Dibujante chileno, durante la edad de oro del cómic en Chile dibujó en las principales cabeceras de la época, Rocket, Mizomba el Intocable, Guerra, Jungla, etc., ilustrando portadas e historietas.
Comenzó colaborando con Abel Romero ayudandole en la tira diaria que éste dibujaba para el diario El Mercurio titulada Desfiladeros, ocupandose en solitario de la misma ante la cantidad de trabajo que el maestro tenía en aquellos momentos.
En calidad de freelance trabajó para la práctica totalidad de agencias publicitarias del país que apreciaban su trabajo y por el que estaba muy cotizado.
No se prodigó en exceso en el mundo del cómic por una cuestión meramente económica, la diferencia de los emolumentos recibidos entre una y otra actividad no dejaban lugar a dudas, en cualquier caso nunca abandonó las historietas de forma definitiva, ya que de vez en cuando abandonaba la seguridad del trabajo publicitario para dibujar alguna.