Libro de 124 páginas en blanco y negro, encuadernado en rústica. Colección Historia Social y Cultural.
Texto de la contraportada:
En el otoño de 1909 Juan Bautista Urrutia, un litógrafo contratado por la cigarrera El Buen Tono para realizar cajetillas y anuncios, llevaba cinco años publicando historietas en los diarios. En ellas, además de promover a la industria donde trabajaba, manifestaba su visión de las consignas porfirianas: se adhería totalmente al orden y a la aversión a la política, pero desconfiaba del progreso encarnado en los automóviles, el nuevo papel de la mujer en la sociedad y la moda. Entre octubre de 1909 y mayo de 1912 lanzó una tercera colección de historietas, apasionantes por ser testimonio de un cambio de época; en ellas es notorio cómo la revolución y el régimen maderista fracturan el apoliticismo del litógrafo, quien alude a la nueva situación sin apasionamiento político, rasgo que lo caracterizará frente a la gráfica militante y agresiva de la época.