Lina vive su día a día preguntándose la razón por la que se encuentra en ese edificio gigante en medio de la nada. En ese sitio, cada mañana un extraño instinto lleva a una persona diferente a lanzarse desde el techo y a terminar con su vida. Sin falta, un grupo de pájaros acude para recoger el cuerpo y llevárselo hasta perderse de vista. Lina reflexiona sobre el momento en que ella tenga que hacerlo, y en cómo perdió a Alice, su compañera, de esa forma.
Una mañana se despierta en Lina ese extraño instinto y sabe que ha llegado el momento de dar el salto. Los pájaros aparecen para transportarla y entonces descubre que no está muerta, y que acaba de iniciar un viaje a través de muchas ciudades, si bien desconoce el motivo y el destino hacia el cual se dirige.