además de periodistas e intelectuales, a dibujantes como Jaguar, Ziraldo y Henfil. A veces censurados y hasta detenidos a causa de la mordacidad de sus trabajos, estos artistas consiguieron mantener vivo el espíritu crítico durante el período de excepción.
En el período 1969-1979 la dictadura militar se recrudeció, y fue la censura una gran dificultad para la libertad de expresión, de ahí que fuese también un momento rico para la producción humorística brasileña. De acuerdo con Henk Driessen (ápud Bremmer, Roodenburg, 2000:253), «el humor político florece cuando hay represión política y dificultades económicas». En la década del setenta los periódicos brasileños alternativos o enanos, como eran entonces denominados, abrían espacio a chistes y caricaturas que exponían la indignación de la parte más culta de la sociedad contra los desmanes del régimen autoritario.
A partir de 1979, al iniciarse la apertura política, hasta finales de 1984 cuando el ciclo militar fue cerrado, el humor político continuó presente tanto en los diarios alternativos y de grandes empresas como en las revistas. Un ejemplo fue Careta, que retornó a los puestos de ventas. Pero el inicio de 1980 estuvo marcado por otros cambios, principalmente en el comportamiento de la cultura, especialmente en São Paulo, con el surgimiento de una producción cultural independiente.
Aunque la capital paulista fue un polo de cultura importante y efervescente que recibía y producía espectáculos, shows y muestras, una parte de la intelectualidad y de los artistas de esa época buscó caminos nuevos y otros tipos de recursos, al margen del Estado o de los productores tradicionales, como en la producción cinematográfica paulista, que sin las cláusulas o disposiciones de Embrafilme –empresa estatal que invertía en el cinema brasileño– consiguió mantenerse activa. Las pequeñas productoras fueron responsables de filmes con temáticas y posturas estéticas diferentes de otras producciones de la época. En la música, el teatro Lira Paulistana fue el espacio para músicos y compositores nuevos, como Arrigo Bernabé e Itamar Assumpção. Ya los grupos Lengua de Trapo y Premeditando o Breque asociaban el humor de las letras urbanas e irreverentes de sus composiciones y que utilizaban ritmos diferentes. En el teatro, el Grupo Ornitorrinco llevaba a la escena piezas irreverentes como «Ubu-Rei», de Alfred Jarry, y «Teledeum».
Figura 1: El gurú Rhalah Rikota, homenaje de Angeli a Robert Crumb. |
Fue en ese contexto en que se creó la Circo Editorial que, durante más de una década lanzó diversas revistas de historietas humorísticas con los talentos de artistas brasileños.
Su creador fue Antonio de Souza Mendes Neto, más conocido como Toninho Mendes. Su trayectoria personal está íntimamente ligada al contenido difundido por las publicaciones de la Editora. Nacido en Itapeva, interior de São Paulo, pasó su infancia en el barrio paulista de Casa Verde, donde conoció la vida bohemia y se interesó por las historietas. Integrante de la generación hippie, el futuro editor entró en contacto con publicaciones alternativas como el diario Pasquim y la revista Grilo. Después de haber trabajado como office-boy, decidió ser dibujante, y fue a estudiar a la escuela Protec, donde aprendió la realización del paste-up y determinó trabajar con las artes gráficas.
Figura 2: Los anárquicos «Piratas do Tieté» creados por Laerte. |
Otro aprendizaje consistió en haber participado en la empresa independiente, en diarios como Ex, Movimiento y Versus. En la época en que hacía el diario Versus participó en la edición de dos publicaciones de historietas: el Versus Quadrinhos y O Livrão de Quadrinhos, concebidos por Marcos Faerman. Fue en ese momento que Toninho Mendes estrechó su relación con Luiz Gé y Angeli y comenzó a madurar la idea de fundar una editora.
La fecha escogida para la creación de la Circo Editorial fue el 26 de abril de 1984, día en que el Congreso rechazó la enmienda Dante de Olivera, que establecía la elección directa como Presidente de la República para el sucesor del general João Batista Figuereido. La primera publicación fue un álbum en formato horizontal que reunía las tiras creadas por Angeli y publicadas en el diario Folha de São Paulo, que resultaría el primer número de la colección Série Traço e Riso.
En 1984, cuando Toninho decidió abrir la Circo Editorial y lanzar los dos primeros números de Série Traço e Riso (los libros «Chiclete com Banana» de Angeli y «Não tenho palabras» de Chico Caruso), fue el autor del segundo título quien invirtió el dinero necesario y sustituyó a uno que había desistido del negocio, lo que posibilitó la edición de su libro y el de Angeli. Como el volumen de Chico Caruso debía reunir chistes políticos que presentasen el resultado de la campaña de las Directas-Ya, la compilación de Angeli acabó siendo lanzada antes. El logotipo de la editora fue creado por Hélio de Almeida, colega de trabajo de Toninho en la revista IstoÉ,a inicios de la década del ochenta.
