Clérigo y medievalista. Fue abad del monasterio benedictino del Valle de los Caídos, consejero nacional del Movimiento y procurador en Cortes. En el campo de la historieta y las publicaciones infantiles y juveniles, fue director de Flechas y Pelayos y encargado de resolver las solicitudes de autorización de nuevos tebeos que llegaban a la Vicesecretaría de Educación Popular de FET y de las JONS en los primeros años de la posguerra.