Ismael Smith Marí

Grabador catalán que fue también humorista gráfico, ilustrador y pintor. Nacido en Barcelona, hijo de un pudiente matrimonio de ascendencia inglésa, tuvo una infancia marcada por la muerte de su padre a resultas de crisis económica causada por la pérdida de la colonia cubana. Se formó como artista debido a su facilidad por el dibujo desde su infancia, estudiando dibujo en la Llotja y escultura con maestros como Carbonell y Atché. Despuntó rápidamente y celebró una primera exposición con veinte años de edad, en 1906, siendo identificado por entonces como "artista novecentista" por Eugeni D'Ors.

Desde ese mismo año, impulsado por su catalanismo y por su afición a la ilustración satírica, comenzó a colaborar con revistas ilustradas como Or y Grana, ¡Cu-Cut!, Papitu, La Rondalla de Dijous y, más tarde, ya desde París (ciudad en la que se afincó gracias a una beca otorgada por el Ayuntamiento de Barcelona para estudiar en la École Nationale Supérieure des Arts Décoratifs), con variadas cabeceras como Picarol, Mercuri, La il·lustració Catalana y La Campana Catalana, entre otras, hasta 1919. Además de en París estuvo en Londres exponiendo grabados, que causaron sensación por su virtuosa técnica, y luego en Nueva York, ciudad en la que se afincó desde 1915 (salvo por un lustro que pasó en España entre 1926 y 1930). Las razones para su exilio hay que buscarlas en los rechazos que sufría entre la grey de artistas barceloneses, llegando a sufrir boicots de algunas obra suyas, como la vivida en 1907 con el conjunto escultórico titulado "En abundancia", que fue premiado en la Exposición de Bellas Artes e Industrias Artísticas pero que no llegó a ser expuesto, como había ocurrido con otras obras suyas. Estuvo a punto de ser excomulgado oficialmente debido a la estética en exceso amanerada de un Sagrado Corazón que elaboró para la Exposición de 1929, hecho que motivó su exilio definitivo a América.

En los Estados Unidos triunfó con su particular estilo en el que se daban cita algunas de las vanguardias que en ese momento triunfaban en Europa. Lo cual, mezclado con su visión de los mitos españoles, partiendo de la tipificación folclórica, entusiasmó a los galeristas americanos. Contaba con el respaldo familiar, por entonces con una empresa en expansión que trabajaba en el sector textil, pero que amplió el negocio mezclándose en otras actividades comerciales apartadas de la legalidad (tráfico de licor y de armas), que condujeron a la muerte de uno de sus hermanos por un ajuste de cuentas con la mafia. La familia acabó arruinada en el final de los años cuarenta y, Smith, perturbado.

Los cronistas de su vida y obra rememoran la influencia en su arte de Aubrey Beardsley y otros decadentistas (Will Bradley, Pape, Koloman Moser), y han destacado su espíritu transgresor, el de un dandi ambiguo que ocultó su homosexualidad y que se sintió rechazado por los conservadores de su época. En su arte no tardó en abandonar los estándares del noucentismo más clasicista para instalarse en un expresionismo grotesco y provocador. En EE UU trabajó como ilustrador, pintor ceramista, diseñador de joyas y de moda, como acuarelista y como ex-librista además de ejercer como maquillador funerario. Fue autor de una enorme producción de la que apenas se tuvo noticia en España tras su marcha a los EE UU, y que se detuvo en el comienzo de los años 1960 debido a los ataques delirantes que sufría. De hecho, falleció en un hospital psiquiátrico de Bllomingdale tras once años de internamiento, en 1972.

En 2017 se le dedicó una exposición retrospectiva en el MNAC con más de 400 obras suyas, en gran parte inéditas.