El éxito de la Série Traço e Riso llevó a Toninho Mendes a invertir en el lanzamiento de la revista Chiclete com Banana, el título más importante de la editora, que llegó a vender más de 80 000 ejemplares, y que tuvo la mayor duración, pues fue publicado desde noviembre de 1985 hasta noviembre de 1990, además de cuatro ediciones especiales («Bob Cuspe», «Rê Bordosa A morte da porraloca», «Abaixo a direita!» y «Histórias de amor») y otros títulos derivados («The Best of Chiclete com Banana 10 años», «The Best of Chiclete Série Tipinhos Inúteis», «Chiclete Remix» y «Ré Bordosa Memorias de uma porraloca»). Presentada en formato americano, con cubierta en colores y tripa de 48 páginas en blanco y negro con una periodicidad bimestral, la revista se convirtió en el patrón para otras publicaciones de la editora. Además de las historias y tiras creadas y diseñadas por Angeli, otros artistas también participaron en la revista, como Laerte, Glauco, Luiz Gê, Paulo Caruso, Marcatti, Hubert, Cláudio Paiva, Reinaldo y Luis Gustavo.
Figura 3: El consumista Geraldão, personaje concebido por Glauco. |
El segundo lanzamiento en este formato fue la revista Circo, y en la secuencia el título «Geraldao», del dibujante Glauco. Las tiras con los personajes de Glauco, especialmente el solterón consumista Geraldao y el Casal Neuras, ya habían sido editadas en un volumen de la Série Traço e Riso, lanzado en 1986, y ganaron el álbum «As espoucadas de Geraldão». La revista Geraldão 90 CM, lanzada en 1993, tuvo apenas 11 ediciones.
Figura 4: El revolucionario Meiaoito y su discípulo homosexual Nanico. |
Siguiendo el mismo proyecto, la revista Piratas do Tietê contaba con historias en tiras elaboradas por Laerte y también con la colaboración de otros artistas, además de la publicación de autores extranjeros como Harvey Pekar y Robert Crumb. Publicadas por primera vez en la revista Chiclete com Banana número 4, de mayo de 1986, las historias de los «Piratas de Tietê» se ganaron una edición especial de la revista Circo en agosto de 1988. Lanzada en mayo de 1990, la revista Piratas de Tietê sumó 14 números publicados hasta abril de 1992. Los primeros seis fueron impresos en un formato menor y en forma horizontal, lo que impedía su mejor exposición en los puestos de venta de los diarios. A partir de la séptima edición, de diciembre de 1990, tomó el formato de Chiclete com Banana y de Circo. Otra publicación de Laerte creada para la Circo Editorial fue la revista Striptiras (una referencia al término que nombra las historietas en ese formato publicadas en Estados Unidos, comic-strips), que se extendió por 15 números, de marzo de 1993 a diciembre de 1994, y reunía diversos personajes de Laerte como Zelador, el Síndico, Gato e Gata, Fagundes el Puxa-saco, el Grafiteiro, además de los Piratas de Tietê.
Figura 5: El anacrónico machista Bibelô. |
Fernando Gonsales, que también es veterinario y biólogo, comenzó su carrera artística al ganar en un concurso promovido por el periódico Folha de São Paulo en los inicios de la década del ochenta, con la tira «Níquel Náusea», protagonizada por un ratón y poblada por bichos de todos los tipos. La revista Níquel Náusea fue lanzada en 1986 por la Editora Press, antes de ser editada por la Circo, en noviembre de 1988. Al igual que la revista Geraldão, pasó para el sello Payaso, que la publicó hasta el número 10, en septiembre de 1990. Del número 11 al 21, de noviembre de 1993, fue producida por la VHD Difusión. Junto a Gonsales, otros artistas contribuirían con sus narrativas humorísticas para el título en cuestión: Spacca, Newton Foot, Laerte, Negreiros y Renato Canini. Las tiras de «Níquel Náusea» también fueron reunidas en el segundo número de Colección Circo, que tuvo apenas seis ediciones en formato horizontal, publicadas en 1991, y ofreció a sus lectores tiras y cartones realizados por Laerte («Fagundes o Puxa-saco»), Edgar Vasques («Rango»), Maringoni («Dios e o Diabo na Terra da Midia»), Amorin y Dil Marcio.
Figura 6: Doña Marta asedia a los colegas del trabajo. |
Otras publicaciones de Circo Editorial también tuvieron vida efímera. Una de ellas fue Lúcifer, que tuvo dos números, lanzados respectivamente en noviembre de 1994 y abril de 1995. Esa revista debía ser un espacio dedicado a nuevos artistas y a los veteranos de la historieta alternativa como Lourenzo Mutarelli, Osvaldo Pavanelli, André Toral, Mosquil, Maringoni, Caco, entre otros. También otra publicación de vida corta fue Big Bang Bang, que aglutinó trabajos del artista gaucho Adão Iturrusgarai: cuatro ediciones lanzadas de junio a diciembre de 1994.
