APUNTES PARA UNA HISTORIA DEL CÓMIC EN ECUADOR
HERNAN OSTUNI

Resumen / Abstract:
El cómic ecuatoriano ha ido creciendo lentamente, pero a paso firme, viviendo las realidades que rodean a nuestros pueblos y que en muchos casos dificultan la expansión del movimiento en forma masiva. No obstante ello, desde la década del setenta, y principalmente a partir de la del noventa, con el advenimiento de nuevas tecnologías la situación parece haberse encaminado definitivamente; los diferentes nuevos talentos se han sumado al ya desarrollado humor político (constante en muchos paises latinoamericanos) creando un sin fin de personajes y publicaciones que permiten pensar que el movimiento historietístico en Ecuador se ha consolidado. / In spite of that, from the decade of the seventy, and principally as from the one belonging to the ninety, with the arrival of new technologies the situation seems to have led definitively; the various new talents have added themselves to the already developed political humor (constant at a lot of countries of Latin America) creating many characters and publications that enable thinking than the comics movement in Ecuador is consolidated.
Notas:
Texto publicado en el número 31 de la Revista Latinoamericana de Estudios sobre la Historieta en septiembre de 2008.
APUNTES PARA UNA HISTORIA DEL CÓMIC EN ECUADOR

 

 

Lo que sigue es una pequeña visión del movimiento en el país hermano. Todos los estudiosos coinciden que el poco impulso que demuestra la industria allí se debe a la subestimación sobre el género y a una falta de tradición en este campo. Como en toda la región, seguramente durante las luchas por la independencia americana deben haber surgido algunos antecedentes, pero no hemos podido dar con ellos.

Los primeros ejemplos que se encuentran datan de 1885, en la revista El Perico, donde el doctor Francisco Martínez Aguirre crea el personaje homónimo con el fin de criticar al entonces presidente José María Plácido Caamaño. Para 1890 Martínez editaría la revista infantil El Átomo, tocando temas relacionados a la ética y la moral religiosa. En diciembre de 1919 aparece Caricatura, bajo la dirección de Jorge A. Diez. Allí, se destacan los dibujantes Guillermo La Torre, Jorge Diez y Estrella. Hacia 1924 la importancia de esta revista, aparecida originalmente en Quito, toma alcance nacional aunque dos años después desaparece. Para 1924, el diario El Universo publica la serie «Saeta y Rafles» de Miguel Ángel Gómez y en 1928 aparecen «Las aventuras de don Espantajo y el negrito Chicharrón» de A. Bastidas. Muchas de estas obras no pueden ser consideradas historietas en el sentido actual del término, pero sí cuentan como antecedentes válidos.

A partir de aquí no se han podido establecer directrices ni datos concretos sobre series en diarios o revistas de historietas. Se pueden citar algunos ejemplos como La Escoba, revista aparecida en la ciudad de Cuenca, los trabajos de Galo Galesio para el diario El Sol hacia 1951. La Bunga, revista aparecida en 1966, con trabajos de Roque Maldonado entre otros y que ha sido una de las de mayor trascendencia por su importancia, aparece hasta 1969. Asdrúbal de la Torre, otro destacado caricaturista político, publica sus trabajos en el diario Hoy. Tímidamente hacia fines de la década del setenta, y fundamentalmente en la del ochenta, aparecen: «Cirilo y Bolón» y «Melloco», creaciones de Luis Peña Herrera; los primeros trabajos de Santibáñez, «El Gato» (1978) y «Guayaquil de mis temores». Sale también El Pasquín, suplemento del diario El Tiempo, en 1982.

Lentamente se va afianzando el movimiento y aparecen hacia 1989 Marcelo Ferder (NPI), Xavier Bonilla (Bonil), Juan Lorenzo Barragán (Azuca) y Hugo Idrovo (Elugo) que lanzan en la extinta galería Pomaire el número uno de la enigmática «Secreciones del Mojigato»; una selección de historieta negra ecuatoriana recogiendo una serie de trabajos bastante atrevidos para ese momento. De ese mismo período, y al mando de Eduardo Villacís (el Vicho), en las páginas de una revista de rock de gran trascendencia en el Ecuador, cuyo nombre fue Traffic, populariza a su odiado editor «Dock Tirres» y «Las aventuras de la T mutante». Una revista que alcanzó gran popularidad entre el público infantil fue Pekes. Pedro Gambarotti, su creador nos explicaba lo siguiente:

«Circuló entre 1989 y 1993. Publicada por Editores Nacionales S.A. Ensa (cuya principal revista es Vistazo a nivel nacional). Tuvo un pico de circulación de 30 000 ejemplares, pero debido a un momento de crisis económica (no peor que la de 1998 en Ecuador) tuvo que suspender su circulación. Fui llamado por la empresa para darle forma a este proyecto y durante nueve meses (desde septiembre de 1988) empezamos a trabajar en él. Me desempeñé como su director de arte y tuve la oportunidad de crear a sus personajes: Pikito (un piquero patas azules) era el principal, y lo acompañaban Lorenzo (loro), Horacio (galápago) y Linda (culebra). Con ellos desarrollé una historieta que se publicó en cada edición. El guión lo escribía Arcadio Arosemena, un amigo con quien trabajo hasta hoy. La editora fue Mónica Maruri de Del Pozo, actual decana de la Facultad de Comunicación de la Universidad Espíritu Santo de Guayaquil. La redactora principal, Gabriela Gálvez, hoy es directora de Hogar, revista femenina de Ensa. Ya dentro de la década del noventa, y precisamente en 1991, Eduardo Villacís se pone nuevamente a la vanguardia creando el taller de experimentación de las artes secuenciales y junto a Édgar Castellanos (Mamá Vudú) y Wilo, crean el primer proyecto serio y elaborado de cómics en ese país llamado TIMO (Transinfinit International Metafisic Organization)».

Desgraciadamente lo evolucionado, moderno y comprometido del material hace que los editores desechen la posibilidad de publicarlo. J. D. Santibáñez es un caso paradigmático dentro de la historieta ecuatoriana; podría decirse que es un luchador incansable por sacar adelante el movimiento. Debuta muy joven, a la edad de 18 años, en el diario El Universo; su primer personaje fue «El Gato», que cuenta la aventuras de un arquitecto italiano que al sufrir un atentado en Guayaquil es dotado accidentalmente de poderes sobrehumanos. La tira se desarrolló entre septiembre de 1978 y marzo de 1979. Parte hacia Estados Unidos y al volver, entrada ya la década del ochenta, publica en El Meridiano «Ecuador siglo 21», una aventura futurista desarrollada en su país, una constante en este artista. Luego vendría «Guayaquil de mis temores» para El Expreso y los tres números de «Ecuador ninja», cuyo personaje central era un justiciero ninja en las calles ecuatorianas.

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Figura 1: Ficciónica. Figura 2: «Comic book» de J. D. Santibáñez.

Vuelve a la carga en la década del noventa con los tres números de Ficciónica, desarrollando para esta «Welcome to Guayaquil» y consiguiendo una buena acogida en el público al presentar una historia ambientada en esa ciudad pero en un futuro cercano. Por ese tiempo intenta la aventura de crear un comic book de completa autoría, guión y dibujo, de la que surge «One shot», donde mezcla fotos y dibujos con textos y sin quererlo nace un nuevo amor: la escritura. Así en los años venideros Santibáñez publica sus novelas «Ejecútese mañana» (basada en un cómic que le fue rechazado), «El Mago» y su reciente trabajo, «Comic book», en donde mezcla todas sus pasiones: el cómic, la literatura, y la ilustración.

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Figura 3: Viñeta de Xavier Bonilla (Bonil).  
Docente universitario –dirigió allí el suplemento de historietas (creado por sus alumnos) Gye, de distribución interna y gratuita dentro de la universidad–, admirador de Neal Adams, Jim Aparo, John Byrne y otros grandes: esperamos seguir teniendo noticias de este eminente trabajador. Bonil (Xavier Bonilla) para 1992 publica el libro «Venimos de lejos» sobre el tema de los 500 años que incluyó una historieta de treinta páginas. Posteriormente en 1994 publicó un libro de setenta páginas, incluyendo cinco historietas sobre el tema de la modernización y proceso de privatización «Privatefalia SA», que denuncia los proyectos llevados a cabo y que sufrieron en esa década los países en vías de desarrollo. Cabe destacar que Bonil es uno de los más importantes caricaturistas políticos del país.

Para 1995, en medio del conflicto con Perú, Wilo presenta un proyecto sobre los absurdos de la guerra entre hermanos. Finalmente y luego de varios rechazos es publicado con apoyo de la Casa de la Cultura, núcleo Tungurahua, en septiembre de 1996, bajo el título «La línea», bestiario de una guerra. La web sin duda ha ofrecido buenos caminos alternativos para la difusión de los artistas en todo el mundo, y fundamentalmente en países como los nuestros donde las posibilidades son mucho más acotadas. Así, finalizando 1997, aparece Cómics El Webo, proyecto creado por Alfredo Chaves (Tancre) y Wilo, primera revista virtual de arte secuencial ecuatoriana.

