Editorial ;
No se puede adelantar el argumento en el prólogo de La Pasión. Es una lastima, la próxima tengo que pedir que me dejen hacer un postfacio. Sería fascinante detenerse en la galería de delincuentes berretas, grasientos, que construyen Cortés y Leonardo Sandler. Tipos crueles –los protagonistas-, que ejercen la violencia con pasión (aunque esa no es la única pasión de que trata el relato). Sandler aprovecha los recorridos de los personajes para destacar una galería de autos que avanzan como tanques de guerra civiles y que con sus recorridos van dando un ritmo al tiempo puesto en la pasión. Hay una página doble, sin autos, a la que recomendamos una revisada cuidadosa para gozar el trabajo de Sandler en ella.
Cortés sigue puliendo libro a libro su construcción de mundos violentos, caóticos, con una historia apasionante, muy trabajada en el guión, con el relato que avanza –cuando es necesario morosamente- por los dibujos, muchas viñetas mudas, y por los diálogos.
Preparese y dejese atrapar por La Pasión, será más amable que sus protagonistas.
Roberto von Sprecher (fragmento del prólogo)