A lo largo de la existencia de Circo Editorial, Toninho Mendes simultaneó con otras editoras. Los primeros números de la Série Traço e Riso, por ejemplo, fueron distribuidos por la Editora Brasiliense, hecho que posibilitó el incremento de las ventas. Las coediciones hechas con la Editora Sampa también fueron bien exitosas. Mas la creación del sello Palhaço, administrado por Marcio Tadeu (hermano de Toninho) y llevando como editor a Almir Vieira Dias, ayudó a profundizar la crisis financiera por la que atravesaba la editora a inicios de la década de 1990, cuando Angeli y Laerte decidieron terminar con las revistas Chiclete com Banana y Striptiras. De igual forma, la asociación con la Editora Ensaio (que publicó álbumes de Laerte, Angeli y de Los 3 Amigos) generó pérdidas.
Figura 7: Casal Neuras enfrenta las crisis del matrimonio moder- |
Además de los problemas administrativos admitidos por Toninho Mendes, el cierre de la Circo Editorial se debe a las oscilaciones de la economía brasileña en las décadas de 1980 y 1990. Diversos planes económicos agravaron la escalada de la inflación y dificultaron la producción editorial de historietas. Cuando la editora recibía el pago por la distribuidora, dos meses después de la publicación de una revista, no se conseguía equiparar con los costos de producción del próximo número. Al final de 1995 la Circo Editorial cerró y dejó una laguna en el mercado editorial brasileño de historietas.
La historieta humorística en tiempos de cambio
Las principales influencias en los artistas de revistas editadas por la Circo provienen del underground comix norteamericano, especialmente las historietas de Robert Crumb y Gilbert Shelton en la década de 1960, la historieta autoral europea y el humor satírico y político del dibujante Henfil. El historietista Laerte[1] destaca la importancia de los autores americanos y de la revista Zap Comix en su formación artística: «Todo estaba en mi cabeza pero la inspiración del underground era especial».
En estilo gráfico (o uso de hachuras), en las historias y los personajes creados por Angeli son evidentes las influencias de la obra de Robert Crumb. El gurú Rhalah Rikota, por ejemplo, tiene semejanzas con Mr. Natural, creación de Crumb en la década de 1960. En la revista Chiclete com Banana número 3, el artista brasileño rinde un homenaje al historietista norteamericano, y promueve un encuentro entre Mr. Natural y su discípulo Rhalah Rikota.
Reflejando la situación política y social de la década de 1980, las historietas de humor de las revistas de Circo Editorial dedicarán sus críticas al modo de vida pequeño-burgués de los centros urbanos. Las burlas ponen de manifiesto las contradicciones, idiosincrasia, vanidad y prepotencia de la clase media urbana.
En contradicción con la teoría elaborada por Bergson (1993), el humor de Circo Editorial no busca el control del comportamiento para adecuarlo a las normas sociales, pero pretende denunciar cómo son de ridículas las actitudes consideradas aceptables por una sociedad que cultiva la apariencia, la hipocresía y el consumismo alienado. Además de eso, ya no hay preocupación por mantener «los límites del humor» como preconizaban Sócrates, Cícero y otros pensadores de la antigüedad clásica:
«La gracia se debe mantener dentro de determinados límites de respetabilidad para ser socialmente aceptable» (Graf, Fritz ápud Bremmer e Roodenburg,
2000:52-53). El ataque desmedido de las historietas humorísticas de Circo Editorial a los valores y hábitos de la clase media urbana no es sutil. Emplea términos e imágenes vulgares, escatológicos y muchas veces pornográficos y agresivos.
El humor de las historietas de las revistas de Circo Editorial puede ser clasificado a partir de los objetivos que suscitan la risa, de los personajes y de los ambientes en que la narrativa humorística ocurre. De tal manera se puede formular una tipología del humor de las historietas de Circo Editorial con las siguientes características: humor urbano, humor político, humor erótico y humor del comportamiento. Se debe, sobre todo, destacar que no obstante esas características que sobresalían en determinadas narrativas, otras podrían sumarse a ellas (el humor erótico, por ejemplo, puede estar presente en una tira o historia en la que predomina el humor político).
Figura 8: Rock and Hudson, los cowboys gay |
Al tener como escenario de fondo una metrópoli como São Paulo, el aspecto de lo urbanístico no se limita al escenario en que ocurren las historias, mas permite las relaciones establecidas entre diversos personajes en sus funciones narrativas. En ese sentido Bob Cuspe, el punk creado por Angeli para la tira «Chiclete com Banana», es representativo: su revuelta se manifiesta contra un caótico y represivo mundo urbano. Habitante de los albañales de la gran ciudad, él conoce las entrañas del sistema, y respirando su aire viciado hace reflexiones sobre la vida en el espacio urbano. Mediante la inmensidad opresora de la gran ciudad, percibe su pequeñez, su insignificancia. Apenas su grito de rebeldía consigue sacudir la rigidez del mundo urbano y de las personas que en él habitan.
