CANCIONES EN VIÑETAS |
TEBEOSFERA. ¿El humorista de buena cepa gallega tiene que convertirse en satírico, como decía Castelao?
HUGO COVELO. Seguramente, la sátira nos viene de muy atrás. Se conservan cantigas medievales de escarnio y maldizer muy muy bestias.
T. Castelao también decía que el humorismo interpreta la vida de una manera sencilla y fuerte, no solamente plástica, sino ideológica, y así como en el dibujo puro la forma es el fin, en el humorismo es un medio para expresar ideas. ¿Estás de acuerdo?
H. C. Sí, sin duda el humor gráfico es eso. También en el cómic el dibujo tiene un propósito narrativo y la plasticidad es algo importante pero secundario.
T. Háblanos de las Xornadas de Ourense, donde has participado. Ha sido una de las convenciones más importantes, ya sólo por la publicación de los catálogos de fanzines. ¿Todo eso pasó a la historia ya?
Historieta para O Fanzine das Xornadas nº 14 (2007). |
Las Xornadas se siguen celebrando, pero desde hace tiempo ya no se hacen los Expofancines, que eran un compendio de los fanzines que se hacían a lo largo del año en Europa y buena parte del mundo. Me temo que su futuro es incierto, porque uno de los principales promotores, Benito Losada (que fue el director de la Casa da Xuventude de Ourense) falleció recientemente. Además, otro de los organizadores, Henrique Torreiro, ya no vive en Ourense. Todo depende de quien dirija ahora la Casa da Xuventude y la disponibilidad del otro organizador, Óscar Iglesias.
T. Presidiste durante varios años la asociación Polaqia, al menos desde 2003. ¿Qué se logró bajo tu gestión y qué posición en el mercado de la historieta en general tiene hoy Barsowia?
H. C. Polaqia es, o pretende ser, una asociación horizontal, de modo que el presidente es un cargo poco más que simbólico, un mero representante, y las iniciativas surgen de cualquiera de los miembros. Lo más que puedo decir es que en ese tiempo coincidió que Polaqia amplió su línea editorial con la colección Rompehielos y la colección de libretas de bocetos Polaqia Sketchbook, y el Barsowia adoptó el formato actual. En cuanto a ventas, estamos estabilizados desde hace tiempo, pero nuestra posición en el mercado es marginal, nuestras tiradas no exceden de 600 ejemplares.
T. ¿Crees que H2Oil sirvió para algo?
Colaboración en H2Oil, con Kike Benlloch. |
Por lo demás, H2Oil fue una más de un montón de iniciativas para reivindicar un cambio en la política de seguridad de nuestras costas, y me gusta pensar que contribuyó un poquito al cambio.
T. BD Banda es una revista que ya suena en el panorama nacional (a ver si este año gana en los premios del Saló). ¿Ha sido el cónclave de todos los historietistas gallegos? ¿Qué ha renovado esta revista?
H. C. Hemos publicado muchos autores ahí, aunque debo decir que su cadencia ha sido muy baja, ha sacado muy pocos números, y eso le ha restado repercusión y atractivo. BD Banda ha llevado al extremo la calidad en la impresión y edición en color, en unos tiempos en los que otros apostamos por el blanco y negro para no sacrificar calidad y otros, directamente, tiraron a lo barato. Ha fijado un formato de revista de cómic que nos ha faltado en Galicia, donde hubo tanteos muy poco satisfactorios.
T. Xaquín Marín es toda una institución en Galicia. ¿Qué significa su firma en la historieta gallega y nacional? ¿Y qué sabes del museo de Fene, montado por él?
H. C. Nunca colaboré con él ni tampoco lo conozco personalmente aunque hayamos coincidido en alguna publicación. Xaquín es uno de los precursores del cómic en Galicia y su influencia, además de artística, es política. Además, cuando yo era un niño (tengo 34 años) él ya estaba en los libros de texto con los que estudié. Por tanto, es cierto que es una institución, lo que pasa es que hay una diferencia generacional muy grande entre él y muchos dibujantes de ahora, y me da la sensación de que su influencia se ha ido diluyendo con el tiempo. Sé de su museo, pero nunca he tenido la oportunidad de visitarlo.
T. ¿Ha influido en tu obra el rico y poderoso imaginario gallego?
H. C. Seguramente me haya influido, pero yo no soy consciente de ello. De todas maneras, no creo ser consciente de la mayoría de mis influencias. Actualmente recibimos tanta información de todas las partes del mundo que todo se diluye. Hay que ser receptivo a toda clase de influencias sean foráneas o no, no se debe poner trabas a la inspiración.
