Periódico satírico ilustrado publicado en Cuba cuando la isla aún era una colonia española. Semanario humorístico dirigido por el vallisoletano afincado en La Habana Juan Martínez Villergas que publicó textos, ilustraciones, chistes e historietas como las de Víctor Patricio de Landaluze, que inauguró el medio para España en los números 6, 7 y 13 con "Historia de las desgracias de un hombre afortunado".
Vivió una primera época de 39 números (16-VIII-1957 al 9-V-1858) y una segunda de al menos 40 números (16-V-1858 al 13-II-1859) en la que se publicaron los primeros globos de pensamiento de la historieta en español.
A partir del 29 de abril de 1860 se fundió con El Eco del Comercio, aunque continuó saliendo con su título original y sin alterar ni el formato ni el contenido. El último número localizado corresponde al 29 de julio de 1860, año en que finalizó su publicación.