Figura 9: Los viejos hippies Wood y Stock. |
En las tiras e historias creadas por Laerte, Luiz Gê y Glauco, el espacio urbano también se hace presente de una forma contundente. De la admiración por uno de los barrios de São Paulo, la Bohemia Villa Magdalena surgió de la imaginación de Laerte una historia en forma de homenaje. Publicada en marzo de 1992 en la revista Piratas do Tietê, número 13, la historia titulada «Vila Madalena Rock ma non troppo» reúne personajes pintorescos en un ambiente que se convierte en inspiración para todos: las calles de la villa.
Las historias absurdas de los Piratas do Tietê también se desarrollan en el espacio urbano. Ya en su primera narrativa, titulada «Piratas do Tietê», publicada en mayo de 1986 en la revista Chiclete com Banana número 4, el barco que navega con los anárquicos piratas por el río Tietê tiene de fondo los autos que transitan por las márgenes y el parque de diversiones Playcenter, ya incorporado al paisaje urbano de São Paulo.
El contexto urbano gana relevancia en los trabajos de Luiz Gé, como en la historia «Entradas e bandeiras», publicada en noviembre de 1985 en la revista Chiclete com Banana número 1, y «Futboil», editada en octubre de 1986 en la revista Circo número 1. En la primera, una pareja tiene que detener el automóvil en el semáforo de la esquina de la calle Brigadeiro Luís Antonio con la Avenida Brasil, cuando son sorprendidos por las estatuas que están al lado del Parque de Ibirapuera, que están regresando a la casa, además de la estatua de Borba Gato, apurada para llegar a Santo Amaro. Ya la segunda narración refleja una carrera por las calles tras un balón que pierde altura. Jóvenes y adultos se atraviesan frente a los carros, suben en los altos muros, y con varas y piedras intentan derribar el objeto de la persecución, solo para ver cómo es rasgado por la multitud.
Otros símbolos y esquemas de la modernidad urbana pueden ser hallados en las historias y tiras de Laerte en las revistas Piratas do Tietê y Striptiras. En la serie dedicada al «Condominio» (espacio típico de los centros urbanos) los edificios se transforman en un microcosmos de Brasil, en el que se encuentran personajes que sintetizan el país: el Zelador prejuicioso y sometido al autoritario Síndico, el severo y conservador Capitão Douglas (militar reposado, mas siempre alerta, una alusión a la dictadura militar que recientemente había terminado), el mafioso Don Luigi y su hija pervertida Rosa, el lambiscón Fagundes, entre otros. Las neurosis y paranoias de los personajes que viven en el lugar son un indicio de las relaciones perturbadas resultantes de una sociedad desarrollada que sufre un proceso de urbanización acelerado y desordenado, en el cual aún imperan posturas marcadas por el atraso y el totalitarismo.
Típicamente urbanos son también los personajes concebidos por Glauco para sus tiras e historietas: no existe espacio mejor para el consumista Geraldao y para el moderno Casal Neuras en sus crisis de celos, que aquel de una metrópoli, donde el comportamiento individualista es estimulado. De igual forma los tipos creados por Angeli y Laerte, las creaciones de Glauco, viven y son el fruto de una gran ciudad.
No obstante las historietas humorísticas publicadas en las revistas de la Circo Editorial tengan como característica la sátira social y la crítica al comportamiento de la clase media urbana, no dejaron de lado la sátira política, toda vez que, a pesar de haber finalizado la dictadura militar, la actitud de los políticos y la situación económica del país continuaban facilitando material para el cuestionamiento y la reflexión. En la segunda mitad de la década del ochenta las tensiones internacionales entre Estados Unidos y la Unión Soviética –que colocaban al mundo frente a una posible guerra nuclear–, también aportaban acontecimientos que eran explotados ecómicamente por los historietistas brasileños.
Vinculado más a los problemas externos que a la política interna brasileña, el sicótico Rigapov, de Angeli, era la síntesis de los principales líderes mundiales de la época: el presidente norteamericano Ronald Reagan y el primer ministro soviético Yuri Andropov, polos de la guerra fría. Rigapov, siempre portando un control remoto en las manos con el cual poder lanzar misiles y acabar con la vida en la tierra, se irritaba por cualquier motivo y amenazaba destruir el mundo en un gesto de megalomanía, solo para mostrar su poder.
Figura 10: Los Skrotinhos anarquizan y subvierten las convenciones. |
Un personaje con mucho destaque en las tiras de la revista Chiclete com Banana, de Angeli, fue Meiaoito, el militante de izquierda que aún se aferra a sus ideas en un mundo en transformación. Inmaduro, recurre a la propia madre o a su partido. Sexualmente reprimido, se siente atraído por Rita Pop, una fan de músicos, pero es rechazado. Cuando se acerca a las mujeres en un bar y comienza a recordar sus hechos revolucionarios, las muchachas salen corriendo. En el concepto de Nadilson Manoel da Silva (2002:96) el personaje es reprimido sexual: «Las historietas de Meiaoito, a pesar de ser predominantemente relacionadas con la política, tienen en sus entrelíneas una temática sexual».