T. ¿Qué es la historieta para ti? ¿Qué debería ser un historietista según tú?
H. C. La historieta es ni más ni menos un medio narrativo, como la literatura, el cine o la narración oral. El historietista debe ser un narrador abierto a las influencias que le ofrezcan todas las artes y la vida, no debe cerrarse sólo a los comics que lea.
T. ¿Qué es lo mejor de la creación y qué es lo peor de la profesión?
"Honor de Samurai", realizada en color para un concurso y publicada en blanco y negro en Dos veces breve. |
T. ¿Qué personaje de cómic te gustaría haber creado?
H. C. A lo mejor Itto Ogami, de Lobo Solitario y su cachorro, que es un héroe y un villano a la vez.
T. ¿Qué tres clásicos de nuestra historieta recuerdas? Y recomiéndanos tres promesas de futuro con menos de treinta años.
H. C. Mortadelo y Filemón (ejemplo de cómic de masas), Superlópez (cuando molaba y no ahora) y El artefacto perverso de Hernández Cava y Federico del Barrio (lo acabo de releer y me gusta cada vez más). No conozco a muchos autores de menos de treinta, pero si me permites barrer para casa (Polaqia), admiro mucho a Diego Blanco, José Domingo y Brais Rodríguez. Dadles tiempo…
T. Has nacido en una España democrática, ¿en qué crees que hace eso diferente tu obra de los tebeos que se hacían antes?
H. C. La libertad de temas y el desarrollo material que no suele ofrecer una dictadura. Además, supongo que me habría sentido obligado a hacer política con mis cómics, y odio los cómics de la Transición, tan politizados (por poner un ejemplo Tequila Bang).
T. ¿El estilo surge tras la formación o la identidad artística debe anteponerse a cualquier imposición formativa?
H. C. El estilo tiene que venir de la identidad artística. Es importante la formación, pero debe ser el soporte para un estilo, aunque este estilo pervierta los principios de esa formación. De lo contrario, todos seríamos clones de un modelo académico, y el panorama, más pobre.
T. ¿Qué tipo de historieta te gusta hacer?
H. C. Hago historias cortas, y mientras las haga, me gustaría que fueran como canciones. Que el que las lea vuelva a ellas en su mente.
T. Tú has elegido un género del cómic para expresarte. ¿Por qué esa elección y qué opinas del resto de géneros?
"Humberto Pagafantas" en Barsowia nº 11. |
T. En los últimos años se observa una tendencia a la “historieta de la experiencia” (por trazar un símil con la poesía): ¿por qué crees que hay tanto interés por la aventura interior, o el escaparate del yo, últimamente?
H. C. El cómic funciona mucho por modas. Supongo que porque es un género que no ha sido tratado con mucha profusión en el pasado y hoy resulta fresco. Además, la introspección ayuda a encontrar nuevos recursos narrativos.
T. Somos pocos los que disfrutamos con un tomo manga lo mismo que con un álbum francobelga o con un tebeo de superhéroes. Quizá puedas proponer una teoría sobre esta disgregación de las apetencias lectoras.
H. C. Y sin embargo el manga ha conseguido atraer a las mujeres al cómic. Creo que hay mucho más trasvase del cómic occidental al manga que al revés. El otaku puro es muy cerrado en comparación. Me temo que no tengo una hipótesis al respecto.
T. ¿Qué lees aparte de cómics? ¿Qué ves aparte de cine y televisión comerciales?
H. C. Intento leer un mínimo de novelas al año: en este momento, a los escritores rusos del XIX y el XX. Y siempre prensa. Además visito algunos blogs de ciencia, especialmente física, pero no me entero de mucho. ;D.
T. ¿De los medios de comunicación existentes en la actualidad cuál hubieras elegido para trabajar aparte del cómic y por qué?
H. C. Trabajo como grafista en un canal de televisión, esto es: diseño y animación. Cuando estudiaba Bellas Artes elegí la especialidad de Diseño y Audiovisuales, porque me temo que mi mente es demasiado pragmática como para dedicarme a la pintura, y de esta manera tendría una salida profesional más “normal”. Así acabé currando en televisión, que es un medio muy dinámico e innovador.
Colaboración en Carne Líquida. |
H. C. La vocación de contar una historia, en el caso de la literatura y el teatro, pero con una cierta preocupación plástica que viene de la ilustración (supeditada siempre a la necesidad de narrar, la estética es secundaria). Con el videoclip quizá se le pueda relacionar por el ritmo, no sé.
T. ¿Tú prefiere ser un best seller o un autor jaleado por la crítica más selecta pero poco popular?
H. C. Me da igual, es una cuestión que no contemplo, lo importante es disfrutar con lo que haces, sea superhéroes sea Maus. Si te da para vivir, menos razones para este tipo de disquisiciones.
