Allá por los años sesenta, siendo yo un chaval, mis ojos se encontraron con un dibujo de Castelao colgado en la sala de espera de un médico en Vigo. Quedé mucho tiempo mirando aquello tan sencillo y que decía tantas cosas con poco. Desde entonces siempre desee dibujar de aquella manera, claro está sin imitarlo, pero siendo una esponja de su trazo muy de los años veinte. Estos que hoy os presento son trabajos hechos llenos de cariño y siempre pensando en mi tierra y en nuestra cultura, donde el humorismo siempre fue un arma y una medicina para la gente de Galicia. Deseo que sean de vuestro agrado, para mi sería el mejor regalo.
Moncho Borrajo