Meiaoito representa un discurso avejentado y nostálgico que no encuentra ya eco en una sociedad que se democratiza. En las primeras tiras su contrafigura era un gato parlante, sustituido por una copia menor del militante, el Nanico, que asume su homosexualidad para vergüenza de su mentor. La vieja izquierda, considerando a Meiaoito como parámetro, todavía no estaba preparada para discutir y entender otras cuestiones diferentes de la miseria social. Según Silva (2002:96), el reprimido Meiaoito canaliza «sus energías hacia la esfera política, y su libido individual se vuelve hacia la colectividad. Su objeto de deseo son los ideales revolucionarios de su partido. El sexo, en ese contexto, representa un discurso que remite al individualismo, a la personalidad del personaje, y en lo referente a la política remite a lo comunitario».
Combatiente de las injusticias sociales, Meiaoito, a pesar de todo, es un revolucionario apenas en el discurso, gritando palabras de orden en bares, en espera de una revolución que jamás ocurrirá. Como los eternos hippies Word y Stock, Meiaoito, como observa Silva (2002:93), es un personaje fuera de tiempo. En sus recuerdos siempre confusos muestra su pasado de oposicionista, que entra en contradicción con su condición actual, perdida en un tiempo de ilusiones desvanecidas y de actitudes cínicas y escépticas. Hasta su barba, que él rehúsa recortar, es un recordatorio de los años de represión política.
El chiste y la caricatura política continuaron siendo utilizadas en algunas publicaciones de Circo Editorial. Un ejemplo es el álbum «Não tenho palavras», de Chico Caruso, en donde el humor gráfico del artista retrata el final de la dictadura, el gobierno de Figuereido, y el inicio de la Nova República, destacando a políticos eminentes y otras personalidades de la época. Once años después, en el álbum «FHC Biografia não autorizada», la última publicación de la Circo Editorial, lanzada en agosto de 1995, Angeli mostró la trayectoria de los gobiernos de Itamar Franco y Fernando Enrique Cardoso a partir de la compilación de los chistes que publicó en el diario Folha de São Paulo, en la década del noventa. Ya el dibujante Glauco consiguió unir el humor político al del comportamiento en el título «Abrobrinhas da Brasilônia», también publicado en 1985, lo que lo hace más atemporal que las dos obras de Chico Caruso y Angeli.
El humor erótico presente en las historietas de las revistas y álbumes de Circo Editorial también transmite una crítica al comportamiento de la clase media urbana, principalmente a la hipocresía, a los prejuicios y a la represión que la somete para mantener las apariencias. Hiperbólicos, los personajes radicalizan sus emociones y actitudes. Este es el caso de Bibelô, el machista creado por Angeli. Considerado por el autor como «una especie en extinción» o «el último de los machos», se convierte, como Meiaoito, en un tipo desubicado en el tiempo: un canalla machista que usa bigotillo, patillas, barba sin hacer, gafas oscuras, camisa abierta y un medallón colgando del cuello. Al contrario del militante político, se encima a las mujeres, mas estas también huyen cuando él se encuentra cerca. Se vuelve inoportuno al molestar a la muchacha sentada a su lado en el cine y al leer una revista pornográfica en público. Otros personajes masculinos creados por Angeli son Walter Ego y Osgarmo. El primero sintetiza el narcisismo predominante en la década de 1980, corroborando la visión de Christopher Lash (1986:9-12), que afirma que el ser humano está aislado en un tiempo y una sociedad en que la vida está en constante amenaza, y que por eso encuentra su refugio en actitudes narcisistas: «Las imágenes fantásticas de producción de masas que forman nuestras concepciones del mundo no solamente animan una contracción defensiva del yo, como también contribuyen a desaparecer las fronteras entre el individuo y su medio».
Lash todavía resalta que «el yo es inferior o es narcisista, ante todo, es un ser inseguro de sí mismo, que ahora anhela reconstruir el mundo a su propia imagen, o ahora desea fundirse en su ambiente en una extasiada unión». Walter Ego exacerba esta cuestión. Apasionado por sí mismo, solo se relaciona con otras personas, incluyendo a las mujeres, para que ellas confirmen lo que él opina. Narcisista, se pasa las horas haciendo poses delante del espejo. Su imagen es suficiente para alimentar su ego. En las noches relee su autobiografía. Solo la visión de su propia imagen alivia los percances de la vida. Su espejo, al igual que el de la madrastra de Blancanieves, responde a sus preguntas reforzando su narcisismo.