T. ¿Hablando de la crítica ¿existe?, ¿sirve para algo?
H. C. Echo de menos a Trama y especialmente a U, el hijo de Urich, porque apenas queda nada, salvo internet. Soy de los que creen en la crítica. Como lector, me orienta, porque, como todo el mundo, me guío por la superficie, el dibujo y el diseño. Una crítica bien hecha me anima a probar cómics que motu proprio no compraría.
T. ¿Qué asignaturas deberían impartirse para formar bien si el cómic se enseñase en la Universidad?
H. C. Perspectiva, dibujo (natural y comic), historia de la historieta, literatura y cine y narrativa.
T. ¿Para qué sirven los festivales de cómic, aparte de para disfrazarse y ver a los amigotes?
H. C. Es un pretexto para las editoriales para sacar una avalancha de novedades. Son buenos días para acercarse a las tiendas. Y ver a los amigotes siempre esta bien, ¿no?
T. Dispuestos para la guillotina hay un editor, un distribuidor, un impresor y un librero. Puedes salvar a dos...
H. C. El editor y el librero, como comprador tengo contacto con varios libreros. No conozco a ningún impresor y nadie tiene buenas opiniones acerca de los distribuidores, nadie.
A la izquierda, dibujo para la exposición "Plantando libros". A la derecha, ilustración titulada "Ulises". |
T. Háblanos del concepto "novela gráfica". ¿Qué te interesa de este concepto y qué no?
H. C. Me molesta que haya quienes la diferencian del resto del cómic, como si fuera otro género. El nombre ya denota un complejo con respecto a la literatura. Por lo demás, el formato (lo veo como formato) amplió la temática del género y acercó a lectores ajenos al medio. Yo, desde luego, no le hago ascos.
T. Premio Nacional de Cómic, Museo de Dibujo e Ilustración, Premi Nacional de Còmic, Museu del Còmic i la Il·lustració de Catalunya. ¿Qué te dicen estas denominaciones?
H. C. Que avanzamos hacia la “normalización”.
T. ¿Qué opinas del apoyo institucional al cómic, lo ves necesario o no? ¿Crees que los políticos podrían instrumentalizar los mensajes de los cómics que patrocinan?
H. C. El apoyo debe ser limitado, con premios y actos promocionales, salones, etc. Actos que fomenten la creación y la difusión del género. Después debe depender del mercado y de los lectores. No creo en sistemas de subvenciones o de compra de números, porque eso no fomenta el buen cómic y el dinero público es para otras cosas.
T. Si usas herramientas electrónicas, dinos qué técnicas tradicionales has decidido no utilizar. ¿El uso de las nuevas modifica el mensaje o algún apartado de la obra en sí?
H. C. No uso color directo ni rotulación a mano. En el primer caso, porque el ordenador permite rectificar el color sin alterar el original y porque los colores siempre estarán en la gama CMYK. En el segundo, porque me aburre y porque no me gustaba mi letra. Pero considero volver a rotular a mano, porque la propia letra forma parte del estilo gráfico de un dibujante.
T. Cómics digitales y cómics digitalizados. Se parecen en algo: los digitales los hacen autores que no cobran (salvo excepciones), los digitalizados implican que el autor no cobra por esa copia digital (salvo excepciones). ¿Cómo regularías esto?
H. C. El autor que no cobra lo hace bajo su propia conciencia, es como los que dibujamos para fanzines. Se puede achacar que perjudicamos a la profesión, y es largo de explicar,
pero creo que tenemos el derecho a hacer cómics por puro amor al arte, bajo nuestra responsabilidad. Sobre los cómics digitalizados, eso sí que puede hacer daño al mercado y, en último término, al autor. Muestra de "Neptuno", proyecto largo inacabado.
T. Ahora una pregunta en serio: ¿si proyectamos una novela gráfica para difundirla por internet, en un blog, por ejemplo, se convierte en webcómic y pierde parte de su trascendencia?
H. C. Te voy a responder a la desconcertante manera gallega: sí pero no. Por un lado, sí, porque la gente suele darle más prestigio a lo impreso frente a lo que se ha colgado en internet. La gente percibe en la impresión una fijeza que otorga más empaque al contenido. Y por otro lado, no, porque la obra es la obra independientemente del soporte.
T. Háblanos de lo que te traes entre manos hoy mismo y dinos cuándo sale.
H. C. Estoy preparando un cómic para un concurso y otro para el próximo Barsowia, que saldrá para el verano. Hay alguna idea para cómics largos, pero sin fecha.
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