En marzo de 1998 aparece Xox, editada por ADN Montalvo, Carlos Sánchez (Animal), Jorge Gómez y Catalina Ayala, debiendo cerrar sus puertas al poco tiempo por razones ajenas a la propia publicación que agotaba cada número. Para el 2005 un grupo de soñadores formado por Kleber Flores, Eddi Vivar, Patricio Mosquera, Mario Carrera, Enrique Chang, David Méndez, Carlos Valarezo e Iván Bernal intenta lanzar Encómic, una publicación que por lo visto del material habría dado que hablar, pero no se consigue el financiamento y por ahora el proyecto se encuentra detenido. Pedro Andrade (Rad Rigar) crea el primer cómic erótico de Ecuador, mientras que Edwar Jaime, que colaboró en las revistas Trazos y Leyendas, lanza su propia publicación: Historias Bíblicas.

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Figura 4: Página de Pedro Andrade (Rad Rigar). Figura 5: Historias Biblícas de Edwar Jaime.

El under también está representado en este movimiento, pequeño pero activo. Erick Alava, crea la primera revista subte del Ecuador, Rocko Cómics, donde cuenta las desventuras de un metalero, Rocko, su novia Lita y sus amigos Latón, Oxi, Joan, Blacky y Undi. Las aventuras de estos rockeros pueden ser seguidas hoy por la red en: www.rocko-comics.8m.com. Siguiendo con la red podemos mencionar también a Iván Bernal creador de «El Cuervito Fumanchu», nacido hacia el 2005. Según su propio autor: «Es un cuervito gordo, perezoso y malhumorado que en su vida solo busca las cosas fáciles y las mujeres bonitas (¡Qué vida!...¿Eh?). Vive con Sebas porque de esa manera puede estar cerca de su amor platónico Lisa (hermana de Sebas). Le encanta fumar y es muy antisocial y tiene la mala costumbre de ser imprudente y meterse en lo que no le incumbe». Zeg y la Ladilla son otros de los interesantes personajes de este autor que pueden ser vistos en sus aventuras digitales a través del sitio www.bernionline.com.

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Figura 6: Rocko. Figura 7: «Las aventuras de Cuervito Fumanchu» de Iván Bernal.

Actualmente son pocas las revistas que circulan con repercusión. Leyendas de Mauricio Gil Gutierrez, quien también es el secretario del Cómic Club de Guayaquil (www.comicclub.8m.com). Según él mismo explicaba: «Leyendas se creó con la intención de transmitir las leyendas y tradiciones del Ecuador». Es una interesante publicación que ya lleva años en el mercado. Memorias Guayaquileñas es una revista que nació con la intención de apoyar la historia y retomar el hábito de lectura de la ciudad. El proyecto ha involucrado a varios artistas. Entre ellos: Lex Campuzano, miembro del Cómic Club de Guayaquil, que se encargara de dibujar el tomo5 de Memorias Guayaquileñas y trata sobre las invasiones piratas que sufrió la ciudad; Melvin Hoyos, director de Promoción Cívica de la Municipalidad de Guayaquil, ha dado cabida a varios artistas para que promocionen su talento de muchas formas y Memorias Guayaquileñas es una de ellas. También se destaca Kléber Flores quién además ha publicado la revista de historietas Trazos.

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Figura 8: Zeg y la Ladilla de Iván Bernal. Figura 9: Leyendas.

Increíblemente el manga parece estar posicionándose lentamente en un mercado escueto, destacándose dentro de esta joven vanguardia Eddy Vivar. Por último, mencionaremos al Club Ichibande Quito como ejemplo de que el cómic en Ecuador, aunque aún en estado latente, palpita cada día más (clubi-chiban@comic.com).

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Creación de la ficha (2015): Hernán Ostuni Rocca. Edición de Félix López · El presente texto se recupera tal cual fue editado originalmente, sin aplicar corrección de localismos ni revisión de estilo. Tebeosfera no comparte necesariamente la metodología ni las conclusiones de los autores de los textos publicados.
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
HERNAN OSTUNI (2015): "Apuntes para una historia del cómic en Ecuador", en REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA, 31 (14-IX-2015). Asociación Cultural Tebeosfera, Ciudad de la Habana. Disponible en línea el 13/XI/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/apuntes_para_una_historia_del_comic_en_ecuador.html