Osgarmo, a su vez, se diferencia de los dos personajes anteriores. No es conquistador como Bibelô ni narcisista como Walter Ego. Le basta con estar cerca de una mujer (y hasta con una fotografía de una mujer publicada en una revista masculina) para sufrir eyaculación precoz y de grandes proporciones. Este personaje refleja la relación conflictiva del hombre de la década del ochenta con el sexo opuesto que se formó a partir de las conquistas feministas. Otro tipo masculino concebido por Angeli fue Hippo-Glós (nombre que se refiere a una pomada), de carácter hipocondríaco. Basado en el director del grupo de teatro Ornitorrinco, Cacá Rosset que también actuó en algunas fotonovelas publicadas en la revista Chiclete com Banana. El personaje es paranoico con la posibilidad de desarrollar alguna enfermedad, por lo que toma medidas radicales: envolverse en una toalla en la playa para evitar el cáncer y utilizar una escafandra en la cama para no contraer el sida.
Los tipos femeninos retratados por Angeli representan a una mujer de la década del ochenta, que conquistó la libertad sexual y consiguió espacio en el mercado profesional y en la sociedad, mas a causa de sus actitudes acaba alejando a los hombres. En ese sentido es emblemática Rê Bordosa, una muchacha que pasa la noche bebiendo en los bares, y al siguiente día, metida en su bañadera, intenta recordar lo que ocurrió. Elegida en 1984 la «Pin-up do Final do Século» por la revista Around, el personaje idealizado por Angeli representa la desilusión sentida por la generación de mujeres que se emancipó de la familia y de los hombres, pero no consiguió estabilidad emocional. De acuerdo con Nery (2006:58): «Rê Bordosa tiene una visión de la sociedad de su tiempo como algo decadente, y coloca sus actitudes en un universo muy restringido, que no indica el comportamiento semejante a otras personas. No se reconoce como estereotipo forjado en el interior de la sociedad que niega. Ella misma aborda cuestiones fundamentales al status quo –casamiento, integración a las normas– como positivo, pero no para ella».
Otro personaje femenino creado por Angeli fue Mara Tara, la científica reprimida que estudia el sexo de las bacterias. Recatada, cuando se excita se convierte en una mujer fatal, obsesionada por el sexo, que ataca a los hombres con ropa de sádica. De la misma forma que las demás mujeres creadas por Angeli, cuando la doctora Mara se transforma en la dominadora Mara Tara acaba por intimidar a los hombres, que huyen ante su voluptuosidad y agresividad. Hasta el mismo Bibelô se acobarda cuando se enfrenta con la postura activa y salvaje de Mara Tara. Efecto semejante en los hombres tiene Dona Marta, personaje de Glauco. Es la secretaria que asedia a los office-boys y a los jefes de la oficina donde trabaja, mas su actitud desinhibida desconcierta y ahuyenta a los personajes masculinos.
La relación entre los matrimonios también es explorada por las historietas de la Circo Editorial. Angeli muestra, en tiras e historias cortas, las relaciones desgastadas, las uniones basadas en intereses y la monotonía de las convenciones de la vida pequeño-burguesa. De acuerdo con Silva (2002:65-66), «Las relaciones afectivas constituyen el tema más frecuente en las tiras de Angeli [...]. En esas tiras el autor destaca la intimidad, la vida privada del cotidiano de los matrimonios». Las historias de amor creadas por Angeli revelan que detrás de la fachada de la normalidad en la vida conyugal se esconde el rencor, el odio, el desdén, el tedio y otros sentimientos negativos.
Glauco también puntualiza las relaciones del moderno matrimonio Casal Neuras con momentos de celos, traición y humillación. Esas situaciones se repiten dentro de las cuatro paredes del lugar, en la playa, en el restaurante y hasta en la calle. El clima de disputa, muchas veces de guerra declarada, caracteriza la vida de esos personajes, ya sean estos maduros o jóvenes. De manera análoga los Gatos, de Laerte, a pesar de ser animales, repiten las mismas crisis de los humanos.
Pero la relación monótona y conflictiva no es privilegio de las parejas heterosexuales. El humor crítico de los artistas está igualmente dirigido a los homosexuales. Aunque sean minoría en las historias de amor de Angeli, los gays también están presentes y a su vez manifiestan las mismas insatisfacciones en las relaciones que entre los hombres y mujeres. La monotonía y el desinterés forman parte de la vida común entre dos hombres.
Otros personajes homosexuales tuvieron espacio en las historietas publicadas por la Circo Editorial, como el ya citado ejemplo de Nanico, discípulo del revolucionario Meiaoito. En las páginas de la revista Big Bang Bang, el historietista gaucho Adão Iturrusgarai publicó las historias de dos cowboys homosexuales: Rock and Hudson (una referencia al actor norteamericano Rock Hudson, que murió al contraer el sida debido a su homosexualidad). De forma diferente como es difundida la imagen del vaquero por el cine norteamericano, los dos muchachos alegres frecuentan los saloons para ligar los hombres que van a beber allí, y solo salen en persecución de indios o bandidos si estos son mozos atractivos.
