Revista editada por los alumnos de la Academia General de Aviación, con textos humorísticos, viñetas de humor y algunas historietas resueltas por autores no profesionales.
La revista se editó inicialmente con periodicidad mensual, apareciendo sólo durante los meses lectivos desde el curso 1948-1949, publicándose al menos 29 números, dos de ellos (números 14 y 22) extraordinarios de fin de curso, integrados en la numeración.
El título hacía referencia a la denominación con la que se conocía en la Academia un castigo, normalmente colectivo, que consistía en hacer instrucción durante la hora de paseo. Por respeto a los castigados, había un acuerdo tácito entre todos para no asistir ni mirar a los afectados.
La publicación de El Caimán se dividió en "épocas", en principio coincidentes con los cursos lectivos: Época I (números 1 a 5 —aunque en el núm. 6 se mantuvo en la portada erróneamente el rótulo "Época I"—), Época II (números 6 a 15), Época III (números 16 a 23), Época IV (número 25) y Época V (desde el números 26). Probablemente problemas de edición dificultaron mantener la periodicidad en el último tramo de la revista, lo que motivó la irregularidad de las últimas épocas y, finalmente, el cierre de la publicación.
Reproducimos a continuación el texto de la información sobre la revista encontrada en la revista militar Aeroplano:
«Aparece la revista El Caimán
»En marzo de 1948 se publicó el primer número de El Caimán, que aparece como revista mensual planeada, dirigida y editada por los cadetes de la AGA, pero la periodicidad se altera y aparecen algunos números bimensuales, lo que le hace autodefinirse como revista cultural no apta para empollones y definitivamente como revista no apta para empollones, dirigida y editada por los alumnos de la AGA.
»La portada del primer número, dibujada por el caballero cadete Vallarino, presenta una escena de un poblado africano donde los nativos tienen en la caldera a un explorador de ingenua expresión con cuyo banquete se regodean, momento en el que aparece una avioneta Bücket de la inefable Agrupación Aérea 81, que era la de la AGA, cuyo piloto, en pleno despiste, pregunta: "¿Está por aquí Albacete?", lo cual podía ser una situación lógica —extremado el rasgo de humor— en un tiempo en que los aviones de enseñanza elemental carecían de radio y se navegaba "a ojo" y estima, y que en el lenguaje de los cadetes se llamaban "procedimientos carretero-drómicos".
»El título de la revista tenía su razón de ser en algo que los cadetes conocían por dura experiencia, pues casi todos, con más o menos asiduidad —y alguno con exceso—, fueron protagonistas del "caimán", que en el argot académico era el nombre que se daba a la formación que en horas de paseo se deslizaba como un taimado reptil por la plaza de armas y sus aledaños: la instrucción de arrestados. "Don Luis", que es seudónimo del coronel Armando Sánchez Oliva, en su Anecdotario militar, llega a fijar con precisión lo que llama "un chispazo histórico": el "caimán" nació en la plaza de armas a las dieciocho horas del día 29 de enero de 1947. Su nombre, derivado de la canción, entonces de moda, Se va el caimán.
»Su homónima, la revista, tuvo ilustres colaboraciones. En marzo de 1953 dibujó su portada Antonio Mingote, antiguo oficial de Infantería: dos bellas cavernícolas comentan el "farol" que se marca un coetáneo, lanzándose en planeo a cuerpo limpio para hacerles creer que es aviador».
El PVP no figuraba impreso en ningún número. La única referencia que se ha encontrado es un chiste publicado en la página 17 del número 25 en la que se da como precio dos pesetas.
La revista incluía publicidad, generalmente de empresas de la zona, aunque también aparecieron algunos anuncios de entidades como la compañía de aviación Iberia. El grafismo de estos anuncios parece obra de los ilustradores de la revista.
En los terrenos de la Academia se rodó en 1949 la película Alas de juventud, de Antonio del Amo, protagonizada por el actor portugués Antonio Vilar, a la que la revista se refirió en varios números.
En los años setenta se intentó recuperar la revista, cambiándole el título por "Águila" y abandonando el tono humorístico, publicándose pocos números.