Sylvie Rancourt nació en Québec pero creció en Montreal, donde trabajó como bailarina. Interesada por el cómic, fue construyendo un relato de su vida en viñetas que Jacques Boivin tradujo al inglés e introdujo en el mercado americano. Fue uno de los primeros cómics autobiográficos escritos por una mujer.
Cuando la obra se publicó en Francia en su versión integral, fue candidata a un premio de los otorgados en Angulema.