En lo que se refiere al humor del comportamiento, los artistas de Circo Editorial procuraban poner el ridículo en la vida de las clases dominantes de la sociedad, muy especialmente en las capas medias urbanas. Ese es el caso de «New Imbeciw», diseñado por Angeli en la revista Chiclete com Banana no. 2 de enero de 1986. New Imbeciw es el joven urbano que frecuenta los lugares divertidos. Tratando de ser diferente y destacarse de la masa, viste ropa de estilo moderno, habla el mismo argot, cita títulos de filmes considerados cult, de cineastas del momento, de grupos musicales que están en alza, solo para demostrar que está actualizado. Entre los Tipinhos New Imbeciws, el artista identifica al New-nacionalista,o al New-colonizado, la New-mujer, el New-hombre, el New-cineasta, el New-actor, el New-roquero y el New-periodista, entre otros. Solo no tiene señalado el New-político. Angeli también creó el Psico-Burgués, oriundo de las capas adineradas de la sociedad, que se siente oprimido por las tribus urbanas de proletarios (punks, skinheads, metaleiros, etc.). Con aspecto orondo, este tipo sale por los bares exponiendo sus traumas con el exceso de dinero de la familia, pero sin dejar de disfrutar los beneficios que le proporciona su condición financiera y social. Al dedicarse a la preservación del patrimonio familiar, a pesar de todo se vuelven gordos y necesitados como sus padres.
Otro modismo satirizado en las revistas de Circo Editorial es la obsesión con el fisiculturismo, característico de la década del ochenta. Adão Iturrusgarai publicó en la revista Big Bang Bang tiras e historias con la familia Bíceps, núcleo familiar compuesto por el padre, la madre y una pareja de hijos, todos musculosos. Habituados a su propia fuerza, los personajes no se dan cuenta cuando hieren a otros o causan estragos. Su vida está dedicada a los ejercicios y a la exhibición de la fuerza de los músculos.
La vida familiar de la clase media urbana, con sus hábitos y neurosis, es explotada cómicamente. En «Os dilemas de Aderbal un idiota como todos nós», publicada en la revista Chiclete com Banana no. 9, Angeli sorprende in fraganti al típico padre de familia pequeño-burgues, teniendo una crisis existencial en el baño. Sorprendido por la mujer y los hijos, esgrime una disculpa para la situación alegando estarse exprimiendo espinas. Esta historia ejemplifica la inercia de ese sector de la sociedad.
Hasta los viejos hippies Wood y Stock enfrentan el conflicto de generaciones. Overall, el hijo adolescente de Wordy de la hippie Lade Jane, disiente del modo de vida de sus padres. Stock, a su vez, no consigue entender a su joven enamorada que no conoce a los Beatles. En lo que respecta a las drogas, Word y Stock, por pertenecer a la generación Paz y Amor, todavía viven con las ideas de la contracultura de la década del sesenta, lo que permite abordar el tema de una forma humorística.
En la década del ochenta, en función de la amenaza de una guerra nuclear y del desgaste de las ideologías políticas y religiosas tradicionales, surgieron sectas esotéricas, como New Age, y los visionarios que pregonaban el fin del mundo o la creencia en seres provenientes de otras dimensiones o del espacio. Glauco ironiza esta situación a partir de Zé do Apocalipse, personaje que anuncia cataclismos o la llegada de seres extraterrestres. Además del ya citado Rhalah Rikota, Angeli creó Rampal el paranormal, que enfrenta problemas con los poderes que posee. En situaciones cotidianas, sus atributos fuera de lo común impiden que viva con normalidad. En el restaurante atrae los cubiertos u otros objetos de metal. Al darse cuenta de que una muchacha le está coqueteando, hace que ella entre en combustión, lo que lo obliga a pasar nuevamente la noche en solitario.
Sintonizados con su tiempo también están los Skrotinhos, dos enanitos idénticos e iconoclastas. Definidos por su creador Angeli como la «versión hardcore de los sobrinos del Capitán», estos personajes son la encarnación del nihilismo y fetichismo característico de las décadas del ochenta y noventa. Los Skrotinhos destruyen con sus arrancadas sarcásticas la pose de los intelectuales y artistas, los adeptos a los modismos, la arrogancia de los machistas y las ideas feministas. No se libra ni el mismo mesero, y cuando no tienen víctimas cerca se burlan el uno del otro.
A través de sus personajes Angeli desnuda las situaciones ridículas de las cuales el ser humano no logra escapar, sea este un padre de familia de la clase media o un poeta idolatrado. El propio artista se refleja en las tiras tituladas «Angeli em crise». El autor desenmascara, inclusive a su propia generación, que no consiguió hacer la revolución política o la sexual, manteniéndose atada al pasado. Angeli, de igual forma que los Skrotinhos, denuncia el ridículo de la existencia y ríe de la desgracia de la humanidad.
El humor gráfico publicado en las revistas de Circo Editorial se dirige a las contradicciones de su tiempo, un momento rico en el cual la libertad democrática volvía a renacer y al mismo tiempo las utopías se derrumbaban junto con el muro de Berlín. Si las generaciones de las décadas del sesenta y setenta fueron impedidas y a su vez incapaces de implantar sus ideas, convirtiéndose en saudositas y anacrónicas, la generación de la década del ochenta, formada en el silencio y a la sombra de la dictadura, crecida bajo la tutela de la televisión y de la cultura de consumo, no formuló proyectos. En ese sentido, Marcelo Coelho (ápud Bryan, 2004:18) no considera que hubo una despolitización pura y simple, pero «una apertura, también política, para las cuestiones que no constaban en el programa de la izquierda tradicional».
Pero para ese autor el énfasis en la libertad individual, la sexualidad, el placer, «el surgimiento de un espíritu humorístico, desconchabado, laudatorio en un ambiente aun cubierto de pesimismo y amargura, no son características tan despolitizadas». Se puede decir que la contribución de las historietas de Circo Editorial fue en el sentido de reflejar lo paradójico de esa generación, de Brasil y del resto del mundo.
Tomando en consideración la conceptualización del humor como una narrativa que, determinada por condiciones sociales, culturales e históricas, genera un efecto en su receptor, el análisis de las historietas de las revistas Circo Editorial revelan la vinculación del contenido de tal producto cultural a la coyuntura histórica en que la editora actuó en el mercado editorial de la historieta, a mediados de la década del ochenta hasta mediados de la del noventa.
Las historietas humorísticas de Circo Editorial revelan, de manera crítica y satírica, los impasses y los dilemas enfrentados por la clase media urbana brasileña del aquel momento histórico, la redefinición del papel del hombre y de la mujer en el ámbito social, la reconfiguración de la política en un contexto de redemocratización de la sociedad, la posibilidad de una guerra nuclear, el cambio en las relaciones familiares, la difícil superación de paradigmas del comportamiento e ideológicos, la crisis económica, el deterioro de las condiciones de vida, la estandarización de los hábitos, la imposición del consumo de bienes e ideas, entre otras dificultades vividas por las personas en la época.
Utilizando un humor trasgresor, característico de las historietas underground o alternativas, los artistas de Circo Editorial consiguieron captar y exponer en sus historias y tiras de historietas las contradicciones sociales y existenciales de la época. Si la generación anterior se mostró desfasada en su comportamiento y en sus ideas –por ejemplo el machazo Bibelô, el militante Meiaoito los dos viejos hippies Wood y Stock–, los jóvenes de las décadas del ochenta y noventa viven perdidos en un mundo hostil. Ellos se dejan llevar por los modismos, son guiados por el consumismo, se buscan una identidad para la unión a determinadas tribus urbanas y, desilusionados, adoptan comportamientos y visiones del mundo superficiales. Las ideas políticas pierden su atractivo utópico, derrumbándose como el muro de Berlín o desgajándose como la Unión Soviética, en un mundo dominado por personas que usan la política para atender sus propios intereses. De tal forma, se puede afirmar que las historietas de humor publicadas en las revistas de Circo Editorial son el retrato humano y social de un momento histórico. El contenido informacional presente en los textos y diseños que componen las historias y las tiras de historieta, más que causar risa por su atractivo cómico, lleva a reflexiones con respecto a su épocaya la existencia humana. Leer las publicaciones de Circo Editorial es ver con otros ojos, por el lente crítico e irreverente del humor, las actitudes de las personas en aquel contexto.
La historieta humorística actualmente realizada da continuidad a la vía abierta por las revistas de Circo Editorial, sea por el trabajo de los artistas que participaron en las publicadas por la editorial, como Angeli y sus personajes adolescentes Luke e Tantra; Laerte, con Overman e Deus y Adão Iturrusgarai, con la tira «Aline e sus dois namorados», sea por la producción de nuevos artistas, como Caco Gallardo y su tira «Os Pescoçudos», y Alan Sieber, autor de «Vida do Estagiário» y «Preto no Branco».
Bergson, Henri: «O riso: ensaio sobre o significado do cômico», 2. ed., Guimarães Editores, Lisboa, 1993.
Bremmer, Jan; Roodenburg, Herman: «Uma história cultural do humor», Record, Rio de Janeiro, 2000.
Bryan, Guilherme: «Quem tem um sonho não dança: cultura jovem brasileira nos anos 80», Record, Rio de Janeiro, 2004.
Fonseca, Joaquim da: «Caricatura: a imagem gráfica do humor», Artes e Ofícios, Porto Alegre, 1999.
Nery, João Elias: «Graúna e Rê Bordosa: o humor gráfico brasileiro de 1970 e 1980», Terras do Sonhar/Edições Pulsar, São Paulo, 2006.
Silva, Marcos A.: «Caricata República: Zé Povo e o Brasil», Marco Zero; CNPq, São Paulo, 1990.
Silva, Nadilson M. da: «Fantasias e cotidiano nas histórias em quadrinhos», Annablume, São Paulo, 2002.
[1] Texto escrito por el artista sobre la revista Zap Comix y publicado en el periódicoFolha de São Paulo, p. E1, el 17 de octubre de 2003.